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martes, 28 de junio de 2011

No es casual que permanentemente algun lector me envíe notas o correos que el recibe de otras tantas personas. Por ese motivo tomé la responsabilidad de publicar los envios de la gente, que en definitiva son los mejores corresponsales que emiten juicio sobre lo que le ocurre a los argentinos.

Esto se salva si todos ponemos la cuota parte correspondiente.
Aquí ninguno puede eludir su responsabilidad, 
"Ser o no ser," es una elección.
De usted depende. . . Y no culpe a otros por lo que no cumple como ciudadano. 
A ver si entre todos logramos que sea el principio del fin de estos 
impresentables.
Si, es verdad,  faltan cuatro meses. . . 
En octubre de 2011, el pueblo argentino no debe equivocarse, una vez más, tiene la oportunidad histórica de demostrar que aprendió  la lección. 

Si cada uno invita a cinco personas de su conocimiento para que lean este Blog,  y el proceso se repite diez veces, el mensaje llegará a casi diez (10) millones de personas, destinatarios cada uno de un pedido de reflexión.  De todos y cada uno depende el futuro.

Peleados con Uruguay y con Chile.
Mirando desde afuera como despega Brasil.
Sin Diplomáticos  profesionales en el Servicio Exterior.
Con la cantinela de los Derechos Humanos. . . Mas
 humanos para unos que para otros.
Siendo los principales socios de Dictadores, Castro, Chávez,
Evo Morales, Correa.
Enemistados con los Países Desarrollados.
Con zonas liberadas para la delincuencia.
Manejados por retrógrados.
Con súper poderes para la Corona.
Con el congreso de adorno.
Con coimas millonarias en cada Obra Pública.
Con gobernadores mendigos y genuflexos.
Con intendentes mafiosos.
Con inflación creciente, y dibujada.
Con periodistas mercenarios, obsecuentes, a su servicio.
Con periodistas independientes, que no reciben pauta ni subsidios.
Con la Plata de Santa Cruz,  perdida en la nebulosa.
Sin clases,  sin programas, sin contenidos
Con cada vez más pobres.
Cada vez mas villas de emergencia.
Cada vez más droga, para no pensar, no sentír, no vivir.
Con bicichorros.
Con motochorros.
Con dipuchorros.
Con ministroschorros.
Con narcotráfico creciente, que entra y sale del país.
Con salideras bancarias sin resolver.
 Con Fuerzas de Seguridad insuficientes, mal equipadas y
desmoralizadas, con conducciones incorrectas y sin jerarquía.
Ni que hablar de la Fuerzas Armadas. . .
Con el Riachuelo contaminado.
Con el  Reconquista, además de muy contaminado con metales  pesados, con gravez consecuencia para la vida futura
De los pobres que viven a su vera.
Con el Río Paraná en peligro de contaminación.
Y con el Río Uruguay, que ya sufre la presencia de Botnia.
El ataque a los Glaciares.
Con los D´Elia, Pitrola y Esteche. . . Sueltos.
Con niños  Argentinos desnutridos, sin escolaridad ni salud.
Los niños aborígenes son más argentinos que ninguno.
Con asesinos sueltos, menores, adultos y en banda.
Con ex guerrilleros,  asesinos no arrepentidos, ocupando  cargos en la función pública.
Con Jueces amenazados, y Justicia sin presupuesto suficiente.
Con las mafias cuida coches.
Con las barras bravas.
Con los que explotan niños mendigos.
Con los que raptan  y prostituyen niños y niñas.
Sin aeropuertos con radar.
Sin radares en la frontera, para facilitar el narco-negocio.
Sin trenes.
Con empresas privadas, que no invierten  y facturan servicio Premium.
Sin que educación y salud sean prioritarios en el presupuesto.
Con peajes, pero sin inversión  vial.
Con impuestos sobre impuestos, sobre impuestos. . .
Usurpadores de casas y terrenos por parte de punteros,
Alojando a los que usan para los actos políticos y para votar.

BASTA. 
Si muchos lo leen, y por fin asumen que son parte del mismo país, y que o lo arreglamos entre todos, o se va al demonio, y nos convertimos en algo parecido a Biafra. 
Si por fin, no cambiamos el yo me salvo, por nos salvamos todos, aquí no se salva nadie. Usted decide, usted vota, usted manda, no pregunte, no dude, DECIDA.



  • CRISTINA Y SU MODELO.



NO QUIERE QUE SEMBREMOS MÁS 


TRIGO NI MAÍZ, 
                                                       SÓLO QUIERE MÁS SOJA.






Desde que se implementó el cierre de exportaciones en trigo y maíz en el 2006, el Gobierno trata de dar un mensaje al campo mientras que al mismo tiempo busca disimularlo ante la opinión pública. 
El modelo k dice: “señor productor, si ud. siembra trigo y maíz, sepa que nosotros vamos a cerrar la exportaciones y la vamos a regular con cupos y ROES, (invento kirchnerista para trabar aún más los embarques)”.

La consecuencia directa es que a las retenciones del 23 y 20% que tienen estos productos, respectivamente, debemos sumarle que los precios cayeron otro 30% promedio con respecto a lo que se podría pagar porque se alteró la competencia.

El principal problema es que el productor no puede disponer libremente cuando vender. En trigo hay un importante volumen que pasa más de un año sin poder venderse, pese a que es un derecho elemental poder vender lo que uno produce. Por lo tanto, es mentira que se protege la mesa de los argentinos; el pan está en los barrios de las ciudades a $ 8 el kg, lejos de los $ 2,50 que pretendía el Gobierno. La único que se logró fue destruir los mercados vinculados a estos granos.

