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viernes, 29 de noviembre de 2013

¿ Serial ?


2013

LA INEXACTITUD

SERIAL 
DEL
MODELO.

Por:

Ernesto Bobek Caceres.

Abogado (Justa Causa)
 
 ebobek@fibertel.com.ar

“Modelo” y “Relato” no pudieron siquiera fracasar ya que jamás existieron más allá de la dialéctica kirchnerista. 
Nos damos de bruces contra el mundo, la realidad y el sentido común por las políticas clientelares y patoteriles de la gestión de NK y CFK.

Gracias a funcionales como Guillermo Moreno -un mero brazo del poder kirchnerista- perdimos 10 millones de cabezas de ganado, nos quedamos sin energía -pese a las constantes advertencias que se le hacían ya a NK-, sin combustibles, y sin trigo entre otras menudencias. 
Se propició una generación de indigentes necesaria para captar votos, entre otras delicias de las que aún hoy el oficialismo se jacta. 
De ahí que si nos preguntamos de qué se ríe Boudou, encontraremos solo algunas respuestas.

Bajo los actuales parámetros y aún sin las amenazas de Moreno, nadie en sus cabales invertirá un centavo en un país al que 24 horas por día desde el mismo gobierno se le amputa la mera posibilidad de un futuro razonablemente 
próspero. 
Podrán pasar muchos Moreno, Boudou y Lorenzino, con otros nombres, apellidos y cargos, pero todos responderán sistemáticamente a CFK y a un par de titiriteros jefes. 
Y quedan dos años.

El país ya no resiste más saqueos. 
Si un niño de 5º grado de colegio hace un análisis de gestión y resultado, no me caben dudas que aconsejará cerrar Aerolíneas Argentinas entre otras empresas que dan vergüenza foránea y vernácula. 
No funciona, no sirve, sus costos son no elevados sino ridículos. 
Las pérdidas no guardan una relación racional con el servicio que presta ni con el beneficio para los potenciales usuarios. 
En su enorme mayoría los aviones están en leasing, y muchos ni siquiera han levantado vuelo una sola vez tras años de pagar su alquiler.

Si tomamos en cuenta que cualquier empresa, pública o privada, no puede soportar sin entrar en estado de falencia un 30 % de su facturación en sueldos, a los se agregan demás insumos y gastos, resulta claro que un emprendimiento en esas condiciones es menos peligroso cerrado que operando. 
El cuento de que Aerolíneas Argentinas llega a puntos a los que no llega ninguna otra empresa aeronáutica ya no resiste análisis alguno. 
Hay otros medios de transporte que llevarán a los pasajeros a destino sin dejarlos varados y sin hacer quebrar nuestra economía para lograr favores políticos.

Para mano de obra genuina hay que abocarse a obra pública de real utilidad. 
Pero habrá que revisar las políticas de inmigración como necesaria defensa del trabajo digno para los argentinos capacitados o capacitables pero hoy desocupados. 
También hay que revisar toda la política de subsidios sin una contraprestación mínima.
Es que cuando llegamos al límite del “hambre de agua”, una realidad que lastima de solo escucharla de quienes lo padecen y son argentinos, son imperativas políticas de estado, del sinceramiento, de políticas proactivas, de responsabilizarse plenamente de la gestión de gobierno. 
Porque de eso se trata la democracia.

Si miramos el arco político opositor o al menos el que no acata y aplaude al gobierno en forma genuflexa, son muy pocos los que pasan el mínimo control de calidad. 
Uno de ellos es el jefe de gobierno porteño, que además de realizar obras imprescindibles, siempre está dispuesto al diálogo pero no a agacharse para recoger migajas. 
Destacando además algunos honorables radicales y otros tantos justicialistas, más el coraje de la Dra. Carrió inexplicablemente unida a quien votó todo lo siniestro que necesitaba el kirchnerismo para después criticarlo, es muy poco lo que queda por rescatar en los últimos 11 años.

La novedad de la irresponsabilidad del Estado que propone el engendro de Código Civil y Comercial corregido y aumentado por la mano kirchnerista, más se asemeja a un salvoconducto para corruptos. 
Hay demasiados nuevos ricos dentro de las filas del oficialismo. 
De prosperar el proyecto los ciudadanos seguirán pagando la fiesta de la política progre, nac & pop.

Cuesta creer que los argentinos no terminemos de repudiar las políticas de cepos y ajustes que se aplicaron también en otras latitudes; y aún cuando allí lo fueron por breves períodos de tiempo irremediablemente fracasaron. 
A nadie en sus cabales se le puede ocurrir entonces que las aberrantes prácticas respondan a otra cosa que no sea un espurio interés de política partidaria.

Los cambios en el gabinete son puro maquillaje. Si no se reduce drásticamente el gasto público debemos interpretar -como lo han sostenido entendidos-, que la idea es dejar al país económicamente arruinado para que quien pudiera asumir desde otra óptica política carezca de margen de gestión. 
Pero bajar el gasto público en los dos años restantes de gobierno para CFK resulta sumamente inconveniente.

Ya no queda margen para presionar con mayores cargas impositivas a sector alguno de la economía. 
Pero lo van a hacer y lograrán la quiebra de los escasos sectores de producción que están apenas sobreviviendo. 
Ya resulta evidente que no les preocupa convertir a nuestro país en Argenzuela. 
Uruguay y Paraguay exportan más carne que Argentina. 
Dejamos de ser competitivos y ya ni podemos ganarnos un mínimo respeto ni consideración en el mundo.

