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viernes, 31 de agosto de 2012

Justicia y Concordia ..


De: Carlos Manuel Acuña .


PROPONGO : 

HABIDA QUE FUE UNA GUERRA, QUE NUNCA MÁS DE HABLE DE “REPRESORES” 
SINO DE COMBATIENTES
ES LO QUE CORRESPONDE MAL QUE LES PESE A LOS POLITIQUEROS PERVERSOS. 
LOS QUE TEGIVERSARON LA HISTORIA. 

DECLARACIÓN

¡NOS APLASTA LA TIRANÍA!


1)    El Consejo Superior de la UBA, previa opinión en igual sentido de una Comisión
integrada, entre otros, por el juez de la Corte Suprema de la Nación, Dr. Eugenio Zaffaroni, resolvió formalmente negar a los condenados y procesados por delitos denominados “de lesa humanidad” el derecho a participar en los programas de estudios universitarios que se dictan en las cárceles.

2)    Esta decisión – por sí sola - evidencia la terrible realidad de la persecución vengativa a la que son sometidos los soldados y policías que combatieron la subversión en los setenta, ya no sólo para encarcelarlos, sino para martirizarlos aún en la prisión. Mientras a estos hombres no se les permite siquiera estudiar, el Director del Servicio Penitenciario organiza murgas y fiestas fuera de las cárceles con asesinos recientemente condenados por crímenes atroces, al tiempo que se declara entusiasta militante de “La Cámpora” e integrante de la agrupación kirchnerista autodenominada “Negros de Mierda”.

3)    Adviértase a lo que hemos llegado: la organización “Negros de Mierda” es quien custodia, encarcela y decide que los presos militares ni siquiera podrán estudiar en la cárcel.

4) Estos presos no tienen derecho a nada. 
No sólo se les niega estudiar, sino que los jueces designados o amenazados por la tiranía gobernante les prohíben la prisión domiciliaria a los ancianos de ochenta y más años y a los enfermos terminales. Les niegan juicios objetivos aceptando como prueba absoluta la palabra de dos o tres terroristas manifiestamente preparados y ni siquiera congruentes, les suprimen a ellos las salidas transitorias que tiene cualquier condenado, los tienen años encarcelados sin condenas.


5)    Nadie puede dudar ya, de buena fe, de que esto no es Justicia sino Persecución y Venganza. Y si ello es así, si los hechos demuestran que todos estos hombres son perseguidos por una tiranía, ¿por qué alguien creerá que realmente cada uno de dichos militares y policías cometieron los crímenes que se les imputan? No se dice aquí que no haya habido crímenes en esa terrible y nefasta guerra sucia. Lo que se dice es que no hay Justicia en el país.

6)    Pero la desviada doctrina de los crímenes de lesa humanidad que, con la complicidad y el impulso de la Corte Suprema, se aplica exclusivamente contra los militares y policías que enfrentaron el terrorismo subversivo y - en cambio - es negada en su aplicación respecto de los terroristas que integraron verdaderos ejércitos adiestrados en Cuba para la toma del Estado argentino, es sólo el primer dato de la tiranía que se va imponiendo en la Argentina. Fue lo primero, porque lo primero era destrozar a las fuerzas armadas.

7)    No es ésta, por ende, la única evidencia de que el Estado nacional se encuentra hoy en manos del terrorismo de los años setenta. No es esta de los militares encarcelados la única muestra de la tiranía que avanza incontenible en la Argentina, apropiándose día a día de todos los resortes económicos y coartando cada vez más todas las libertades individuales.


8)   Porque la inseguridad en el país llega a límites nunca pensados. Porque las hordas camporistas invaden las escuelas primarias para adoctrinar a nuestros hijos en el odio y en la mentira. Porque la educación en general está desvirtuada y abandonada. Porque son invadidos, uno a uno, nuestros ámbitos de libertad de hablar, de opinar, de comerciar, de enseñar, de aprender. Porque día a día se nos aplasta brutalmente con más y más impuestos para recaudar dinero para un Estado que es empleado para el fortalecimiento de la tiranía y para la destrucción de nuestra sociedad. Porque tiránicamente se califica como un crimen sostener que el matrimonio y la familia han de ser fundados por un hombre y una mujer. 
Porque mientras se nos aplasta con impuestos y trabas, se da rienda libre a la delincuencia, a la droga, al aborto, a la homosexualidad, y desde el sillón presidencial se imparten diariamente clases de desfachatez y chabacanería.


9)    Estamos en nuestras casas, nos refugiamos en nuestras vidas particulares sin advertir que  a nuestro alrededor crece cada vez más fuerte esta terrible tiranía que nos ahoga cada día más. Destruyó primero al ejército en su fuerza material y en su moral, siguió con la destrucción de las fuerzas policiales mediante su corrupción y debilitamiento material, se va apropiando ahora del campo, del comercio y de la industria, mientras promueve normas para terminar con el orden cultural y familiar del país y eliminar las libertades.


10)        Los que estamos sufriendo todo esto somos muchos. Somos la mayoría del país. 
El asunto es que tomemos conciencia de que esto realmente nos está sucediendo y estemos dispuestos a reaccionar.
 
Buenos Aires, 31 de agosto de 2012.

lunes, 20 de agosto de 2012



Becando al Verdugo.



por Enrique G. Avogadro‏.



Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada” 
Edmund Burke.