Sabe Cristina que si se abrieran la exportaciones, se suprimieran los Roes y las retenciones al trigo y al maíz, cambiaría la decisión de los productores asumiendo un nuevo interés por sembrar un mayor volumen de los cereales en cuestión.
Vale subrayar que esta simple decisión ayudaría a una agricultura más sustentable, con rotación de cultivos y mayor uso de fertilizantes, tendríamos mayor inversión por ha. y por lo tanto se generarían más fuentes de trabajo, más fletes y más actividades colaterales gracias a contar con mayores volúmenes productivos. También sabe que lo recaudado por retenciones de trigo y maíz no es tan significativo como para que afecten al presupuesto y tendría, por otro lado, un efecto multiplicador que hasta la beneficiaría en lo económico y en lo político.

Pero entonces ¿Cuál es la razón por la cual no se le quita a estos dos cultivos estas pesadas cargas?

Tiene una respuesta: Es el temor a que se siembre menos soja. 

Ese calificativo despectivo de ”yuyo”, tal como la presidente la denominó en su momento, es hoy la más importante fuente genuina de ingresos de divisas.

Con el 35 % de impuesto a la exportación más el total de las sumas impositivas, equivale casi un 70% de los dólares que ingresan a las arcas del Gobierno sólo por el cultivo de soja. Mientras tanto, con ese 30% restante el productor debe hacer frente a los gastos del cultivo, la estructura productiva y vivir.

No es que estemos contra la soja, no podemos negar su importancia, queremos decir que sin impuestos a la exportación, sin cierre de exportaciones, es decir sin distorsiones en los precios, el productor decidiría sin condicionamientos qué cultivos sembrar incorporando las rotaciones que el suelo necesita.

El Gobierno trató de disimular su verdadera intención con anuncios que beneficiarían al trigo y al maíz: bonificaciones por su siembra, devolución parcial de retenciones, otorgar cupos de exportaciones privilegiando a algunas provincias o algunas cooperativas. 
Todas medidas pocos significativas y que ni siquiera alcanzaron a ejecutarse sino en ínfimos porcentajes.

Vale destacar que el Ministro de Agricultura, Julián Dominguez, viajó a la cumbre de ministros de Agricultura del Grupo de los 20 (G 20) donde estaba en juego una disputa entre los países centrales y los emergentes sobre frenar o no los precios de las materias primas. 
La posición Argentina fue contundente: oponerse a que se impongan topes a los commodities. 
Difícil explicación para el Gobierno argentino esta contradicción, cuando en su país desalienta la producción mediante impuestos a las exportaciones y cierres de las mismas. 
Se está cometiendo un pecado contra la seguridad alimentaria por no permitir el desarrollo de todo nuestro potencial en alimentos.

En este sentido, un comentario interesante fue el que aportó la ministra inglesa de Agricultura, Caroline Spelman, al remarcar que “las restricciones a las exportaciones de cereales (como las existentes en Argentina y en Rusia) son parte de la causa de la volatilidad de los precios”. Para bien de nuestro país, el G20 no aceptó la propuesta de Francia de regular los precios de las materias primas. De todas maneras, sería sumamente importante que el Ministro Domínguez defienda en su país lo que expuso y defendió con tanta energía en referido encuentro.

Por otra parte, en la última reunión de la Mesa de Enlace con la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados para tratar el tema trigo, los legisladores oficialistas recibieron órdenes de no concurrir. 
No pueden encontrar explicación lógica al cierre de exportaciones. 
Triste rol oficialista que se niega sistemáticamente a dialogar.

Desde la SRR seguiremos insistiendo por un cambio de esta política agropecuaria, esa es nuestra función mientras se siga afectando gravemente a la producción rural y estaremos donde sea necesario para expresarlo.
 No queremos medidas distorsivas de los precios que disminuyen nuestra producción. 
El campo no quiere privilegios, quiere demostrar su potencial.

Falta alimentos en el mundo, Argentina puede llegar a producir un 50% más en poco tiempo con solo suprimir las medidas mencionadas.

¿Será un crimen no hacerlo?

SOCIEDAD RURAL DE ROSARIO.

domingo, 26 de junio de 2011

Publicado en edición impresa del diario La Nación.Domingo 26 de junio de 2011


Educación cívica que no puede faltar 


en Buen Día Noticia.





Cristina Kirchner, 


¿Es democrática, o monárquica?





Por Mariano Grondona.