Lo de YPF fue el broche de oro. 
Se ofreció pagar por la farsa de expropiación más del doble del valor del 50% de YPF al momento del ridículo despojo. 
Y por supuesto que lo aceptan gustosos, aunque se dan el lujo de decir que deben analizar la letra chica y las garantías: 
Léase más deuda a futuro para seguir hipotecando hasta a nuestros nietos. 
Dijeron que venían por todo, y cumplieron rigurosamente.

CABA, 29 de noviembre de 2013

lunes, 25 de noviembre de 2013

¿reloaded?


2013

Cristina

reloaded
por :

Enrique G. Avogadro‏.


“El mercado no es un
 invento del capitalismo.
Siempre ha existido.
Es un invento de la civilización”.

Mikhail Gorbachov.


¿Qué diferencia a Nicolás Maduro, cuando dice que un pajarico chiquitico representa a Hugo Chávez, de Cristina, usando al viento del sur para hacer entrar al fantasma de don Néstor al quincho ceremonial de Olivos?
Los cambios en su gabinete introducidos por la señora Presidente -que conserva la iniciativa y no acepta la condición de “pato rengo” que deben soportar los mandatarios sin posibilidad de reelección- a partir de su reaparición en público a través de un video casero –perrito y pingüino incluidos- no sorprendieron a nadie, salvo en lo que se refiere al obvio abandono del razonable camino que habían intentado emprender Guita-rrita Boudou y Me-quiero-irLorenzino para reconciliarnos con el mundo financiero internacional.
No bastará, para los mercados, que doña Cristina confiese el fracaso del “modelo” –si no es así, ¿para qué estos cambios?- y se despoje, como anunció, de las anteojeras que la acompañaron hasta ahora o que manifieste estar dispuesta a asociarse con cualquiera que quiera venir a la Argentina con maletas llenas de dinero, ya que no existen quienes estén dispuestos a cometer esa locura en un país donde las órdenes verbales han suplantado a las normas escritas, donde se invita a fiestas y luego no se deja salir a los concurrentes, donde no se respetan los contratos, donde los jueces son empleados del Ejecutivo y donde se intenta eximir al Gobierno de toda responsabilidad.
La designación de Bambino Kiciloff como nuevo Ministro de Economía, tal como ha reflejado la escasa prensa extranjera que aún se ocupa de nosotros, ha sido el golpe final que el régimen ha dado a la seguridad jurídica –un “concepto horroroso” según él- en la Argentina. Este joven intentará probar aquí las recetas que ya han fracasado en muchas otras latitudes, y que atrasan más de cien años; comenzará, como ha dicho, con mayor presencia del Estado en la economía y tratará de extender los tentáculos de éste hacia todas las actividades productivas, poniendo más distancia, si cabe, entre el país y el mundo civilizado.
Coqui Capitanich, ex patrocinante de la devaluación asimétrica de 2002, actual Gobernador del Chaco en uso de licencia y reestrenado Jefe de Gabinete, nos informó ya que la inflación y el cepo cambiario, que no existen en el universo virtual del kirchnerismo, continuarán empobreciendo a los más humildes, reservando la creación de empleo a los organismos estatales en sus tres niveles. La notoria exclusión del campo y de los sindicatos no oficialistas de los diálogos que ha inaugurado son una prueba cabal de ello.
Si alguien, por ventura, estuvo tentado de jugar algunas fichas en la Argentina después de las elecciones de octubre, vislumbrando un cambio en el “modelo”, seguramente ya ha puesto los pies en polvorosa, ahuyentado por la sentencia de la Corte sobre la Ley de Medios, por el proyecto de Código Civil en tratamiento en el Congreso y, por si eso fuera poco, por las modificaciones que ha introducido doña Cristina en su elenco ministerial.
 Resulta notable que los nuevos funcionarios, por negación tanto como por reafirmación, insistan en el abordaje de los graves problemas que hoy jaquean a la propia existencia de la Argentina como nación –narcotráfico, estanflación, corrupción, inseguridad- con la misma mentalidad, aunque diferentes modales, que ha producido tantos daños durante la “década ganada”. Así, resultará muy difícil convencer a los mercados de volver a mirar a la Argentina con cariño o, al menos, con algún interés. El “caso por caso” anunciado porBambino y su recua de niñatos de La Cámpora, amén de generar nuevos nichos de corrupción, nos aproxima más a la madurita  Venezuela, donde se pretende controlar a la economía con el ejército.
Los opositores, esos gallardos campeones del fracaso, se amontonaron frente a los micrófonos y las cámaras para declarar que están dispuestos a apoyar el proyecto de nuevo Código en general, y que se reservan sus diferencias para la hora de votar en particular cada artículo; en la medida en que no pueden ignorar la historia reciente –la Ley de Medios, la designación de ¡Giles! Carbó como Procuradora y las tentativas de destruir al Poder Judicial y al Consejo de la Magistratura, entre otras lindezas- sólo puede concluirse que disfrutan al ser violados, una y otra vez, por el Gobierno y que están dispuestos a ir a cualquier parte para facilitar esa permanentemente sodomización a la que los ha sometido el kirchnerismo.
¿No se les ha ocurrido que el cambio en el Código Civil, el reglamento que nos hemos dado los argentinos para convivir en sociedad y que tiene una vigencia de ciento cuarenta años, requiere de una discusión mayor que la que recibirá en el trámite express que se le otorgado por pedido de la Casa Rosada? ¿No han visto al kirchnerismo declamar altos principios que, una vez convertidos en leyes, se han transformado en subalternas herramientas de esta banda sin escrúpulos en su diaria pelea con sus inventados enemigos? ¿No han, siquiera, notado cómo se ha comportado el oficialismo con los organismos de control, a los que ha desmantelado o desaparecido? ¿Qué buenas intenciones pueden seguir “comprando” como imbéciles?
El viernes, Coqui informó que la discusión del nuevo engendro en Diputados se postergó para el año próximo, pero que recibirá media sanción en Senadores antes del recambio de sillones que se producirá el 10 de diciembre. Eso sí, adelantó que se aprobará, a marcha forzada, el proyecto de ley que excluye la responsabilidad del Estado y de sus funcionarios de la órbita del fuero civil, reservándola al contencioso administrativo; en buen romance, significa desproteger aún más al individuo frente a los avances del Estado, como lo fue también el proyecto de limitar las medidas cautelares que pudieran dictar los jueces en contra de sus decisiones imperiales.
 Tengo para mí que el diferimiento del debate en la Cámara baja responde a las inquietudes de SS Francisco, transmitidas por la Conferencia Episcopal, y que hicieron que el Poder Ejecutivo introdujera fuertes modificaciones en el proyecto original, como aquélla que establece ahora que la vida existe a partir de la concepción. Las voces de las alas más duras del kirchnerismo dejaron en claro que no acompañarían la iniciativa, y eso puso en alerta al oficialismo y lo llevó a aceptar la demora. El Papa consiguió, así, sacar las papas del fuego a la oposición, pese a la intrínseca estupidez de ésta.
Llama la atención tanto silencio público frente a un tema de la enorme gravedad institucional que reviste echar a la basura, literalmente, los códigos Civil y Comercial que nos legara Vélez Sarfield. Que la ciudadanía, en general, no registre la importancia de un asunto que, como dijo Alejandro Fargosi, influirá en la vida de nuestros tartaranietos, es comprensible, ya que la educación se ha deteriorado de tal modo que la mayoría no entiende siquiera lo que lee; pero que las academias y las universidades brillen por su ausencia en este trascendental debate muestra hasta qué punto nos hemos convertido en una sociedad en etapa final de decadencia, en una mera caricatura del país que fuimos.
Pero Cristina, ahora con poco luto, seguirá adelante con la tarea que se ha propuesto como meta para pasar a la historia: demoler todo lo que queda en pie en un país que existía en estas latitudes y que, como Tato, creo que se llamaba Argentina, con la intención de dejar tierra arrasada a quien la suceda. Sólo resta saber si los tiempos de la economía la acompañarán hasta el final.
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado 
Bs.As., 24 Nov 13