Por estos días, el asombro que este Gobierno me provoca desde su mismo origen, se ha trasladado a la ciudadanía y, sobre todo, a su clase dirigente. Los gobernadores, los empresarios, los políticos opositores, los líderes sindicales no solamente ven cómo se destruye desde la Casa Rosada a todos quienes osan tan sólo abrir la boca para comentar los problemas del “modelo” sino que facilitan a la señora de Kirchner, en forma permanente, los medios necesarios para continuar haciéndolo; parecen ignorar, mientras le siguen regalando la soga, que sin dudas serán los siguientes en comparecer en el cadalso.
¿Cómo se podría explicar que esos gobernadores, cuyas provincias habían logrado la propiedad de sus subsuelos, hoy permitan que doña Cristina y Kiciloff les quiten, de un plumazo, esos derechos que les otorgó la Constitución? 
¿Cómo encuentran argumentos para dejar solos a los mandatarios de Córdoba y Corrientes, cuando éstos reclaman nada más que los fondos que pertenecen a sus gobernados y que la Nación, porque sí, les niega día a día? 
Realmente, ¿no saben que, cuantos menos recursos propios tengan, más dependientes de la voluntad central serán? 
Esos mismos gobernadores que hoy, para evitar los problemas de corto plazo que adrede les genera el “cristinismo” para dominarlos, deben pedir limosna a la Casa Rosada, 
¿por qué se prestan a acudir presurosos a Buenos Aires para aplaudir la ceremonia de inauguración de la misma horca en que serán ejecutados por esta banda de pseudo-montoneros de Puerto Madero.
 (¡gracias, Julio Bárbaro!)?
¿Y qué decir de los representantes de esas provincias y de sus pueblos que, a despecho de esos intereses que deberían cuidar, festejan y se congratulan, se abrazan y se besan en las cámaras legislativas cada vez que entregan más resortes de dominación al Poder Ejecutivo nacional? 
A sólo título de ejemplo, ¿Heller y Filmus, que en teoría la representan, están tan convencidos que jamás podrían gobernar Buenos Aires como para dinamitar el único banco estatal –el Ciudad- que realmente funciona bien?
De don Carlos Saúl no se podía esperar otra cosa que esta triste y final decadencia pero, 
¿qué llevó a los senadores por Salta, Romero y Escudero, a dar su voto a la privatización de Ciccone, que nadie sabe de quién es? 
¿Por qué hizo lo mismo Juez, sin miedo a incinerarse? 
¿Cómo permitieron los miembros de la Cámara alta que Guita-rrita presidiera esa bochornosa sesión? 
Nuestro Congreso ha perdido tanto su honorabilidad y sus objetivos, a fuerza de ponerse bonetes o ceder ilegalmente facultades al Ejecutivo, que ya no debería llamar la atención la conducta de las bancadas opositoras que, por mezquindad o por infames cálculos políticos, acompañan alternativamente las iniciativas que llegan desde la Casa Rosada con la expresa exigencia de no aceptar la modificación de una coma. 
¿No han visto los efectos que, sobre sus propios representados, ha tenido la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, que trajo aparejados el saqueo a las reservas y la emisión sin límites, causantes de la inflación? 
¿Por qué no hacen nada –aunque sea gritando- cuando el oficialismo impide la constitución de las comisiones que deben controlar al Ejecutivo, como es el caso de la Ley de Medios? 
¿Festejan hoy del mismo modo que cuando sancionaron la confiscación de Aerolíneas Argentinas, que dilapida ya tres millones de dólares diarios, sin control de ningún tipo? 
Que Picchetto o Rossi se rían cuando consiguen aprobar, año tras año, la extensión de los “superpoderes” invocando una ya injustificable emergencia económica nacional es razonable, pero que los legisladores, que han contemplado durante la última década cómo se los usaba para discriminar a sus provincias en materia de obras públicas o de aportes del Tesoro, se pongan tan contentos en las mismas circunstancias permite pensar que sigue funcionando la “banelco” oficial para comprar voluntades, cuando éstas no ceden ante un simple “carpetazo” que trae al presente un irresistible archivo. 
¿O, por el contrario, están mirándose en el espejo de Venezuela o de Rusia, donde van a prisión los opositores a la tiranía disfrazada de democracia?
En lo que a la Corte Suprema se refiere, las cosas no andan mejor porque ¿cómo no pone el grito en el cielo, o en el Congreso, cuando el Ejecutivo desobedece sistemáticamente sus sentencias? ¿Cómo sus miembros admiten que continúe formando parte del alto Tribunal alguien tan sospechado de colaboración con la prostitución como el Juez Zaffaroni, sin mandarse a mudar indignados? ¿Por qué no usan sus facultades de superintendencia para limitar a los jueces federales, tan corruptos ellos? ¿Cómo sus ministros no piden el juicio político de Oyarbide, con sus anillos, haciendo de río Jordán para la inexplicable riqueza de los Kirchner? ¿Cómo toleran que su Presidente, don Lorenzetti, haya dicho que el tema de los derechos humanos es una política de Estado concertada con el Ejecutivo, y siguen permitiendo que se destruya todo el sistema jurídico –principios de legalidad, de inocencia, de ley anterior al hecho del proceso, etc.- de la República, trasmutando justicia en venganza?Si posamos nuestra mirada en la primera fila de los habituales aplaudidores de los grandes disparates presidenciales, veremos que allí están sentados los máximos representantes de nuestra industria nacional, encabezados siempre por el inefable De Mendiguren o el recuperado Adelmo Gabbi. 
¿Qué creen que les sucederá a cada una de sus empresas y negocios si el “cristinismo” consigue hacer realidad la reforma constitucional? 
¿Ignoran que, en ese proyecto, la reelección es una mera cortina de humo (indispensable sí por la falta de herederos del “modelo”) para ocultar la decisión de transformar a la Argentina en una dúplica del “socialismo del siglo XXI”? 
Si han visto que la viuda de Kirchner no repara en formas legales cuando decide hacerse de una empresa, como lo hizo con Repsol-YPF, con Ciccone y pretende concretarlo con Cablevisión, ¿por qué suponen que serán tratados de distinta forma si el apetito del Gobierno se centra en sus propias compañías? 
¿No aprendieron cuando vieron que hasta Rudy Ulloa se fundió cuando Cristina le bajó el pulgar, o qué pasó cuando Lázaro Báez o Cristóbal López o Ferreyra (Electroingeniería) o los Eskenazi o hasta el mismo Magnetto dejaron de pertenecer al círculo áulico de la mesa chica de Olivos? 
Cuando ven que Patotín, sin escribir nada pero con enorme poder de decisión, les informa que pueden continuar produciendo en la medida en que los habilite a importar los indispensables componentes, 
¿no les corre frío por la espalda? 
Cuando toleran con grandes sonrisas y sin ponerse colorados que el mismo funcionario los veje en público con amenazas físicas o mentando a sus mujeres :
¿no se dan cuenta que son ellos mismos quienes lo bancan para que se construya diariamente? ¿Cómo algunos aún se suben encantados a los bochornosos charters que los llevan a imposibles mercados fantasmas?¿Y los sindicalistas? 
¿No se fijaron qué hace doña Cristina con quienes fueron, hasta ayer, sus indispensables aliados? 
Si los reclamos de mínimos no imponibles o fondos sociales son los mismos, 
¿qué les garantiza que la Casa Rosada no los mandará presos cuando deban disentir con ella, presionados por sus bases? 
¿Los casos de Moyano, Zanola o Pedraza no les dicen nada?
Todos, todos ellos, siguen haciendo sus diarios aportes para que el poder cada vez se concentre más. Diariamente, con dinero o con presencia, con complacencia o tolerancia, empujan más resortes políticos y económicos hacia ese voraz agujero negro espacial en que se ha transformado el “cristinismo” y su guardia personal, La Cámpora. Así, con prisa y sin pausa, siguen becando al verdugo que los ejecutará cuando la Casa Rosada así lo exija; parecen ignorar que, al final, irán por ellos mismos, ya que los antecedentes de lealtades, concesiones y acompañamientos no tienen, en este “modelo”, importancia alguna a la hora de decidir los exterminios.
A pesar de la forma en que la Argentina desgasta siempre las ilusiones, estoy convencido de que aún estamos a tiempo de corregir este nefasto rumbo, diseñado por el miedo y la corrupción. Anoche mismo, Jorge Lanata publicó en su programa de televisión un informe sobre la situación en Formosa, un feudo cuyo Gobernador –hace 25 años- apañada por Cristina Fernández de Kirchner, ejecuta políticas similares a las que denunciara en mi vieja nota “Genocidas” (http://tiniyurl.com/9qt37r4), y de tantas otras que figuran en mi blog; tal como dije entonces, el “cristinismo” es un estadio muy superior de la corrupción nacional.
 No podemos regalar a esta banda que ha asaltado el poder el país en el que queremos vivir, y en el que queremos que nuestros hijos y nietos vivan. Al menos, yo no lo estoy. 
Es por eso que lo invito a sumarse a una nueva epopeya; hoy le pido poco: que ingrese a “La Argentina que quiero” (http://tinyurl.com/9r9kn4d), lea allí las propuestas formuladas, las critique, las perfeccione y, cuando llegue el momento, acompañe con su presencia y hasta con su voto esta tentativa de recuperar la República, sus instituciones y la verdadera libertad de todos los habitantes de este suelo.Bs.As., 20 Ago 12. 
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado.
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Fax +54 (11) 4801 6819
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viernes, 17 de agosto de 2012

Y van por todo . . . si los dejamos...



DE LA NARIZ HASTA DONDE LO PERMITA LA OPOSICIÓN.