Las designaciones de Amado Boudou como candidato a vicepresidente y de Gabriel Mariotto como postulante a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires siguieron un mismo camino: la Presidenta los escogió dentro de su círculo íntimo, sin consultas públicas ni primarias previas y, en el caso del distrito bonaerense, sin un proceso federal. 
¿Qué clase de gobernante es, entonces, Cristina Kirchner? 
¿Una presidenta republicana o una reina absoluta?
En la monarquía (del griego mon, "uno", y arkhé, "poder") el poder se concentra en una sola persona y circula, a partir de ella, de arriba hacia abajo. 
En la democracia (del griego demos , "pueblo", y cratos , también "poder") el poder nace en el seno del pueblo y circula, a partir de él, de abajo hacia arriba. 
El rey Luis XIV destacó la forma absoluta de la monarquía cuando pronunció su célebre frase "el Estado soy yo".
La monarquía y la democracia parecen encarnar los dos polos antagónicos de la vida política. 
Si esto es así en el plano de los principios, la realidad ha admitido diversos matices a través de la historia. 
Ha habido, por lo pronto, monarquías hereditarias y electivas . 
A las primeras también podríamos llamarlas dinásticas porque el poder no se asienta tanto en una persona cuanto en una familia ligada por la herencia. 
Así fueron las monarquías europeas tradicionales, hasta que la "Gloriosa Revolución" inglesa de 1688 y la Revolución Francesa de 1789 abrieron el camino que, finalmente, llevaría a la democracia contemporánea. 
Las monarquías "electivas", por su parte, tampoco han sido infrecuentes. 
El Imperio Romano nunca fue hereditario porque al emperador no lo sucedía su hijo, sino aquel a quien designaba el Senado.
 El emperador, pese a su inmenso poder, no podía cambiar las reglas de su propia sucesión.
Ha habido, entonces, monarquías "absolutas", como la de Luis XIV, y monarquías "moderadas", no despóticas, porque no sólo obedecían a reglas de sucesión que las excedían, sino que debían encuadrarse en el marco institucional de una venerable tradición. Del mismo modo, también hay democracias auténticas a las que llamamos republicanas porque al elegido por el pueblo para ejercer el Poder Ejecutivo lo limitan otros poderes independientes, como el Poder Legislativo y el Poder Judicial y, sobre todo, un plazo acotado de poder, sin que pueda desbordarlo a través del reeleccionismo, mediante el cual algunos gobernantes elegidos por el pueblo aspiran a comportarse cual si fueran reyes. 
Como lo ha demostrado en nuestra América Hugo Chávez, también el gobernante elegido democráticamente puede desviarse en dirección del despotismo , que es un poder sin contrapesos y sin plazos. 
El politólogo Guillermo O'Donnell le ha dado a este tipo de regímenes degenerativos el nombre de democracias delegativas , ya que en ellas el gobernante, una vez elegido democráticamente, sale en busca de un poder ilimitado. 
No todas las monarquías han sido despóticas, pues, ni todas las democracias son democráticas.
 ¿Qué clase de poder ejerce entre nosotros, entonces, Cristina Kirchner?
Si uno se pone a inventariar los rasgos del poder que hoy ejerce Cristina Kirchner, se encuentra con que, mientras varios de estos rasgos corresponden al despotismo de las monarquías absolutas, algún otro encaja todavía en la democracia. 
Podría decirse en este sentido que la decisión que ha tomado Cristina de digitar todas y cada una de las candidaturas oficialistas para las próximas elecciones refleja una voluntad absoluta de poder. 
Es un caso en que el poder discurre de arriba hacia abajo, como en el despotismo, y no como en la democracia republicana. 
En ayuda de esa práctica acude la tradiciónverticalista del peronismo. 
Cuando Perón fundó su movimiento, le puso un principio en el fondo militar: que, habiendo un jefe, nadie podría discutirlo. 
El principio "verticalista" ha demostrado ser muy efectivo porque, en su nombre, los dirigentes kirchneristas han podido traicionar al jefe anterior, caído en desgracia, sin cargo de conciencia. 
¿Por qué, si no, los dirigentes justicialistas, salvo contadas excepciones, han podido pasar tan fácilmente de Menem a Duhalde y de éste a Néstor y Cristina sin que esa noche los desvelara su conciencia? 
Porque el principio verticalista los eximió de toda sensación de culpa.
A este rasgo kirchnerista habría que sumar otro igualmente "monárquico": el protocolo que rodea a los discursos presidenciales. 
Casi todos ellos se propalan por cadena nacional, delante de una corte de aplaudidores cuya misión es celebrar cada frase de la Presidenta, sin que a ella puedan perturbarla ni la conferencia de prensa ni los debates pluralistas ni los reportajes independientes que acompañan a las auténticas democracias.
 Tampoco es republicana la costumbre de la señora de Kirchner de aprobar mediante decretos de necesidad y urgencia (DNU), aquellas iniciativas del Ejecutivo que debería discutir el Congreso, ni la de bloquear la acción de los organismos del control nacidos para vigilar su desempeño, ni el caso reciente, pero no por cierto único, de la corrupción de los hermanos Schoklender ante la distraída mirada de su hasta ayer mentora Hebe de Bonafini y de los ministros y secretarios de Planeamiento que incumplieron su misión de canalizar según la ley los cuantiosos fondos estatales. Es que no hay "presupuesto" sino "caja": miles de millones en manos del Ejecutivo, sin que nadie pueda pedirle cuentas.A estos rasgos despóticos, típicos de las "democracias delegativas", debiera sumarse el rasgo "dinástico" en función del cual Cristina sucedió a Néstor como su esposa y heredera. 
Pero al lado de los rasgos despóticos y dinásticos subsisten otros rasgos democráticos, el principal de los cuales es que el pueblo, pese a todo, igual podrá pronunciar su palabra en la sucesión escalonada de elecciones que nos acompañarán a partir del 10 de julio.
Ante tantos rasgos despóticos, pero ante la subsistencia de un fuerte residuo democrático, 
¿cuál es la forma de gobierno que podríamos atribuirle a Cristina? 
¿Diríamos que es "mixta", con algunos componentes democráticos y otros autoritarios? 
Pareciera que no, porque que la mezcla de los dos tipos contradictorios de atributos que hoy exhibe el gobierno de Cristina, más que responder a un diseño instituicional deliberado, reflejan una pugna necesariamente dinámica entre el despotismo y la democracia en el interior de un régimen político que sólo es por ahora "mixto", democrático y autoritario a la vez, porque se halla en transición .
La Argentina enfrenta un profundo dilema institucional. 
Si de aquí a octubre gana la democracia, el despotismo kirchnerista se desvanecerá. 
En caso contrario, enfermo o no, Chávez nos visitará.
 Este dilema confiere a las próximas elecciones un doble carácter. De un lado, se elegirá a los funcionarios que habrán de gobernarnos. 
Este es el aspecto supuestamente "normal" de lo que ocurrirá en los próximos meses. 
Del otro lado, empero, el pueblo decidirá cuál de los dos principios que están en pugna, la democracia y el despotismo, prevalecerá porque, en tanto la derrota de Cristina traería consigo la plena restauración de la república democrática, su victoria reabriría de inmediato la propuesta, que adelantó el gobernador Gioja en San Juan, de una "Cristina eterna" mediante plebiscito, tal como la definió en su momento, adelantándose afanosa a todos sus correligionarios, la diputada Diana Conti. 
¿Qué tendremos, entonces, por delante? ç
Una "presidenta Cristina", en el tramo final de su ciclo republicano, o una "reina Cristina", dinástica y sin plazos?

jueves, 23 de junio de 2011


El uso de nuestros impuestos.‏





Por José Calero.

