2013

LOS MALOS 

INSTINTOS 

QUE DESATÓ 

LA PRESIDENTE

Por

Carlos Berro 

Madero.

“Si se mueve algo, yo soy quien lo mueve; 

si algo se detiene, yo soy quien lo detiene. 

Si algo se agita, yo soy quien lo agita, y no hay ser
viviente que se vaya a mover si no le empujo yo” 

(del mito de Atlas). 

Esos han sido, más o menos, los principios de Cristina Fernández desde que ascendió al poder.
Semejantes a los de su difunto marido, pero acompañados de mayor violencia verbal.No puede quejarse pues que sus discursos desaten el malhumor popular de todos aquellos a quienes ha defraudado y sienten que está en deuda con ellos.
Toda su actual soledad, es enteramente suya porque no ha podido despojarse de sus escrúpulos y aunque vive jactándose de su presunta “sabiduría” se ha mentido a sí misma tanto como a los demás.
La fortaleza conceptual de la Presidente está construida para brindar solo apariencias exteriores, ocultando las “profundidades” y los
“agujeros negros” de mensajes que han ido apagando sus “luces” poco a poco.
No es que estemos en presencia de una combatiente ignífuga como nos dice, sino que los fuegos encendidos por ella misma han estallado
al fin como rechazo a su obcecación para estimular un autoritarismo casi sin límites con el que ha pretendido “ajustar” sus manipulaciones

de la verdad.

La “magia” de las palabras de Cristina está reflejada en la impureza del lenguaje, que ha apelado siempre a su voluntad “vulnerable”. 

Solo un rapto de tontera de la sociedad ha permitido que el kirchnerismo haya avanzado hasta hoy con sus planes cuasi fascistas.

Sin embargo, parece haber llegado el momento en que la gente advirtió la presencia de una “verruga” que ha crecido impertinente en el rostro de un progreso que no ha llegado, sintiendo que hace falta efectuar una “operación correctiva”. 

Esto ha desatado el descontrol de quienes tienen menos paciencia que otros para esperar que llegue el cirujano al quirófano y tome en sus manos este asunto.

Los pavimentos sobre los que marchaba el gobierno se han removido mostrando sus grietas y todos sus caminos conducen ahora hacia los

confines del territorio que creyeron haber marcado para ellos.

La sociedad vive hoy un estado de difusa irritación y grandes dudas, mientras el kirchnerismo lucha por el poder en medio del enfrentamiento de sus actores principales entre sí.

Los malos instintos desatados por la impericia de un gobiern inconsistente que ya no tienen vuelta atrás. 

La violación de la buena fe ha sido enorme y ha terminado generando un enredo de pasiones.

Ayer fueron marchas autoconvocadas. 

Hoy son saqueos.

¿Y mañana?

No lo sabemos; pero es muy probable que asistamos a más sucesos impredecibles.

carlosberro24@gmail.com