Por Eleccion-


2013

AZORADO.  

Retrato K en España.

Por: Miguel Torres de Velázquez.

Muchos de nosotros descendemos de la misma raza de este señor columnista español que nos dedica este articulo.
Realmente, nos obliga a reaccionar.
Vale la pena leerlo y pensar que nos pasa que permitimos todos los ilícitos de este gobierno y no reaccionamos, pues no es con el voto que los vayamos a sacar, ellos hacen trampa con los votos tienen todo el sistema preparado para eso, igual que Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia.
AZORADO. 
Es la única palabra que se me ocurre para describir lo que leo, veo, escucho sobre vosotros, queridos ARGENTINOS.

Ustedes, sí USTEDES, orgullosos ARGENTINOS, realizadores de hazañas por naturaleza, valientes en la guerra y solidarios en la paz. Receptores de brazos abiertos para todos los que alguna vez fuimos expulsados de nuestras propias tierras. Bendecidos por el Altísimo con un País extraordinario en belleza, geográfica y humana, una Nación cuya palabra nunca pasa desapercibida, guía de Latinoamérica, señera en el “Nuevo Mundo”, altiva e ilustre, envidiada por el “Viejo Mundo”, odiada por las actuales “potencias” a quienes hicieron frente aún en total inferioridad de condiciones, “Dueños de Las Malvinas”, creadores y criadores de Belgrano, San Martín, Saavedra Lamas, Houssay, Favaloro, Milstein.
¿Qué os pasa? 

¿Por qué nos priváis al resto de los 

mortales de tan excelsas virtudes?

A nosotros que esperamos de Ustedes todo,
 PORQUE TODO LO PUEDEN. 
¿Que estáis esperando? 
¿Sois ARGENTINA, sois ARGENTINOS?

Finalizando mi octava década de vida, lamento no haber sido Argentino, lamento no haber nacido bajo la “Celeste y Blanca”, lamento, desde mi España natal, no poder  acercarme físicamente a vuestra IMPONENTE Buenos Aires, a vuestras sofisticadas Córdoba y Rosario, a las INMENSAMENTE BELLAS Salta o San Miguel de Tucumán, o a cualquiera de vuestras exquisitas Ciudades para hacer sentir la voz de un 
ADMIRADOR DEL PUEBLO ARGENTINO, PUEBLO
 (con mayúsculas) que, desgraciadamente, hoy está subyugado por la mentira y la traición, atravesados por la Korrupción que os libera a vuestra propia suerte ante drogas y asesinatos.

¡LEVANTAOS!
 ¡Mostradnos el camino! ¡Tenéis la obligación de alardear de vuestra DIGNIDAD! ¡EL MUNDO LA NECESITA!