Todo sea por la reelección de      Cristina en octubre.
21/06/11El Gobierno arrancó su programa integral de aliento al consumo con el objetivo de contribuir al objetivo central de que Cristina Fernández gane la elección en primera vuelta el 23 de octubre próximo.
Las iniciativas, cuyas partidas presupuestarias ya está delineadas y se nutrirán en gran parte de los fenomenales ingresos por retenciones, buscarán dar un golpe de efecto sobre una asignatura pendiente de la gestión kirchnerista, que ya anunció tres planes de vivienda casi sin impacto alguno.
Para colmo, la decisión de "tercerizar" la edificación de casas en organismos como Madres de Plaza de Mayo, derivó en un escándalo de proporciones aún difícil de mensurar. 

Ese paso en falso obligará al gobierno a ser más riguroso en la asignación de recursos provenientes del esfuerzo de todos los argentinos a través de impuestos que ubican el país entre los de mayor presión impositiva del mundo.Los pocos funcionarios que cuentan con acceso diario a Cristina la vieron entusiasmada con la iniciativa, que podría tener puntos de contacto con el plan "Mi casa, mi vida", que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, acaba de poner en marcha. 
La iniciativa del Brasil tiene proporciones gigantescas, en línea con su población, ya que el objetivo es construir dos millones de viviendas hasta 2014.
En el caso argentino, la expectativa es poder construir medio millón de viviendas en los próximos cuatros años. 

Estudios oficiales estiman un déficit habitacional de dos millones de viviendas en la Argentina, aunque proyecciones privadas consideran que debería sumarse medio millón más. 
En el Tercer Seminario Iberoamericano para el Habitat Popular se aseguró que los faltantes habitacionales afectan en la Argentina a más de tres millones y medio de familias.
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, viene trabajando en el tema, ya que el conurbano es la región con mayor déficit de vivienda en el país. 

Acaba de lanzar un plan para construir unas 5.000 viviendas en el corto plazo, a través de créditos del Banco Provincia por un volumen de 200 millones de pesos, que se elevaría luego a 10 mil propiedades.
Una preocupación de proporciones sacude al gobierno bonaerense sobre la distribución poblacional, ya que no acierta en una estrategia destinada a evitar la migración de los habitantes del interior hacia el explosivo conurbano.
Entre el censo 2001 y el 2010, la población de La Matanza -una provincia en sí misma- creció 36 por ciento, y una de las razones es que es vía de acceso privilegiada, a través de la autopista 25 de mayo, a la Ciudad de Buenos Aires, explicó Santiago Montoya, titular del Grupo Banco Provincia y el hombre que Scioli puso a cargo del Plan de Regionalización.
Desde aquel intento de Raúl Alfonsín de trasladar la capital a Viedma, la ilusión de diseñar un país más federal quedó trunca, y la Argentina se transforma en un país cada vez más concentrado, a tal punto que en la provincia de Buenos Aires vive el 39 por ciento de la población total.
En el caso del gobierno nacional la iniciativa sería un mix entre subsidio de tasas de interés para créditos hipotecarios destinados a viviendas únicas, complementado con planes sociales direccionados a los sectores de menores recursos, aunque la letra chica se terminará de definir en las próximas semanas.
Una de las claves de la iniciativa es que buscará apuntar a la clase media, habitualmente esquiva al kirchnerismo, que como consecuencia del aumento del 16 por ciento promedio en dólares en el precio de las viviendas sólo en el último año, tiene vedado el acceso a un inmueble.
Del total de personas sin casa propia, un tercio necesita tener una vivienda y los dos tercios mejorar la situación habitacional, según estudios oficiales. La pata del plan "Reelección" está también vinculada con mantener aceitado el circuito del consumo, para lo cual se estudian distintas medidas.
La Asignación Universal por Hijo, que actualmente está en 220 pesos, subiría a 250 en agosto, mes en el que se harán las internas primarias abiertas y obligatorias. 

En ese comicio -la mejor encuesta anticipada que haya tenido la Argentina en su historia- Cristina pretende alcanzar un piso del 45 por ciento de los votos y dar casi por cerrado el capítulo electoral.
Sólo una duda deja ese razonamiento: en la Rosada temen que el resultado termine convenciendo a la atomizada oposición de aunar fuerzas, resignar protagonismo y dar una batalla por el 55 por ciento que no votaría a Cristina en octubre. 

Para ello, en el gobierno sobra caja y por eso esperan dar un aumento a jubilados y pensionados, y tal vez anunciar pagos de sentencias jubilatorias en forma más aceitada por parte de la ANSeS.
Para el gobierno, la economía -un sostén clave a la hora de conseguir el favor del voto- no tendrá sobresaltos en el segundo semestre y el país concluirá el 2011 con un crecimiento del 7,5 por ciento.
Pero también hay certeza de que a partir de junio la economía, y en especial la industria, comenzaron a evidenciar un moderado proceso de estancamiento, y por eso no se quiere correr riesgos.
Al fin de cuentas, como admitió la propia Cristina en el 2007 y muchos analistas no advirtieron, el "proyecto de instauración y consolidación de un nuevo modelo" necesita que el kirchnerismo gobierne al menos hasta el 2015.

lunes, 20 de junio de 2011





     Intervencionismo y corrupción.
.                                                       Por Héctor Blas Trillo.



