La Nariz.
Por :
Enrique Guillermo Avogadro.
Abogado.
“Resulta harto difícil determinar por dónde pasa la frontera entre una verdadera soberanía, capaz de subyugarlo todo, de crear un mundo o destruirlo, una soberanía viva, grande, aunque a veces sea terrible, y la apariencia del poder, la pantomima vacía de su ejercicio, cuando un monarca se convierte en mero espectador de sí mismo, cuando sólo juega el papel de rey, pendiente únicamente de su actuación, sin ver ni oír lo que sucede a su alrededor. Más difícil aún resulta delimitar el momento en que se produce el paso de la omnipotencia a la impotencia, de la buena fortuna a la adversidad, de lo brillante a lo enmohecido”.
Ryszard Kapuścińki .
En la industria del perfume, lo más cotizado es
“la nariz”, es decir, aquellas personas que, por su desarrollado olfato, son
capaces de mezclar las más distintas materias primas –flores, frutas, maderas,
etc.- hasta conseguir la fórmula que garantice el éxito de la nueva fragancia.
Entre nosotros, hay quienes tienen ese sentido mucho más sensible aún: los
“barones” del Conurbano y los gobernadores peronistas, que utilizan las suyas
como alerta temprana para cambiar sus lealtades en la puerta del cementerio en
el cual el líder de turno será enterrado.
Sólo hay en el mundo una especie que supera a
todo lo conocido en la materia: los jueces argentinos, sobre todo los del fuero
Criminal Federal. Como siempre he sostenido, éstos nunca se venden; sólo se
alquilan a quien ocupa, en cada momento, la Casa Rosada. Desde este ángulo,
resulta por supuesto llamativo que la Cámara de Apelaciones, que ha ratificado
sentencias absurdas cuando los fallos atendían a las necesidades de los
Kirchner, haya cambiado de proceder y haya convalidado, días atrás, las pruebas
colectadas contraGuita-rrita, que servirán para meterlo preso y dejarlo
otra vez pobre cuando deba abandonar la Vicepresidencia de la República. En el
mismo sentido, la condena a Felisa Miceli, tan protegida por doña Hebe
Bonafini, también marca un hito, y la Corte Suprema, por su parte, ha enterrado
todas las posibilidades de Sanatella de hacerse de una rápida victoria
en el tema Clarín. Evidentemente, algo está cambiando en la Justicia, y nuestra
inefable “abogada exitosa” está comenzando a preocuparse.
El abismo al cual nos está llevando la señora
Presidente está cada vez más cerca, y el Poder Ejecutivo continuará avanzando a
paso redoblado hacia el precipicio aprovechando el receso judicial y
legislativo. La intimación
a la Sociedad Rural Argentina a desalojar el predio de Palermo antes del día 20
es, precisamente, un estropicio que confirma ese aserto. Tal vez olvidan los
personeros –en especial, el indescriptible Luis D’Elía- que la entidad pedirá
la habilitación de la feria, apelará el fallo que le negó la medida cautelar y,
con alta probabilidad, obtenga esa protección, convirtiendo al 20 E en un nuevo
7D, el desembarco que no fue.
Antes de esa fecha, otro hito de esta absurda
épica cristinista se dará el 9, cuando arribe al puerto de Mar del Plata la
fragata “Libertad”; será presentada como una epopeya libertadora lo que fue, en
realidad, la peor humillación de la bandera nacional, sin que los reales
culpables de la misma hayan sido expuestos y sancionados. Será un día
complicado, porque se verán allí las caras los militantes convocados –y
rentados- por el Gobierno con los espontáneos que están siendo llamados por las
redes sociales a expresar su repudio, reeditando el 8 N.
Doña Cristina comenzará este nuevo año sentada
sobre un polvorín y rodeada sólo de sus incondicionales, es decir, por los dos
sectores que la necesitan imperiosamente para sobrevivir. Uno es la pata
ideológica, encabezada por el Chino Zanini e integrada por tipos como
Parrilli, el Matón Kunkel, el Pendeviejo Kiciloff, el barbado Pérsico,
Milagro Sala y algunos otros que, como diría Jorge Asís, caben en la Kombi, aún
cuando puedan seguirla algunos militantes aguerridos; esos son los que, en los
70’s y empuñando las armas, intentaron cambiar la Argentina para transformarla
en Cuba. Se les ha ido la vida en ese proyecto, se han jugado mucho por él, por
primera vez han llegado al Gobierno y, con seguridad, harán lo que sea, todo,
para no perder el poder.