Por Ernesto Bobek Cáceres.
            Abogado (Justa Causa)
         ebobek@fibertel.com.ar
Desde el “vamos por todo” a la fecha nadie pudo imaginar que el atropello del elenco gobernante atoda nuestra normativa vigente pudiera ser tan grosero. No solo incumplen la ley, sino que se jactan de ello. En el curso de las últimas semanas y sobre todo los últimos días, este desvergonzado avance se ha profundizado. 

           Desde la misma presidencia se justifica lo inadmisible. Se dan el lujo de decir que el ingreso de miembros de La Cámpora a escuelas es para refirmar la democracia. Desde el momento en que a Néstor Kirchner se lo coloca como el “eternauta”, un héroe de historieta, instalándolo ante nuestra niñez como un prócer, los argumentos se caen estrepitosamente.
            A la democracia se la refirma únicamente desde lo institucional y no entremezclando en esa digna labor el apodo, nombre o apellido de ningún político pretérito o presente, vivo o muerto. Ningún porcentaje de votos por el que se haya ganado una elección, así fuera el 99%, habilita en forma alguna a mancillar las leyes y la propia Constitución.
            Y es precisamente en estos días cuando hemos tenido que escuchar a miembros de La Cámpora justificar ilícitos en el 54% de votos obtenidos por CFK. 

Si admitimos tamaño artificio, deberemos permitir que quien gane la próxima elección pueda optar por convertirse en un déspota, suprimir el judicial y el legislativo y gobernar a su antojo sin límite alguno. 
         También se podría autoproclamar rey.             
Aún cuando no reconozcamos que lo permitimos, a poco que analicemos los acontecimientos de nuestra realidad podemos notar que estamos peligrosamente cerca.
            Debemos padecer los dichos del senador Pichetto en defensa nada menos que del vicepresidente de la Nación, en un asunto tan escabroso y vergonzante como el tema “Ciccone”. De nada sirve que haga ridículas comparaciones con lo que podría ocurrir ante un tema similar en Francia, ya que somos argentinos, vivimos en la Argentina y bajo nuestra legislación. Podría recordarle que por mucho menos en los Estados Unidos cayó el presidente Nixon, y que en países de distinta base cultural -los hay muchos- seguramente hubiera sido fusilado tras un juicio sumarísimo por comprometer la gobernabilidad.
            También el senador criticó al juez federal Rafecas por haber ordenado un allanamiento en una propiedad de Amado Boudou. Debería ponderar el senador que el error no estuvo en lo que señala, sino en haberse comunicado con el abogado de una de las partes. Ya entonces en otro artículo dije que Rafecas no podía ser juez. Debió ser suspendido, juzgado y destituido por violar los más elementales y sagrados deberes de un magistrado.
            Mientras prosigamos buscando culpables de nuestras desgracias dentro del periodismo independiente y pretendiendo acallar cualquier voz que se alce contra la instalación de un pensamiento único y pretendidamente infalible, la Patria está condenada. Condenada a la miseria, condenada a la mentira, condenada al fracaso y a la disolución. Hemos perdido la esencia de la República.
            En cuanto a nuestra economía no podemos seguir afirmando que el modelo es un éxito, y que si entre otras desgracias crecen los niveles de pobreza e inseguridad, es producto de la situación que viven los países de Europa. Cabría recordar la infraestructura que se implementó para las Olimpíadas Londres 2012, adonde concurrió gente de todo el mundo y que se tradujo en un envidiable superávit para el país organizador.
            Debemos tomar el ejemplo de países exitosos y analizar las políticas de todo tipo que han implementado para lograr una firme vinculación con el resto del mundo. Eso les permitió incrementar el comercio internacional asegurando una balanza comercial positiva, la generación de empleo genuino y en definitiva una política social ascendente. Tal vez al estar algunos de esos países tan próximos es que nuestros políticos no los llegan a divisar con nitidez.
            Hay quienes se dan el lujo de presentar proyectos inviables -sobre todo atendiendo a la situación socioeconómica del país- cuando postulan que puedan votar menores desde los 16 años, como asimismo que los extranjeros tengan el mismo voto que un argentino. Al respecto sugiero para evitar más invasiones de ilegales que las que ya padecemos, se le exija a un extranjero para tener derecho a voto cinco años de residencia en el país con al menos 11 meses al año y tres años de pago de aportes. También deberíamos guardar reciprocidad con países que no prestan asistencia médica pública a un ciudadano argentino sin previo pago.
            En definitiva toda la serie de lenguaraces que hoy vociferan instando situaciones que se dan de narices con nuestra ley vigente no se van a detener hasta que se plasme una sana oposición de rivales políticos y no de enemigos, que les bajen las ínfulas ilegítimas y antirrepublicanas, sencillamente haciéndolos respetar la ley.
            Una cosa no debemos olvidar: Muchos políticos que pueden pretender ponerse contra el gobierno, lo harán por despecho, ya que estaban antes con el oficialismo, y fueron descartados por distintos motivos. La mayoría de éstos carece de la altura moral para pretender conformar el armado de una oposición como el país merece. *Gobierno-oposición es parte de la esencia de la democracia. 

*Respetemos al país por sobre los personalismos. 
*Hagamos respetar el orden institucional que es el mayor soporte de la libertad.
CABA, 16/08/2012 

miércoles, 15 de agosto de 2012

Una verdad, que no siempre vemos...


EDITORIAL .
 ¿ POR QUÉ NOS AGREDE USTED ?

 por el Lic Gustavo Adolfo Bunse . 
(13/8/2012)

No he visto ni oído de usted… en los últimos nueve años… un solo discurso libre de agresiones… o de siniestros señalamientos hacia supuestos enemigos.
Parejamente con eso… y acaso como hubiera correspondido, no he sabido de ninguna acción jurídica o denuncia formal que usted haya presentado ante ningún fuero nacional en referencia a esos hechos que son motivo de su invectiva o su reproche.
De modo que, lo que usted habitualmente señala… debe tener quizás otro destino diferente de la búsqueda de justicia. No me queda otra chance que pensar y decidir que lo suyo se destina a formalizar una amenaza, un mensaje coactivo e intimidatorio o un procedimiento de corrección disciplinante a través del liso y llano abuso del poder.
Parece alarmante el uso de su cargo sin la menor conciencia de que la jurisdicción de su autoridad … envuelve a todo el poder coercitivo inmenso contenido en el Estado, sin excepción alguna … todo el uso potencial de la fuerza… toda la discrecionalidad unilateral y toda la energía de las órdenes que la Constitución le ha confiado a Ud para un destino diferente.
Parece alarmante que las dos obligaciones irrenunciables que surgen claramente del mandato que se le ha confiado a usted… luzcan ahora fulminadas por sus propias palabras. Antes bien… no promueve Ud el bienestar o la unión nacional…así como tampoco apunta a consolidar la tranquilidad social y evitar el estado de zozobra.
Me recuerda usted… al Pekín de 1989 … cuando a veces nombra en modo agresivo a un simple particular, por la cadena nacional… o cuando señala nombres de empresas… para estigmatizarlas…
Me recuerda… salvando distancias…a la figura más representativa de la desproporción que ha existido… entre la magnitud imponente del Estado que comanda… y el diminuto e indefenso valimiento de un ciudadano aislado de esa comunidad.
La veo a usted convertida en aquel tanque de guerra del 5 de junio de 1989 en la Plaza Tiananmen, en Pekín. Y parado frente a usted… veo a un simple ciudadano, con sus mismos derechos cívicos, levantando sus manos… para que tome usted conciencia que debe detener esa terrible desproporción.
Estoy seguro que, además de usar a la AFIP como herramienta del abuso de su autoridad…

 ha enviado usted varias veces a escuchar las comunicaciones telefónicas de personas… 
o a apalearlas por la calle como lo que hicieron personas de su gobierno con quien esto escribe.
Deseo decirle… que no pienso admitirle una sola agresión más.
Deseo decirle que… voy a hacer uso de mi libertad hasta la muerte ...  
 Y que voy a impulsar en persona… la protesta física y verbal contra su abuso de autoridad… así me cueste ello el encarcelamiento
Y le advierto algo… que ya he dicho y repito hoy : … 

Me parece interesante que empiece usted a pensar o suponer que un chispazo de hartazgo en la fenomenología social argentina.. pendula hoy entre la mediocridad que usted propone y la humillación a la que quiere arrastrar a la sociedad
En el análisis sociológico, diría que no debería usted sorprenderse porque el pueblo en general o el capitalino en particular… entre en resonancia en algún momento … como el PUENTE DE TACOMA. 