La ciencia económica es considerada una ciencia social y por lo tanto no exacta. 
Como se sabe, existen dos tendencias en el mundo, más o menos definidas. 
Una apunta al intervencionismo y entendemos que es absolutamente mayoritaria, y la otra a la libertad más o menos irrestricta en materia económica.
Las razones por las cuales han proliferado a lo largo de los siglos lo que nosotros llamamos las teorías intervencionistas, se basan en el hecho de que el mercado libre genera al parecer enormes injusticias, y que éstas deben ser corregidas por la acción del hombre, en tanto ser racional.
Frases tales como “el pez grande se come al chico” forman parte del acervo popular y están en el meollo de las razones por las cuales el mercado es considerado, en muchísimos casos, como una suerte de demonio de características etéreas y hasta deletéreas.
Nosotros consideramos que el mercado cuando funciona libremente regula de manera automática los distintos factores, y la distribución de los bienes y servicios se asigna entre la población según esfuerzos y capacidades. 
A la larga o a la corta, son los resultados, en el sentido económico del término, los que deciden producir o dejar de hacerlo, aumentar o disminuir el volumen producido, o buscar variantes mediante innovaciones para mejorar la performance. 
No es este el espacio para ampliar nuestras explicaciones sobre el funcionamiento del mercado, dado que el objeto de estas líneas es intentar explicar por qué el intervencionismo se relaciona tan estrechamente con la corrupción, tal como ocurre en la Argentina de hoy.
Decíamos que el mercado funciona y regula los distintos factores económicos. 
Y agregamos que ello también ocurre cuando priva la intervención estatal.
 Es decir, el Estado no elimina el odiado mercado, sino que altera su funcionamiento originando distorsiones,  reemplazos  e informalidades de todo tipo.
Un producto que sufre el congelamiento de su precio tiende a dejar de ser producido, o a modificar su formato, o a ser reducido su tamaño, o a abaratar su empaquetado, o a venderse en el mercado informal, o a cualquier otra forma que el amable lector imagine como necesaria para cubrir la brecha que se produce entre su precio real y aquel que los funcionarios deciden que debe ser.
Este simple ejemplo puede ser trasladado sin temor alguno a todos los bienes y servicios de una economía, sin excepción alguna. 
E incluyendo la remuneración por el trabajo.Intentar referirnos a la corrupción dentro de la noción intervencionista nos lleva necesariamente a comentar qué ocurre durante la libertad económica.
Más allá de estar de acuerdo o no con la manera en la que el mercado regula las relaciones entre los seres humanos es importantísimo poder separar los actos ilegales, dado que éstos no tienen vinculación con el concepto de libertad de comercio. 
Como por razones políticas o simplemente por desconocimiento suelen confundirse las cosas, es necesario dejar sentado que las estafas, los abusos monopólicos o las “burbujas” financieras nada tienen que ver con la libertad del mercado, sino con actitudes llevadas a cabo por individuos o empresas violando la ley, o inclusive amparándose en leyes intervencionistas. 
La “libertad de ejercer toda industria lícita” no incluye aprietes o carteles, para citar ejemplos.
Ahora bien, ¿cómo son las cosas en el mundo intervencionista? Nos limitaremos a una breve descripción del caso argentino, intentando ser lo menos politizados posible.
El intervencionismo tiene tantas variantes como personas hay en el mundo con ganas de intervenir. 
Como nadie es exactamente igual a nadie, nadie tiene exactamente la misma idea de qué hacer en un momento determinado con las infinitas variables económicas. 
Los países avanzados tienen en general un extensísimo marco regulatorio que tratan de mantener estable tanto como resulte posible, de manera que los habitantes de ese mundo saben más o menos a qué atenerse y el mercado se acomoda a esa situación. Como el intervencionismo implica favorecer a unos en detrimento de otros, como línea general esa manera de encarar la economía hace que los países inmersos en el sistema crezcan menos, pero por regla general no se cae en cambios cotidianos de las reglas del juego, y mucho menos se cae en la arbitrariedad.
Lamentablemente no es lo que podemos decir de la Argentina, donde como todos sabemos un funcionario o dos pueden decidir si vendemos o no, si exportamos o no, cuánto, cómo, a qué precio e inclusive si se nos autoriza o no la venta, según como sea nuestro comportamiento. 
En el extremo, tenemos incluso un secretario de Estado que considera que quien importa por una determinada cifra debe exportar por un valor similar. 
Lo cual viene a significar que no todos los ciudadanos pueden llevar a cabo las compras que necesitan o desean, sino sólo aquellos que hacen arreglos con exportadores para que sus exportaciones figuren a nombre de esos importadores.
Puede colegirse, sin demasiado conocimiento, que todo este entramado de regulaciones, prohibiciones y permisos implica una merma en el grado de avance de la economía. 
Pero también puede uno imaginar que los permisos, las autorizaciones y los cupos, requieren una firma, y que esa firma bien puede ser obtenida si se da algo a cambio.
Todos los controles de precios apuntan a que los bienes y los servicios se vendan a un precio menor al que determina el mercado. 
Toda limitación a las importaciones significa una merma en la competencia y un encarecimiento de los productos fabricados localmente. 