¡No os podéis dejar avasallar ni vituperar por la INDECENCIA E INMORALIDAD que no forma parte de vuestra idiosincrasia! 
¡NO PERMITÁIS QUE OS HAGAN CREER QUE SOIS BUENA GENTE PORQUE NO RECLAMÁIS! 
Vosotros siempre fuisteis y seguiréis siendo 
“BUENA GENTE”
 porque mostrasteis al mundo vuestros reclamos y exigisteis ser respetados.   Para ello:
¡Volved a respetaros!


Escupid la maldad de vuestros gobernantes, recuperad “los laureles que supisteis conseguir”, “vivid coronados de gloria”, porque para eso habéis sido creados por el Santísimo y dadnos la alegría al resto de los mortales, que no tuvimos la suerte de nacer en esa INCOMPARABLE Nación: 
“AL GRAN PUEBLO ARGENTINO SALUD”!!!


Mi tiempo ya pasó, dentro de poco estaré delante del Creador rindiendo cuentas, pero si me permitiese un deseo, aunque sea uno solo, le pediría: “DEJADME VER A LOS ARGENTINOS NUEVAMENTE DE PIE”!!

Miguel Torres de Velázquez
Ciudadano Español y (orgullosamente) Argentino 
POR ELECCION.

sábado, 23 de noviembre de 2013

¿ Sale ?


2013

SALE 
MORENO,
PERO EL
PANORAMA
SIGUE
SIENDO OSCURO.
Por :

Jorge R. Enríquez.


Los cambios de gabinete de esta semana se presentaron por capítulos. Primero supimos que Axel Kicillof, el ministro de Economía real, pasaría a ser el ministro de Economía nominal, y que Jorge Capitanich reemplazaría a Juan Manuel Abal Medina en la Jefatura de Gabinete. Pero la noticia más resonante se dio al día siguiente: la renuncia de Guillermo Moreno. Las redes sociales explotaron desde el instante mismo en que el vocero presidencial leyó el comunicado pertinente.

Sabemos que Moreno encarna como nadie el autoritarismo y la prepotencia del gobierno nacional. 

Es autoritario pero ineficaz, como ese personaje de El Aleph, de Borges, Carlos Argentino Daneri. 
En efecto, el autoritarismo es siempre malo, pero a veces se lo asocia a la eficacia. 
Se cree que quien no tiene los obstáculos de las normas y los procedimientos está en condiciones de resolver mejor y más expeditivamente los problemas. 
Moreno es la más vívida demostración del error de esa creencia.

Como un nuevo Atila, allí donde pisó no creció la hierba. Todo lo hizo mal, con inefable coherencia. 
Su misión principal era mantener bajos los precios: desde que asumió el cargo de Secretario de Comercio la inflación no dejó de subir. 
La crisis energética es también su obra, como el desabastecimiento, la falta de insumos o los conflictos con naciones hermanas del Mercosur. 
La necesidad de importar combustible generó la sangría de divisas. 
El modo moreniano de frenar ese drenaje fue el cepo, que incentivó la compra de dólares y cerró con siete llaves la entrada de moneda externa.

El fracaso de la política antiinflacionaria (por llamarla de alguna forma) quiso ser cubierto por una de las medidas que, a la larga, tendrían mayores efectos negativos para el país: la intervención de hecho del INDEC y la manipulación de los índices. 
Esa iniciativa se complementó con las amenazas y sanciones a consultoras privadas por el grave delito de informar la verdad.

Ahora bien, no perdamos de vista que Moreno es sólo un instrumento. 
Todo lo que hizo fue bajo las órdenes de los Kirchner. Son ellos los verdaderos responsables de ese ejercicio ostensible de la prepotencia. 
Por eso, si bien es cierto que la salida de Moreno es una buena noticia, es a la política general del gobierno a la que debe prestarse atención. Quizás los modales del funcionario que lo reemplace sean menos toscos y brutales, pero es difícil creer que vaya a haber un viraje significativo del rumbo de esas políticas. 
 No olvidemos que ahora cobra mayor protagonismo Kicillof, que detesta a los mercados, a la libre iniciativa y a la seguridad jurídica, y adora el estatismo y la intervención.

No vaya a ser que el fascismo artesanal de Moreno sea sustituido por el fascismo científico de Kicillof.

Si bien es saludable que en su primer día en funciones Capitanich y Kicillof hayan hecho declaraciones a la prensa, habrá que ver si esta modalidad –natural en los países democráticos, pero extraña durante la década kirchnerista- se mantiene en el tiempo. 
Habrá que ver también si Capitanich ejerce efectivamente la Jefatura de Gabinete o – pese a que creyó conveniente recordarnos sus atribuciones, al citar los artículos 100 y 101 de la Constitución Nacional - termina siendo un ministro más. El hiperpresidencialismo argentino, fortalecido hasta extremos patológicos por los Kirchner, no permite abrigar mayores esperanzas en cuanto a que el sucesor del casi invisible Abal Medina consiga un juego político propio.

Si así no ocurre, dado que Capitanich tiene formación y experiencia en materia económica y que políticamente representa a los gobernadores peronistas que apoyan al gobierno nacional, es fácil prever que en algún momento entre en conflicto con Kicillof, apoyado por La Cámpora y por la presidenta. La necesidad de definiciones en un escenario de desconfianza e incertidumbre hace avizorar que esa tensión, aunque no aflore públicamente, no demorará mucho en manifestarse.