Pues debe saber usted … que existen ciertos baches sorpresivos e inesperados en la mansedumbre social, que más tienen que ver con el contagio del arrojo metafísico… que con el sentimiento de Patria 
Y debe saber además que es falso que cualquier chispazo o vórtice de la efervescencia social sea siempre encendido por agitadores.
 La mayoría de los fenómenos colectivos del hartazgo son autónomos .

De hecho es improcedente y ectópico… estigmatizar la efervescencia social como antidemocrática…
Y mucho más lo es… 
en los regímenes totalitarios.
Por cuanto… la legitimidad… 

 de un tipo harto como yo….. es tan inobjetable que de ninguna boca saldría la palabra golpismo frente a una turbamulta enojada… y aún desbordada por a la instauración de una monarquía absolutista ….que arrastra a la sociedad hacia el peor de los sumideros morales.
Cada minuto que pasa, aparece en el aire algo nuevo que flota como hartazgo, en pulsiones a las que - un monarca - sólo podría oponer teorías conspirativas
Por qué rayos tenemos que soportar que nos agreda ?
Por qué rayos tenemos que oír su admonición ordinaria en cadena ?
Por qué miente desde el pináculo en un discurso eticista… y usted… junto a una recua de sus ministros… han robado dinero en modo tan evidente… que hay que hacer un esfuerzo para no darse cuenta ?
Por qué tengo que cumplir una sola orden suya fuera de la ley ? 

Su entendimiento con el poder, es un mañoso enfoque cualitativo de la vida y de la muerte que, en su práctica, agravia los tuétanos del lenguaje escrito en su mandato constitucional.
El Estado como concepto, devenido de una asociación política, es tal, sólo cuando su existencia real… y la validez de sus leyes,… están continuamente garantizadas dentro de un territorio determinado. 

El Estado en sus manos… no es de su propiedad… 
y en tanto y en cuanto reivindique con éxito el monopolio del uso de la violencia y el de la coerción directa contra un ciudadano, resulta lisa y llanamente un delito de acción pública que profana las leyes y reglamentaciones de las que ha nacido. 
Usted ignora que, en suma… el poder político, no es para nada un “absoluto” conceptual, sino una relación entre las personas . 
Y una posibilidad de acción.
Se trata de una capacidad (no de un acto) sobre las personas.

Dicho mejor : 

 Lo sabe, pero parece que prefiere cometer, con un fin obvio, el delito de “no hacer lo que debe por mandato constitucional”, simplemente porque ha subordinado usted … el plexo íntegro de la reglamentación nacional… a su propia ideología.
La contaminación y el degeneramiento del poder devenido en política de facciones han sido derramados prolijamente desde su despacho para que nadie se pueda librar de ser un faccioso por oponerse.
Pues, en esas condiciones… sepa que he de ser el peor faccioso.
Se puede ver claramente en todos sus decretos y en todas las leyes que usted ha remitido al Congreso, desde la seguridad pública hasta la educación … que le importa a usted un bledo el bien común.
Por qué nos agrede usted ? 

Si usted vació al estado de sus instituciones y nos quiere presentar el sistema democrático envuelto en una toga negra que enmascara un formato de discrecionalidad, pues me considero ahora mismo fuera del sistema democrático y no puedo ocultar… en mi repugnancia…
… que no tengo el menor respeto por usted                             


Lic Gustavo Adolfo Bunse   
gabunse@yahoo.com.ar

domingo, 12 de agosto de 2012

Las últimas sombras del andrajo social…


EDITORIAL BUNSE .

EL ANDRAJO SOCIAL.