Toda restricción a las exportaciones deteriora la balanza comercial, desalienta la producción de bienes exportables y afecta en consecuencia toda la actividad económica vinculada al mercado externo, mercado que también se ve seriamente afectado cuando se traban las importaciones.
Cuando determinados funcionarios tienen la posibilidad de disponer de recursos públicos para otorgar subsidios de cualquier tipo, es fácil imaginar que tal otorgamiento puede fácilmente tener un precio. 
Cuando tales funcionarios pueden disponer aceptar que un producto valga un poco más, eso también puede tener un precio.
Contar con información respecto de una decisión de devaluación un día antes, puede significar una transferencia de ingresos de millones de dólares en minutos. 
Y así podríamos seguir en todos los rubros que quisiéramos.
Por eso, si acercamos un poco la lupa a lo ocurrido en estas horas con la Fundación Madres de la Plaza de Mayo, por ejemplo, podemos observar claramente como la disposición de inmensas sumas de dinero, por más fines altruistas que tuviera, puede dar lugar a la corrupción más despiadada, si es que se comprueba lo que hasta el momento parece bastante obvio.
El Estado argentino ha intervenido, de una forma u otra, en prácticamente todos los sectores de la economía. 
Pareciera ser que nada funcionaría si no es de la mano de alguna ayuda o colaboración estatal. 
Pero quienes obtienen un crédito blando, una promoción industrial, una limitación a las importaciones de productos que compiten con los suyos, etc. saben muy bien que conseguir la preferencia oficial tiene un precio. 
No decimos necesariamente que ese precio sea en dinero. 
Baste ver cómo se asignan recursos a provincias y municipios amigos, y se es reticente con quienes no gozan de tal amistad. Cómo se persigue a ciertas empresas o grupos empresarios, y cómo jamás se pone la mira en otros.
Incluso en ciertos casos, como la participación provincial en los recursos provenientes de las retenciones a las exportaciones de soja, la preferencia está escrita: quienes adhieren, reciben una especie de coparticipación, quienes no lo hacen, no reciben nada.
La verdad es que en la Argentina tenemos un intervencionismo con un altísimo grado de arbitrariedad, de discrecionalidad. 
Esto genera clientelismo, “capitalismo de amigos”, selección según gustos y pareceres del funcionario a cargo de la firma. Empleos públicos, “contratados” y conchabados en oficinas creadas ad hoc, se multiplican. 
Aún sin querer incursionar en la política como tal, es imposible sustraerse al hecho de que el clientelismo significa repartir recursos entre los adherentes, los familiares y los amigos
La corruptela que todo esto que someramente describimos cuesta al país miles de millones de dólares.
 No sólo por lo que de manera contante y sonante debe erogar el Estado para mantener el sistema, sino por el desaliento que produce entre los inversionistas, tanto locales como extranjeros.
También genera costos la falta de inversiones en sectores claves, como el energético. 
Lo que obliga a importar crecientes cantidades de combustibles líquidos y gaseosos, que deben pagarse a precios internacionales por lo general muy caros como consecuencia de la incertidumbre en el Medio Oriente, especialmente.
El sistema intervencionista genera corrupción, y no solamente entre nosotros. 
Y cuanto más arbitrario y discrecional es, más corrupción. Genera amiguismos, nepotismos y clientelismos de diversa índole. Genera gasto público creciente. 
Genera ineficiencia. 
Genera muchos daños colaterales. 
Pero especialmente genera corrupción.
Nadie en su sano juicio puede esperar que el otorgamiento de un beneficio resulte gratuito. 
No sólo le cuesta al resto de país. 
También cuesta, como decimos, pertenecer al sector privilegiado que recibe el beneficio.
El efecto es, en esencia, letal. 
Por eso en nuestro país aparecen los casos de corrupción que aparecen. 
Y hablamos de corrupción en el sentido más amplio. 
Se corrompe la política, se corrompe la economía, se corrompe la vida misma.
Un párrafo sobre lo que ocurre en Europa. 
Podemos señalar la situación de Grecia, que es hoy por hoy el país más comprometido. 
Pero también podemos hablar de muchos países de la Comunidad Económica. 
La esencia del fracaso es el intervencionismo que, motivado por la política, ha decidido cubrir cada día más de ayudas a todo el mundo. 
El llamado “Estado benefactor” es la pretensión de atender a todos y a todo con recursos públicos que, llegado un punto, no alcanzan. 
Eso lleva al endeudamiento y finalmente a la crisis y al default. 
Y eso a su vez lleva al ajuste, que puede adquirir diversas características. 
Devaluación, inflación, recorte de gastos, etc. 
En estas horas han trascendido las declaraciones del primer ministro británico en el sentido de llamar a quienes no tienen recursos que no tengan más hijos, porque de ellos debe ocuparse luego el Estado.
En el caso argentino, la inflación del 25% anual promedio que estamos soportando, más la presión tributaria más alta de la historia, más la apropiación de fondos de los futuros jubilados (tanto lo acumulado en las AFJP como el aporte mensual corriente), más la utilización de las reservas del Banco Central para el pago de deuda, más la disposición de “utilidades” de dicho banco que en realidad son diferencias de cambio por sucesivas devaluaciones, más la emisión lisa y llana; son la forma de ajuste permanente elegida. 
El intervencionismo lleva a gastar lo que no se tiene porque el reclamo siempre es creciente, y si alguien obtiene algo que otro debe pagar, ese otro intenta pasar al bando de los que reciben. 
Y así hasta el infinito .  http://www.informadorpublico.com/100108.html