Viernes 22 de noviembre de 2013

Dr. Jorge R. Enríquez

jrenriquez2000@gmail.com

twitter: @enriquezjorge

lunes, 18 de noviembre de 2013

¿Generosidad


2013


¿Generosidad

o Estupidez?

Por :


Enrique Guillermo Avogadro.


“Lo que nuestra generación ha olvidado es que el sistema de propiedad privada es la más importante garantía de la libertad”. 

Friedrich A. Hayek .

Gracias a Dios, la Conferencia Episcopal en conjunto, y muchos obispos individualmente, han puesto el tema del narcotráfico al tope de la agenda nacional, a despecho de personajes como Anímal Fernández, Perdedor Puricelli, Lancha Scioli, y tantos otros. La Corte, siempre tardíamente y como si fuera un mero espectador y no un poder del Estado, también se hizo eco, pero sin proponer soluciones que excedan su competencia. ¿No hubiera debido hacerlo ya cuando trascendió y se probó que los laboratorios importadores de efedrina habían financiado la primera campaña presidencial de Cristina Kirchner?

El tema, como es obvio, tiene múltiples frentes para el ataque. El primero se vincula a la radarización de las fronteras, a su vigilancia por la Gendarmería y la Prefectura dotándolas de medios y personal, a la creación de nuevos juzgados y cárceles, a la necesaria ley de derribos cuando dispongamos de los aviones de combate necesarios, etc. El segundo es la educación y la integración de los consumidores, para evitar que continúen siendo víctimas del flagelo.

Hoy quiero referirme al tercero, tan eludido por todos por su incorrección política. Me refiero a la política inmigratoria, un arma fundamental que permite a todos los países del mundo –creo que somos la única excepción- decidir cómo quieren ser en el futuro desde el punto de vista demográfico. Pero, tal vez, reclamar un diseño por el estilo en un país que carece de planificación de largo plazo (nadie parece pensar, en la Argentina, más allá del próximo año) resulte una quimera.
 Nosotros, en general, carecemos de problemas raciales, religiosos, sexuales o políticos que generen discriminación de ningún tipo. Es más, mayoritariamente tenemos por nuestros hermanos latinoamericanos un cariño enorme, generado por una historia común, por lazos culturales indisolubles, y hasta por el idioma.

Además, es cierto que el preámbulo de la Constitución, cuyo respeto a ultranza predico y exijo permanentemente, habla de los “hombres de buena voluntad que quieran habitar el suelo argentino”, pero ni siquiera ese mínimo requisito es exigido hoy para autorizar la residencia en el país; simplemente, dejamos que cualquiera, aún cuando se trate de un criminal buscado o condenado en su país de origen, ingrese libremente, compre propiedades rurales de importancia, resida en Puerto Madero o en los countries más caros, instale laboratorios de drogas, practique el contrabando de estupefacientes, lave su dinero y envenene a generaciones enteras de argentinos.
 Esa política inmigratoria que reclamo –que de ningún modo puede calificarse de xenofóbica, es decir considerar al extranjero un enemigo- tendrá, además de permitir controlar los antecedentes de quienes tengan interés en convivir con nosotros, otros subproductos. La incoherencia de la izquierda, que se manifiesta en contra cualquier limitación al acceso gratuito a la salud, a la educación, a la vivienda y a planes sociales de los extranjeros, que se planifican –o, al menos, debieran serlo- para una determinada población y no para una demanda creciente, incontrolada y desmadrada y, a la vez, se opone al aumento de los impuestos necesarios para financiar esos disparates, es una prueba fehaciente de la esquizofrenia de nuestra sociedad; tampoco en esta área conozco países que apliquen esta forzada generosidad que aquí se impone a los contribuyentes.
 Lamentablemente, los países de alrededor sufren, en algunos casos en forma más grave, de problemas sociales parecidos a los nuestros. Y la política de subsidios y de planes sociales implementado, sin filtro de ningún tipo y con mucha intencionalidad política, por el Gobierno nacional, hace que la ciudad de Buenos Aires y hasta el Conurbano actúen como un imán para quienes, en Bolivia, Perú, Paraguay, etc., sufren por la pobreza, la indigencia y, sobre todo, por la falta de un sistema de salud idóneo.
 Todos sabemos ya que nuestros hospitales, especialmente los de la ciudad de Buenos Aires, colapsan diariamente por la afluencia de pacientes que provienen de nuestros países vecinos, transportados en los ahora llamados “tours de salud”, similares a los que los argentinos del “deme dos” practicamos a Miami. Esas multitudes, que reciben la asistencia sanitaria de calidad que la excelencia de nuestros médicos habilita, nada pagan por ella, ni siquiera en los costosos tratamientos oncológicos. Sin embargo, cuando viajamos al exterior, descubrimos con asombro que no podemos atendernos gratuitamente en ningún lugar del mundo ante un mero accidente.

Otro tema importante que ha signado los últimos dos meses y sigue haciéndolo hasta hoy es la salud presidencial, y la posibilidad –poco probable quizás- de que su postergado retorno finalmente no se produzca.; si fuera así veríamos entonces como comienza otra vez -¿recuerda la renuncia de Cámpora, el forzado viaje de Díaz Bialet, la asunción de Lastiri?- el juego de las sillas, que se llevará puestos, al menos, a Guita-rrita y a Mueca Rojkes de Alperovich para dejar al frente del Ejecutivo a Julián Domínguez, que cuenta con el consenso de la Iglesia y hasta del grupo Clarín. Qué harán el Vicepresidente o Jaimito cuando sean, por fin, entregados a la picadora de carne de Comodoro Py -¿irán presos pacíficamente o encenderán serios ventiladores?- es un tema que inquieta seriamente a la Casa Rosada.
 Mientras tanto, el Gobierno avanza, a paso redoblado, hacia un abismo cada vez más profundo. El proyecto de reforma de los códigos civil y comercial, que la bancada oficialista en el Senado pretende aprobar antes del 10 de diciembre mediante un trámite express en el Congreso, terminará la tarea que la Corte inició, hace pocos días, con la declaración de constitucionalidad de la Ley de Medios Audiovisuales.