Es improcedente… que, por despreciar o criticar en forma abierta a una persona de esta catadura moral… le quieran tirar a uno… la teoría imbécil de sacralización de la democracia . . . 
Ella no es una demócrata.    
No lo es en absoluto.
Y es totalmente legítimo desear que abandone el poder de inmediato para que pueda cesar ya mismo el daño que diariamente está infligiéndole a la República. 
Es legítimo, antes bien, pararse frente a la casa rosada y gritarle ladrona. Y el corporativismo político, al menos en el resto de los partidos debería desaparecer ante la vista de las tropelías que ella comete… con el mayor desparpajo … y a la luz del día. 
No estoy hablando aquí de un golpe… ni de una sedición, aun cuando el pueblo tiene derechos constitucionales claros de librarse con sus propias manos de un engendro de esta naturaleza.
Ella no es una demócrata….
Más grave aún.
Es precisamente ella… la que descuartiza y despelleja a diario, la mínima credibilidad social… no sólo en la dirigencia política sino - aun peor - en el sistema democrático… como instrumento idóneo para mantener en el pináculo de la dirección del Estado a este tipo enfermo de parásitos de la escoria social.
La República Argentina, con enorme viento a favor pero con números artificiales escandalosos en su intimidad y con una increíble impunidad … 
aún si creciera … 
se desbarrancaría sin remedio…. 
Sólo por ella.
La descripción muy profunda y cruda del país en términos relativos y absolutos, expresándose con la mayor objetividad…. se parece a una narración fingida.
 Es una especie de relato simbólico, armado ad hoc… para transmitir una experiencia. Absteniéndose de caer en el escepticismo fácil, esa descripción tendría que ser más o menos así
La Argentina es hoy, sin dudas, un país que pese a su tamaño territorial, no tiene ya la menor significación, ni en el producto bruto internacional, ni en el interés mundial, y ni siquiera en la atención lateral geopolítica del bloque occidental.
Sin ser el peor de todos los países… y aún con bastante recorrido por delante… en su caída,… actúa como si tratara de acercarse a los estados que son el peor sumidero de residuos morales de todo el mundo.
Es “ella” quien la arrastra de la mano… como un andrajo social.
Tiene, sin embargo, todavía… innumerables consuelos en países como Sudán, Somalia, Liberia, Angola ó Haití, por cuanto allí reina el caos y la desolación casi como normas desde su fundación, casi como preceptos constitucionales desde sus nacimientos como seudo Estados.
Por eso… ella nos lleva como ganado a poner el hocico en esos morrales.
Le aterra hacernos ver las grandes potencias.
Allí se sentiría tal como es. 
En las Republiquetas, da cátedra sofística
Es mucho más que evidente… que en el país se ha perdido la llamada certeza íntima.
Es ella quien ha plagado la vida política…. de inciertas y sospechosas utilidades temporales, ninguna de las cuales ha servido para determinar la viga maestra de un rumbo definitivo. De todas las situaciones históricas durante gobiernos democráticos… se viven aquí, por estas horas, los momentos que parecen más vesánicos y maliciosos de nuestra vida constitucional.
El panorama de hoy …la muestra cada 48 horas en el mismo atril destilando veneno (jamás ha dicho un discurso de afecto libre de injurias o amenazas). Ignora el plexo de su investidura al frente del Estado y desde esa almena… 
fulmina vidas o haciendas de particulares… 
en un despliegue de la desproporción… 
que la encuadran en claro abuso de poder.
Un insondable desierto político en derredor suyo… ya hace prefigurar que todas las iniciativas de dirigismo que han nacido a la sombra de su ideología … van a ser cohonestadas y puestas a cristalizarse 3 años más.
Parejamente con todo lo anterior… un innegable y peligroso proceso de disgregación social, se encuentra hoy mismo en pleno desarrollo en nuestra Argentina, y se corresponde con un fenómeno persistente de carcoma de la moral individual y colectiva,… impulsada desde la mente perversa de esta indecente… aferrada al pináculo del poder.
Una sistemática fragmentación social ha sobrevenido y se ha instalado como una neblina. Fue a partir de la dinamitación diaria, lisa y llana de toda credibilidad y de toda previsibilidad … hechos estos que, en principio… 
por causa absoluta de ella … 
han contaminado ruinosamente la fe pública.
Por todos estos motivos, sin exagerar aquí ninguna perspectiva, la desazón y el empeoramiento del clima social, son los únicos horizontes definibles hoy, en el espíritu de cualquier ciudadano, aún en sus mejores horas de optimismo.
La esperanza verdadera, motor de cualquier vida honesta, sólo forma parte de una especie de apelación a los ensueños que más pueden ser fabulados ó mentidos por cualquiera, y acaso sólo por una candorosa tendencia al voluntarismo que siempre aflora como contrapeso fácil de la desolación.
Uno tiene la sensación de que todos nosotros esperamos, sin saber qué cosa se puede esperar, por cuanto… todo por delante, sin excepción, es casi una perfecta utopía. Imaginamos, erróneamente, que “más bajo no se puede caer” porque nos embargan frecuentemente, algunos arranques de un optimismo absurdo que no logramos apoyar en ninguna proyección concreta… fuera del infinito túnel negro… que ya no deja ver si, en realidad… avanzamos ó retrocedemos.
Tenemos miedo de ser tachados de agoreros, pues como esto mismo es un diagrama sin salida  y pues como quien esto escribe no tiene la solución… es frecuente que todo se quiera disfrazar de ironías, de indolentes expresiones y del encogimiento de nuestros hombros.
Sobre esto vale la pena para hacer una reflexión :
Hay una tendencia, yo diría casi mística… 
a exigirle al prójimo, lo que podríamos denominar la “buena onda”. 
La parábola de la inviabilidad en ese caso… 
solo da espacio para cuentos llenos de mentiras piadosas.
Un escéptico, por lo general, es un alarmista, un catastrofista, un negativista, alguien del que conviene alejarse…
 y alguien sobre quien, cuando no ocurra lo que él advirtió… 
deberán caer miles de castigos sublimes por habernos hecho entrar en una duda que nos ocasionó un estado de zozobra… 
o nos quitó el sueño.
Es verdaderamente injusta esta proclividad social, transida por un único fundamento que es el hastío y acaso anestesiada por los apaleos en los sucesivos desencantos.
Necesitada pues, de creer en algo… rechaza a quien avisa algún peligro y condena a quien osa enfocar el devenir en modo sombrío. Y así, la consecuencia… es una predilección insólita por bajar la guardia o por descreer absolutamente de un peligro que se avecina, desechando de un modo absoluto la mínima prevención a tales escenarios.
Dramáticamente… sospechamos que aquí no hay ningún mecanismo objetivo para alguien pueda o quiera ponerle coto al descarrilamiento interminable que sufrimos.
Que no existe ninguna señal para que algo cambie en serio.
A veces ….con una resignación inadmisible y otras veces con una impotencia rayana en un impertérrito sometimiento, nos deslizamos mansamente hacia la perfección…. perfección del concepto de agonía.
Es como si pensáramos que cualquier solución “posible” fuese a llegar mágicamente de la mano de algunas otras personas.
Hablar de la eventual recuperación cultural ó de la futuras expectativas del arte ó de la ciencia… resulta tan ridículo y anacrónico en este país frente a las terribles prioridades que impone el terremoto presente, que se debe aceptar que hemos perdido lastimosa y conscientemente incluso la construcción inexcusable de la base de viabilidad social de las futuras generaciones.
Todo aparece ante mis ojos como una gran pena en la contemplación de un escenario que va a seguir su rumbo autodestructivo y que no va a cambiar ni por los que son optimistas… 
ni por los rezos u oraciones de los creyentes.
Mucho más grave que lo anterior : hasta resulta ridículo hablar en estos días de la necesidad de resolver los problemas de salud de tres mil quinientos hospitales desvencijados y en estado de pauperización en el interior del país.
Sólo se puede hablar hoy… del estrago en los cimientos.
De la necesidad de construirlos de nuevo.
De armar todo desde “cero”, por cuanto nada de lo que se apoye en este tembladeral … va a quedar en pie.
Se va a caer por no tener apoyo ó quizás porque lo va a tirar abajo ella y sus depredadores del país que sobreviven a su sombra en 3 largos años que les falta para irse.
El sumidero de residuos morales no tiene, entonces, por qué cambiar.
Nada se ha hecho objetivamente para que cambie.
Así va a seguir y nadie ha de llegar para ayudarnos como tantos creen en forma ingenua. Al contrario, un desquicio mayor, como he dicho, es el único horizonte esperable.
La solución… con la herramienta democrática y no con otra, es separar a los depredadores y evitar que lleguen otra vez al pináculo del poder. Enjuiciarlos y encarcelarlos. 
No hay otra herramienta.
Así como va, el país transita con ella las últimas sombras…
Las últimas sombras del andrajo social… 
Lic Gustavo Adolfo Bunse  
gabunse@yahoo.com.ar

viernes, 10 de agosto de 2012

Nueve años ... De desatinos, de enconos, de mentiras



NUEVE AÑOS DE
IMPROVISACIÓN



Por Ernesto Bobek Cáceres
      
Abogado (Justa Causa)




Se cumplen hoy nueve años de gobierno de Néstor y Cristina. 
No podemos decir que son años de kirchnerismo, ya que la forma de gobernar de uno y otra ha sido muy distinta, al punto que hasta parecerían ambos reconocer orígenes político filosóficos distintos. Tienen en común elevados parámetros de clientelismo político, populismo, falso progresismo y el haberse rodeado de amigos que se quedaron con buena parte de nuestra economía, como si el país hubiera atravesado una guerra y se repartieran el botín.
            La democracia quedó reducida a un término sin importancia, en tanto y cuanto no otorgue un veloz rédito político. 
Pretendiendo fortalecer al Estado contra monopolios, oligopolios y el poder de las empresas multinacionales, lo único que hicieron fue acordar con lo peor de sus “enemigos” para hacer negocios a costa de los argentinos. Aniquilaron la división de poderes, y no dudaron en plasmar aberraciones como la actual composición del Consejo de la Magistratura que asegura impunidades.