sábado, 18 de junio de 2011

                 





El delicioso diálogo a solas de Hebe y Oyarbide



Carlos M. Reymundo Roberts
LA NACION.



Carlos M. Reymundo RobertsLA NACION
Fue un encuentro mágico.
 Los dos lo disfrutaron, más allá de algún tiroteo esporádico. 
Lo que hubo desde el primer minuto fue animus societatis , es decir, deseos de entenderse, de facilitar cada uno el trabajo del otro. 
Hebe de Bonafini y el juez federal Norberto Oyarbide compartieron este lunes, en los tribunales, 15 o 20 minutos de una charla exquisita, en la que los dos dejaron sus almas al desnudo.



Por cierto, lo que fue informado como un acto espontáneo -la presentación de ella como querellante en la causa Schoklender y Madres de Plaza de Mayo- había sido cuidadosamente preparado por Aníbal Fernández. 
Si algo debe agradecerle el jefe de Gabinete a este entuerto es que le permitió volver a tener un trabajo que no sea mandar tweets o aparecer en las radios para hacerse el gracioso o el enojado.
Aníbal ya había arreglado todo con Oyarbide , un juez al que le gusta poner distancia del Gobierno: digamos, 15 centímetros. 
La señora Hebe podía presentarse tranquila, en el despacho de Comodoro Py: la iban a esperar con un café, con algunas preguntas poco comprometedoras y con el ánimo de investigar hasta las últimas consecuencias al malo de Sergio Schoklender.
Oyarbide no podía ocultar su emoción. 
No sólo por conocer a un personaje tan ilustre como la Bonafini, sino porque, por fin, después de muchos años podía investigar algo. 
El juego de mover expedientes, de acelerar y frenar, de acumular causas pero no sentencias, en fin, el juego de hacer de juez sin hacer justicia no es algo que pueda colmar una vocación tan acendrada.Recibió a Hebe paradito en la puerta del despacho, frente alta, sonrisa franca, gesto cómplice.
-Señora, sepa que para mí es realmente un gusto y un honor -le dio la bienvenida, educado y formal.-Hola -contestó ella, que nunca ha tenido en la simpatía uno de sus mayores atributos. 
De todos modos, lo dijo con una mueca tipo Gioconda, lo cual ya es mucho.
Hebe sabe muy bien que si alguien ha prestado sus servicios a la causa nacional y popular de los Kirchner ése es, precisamente, Oyarbide, un juez dispuesto, como nadie, a dejar la piel hasta convertir un prontuario en un currículum.
La señora llegó hasta allí, por lo tanto, bien predispuesta. Pero con la sospecha, es cierto, de que hay ciertos jueces que hoy abrazan una causa y mañana otra, que son abrazadores profesionales, muy puntillosos en la lectura del signo de los tiempos.
Lo primero que quiso conocer la madre fundadora es cómo hace Oyarbide para que todas las causas fundamentales para el Gobierno le toquen a él.
-Usted sabe, señora, es un sorteo... -dijo el magistrado con sonrisa pícara.
-Sí, Aníbal me explicó lo del sorteo, pero, la verdad, yo de informática no entiendo nada.
-Yo tampoco, pero que funciona, funciona, se lo aseguro -volvió a reírse.
-¿Y puede ocuparse de tantos juicios tan importantes?
-No. De eso se trata...
A Oyarbide no le gustó el papel de ser el juez interrogado. 
Pasó a preguntar él, pero con ánimo de congraciarse.
-Mire, señora, yo con Schoklender quiero hacer justicia.
-Y si mejor hace política... -ahora la que se rió fue ella.
-Dígame, Hebe, nunca sospechó de este muchacho. 
Esa fortuna, esa fabulosa quinta de 19 habitaciones en José C. Paz...
-El decía que era una vivienda social.
-¿Y los aviones?
-Es muy puntual: odia llegar tarde.
-¿Y el yate de lujo?
-Me dijo que quería construir casas para desposeídos en el Delta.
-¿Y las deudas con el fisco?
-Bueno, para eso no es muy puntual.
-¿Y las armas que le encontraron?
-Eran para cuidarme a mí de los elementos residuales de la dictadura genocida que todavía están sueltos.
-¿Y todas las empresas que tiene?
-Usted sabe que siempre fue un muchacho emprendedor. 
Desde chico. 
Su hermano Pablo también. 
Y juntos son dinamita.-Hay otra cosa que no puedo dejar de preguntarle: usted primero dijo que este caso era una pelotudez, y unos días después lo acusó a Sergio de delincuente y dijo que tenía que ir a la cárcel. 
¿Qué pasó para que cambiara tanto su opinión?
-¿Usted es juez o periodista? 
¿Quién le paga, quiere decirme?
-Se lo pregunto para orientar la investigación.
-Si quiere orientación, llámelo a Aníbal.
Después, la conversación se tornó más amable. 
Oyarbide habló de allanamientos, de procesamientos y de trámites que la señora no entendió ni quiso entender, y le dijo que se quedara muy tranquila porque todos los indicios apuntaban a Sergio, a Pablo y al amplio grupo que trabajaba con ellos.
-Bueno -se preocupó ella-, no tan amplio. 
No me haga de esto una historia. 
Con ellos dos y alguno más ya está bien.
-Es cierto -respondió el juez-. 
Ya está bien. 
Si usted lo dice, está bien.
Hebe se fue satisfecha, y así se lo hizo saber a Aníbal. 
Le había caído bien ese juez que, al despedirla, la tomó de ambas manos y le dijo al oído sólo tres palabras: "Se hará justicia".Notas relacionadas.
Un departamento que usa Bonafini está a nombre de Sergio SchoklenderCristina cambia perversos por idiotas

Por Una vez, Tratemos de Razonar con Equilibrio, La Elección es Nuestra. . . Mas de lo mismo o el Cambio. De todas maneras, nada puede ser peor.

Schoklender no es el único.