Así como la magra mayoría de 4 a 3 que falló así puso en tela de juicio los derechos individuales, la inseguridad jurídica recibirá –si los tristes tigres opositores no consiguen abroquelarse en un rechazo total al proyecto, que obligue a los legisladores oficialistas que aún dudan a votar en contra- su consagración total y definitiva cuando el texto, como se supone, sea aprobado.

Desaparecerá la garantía constitucional al derecho de propiedad, ya que lo subordinará, del mismo modo que hicieron los jueces supremos con los derechos adquiridos de los licenciatarios de medios, a la voluntad política de las mayorías políticas circunstanciales. En esas condiciones, ¿qué demente querrá venir a invertir a la Argentina?; sin esas inversiones, ¿cómo haremos para recuperar el crecimiento? ¿No sabe el Gobierno que el mundo entero conocerá esta nueva catástrofe de un país que se llamaba Argentina?
 Desde su entrada en vigencia, si el Congreso decidiera que nuestra propiedad afecta ¡el paisaje!, por ejemplo, podrá quitárnosla sin que podamos efectuar reclamo civil alguno, ni contra el Estado mismo ni contra los funcionarios que lo hubieran dispuesto, que hoy son responsables personalmente por sus actos.

A partir de ahora, si el Gobierno así lo quiere, todo cuanto poseemos y todo cuanto acordemos con terceros estará sujeto a su voluntad y a su demencial arbitrio. Inclusive, el Estado se inmiscuirá más aún en las relaciones entre particulares, aún cuando éstas no violen la ley; como ejemplo, cuando acordemos obligaciones en moneda extranjera, serán canceladas en pesos, al cambio oficial. En un país con la historia financiera del nuestro, cuyos registros sólo son superados por Venezuela o Sudán, ¿quién contratará en estas condiciones?
 No conozco en detalle las cuestiones civiles que el proyecto pretende modificar en lo que al régimen personal se refiere –uniones libres, divorcio express, etc.- y opinaré de ello tan pronto acceda al texto que será ¿discutido? en el Congreso.
 Desde el año pasado, la ciudadanía ha salido a la calle, masivamente, por distintas razones; creo que ya mismo deberíamos movilizarnos, pero unificando esta vez nuestro reclamo para evitar este nuevo y terrible dislate. Está en juego toda nuestra forma de vida en sociedad, y si no tomamos conciencia de ello y lo impedimos, habremos firmado nuestra partida de defunción como nación independiente. No se producirán invasiones externas, ni siquiera pacíficas, pero la Argentina se habrá caído del mapa para siempre.

La caída de las reservas, aún de las inventadas por Sonrisitas Marcó del Pont, marca el final de un ciclo económico –la década desperdiciada- que nuevamente llevará a la Argentina a una crisis terminal. El aceleramiento de la inflación, que llegará este año al 30%, hará que cuanto más nos acerquemos a las fiestas de fin de año, la marginación –esa que, según el Indec, puede vivir con $ 8 por día- vuelva a manifestarse con grandes conmociones sociales, y las fuerzas de seguridad no están –ni quieren estarlo- preparadas para enfrentarlas.

En fin, deberemos seguir esperando, al menos hasta mañana, para saber si “Ella” reasume o no la Presidencia. De todas maneras, vuelva o no vuelva, el “modelo” seguirá dando, al borde del abismo, pasos al frente.
 Bs.As., 17 Nov 13

domingo, 17 de noviembre de 2013

Carta abierta. . .


2013





Me dirijo a Ud., Señor Senador don Aníbal Fernández. A usted, que con su acostumbrada y burlona soberbia asegura que la ley de derribo es un verso para el hombre común, que la acción de derribar un avión implica "la pena de muerte" del piloto "sin juicio previo" y que no está de acuerdo con esa postura.

la intrusión clandestina de sus espacios aéreos, de inmediato se intima al piloto para que proceda al aterrizaje y es recién ante su desobediencia que se lo derriba, como último recurso. Tal vez ignore Ud. que
 en los países serios, entre cuyas políticas de Estado se encuentra el combate encarnizado al narcotráfico, tienen absoluta y eficaz vigencia leyes que permiten -y ordenan- el derribo. 
Claro que ante la intrusión clandestina de sus espacios aéreos, de inmediato se intima al piloto para que proceda al aterrizaje y es recién ante su desobediencia que se lo derriba, como último recurso.
Y dudo que Ud. comprenda estos conceptos, dado que no es un hombre común como el firmante. Justamente en tal carácter, es decir, como hombre común -de lo cual me enorgullezco-, le aseguro que prefiero el derribo, aun con la posibilidad de muerte del piloto de un vuelo clandestino que trae droga y entra al territorio sabiendo de su delito y no desciende ante la orden de las autoridades, repito, prefiero su derribo a la muerte de miles de niños y adolescentes que cada año ocasiona la droga. No nos olvidemos que la Gendarmería fue retirada de las fronteras de la Patria y que el sistema de radares fue absolutamente desarticulado durante esta última década.
En resumen, sabrá comprender Ud., señor Senador, que me permito disentir absolutamente con sus intereses, ignoro -y prefiero seguir en la ignorancia- los motivos de su defensa de los delincuentes que ingresan droga en aviones clandestinos, pero es su criterio y debo respetarlo.
Tal vez, si Ud. ampliara y fundamentara su posición, podrían los ciudadanos comunes comprender el porqué de tal pensamiento. Aunque intuyo que eso nunca sucederá.
Y en realidad, no nos hace falta.
Finalmente, Sr. Senador, tenga en cuenta que si me opongo absolutamente a su pensamiento y disiento con su absurda posición, es sencillamente porque, como Ud. despectivamente afirma: Soy un hombre común.
En algo coincido con Ud.: Nos están haciendo el verso desde hace una década; sus comentarios forman parte de la lista.
Saludo a Ud. atte.
Juan Manuel Otero