Néstor Kirchner se decía peronista. Y en alguna medida lo era, ya que el peronismo fue muy abarcativo desde la muerte del general. 
Todos pretendían ser sus herederos. 
Todos ambicionaban una cuota de poder. 
Porque tanto para Néstor como para la actual presidente, la política no tiene como objeto fundamental mejorar la calidad de vida de los argentinos sino ganar más y más poder y perpetuarse en el mismo.
            Néstor era presidente y ministro de economía, y en buena medida, para bien o para mal, tuvo el timón, aunque improvisaba día a día como mejor saliera. 
Cristina, que no reconoce errores, ha permitido el acceso a cargos cruciales para el desarrollo de la gestión a gente sin experiencia ni escrúpulos, que además pretende repetir experimentos largamente fracasados. 
Un idealismo suicida. 
Néstor no hubiera permitido el avance de La Cámpora. La Cámpora representa a los “estúpidos imberbes” que Perón echó de la Plaza. Héctor Cámpora fue un traidor al peronismo. 
Y Perón se lo hizo saber echándolo a patadas de la casa de gobierno a los 49 días de haber asumido la presidencia que él mismo le sirvió en bandeja para que cumpla sus designios.
            En tanto Cristina avanza moliendo cráneos de cuanto mortal pueda disputarle un tercer mandato. Pero parece que a nadie le interesa. Entretanto los auto reconocidos y alegres felpudos como Mariotto piden que se muevan ya mismo los mecanismos para la modificación de la Constitución. Es el mismo Mariotto que le hace la vida imposible a Scioli, y sale a defender lo indefendible con las salidas de detenidos de unidades penitenciarias promovidas por Víctor Hortel. 
(Si tan solo hubieran leído la ley 24.660 de Ejecución de la pena privativa de la libertad, debieran entregarse ellos mismos a la Justicia)
Tenemos Schiavis, De Vidos, Micelis, Boudous, Jaimes y otro selecto repertorio de funcionarios que deberían ya estar tras las rejas, y no lo están.             Esta libertad de la que gozan es la que nos han quitado como ciudadanos. Parecería que el demonio nos gobierna, a veces con maldad y otras por ignorancia. En muchos aspectos se puede calificar a muchos funcionarios 
(¿o funcionales?) de inimputables, ya que algunos en su avidez ni se dan cuenta del daño que le han provocado y le seguirán infligiendo al país, como siempre y en mayor medida a los más carenciados.
            Como prueba más elocuente tenemos el estrafalario y creciente gasto público que se llevó el dinero de las AFJP, las reservas del BCRA y el dinero del ANSES perteneciente a los jubilados. También tenemos Aerolíneas Argentinas con una vergonzante pérdida diaria y más recientemente la confiscación de YPF, que además de no revestir el carácter de expropiación tal como se entiende desde la misma constitución, ha puesto otra mochila llena de rocas en hombros de cada argentino. Afortunadamente, gracias al INDEK que nos dice que estamos fenómeno, y a las cadenas nacionales donde se festeja la opulencia nos podemos quedar tranquilos.
            El país necesita de una clase política nueva, que vele por los intereses de sus representados. El grave dilema es que salvo aisladas excepciones quienes se manifiestan opositores al actual dislate no logran plasmar una voz fuerte que reclame por los básicos derechos y libertades de los argentinos. Hasta tanto no superen ese estadio y se den cuenta que el único límite de las ideas políticas es el irrestricto respeto a la ley, seguiremos transitando los peores caminos en el peor momento. Además, dejando pasar las oportunidades únicas que países vecinos, -ante nuestra pasividad- aprovechan legítimamente, quedándose por nuestra exclusiva irresponsabilidad con mercados tradicionalmente argentinos. 
¿Sabrán algunos genios hoy en funciones que muchos de esos mercados van a resultar irrecuperables? Gobernar, o sea ocuparse de la educación, la salud, la pobreza, la inseguridad, la inflación y la economía entre otros ítems, requiere de personas honestas, austeras, con voluntad política, compromiso social y capacidad de gestión. 
Claro, si imponemos esta idea, capaz que hasta las listas sábana quedan desiertas.
CABA 04/08/2012 .

Un profundo significado.

NO LO QUIERAN SABER, 

NO LE PREGUNTEN A NADIE

por Jorge R. Enríquez (*)


En la Argentina de nuestros días, signada por el imperio de un férreo unicato, en donde la subjetividad de quien manda está por encima de la ley e impera el hermetismo en la toma de toda decisión gubernamental, la frase que acuñara en sus relatos futbolísticos el periodista uruguayo Víctor Hugo Morales (“no lo quieran saber, no le pregunten a nadie”) cobra un profundo significado.
Ironías del destino: esa expresión ahora es la que le calza a su medida, al saltar a la luz aspectos de su secreto pasado ideológico.
En su edición del viernes pasado, la revista "Noticias" anticipó un libro de reciente publicación en el Uruguay titulado :

"Relato oculto", 
en el que dos periodistas de ese país realizan una suerte de biografía no autorizada del reportero oriental.
El tema fue abordado también por Jorge Lanata en su popular programa de los domingos a la noche, con lo que adquirió una notoria difusión.
¿Qué revela el libro? 
Que Morales tuvo aceitados vínculos con militares durante la dictadura que nuestro país hermano sufrió desde los años setenta hasta mediados de los ochenta.
Varios testigos narran que Morales, entonces un afamado relator deportivo en el Uruguay, jugaba al fútbol los sábados en el Batallón Florida, uno de los centros de detención de presos políticos, junto a altos oficiales de esa unidad, con los que luego confraternizaba en asados y salidas nocturnas.
Los testimonios quedan confirmados con un audio en el que se escucha la inconfundible voz de Víctor Hugo Morales en un acto en el que fue invitado a hablar con motivo de la despedida de un mayor de apellido Grosso, que emprendía un viaje profesional a la India. Las palabras de Morales trasuntaban no sólo afecto sino gratitud hacia el militar, por cuanto, según dijo, varias veces lo habría ayudado a él y a su familia.
Estas cordiales relaciones se daban en épocas de dura represión de opositores políticos.
¿Qué hizo el ahora relator oficial ante tan clara evidencia de su cercanía con una dictadura?
 Lo mismo que sus actuales líderes, los Kirchner: atribuyó todo a una operación de Héctor Magnetto y del Grupo Clarín. Peor aún, quiso lastimarlo a Lanata recordándole su enfermedad, los "aparatos" de los que debe valerse y lamentó que hiciera esto en la "última parte" de su vida.
Sin embargo, más allá de esos ataques "ad hominem" y de baja estofa, no negó los hechos. 
A lo sumo, trató de relativizarlos diciendo que sólo había jugado dos veces al fútbol en ese batallón, lo que no es verosímil si se leen los circunstanciados y detallados relatos de testigos de aquellos encuentros amistosos.
También se desmiente en el libro que la salida de Víctor Hugo del Uruguay, en 1981, haya tenido nada que ver con cuestiones políticas. Estuvo unos dias preso, sí, pero por una trompada que le dio a un vecino, quebrándole el tabique nasal, cuando quiso separarlo por una pelea en un partido de fútbol. 
Es decir, un episodo meramente policial, muy poco honroso.
Más aún, en artículos periodísticos publicados durante el Mundial 78 - se sabe ahora - elogió encendidamente al almirante Carlos Lacoste y, según Noticias, al propio general Jorge Videla.
Toda persona tiene el derecho a cambiar de ideas, a condición de que no lo haga por adherir a la cultura del oportunismo o por estar siempre cerca del fuego recalcitrante que todo lo puede financiar.
Respecto de sus valoraciones de un gobierno determinado, en especial de una dictadura, puede incluso decir que no tenía en el pasado todos los elementos de juicio necesarios. Lo que ocurre aquí es que Morales se convirtió en un incondicional propagandista de un gobierno que descalifica a cualquiera que haya tenido un contacto aunque fuera técnico o profesional con gobiernos de facto.
¿Qué no habría dicho el aparato de propaganda K si estas revelaciones se hubieran publicado, por ejemplo en 2008, antes de que el relator, entonces crítico del gobierno kirchnerista, se pasara abruptamente con armas y bagajes al bando oficial?
En un reportaje concedido a la revista "Libre" en 1981, Morales declaró que no tenía siquiera el número de teléfono de un militar uruguayo. 
En sus magníficos relatos de fútbol, suele usar esa frase que se ha hecho popular: "No quieran saber, no le pregunten a nadie". Dos periodistas uruguayos quisieron saber y les preguntaron a algunos. Lo extraño es que todo esto no se haya sabido antes.