La otra es la pata ladrona. Conformada por
impresentables como Guita-rrita Boudou, el joven Recalde y tantos
otros nuevos vecinos de Puerto Madero, que han lucrado sin vergüenza durante
estos años; a ellos se suman, obviamente, los empresarios amigos del
kirchnerismo y de la ajeno, como Cristóbal López, el ahora descartado Rudy
Ulloa Igor, Lázaro Báez, los dueños de Electroingeniería, Spolsky, Moneta,
Manzano, Vila, Garfunkel y muchos más que han conseguido, al calor oficial,
convertirse en dueños del país a través de sus empresas. Tampoco éstos estarán
dispuestos a que la viuda de don Néstor (q.e.p.d.) abandone el poder, pues
perderán ipso facto la fortuna y la libertad.
Pero esas patas tienen un problema básico y
esencial: no suman votos. Y nuestra egregia Presidente se ha ocupado de
pelearse con quienes la auparon nuevamente al sillón de Rivadavia. Se han ido,
para no volver, las clases medias urbanas y rurales, las fuerzas armadas y de
seguridad, los sindicatos, la Iglesia, la AMIA, muchas organizaciones
verdaderamente sociales, los que viven en la pobreza y la miseria, el campo, los
partidos políticos aliados y, más recientemente, el propio PJ, acusado hoy de
todos los males. En este último punto, sería interesantísimo que doña Cristina
expusiera ante la Justicia quiénes fueron, concretamente, los que completaron para derrocar a Alfonsín y a De la Rúa, como aseguró saber desde su
insoportable atril, que olvidó por unos días cuando los saqueos produjeron
cuatro muertos en Rosario.
Una fuente muy bien informada me contó que,
mientras se encontraba en Bariloche con 400 gendarmes para controlar los
saqueos,Super Berni llamó
al Ministro de Seguridad porteño para informarle que había dado instrucciones a
la Policía Federal de ponerse a las órdenes de éste si esos episodios se
replicaban en la ciudad de Buenos Aires sin darle tiempo a regresar; en el
diálogo, el funcionario nacional habría deslizado una terrible confesión –“Se
nos fue de las manos”- que
confirmaría la autoría intelectual del proceder de los primarios
vándalos.
La inseguridad, al tope de las preocupaciones
ciudadanas según todas las encuestas, seguirá en alza, sin que el Poder
Ejecutivo, afectado por la torpeza, la inexistente gestión y la ideología,
acierte con una solución; será difícil que la encuentre, desde que ha preferido
ignorar –o ser cómplice- del inusitado tráfico de drogas y blanqueo de
capitales que se está dando en nuestro país.
En el camino hacia octubre, cuando será
enterrado definitivamente el sueño reeleccionista, deberá enfrentar nuestra
soñada arquitecta egipcia algunas dificultades económicas serias. En febrero,
será el turno del Juez Griesa y de la Corte de Apelaciones de Nueva York, que
deberán fallar en el tema de los holdouts (curiosamente, y pese a su
negativa pública a reabrir el canje, la ocupante de la Casa Rosada nada dijo
cuando la Argentina ofreció el Día de los Inocentes esa posibilidad).
La energía traerá su importantísima cuota de
problemas, ya que será necesario dedicar a su importación todos los dólares que
genere la soja, que serán menos que los esperados; si se produjeran problemas
en Medio Oriente –y la casi segura reelección de Benjamín Netanyahu en Israel
puede ser definitoria en la materia- el precio del petróleo ascenderá a las
estrellas, complicando aún más la vida de doña Cristina.
En un año electoral, como éste que iniciamos,
las posibilidades de que Sonrisa Marcó del Pont emita a un ritmo menor
al 40% registrado en el que se fue son más que remotas. Con la economía aún
trabada, también la inflación estará instalada en un cohete interestelar. Y el
crecimiento menor al esperado de Brasil, habitual tractor de nuestra economía,
complicará aún más el panorama.
Pero, tal vez, el peor problema de Cristina
Fernández Wilhem de Kirchner sean sus padecimientos físicos y neurológicos; al
respecto, algunos médicos han afirmado que padece una rara enfermedad, el mal
de Pisk, perfectamente descripto en la web y cuyos síntomas se adecuan como un
guante a la imagen que la señora Presidente proyecta.
En fin; nada será fácil en este 2013 recién
estrenado. Sólo nos resta organizarnos para impedir que pueda concretarse una
reforma constitucional que, dado el triste panorama que aún presenta el arco
opositor, permita prolongar la ya artificial vida de este “modelo” que tanto
nos ha costado. El resto correrá por cuenta del propio cristinismo, que siempre
opta por los tiros en el propio pie.
Bs.As., 2 Ene 13.
Enrique Guillermo Avogadro
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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