Sea cuidadoso


2013


Para sonreir…

De autor reservado.


Sean cuidadosos al hacer el formulario de la AFIP para comprar dólares.
.
Fui a la AFIP para registrar mi clave fiscal y poder comprar dólares y me rechazaron el formulario aun habiendo sido muy detallista con las respuestas.
De hecho, mi mayor esfuerzo lo puse al responder esta pregunta: " 


¿TIENE PERSONAS A SU CARGO O QUE DEPENDAN DE USTED?" 

Respondí: 
Si, 1 millón de inmigrantes ilegales.
Más de 1 millón de delincuentes.
3 millones de vagos que reciben planes 'descansar' y asignaciones por hijo. 
1 millón de presos repartidos en más de 100 prisiones.

Más de 500 idiotas en la legislatura.

Centenares de Diputados y Senadores inútiles.

Centenares de jueces inservibles y corruptos.

Centenares de Sindicalistas chorros. . .

Y no me autorizaron...!!!

Me habré olvidado de alguien...???

domingo, 10 de noviembre de 2013

¿Tristes . . ?


2013

Tristes

Tigres


Opositores.

Por :
Enrique Guillermo Avogadro.
Abogado.

“¿Es un imperio aquello que 

 allá se apaga
 o es sólo una luciérnaga?”
Jorge Luis Borges
La decadencia argentina tenga su exponente máximo en la clase política, en un podio compartido con quienes el destino había señalado como dirigentes y prefirieron abdicar de sus obligaciones. Siempre he dicho que el famoso apotegma –“cada pueblo tiene el gobierno que se merece”- es falso, ya que la verdad dice:“cada pueblo tiene el gobierno que se le parece”; aquí está suficientemente probado. Hace mucho tiempo, concretamente el 6 de noviembre de 2008, publiqué una nota, “Es hora de hombres, no de nombres” (http://tinyurl.com/lzj3huo), que hoy tiene una actualidad tal que permite descubrir el cierto camino hacia la intrascendencia que nuestro país ha decidido recorrer desde hace décadas; propuse allí algunos de los temas básicos que hoy, lamentablemente, conservan total actualidad.
El triste espectáculo que ofrece la mayoría de los que se titulan opositores al “modelo”, muchos de los cuales lo acompañaron desde la gestión o desde las bancas parlamentarias durante los últimos diez años, es una muestra de ello. Los gurúes marketineros los han fabricado como envases vacíos y les prohíben expresar sus ideas –si es que las tienen- para evitar la fuga de eventuales votantes que están dispuestos a “comprarlos” por su aspecto, por su juventud o por su simpatía.
 Todos estos pre-candidatos parecen ignorar qué contendrá el paquete envenenado que recibirán si les toca el “gordo de Navidad” con el que sueñan, y no consiguen ponerse de acuerdo siquiera en un manojo de políticas de estado susceptibles de evitar los mayores daños que, inevitablemente, sufrirán las clases menos acomodadas cuando exploten todas las bombas que el kirchnerismo habrá dejado cuando, al fin, abandone el poder.
Hay algunos grandes temas que podrían consensuarse y que, si lo fueran, cambiarían el futuro. Me refiero a la lucha contra el narcotráfico, a la inseguridad, a la corrupción, a la educación, a la salud, a la vivienda, a la redistribución federal de los ingresos públicos, a la defensa nacional, a la infraestructura, a la energía, a la relación con el mundo, a los subsidios fiscales y a los planes sociales, al déficit fiscal, a la boleta única, a la reelección en los cargos, etc., y al irrestricto compromiso de respetar la Constitución Nacional, con todo lo que ello implica. He propuesto, en una nota del 21 de febrero de 2012, a la que titulé “La Argentina que quiero” (http://tinyurl.com/bla4n57), soluciones para algunos de ellos pero, como siempre sucede en nuestro país, nadie parece o quiere escuchar.
 onociendo los bueyes con los que aramos, esa actitud generosa y positiva de los líderes políticos sólo se dará si la ciudadanía, mayoritariamente, los obliga a adoptar conductas altruistas, esas que todos declaman compartir. Debemos exigirles, bajo apercibimiento de repudiar con nuestros votos sus candidaturas, que se sienten a una misma mesa y se pongan de acuerdo en esos temas básicos, aunque mantengan sus diferencias en cuanto a la forma de arribar a las soluciones necesarias; luego, seremos nosotros, los ciudadanos de a pie, quienes elijamos entre los métodos propuestos.  
 Hoy, todos están compitiendo, muy agresivamente por cierto, por las eventuales candidaturas para un 2015 que, en la Argentina, significa tanto como discutir el sexo de los ángeles. 
En el camino hacia la fecha prevista para la entrega del poder, el 10 de diciembre de ese año, existe todo tipo de inminentes vallas que el país deberá saltar tan sólo para sobrevivir; esperemos que la Presidente se encuentre en condiciones psico-físicas de reasumir en plenitud sus funciones porque, si no fuera así, entraríamos en un período muy complicado, por las guerras intestinas que se desatarán entre los que aspiran a ser los herederos del “modelo”.