UN CURIOSO "VATALLÓN"
Esa misma consigna que veda toda posibilidad al conocimiento de algunos episodios sumamente perniciosos para la salud de la República es aplicable también al caso del denominado “Vatallón Militante”, curiosa agrupación que recluta a sus miembros entre los presos de las distintas cárceles del país.
Desde que trascendieron las salidas de algunos de ellos para participar de actos kirchneristas, la opinión pública reaccionó con sorpresa, incredulidad e indignación.
El ministro de Justicia y el inefable senador Aníbal Fernández quisieron presentar esas salidas como prácticas destinadas a facilitar la reinserción social de los condenados. Por cierto, todo lo que se haga con tal propósito, si es racional y no pone en peligro a la sociedad, es bienvenido.
Se ha pretendido justificar esas irregularidades con la burda excusa de que se trataría de actos "culturales". En el sentido antropológico del término, toda actividad humana es cultural. En la acepción más restringida, propia del lenguaje común, cuesta encontrar entre las procacidades y expresiones vulgares, de escaso ingenio, que ilustran los propósitos de esa insólita asociación, elementos que eleven el espíritu a través de las manifestaciones superiores del arte o del pensamiento.
El problema es que se hace pasar por salidas "culturales" lo que a todas luces son participaciones en actos partidarios.
Nadie cuestiona que, en el marco de las leyes y reglamentos penitenciarios, los condenados puedan progresivamente tener condiciones más flexibles y salidas transitorias, transcurrida más de la mitad del término de cumplimiento de la pena, siempre que su buena conducta y demás factores que corresponde evaluar, así lo aconsejen. 
Pero pareciera que el "Vatallón", que no es una ONG sino uno de los tantos brazos del kirchnerismo, consigue que quien se preste a ser "militante" de esa causa pueda sortear cualquier obstáculo legal.
¿Tienen los presos que no se adhieren a "Vatallón Militante" los mismos derechos que quienes disfrutan del calor oficial? ¿Hace a la "resocialización" el adoctrinamiento partidario? 
¿Es plenamente libre de consentir o rechazar esa filiación política una persona que se halla detenida, quizás con la perspectiva de una larga condena por cumplir?
Las dudas que genera la revelación de estos hechos escandalosos crecen a medida que transcurren los días y se suceden las explicaciones confusas y contradictorias de los funcionarios.
 No ayuda a despejar ese generalizado clima de preocupación el antecedente de un oficialismo que promovió una asociación de barras bravas y de una presidente de la Nación que, hace pocas horas, irónicamente durante un acto vinculado a la seguridad en el fútbol, se refirió a tales sujetos de un modo afectuoso, sólo atribuible a una profunda ignorancia de la realidad, si descartamos razones mucho más peligrosas.
(*) El autor es abogado y periodista Viernes 3 de agosto de 2012
Dr. Jorge R. Enríquez
jrenriquez2000@gmail.com 
twitter: @enriquezjorge 

domingo, 5 de agosto de 2012

Desde infobae.com


Polémica por una iniciativa.


de Zaffaroni para reformar 


el Código Penal.




Por  Claudia Peiro
Extractado de infobae.com

La madre de una víctima de la inseguridad alertó sobre el sesgo marcadamente garantista de la comisión encargada del proyecto. Miembros de este grupo y otros penalistas opinan sobre la oportunidad de estos cambios.






















Crédito foto: Télam


Ezequiel Agrest, un estudiante de cine de 25 años, fue asesinado durante un robo el 6 de julio de 2011. 
Su madre, la filósofa Diana Cohen Agrest, denunció que el anteproyecto de reforma del Código Penal que impulsa el juez de la Suprema Corte Raúl Zaffaroni contiene “modificaciones que van a contracorriente de los reclamos ciudadanos, pues sancionará un ordenamiento jurídico que desconoce el poder disuasorio del castigo”.
Además de la composición marcadamente garantista de la comisión que reformará el Código (ver puntos importantes), el otro motivo de discordia que surgió en las consultas realizadas por Infobae.com es el de la oportunidad de esta reforma. El abogado penalista Eduardo Gerome fue categórico: “No creo que sea necesaria una reforma, quizá sí un ordenamiento, pero una reforma trae aparejados cambios en la orientación del derecho penal y eso no es lo que necesitamos en este momento”.
La misma preocupación expresó su colega José Scelzi: “Lleva tiempo crear una masa crítica en torno a los conceptos que deben regir las instituciones respecto a los delitos conocidos por todos: contra la vida, el honor, la libertad, el patrimonio, etcétera. Sobre estas figuras, las posibilidades de reforma son muy reducidas, casi cosméticas. En todos los proyectos anteriores hay un denominador común: prácticamente no se altera la matriz de los delitos esenciales. Una reforma tiene que ser muy acotada porque la seguridad jurídica exige que las normas tengan estabilidad en el tiempo. Como el derecho crea una presunción que descansa sobre la idea de que todos los ciudadanos conocen la ley, es necesario que se mantenga estable; si se modifica radicalmente el Código Penal, eso haría que ni los especialistas conozcan su contenido por lo menos por una década”.
“No hay que sentirse llamado a realizar una revolución en la materia sino encarar un proceso de reforma con un espíritu de prudencia y sin anteponer las aspiraciones académicas de ninguno de los integrantes de la comisión a las necesidades reales de la sociedad”, agregó Scelzi, en evidente alusión a Zaffaroni.
Consultado por este medio, Ricardo Gil Lavedra, integrante de la comisión, señaló que críticas como la de Cohen Agrest parten de “un doble equívoco”: “Primero, pensar que la situación de inseguridad la resuelve el Código Penal, cuando en realidad eso depende de políticas públicas para establecer una ciudadanía más respetuosa de la ley, una policía eficiente y honesta, un servicio de justicia que actúe con prontitud y un sistema carcelario que cumpla su función. El segundo equívoco es el de que las penas tienen necesariamente un peso disuasivo en punto a su magnitud. Partiendo de esas dos premisas se puede creer que una reforma del Código debe tender a establecer penas muy duras. Pero hoy tenemos una situación grave de inseguridad pese a todas las reformas Blumberg”.
Sobre esto, el doctor Gerome dice que “es muy cierto aquí y en todo el mundo que si la ley no se cumple ni hay quien la haga respetar, obviamente no se soluciona el problema”. Pero denuncia que “en este momento los jueces están en una carrera por ver quién es más permisivo en el tratamiento de los delincuentes y van encontrando permanentemente nuevas interpretaciones del Código que permiten liberar gente que vuelve a delinquir: los regímenes de prelibertad, libertad condicional, salidas laborales, se han automatizado, no se constata debidamente si la persona está en condiciones de ser liberada anticipadamente, porque el mero vencimiento del plazo es suficiente para dejarla en libertad”.
“Claro que el Código por sí solo no soluciona el problema –agrega–, tiene que haber políticas de inclusión, un tratamiento diferente de la cuestión policial, prevención y disuasión. Precisamente todas estas cosas que están alrededor de la ley penal son más importantes de solucionar que la letra del Código”.
El propio doctor Gil Lavedra señala este déficit: “En materia de seguridad hay una ausencia de políticas claras del gobierno nacional, incluso hay cuestiones sumamente defectuosas, como el mal empleo de las fuerzas de seguridad. A laGendarmería se la saca de las fronteras, que son un colador en materia de narcotráfico para cuidar Fuerte Apache, se demora inexplicablemente una reforma de la ley orgánica de la Policía Federal, no están especificadas las políticas de contención hacia un sector muy preocupante que es el de los menores. El Gobierno se niega sistemáticamente a dictar una ley penal juvenil”.
El debate sobre la reincidenciaLos temores a un relajamiento de la norma se centran especialmente en la cuestión de la reincidencia, que en reiteradas ocasiones el juez Zaffaroni ha calificado como anticonstitucional porque equivale, según él, a juzgar dos veces a una persona por la misma causa.
Gil Lavedra dice que, “si hay una tasa de reincidencia de 50%, ¿qué es lo que falló? 
Ha fallado el propósito esencial que tiene la privación de la libertad, que el Estado se asegure de que la persona que ingresa al sistema carcelario no vuelva a delinquir, pero esto no es un problema del Código Penal, sino del sistema carcelario y del tratamiento de la ejecución de la pena”.
 ¿La solución entonces es eliminar la reincidencia?, fue la pregunta de Infobae.com.
–Es un anteproyecto, no hemos llegado a ese punto.
Pero, ¿está o no en discusión el tema de la eliminación de la reincidencia?
–“Seguramente lo va a estar”, responde. 
“Todavía no llegamos a esa parte, de todos modos no importa, lo que cuenta es que tenemos todos el mismo objetivo: una sociedad más pacífica, con seguridad para poder gozar de bienes jurídicos como la vida, la libertad, la propiedad, todos estamos de acuerdo en eso, en consecuencia se trata de definir cuáles son los instrumentos”.

Federico Pinedo también dijo a Infobae.com que aún no se ha debatido el tema en la comisión, pero aclara que, para él, “la discusión sobre la peligrosidad de las personas es absolutamente relevante y una de las principales cosas a tener en cuenta en esta reforma”. “En esto hay dos posturas –puntualiza–, una que piensa el derecho penal como un derecho individual y sostiene que no se puede penalizar a alguien por un hecho con motivo de haber cometido otro anteriormente y hay otra visión del Código Penal como un fenómeno público, colectivo, que busca la manera de proteger a la sociedad frente a peligros inminentes. Para mí está claro que el derecho penal es un derecho público, de valoración colectiva, que debe proteger la convivencia frente a situaciones extremas”.
Es la misma postura de Scelzi, para quien el Código Penal “es también una construcción cultural”. “Hay que tener uno que sirva a las necesidades de justicia de una determinada comunidad. No se puede decir ‘en Finlandia, frente a una persona que viola a una menor, se hace tal cosa’. Acá, a quien viola un menor, la gente lo quiere ver preso, condenado y privado 
de la libertad por muchos años. No es posible generar construcciones minimalistas del derecho como las que arman algunos especialistas con ideologías que no se concilian con el clamor de justicia de nuestro pueblo”.
“Hay temas sobre los cuales no se ha expedido 
el Código Penal argentino –admite sin embargo Scelzi–: ingeniería genética, eutanasia, delitos contra el medio ambiente; o derechos que han quedado desprotegidos, como el honor de las personas, el crédito de las empresas o la ofensa a los símbolos religiosos; sobre eso se podría avanzar, pero nunca ir hacia el desistimiento del derecho penal como, por ejemplo, la famosa figura de la reincidencia que se quiere eliminar. Países culturalmente afines al nuestro, como Uruguay, no eliminaron la reincidencia”.
“Ni siquiera en términos abstractos tiene sentido la argumentación contra la reincidencia, sostiene Gerome. Si interpretamos el derecho en sentido contrario a los intereses de la sociedad, lo podemos hacer, pero en todos los países del mundo el concepto de reincidencia es tenido en cuenta. El mejor juicio a una política son los resultados y hoyen Argentina padecemos los resultados de esta política permisiva. La cárcel no soluciona todos los problemas de la delincuencia; influye la política social, pero no podemos permitir que por nuestra actitud permisiva tengamos los hechos delictivos que tenemos a diario”.
“Parece que quienes encaran este tipo de reforma lo están haciendo para un mundo ideal, no para la sociedad de hoy, dijo Gerome. Es indiscutible que tiene que haber garantías para un delincuente. Pero también tiene que haber garantías para la sociedad en el enjuiciamiento a ese delincuente”.
Y advirtió: “Una reforma implicaría llevar al Código Penal todas estas orientaciones que apuntan a dar mayores posibilidades para que el que comete delitos no sea sancionado o pueda aludir el rigor de una pena y la reforma va en ese sentido, cambia la orientación hacia una reducción de la aplicación del derecho penal”.
“El abolicionismo es una tragedia para la Argentina, coincide Scelzi. El derecho penal es indispensable para tener seguridad jurídica, un principio que exige una ley cierta, es decir, conocida por todos y absolutamente segura en su contenido, una autoridad que la aplique necesariamente de acuerdo a la normativa que la propia ley establece, y que lo que esa autoridad decida se cumpla. Esto es lo que en nuestro paísen este momento no existe. Y hay gente que sigue propiciando reducir la injerencia del derecho penal en la vida de los argentinos. Son teorías que están trayendo tragedia e inseguridad jurídica”.

¿Consultas o libro cerrado?

“Si tuviésemos la tranquilidad de que después se le va a dar a toda la comunidad científica la posibilidad de expedirse sobre esta reforma… –acota Scelzi– pero los últimos ensayos están mostrando que se aprueba a libro cerrado lo que deciden estas comisiones”.
Hay una página web en la cual se pueden dejar sugerencias. Pero además, Gil Lavedra dijo que cuando la comisión tenga “un preproyecto” no sólo lo va a dar “a publicidad” sino que van a acceder “a una etapa de consulta, con las universidades, con las entidades intermedias”. “Cuantas más personas se consulten, mayor legitimidad va a tener el proyecto y mayor posibilidad de acierto”, aseguró.
“Seguramente vamos a proceder a consultas en un momento posterior, coincidió Pinedo, pero por ahora estamos trabajando. Mientras tanto, hay mecanismos de consulta no orgánicos, yo tengo reuniones regulares con catedráticos de derecho penal”.
Infobae.com también preguntó a Diana Cohen Agrest acerca de si alguna autoridad se comunicó con ella luego de la publicación de su artículo.
“Es ingenuo pensar que me van a llamar, ojalá sucediera. Menos mal que tenemos a los medios. Aunque es verdad que a veces hacen amarillismo, es el único ámbito donde se pueden ver cosas que en otros lados se tapan”.
Se lamentó por no ser escuchada. “La gente te invalida por ser víctima, no se puede hablar desde el dolor, dicen. El progresismo asegura que ‘hay que devolverle la voz a la víctima, pero a ésta sólo se la escucha cuando colabora con el sistema”.
Y a modo de reflexión final dice: “Siempre los grandes cambios se hacen desde los márgenes. Y en este momento el margen es esto, no es el del supuesto progresismo”, concluyó.