 La primera de esas vallas, y la más grave, como señaló el Episcopado en su durísimo documento, es el crecimiento de todas las actividades vinculadas al narcotráfico, que incluyen la destrucción de toda una generación de argentinos “ni-ni” en manos del paco. La crisis moral que afecta a toda nuestra sociedad y que viene desde las más altas esferas del Gobierno repercute, especialmente, en las fuerzas de seguridad que deberían enfrentar este flagelo, convirtiéndolas en presas fáciles para quienes manejan sumas de dinero que exceden todo esfuerzo de imaginación. Cuando un gendarme o un policía, que gana un sueldo muy bajo, es tentado por quienes manejan las rutas y los laboratorios de la droga, los sobornos ofrecidos son de tal magnitud que convertirían en verdaderos santos a quienes los rechazaran y, como todos sabemos, los santos escasean en la Argentina. Por lo demás, ¿cómo pedirle ética a un humilde servidor público cuando está al frente del Gobierno el ladrón de Guita-rrita o es Presidente de Aerolíneas Argentinas el ladrón de Hijitus Recalde?
 Si no nos ponemos de acuerdo inmediatamente en la gravedad de este tema, más temprano que tarde nuestro país, como ya sucedió en México y Colombia, comenzará a contar sus muertos por miles y, dado el panorama que presentan nuestras fuerzas armadas, carentes de formación y de equipos, de tanques, de aviones y de buques, aquí será aún más complicada la lucha y más esquiva la eventual victoria. No necesito explicar qué consecuencias acarrearía, en una sociedad tan fragmentada como ésta que los Kirchner legarán al futuro, un incremento previsible del narcotráfico.
La segunda será la inflación, tan negada por Patotín, que está condenando al hambre a vastos sectores ignorados por el Indec; cuando las fiestas navideñas se aproximen, se registrarán nuevas conmociones sociales que el Estado se verá imposibilitado de controlar, tanto desde el ángulo económico por la escasez de recursos cuanto desde el punto de vista policial; si el 30% de la población saliera a reclamar, no hay fuerzas de seguridad capaces de pacificar esas protestas. Por lo demás, si el hato de burros incapaces que constituye el pseudo equipo económico adoptara cualquier medida aislada (como fue el nuevo endeudamiento post factoconvalidado por el Poder Ejecutivo por $ 50.000 mil millones el viernes) y, seguramente, contradictoria con otras vigentes, fogonearía aún más la inflación, complicando la situación general.
La tercera será la caída infernal de reservas que registra el Banco Central, que se agudizará el año próximo por el robo de otros US$ 5.000 millones por el pago del cupón atado al falso crecimiento del PBI y por la necesidad de importar más energía a mayor precio, y todo eso agravado si, desde la Casa Rosada, no se inventan nuevos cepos para frenar el monumental déficit de la cuenta vinculada al turismo. Mientras todos los países de América Latina, con la obvia excepción de Venezuela, han multiplicado varias veces su nivel de reservas, la Argentina las ve irse por la alcantarilla, perdiendo así la capacidad de reacción que necesitará cuando el viento de popa que la ha acompañado en la última década cambie definitivamente de cuadrante, como está comenzando a suceder.
Por otra parte, resulta directamente increíble que los funcionarios de hoy se entreguen en manos de la Justicia, sabiendo que perderán hacienda y libertad, cuando el Gobierno termine. La proliferación de los barra-bravas, de los peligrosos presos “¿fugados?” de las cárceles que integran el “Vatayón Militante” y de los moto-chorros que actúan como sicarios del poder nos están indicando por dónde vendrán los tiros.
 Como se ve en el inventario elemental que he confeccionado más arriba, los problemas son muchos, y serán peores dada la resistencia del Gobierno a pagar la cuenta de esta fiesta para pocos y tomar medidas que, aunque quizás impopulares, puedan aliviar el panorama desolador al que nos enfrentaremos muy pronto; los economistas ya no discuten si la crisis llegará, de lo que nadie duda, sino cuándo se producirá, es decir, si doña Cristina se hará cargo de ella o este duro rol será reservado a su sucesor. Tal vez la única esperanza de un cambio radical en el Gobierno radique en la presión de los gobernadores que han sido castigados en las urnas, y que identifican al “modelo” como causante de todos sus males.
En cuál sea respuesta a esta pregunta podría determinar, precisamente, si el regreso de la viuda de Kirchner se concreta o no. Quizás sueñe con echar la inevitable culpa a quien sea el futuro inquilino de la Casa Rosada –“¿vieron que conmigo esto no pasaba?”- e intentar ser reelecta en un brumoso 2019, pero eso ya entra en el reino de la fantasía irrealizable, como sucedió con el eterno recambio matrimonial hasta que la parca lo frustró.
 Rio de Janeiro, 10 Nov 13