Lo grave NO ES lo que hicieron o no, Schoklender/Bonafini, 
lo único muy grave es que el Estado, haya gastado 1.200.0000.000 de pesos, en el más absoluto descontrol
Los que tiene que asumir el problema como propio son: De Vido, Cristina, Zaffaroni y la Corte Suprema, la UIF que cajoneó un año el expediente, la AFIP, todos los FISCALES, que deberían haber actuado de oficio. En cualquier país del mundo, ruedan cabezas de funcionario a granel, y si es China, Japón, Alemania, más de uno se suicida.
* Lanata, Leuco, Animal Fernández, que dijeron que: “Las Madres no tiene responsabilidad” o “El pañuelo no se mancha”.       HEBE que dijo que era una pelotudez
 Muchos dijeron que algo sabían desde hace mucho tiempo, pero que no hablaban por respeto a las Madres de Plaza de Mayo, ENTONCES SON CÓMPLICES POR OMISION, ACEPTANDO QUE LA CORRUPCION ES PARTE DEL SISTEMA. 
Carlotto dijo que la relación HEBE/SHOKY era simbiótica, es decir que repetía lo incestuoso de la relación con su madre, aceptando que Schoklender es reincidente en su parricidio, porque ataca a su nueva madre.
* Se GASTARON 1.200.000.000 de pesos = 300.000.000 de Dólares, ES DECIR SE AFANARON el equivalente de comprarle un pollo a cada argentino.- Si un tercio de la población está bajo la línea de pobreza, ALCANZARIA PARA TRES POLLOS POR PERSONA POBRE- 
Yo, que soy jubilado con la mínima NO PUEDO comprarme tres pollos por mes, porque es el 10 % de jubilación. Los tres pollos por mes sería la cuota de proteína que se necesitan: 
NO digamos los INDIGENTES que viven de la basura, QUE COMEN LOS HUESITOS que reciclan de la basura que yo tiro. No me importa QUE SCHOKLENDER/BONAFINI, ESTEN INVOLUCRADOS!!!
Por más que Shoky tenga propiedades en Miami y HEBE cuentas bancarias en Caracas, con millones de dólares…
¡¡LO GRAVE ES LA RESPONSABILIDAD de De Vido / Cristina / la UIF Y LA AFIP, QUE MIRARON PARA OTRO LADO. 
Lo ÚNICO grave son los 1.200.000.000 de pesos gastados, 
SIN CONTROL, 
y se distrae a la opinión pública con de los aviones, quintas, y si HEBE afanó o no, si es Sano o no, si la Cortiñas se despega o no.¡¡LO GRAVE ES LA RESPONSABILIDAD de De Vido / Cristina / la UIF Y LA AFIP, QUE MIRARON PARA OTRO LADO. Lo ÚNICO grave son los 1.200.000.000 de pesos gastados SIN CONTROL, y se distrae a la opinión pública con de los aviones, quintas, y si HEBE afanó o no, si es Sano o no, si la Cortiñas se despega o no.Yuri Schimunick

Muchos lectores del Informador Público ENVÍAN COLABORACIÓN EN CUANTO A NOTAS QUE LES PARECEN DE VALOR, Y POR RESPETO A ELLOS ES QUE LAS INCORPORAMOS, SIN JUICIO PREVIO DE VALOR.




La impudicia y 
la justicia.




Por José Antonio Riesco


Los dichos del juez Eugenio Raúl Zaffaroni -para colmo miembro de la Corte Suprema de Justicia y ex presidente de la misma- son parte entrañable de la desvergüenza con que, invocando el cuento del “modelo”, se gobierna a este país como si fuera una toldería. 
Al pronunciarse públicamente sobre la situación procesal de las autodenominadas “Madres de Plaza de Mayo”, y en particular sobre la conducta de su titular, doña Hebe Pastor (ex de Bonafini), la afirmación de Zaffaroni importó, lisa y llanamente, una toma de partido: “No hay que confundir un error con un delito”.
De este personaje hay más de un antecedente. 
Con prestigio como jurista, 
-uno de los motivos, por los cuales Videla lo designó juez- ostenta la paternidad de la cátedra de derecho penal, donde predica a favor de la eliminación del código respectivo y también de las cárceles que, según dice y escribe,“no sirven para nada”Es el supremo sacerdote del “garantismo” que, llevado a sus extremos, se convierte en una alcahuetería de la delincuencia y sin piedad por las víctimas,
                 sean  hombres, mujeres o niños.



El juez Zaffaroni no disimula sus pasiones políticas. 
Quiere para el país un Parlamento a la inglesa y despotrica contra la Presidencia, con ingratitud porque, al menos en estos días, es donde tiene sus mejores amigos. 
Pero va más allá, ya que es público y notorio que trabaja en la campaña electoral para el insólito Amado Boudou, a veces ministro de economía. 
Se lo denunció, sin que lo negara, de haber montado un “comité” en su propio domicilio particular, y de esto sus colegas del Alto Tribunal no se dieron por notificados.
Por si fuera poco, desbordando los fueros, la independencia y pudores de magistrado, cuando estalló el gran escándalo “Schoklender”, sin esperar a que se inicien o avances los sumarios judiciales,
el Dr. Zaffaroni saltó a la palestra. 
Nada menos que tomando partido en el entuerto, y como un caballero medieval acudió a defender el honor de su dama. La Hebe, fundadora, jefa y vocero procaz de una fundación a quien el Estado le confió el manejo de $763 millones, como si fueran chirolas, y que la patota de los “derechos humanos” administró “ad usum nostrum”.
Seguramente el Dr. Zaffaroni tiene en claro que les tiró a los cerdos la dignidad de la Justicia al sumarse mansa y golosamente al furioso operativo marketinero con la consigna de “Salvar a la Hebe…!!” La lanzaron desde la “Corte”, no la preside el Dr. Lorenzetti, sino la élite de ex montoneros que, residentes en la Casa Rosada, rodean y asesoran a la Sra. Presidente. Por eso, si lo de “Schoklender y su Madre” fue un escándalo, la participación en semejante patoterismo por un miembro de la Corte Suprema, multiplica la dimensión del estropicio.                                                                               Del primero serán competentes los llamados “jueces ordinarios” (art. 116 CN), pero del segundo, del que es actor y autor el Dr. Zaffaroni, 
¿quién se hace cargo…? 
Y nada se arregla con eso que se escucha en los pasillos de los Tribunales, sobre que: 
a Zaffaroni “no hay que tomarlo en serio”.


Otros hubo que sí lo harían, aquellos honorables magistrados que en su tiempo presidieron o integraron el Máximo Tribunal:                 Gorostiaga, Bermejo, Figueroa Alcorta, Repetto, Casares, Orgaz, etc. Es posible que si se los interrogara sobre este caso, no dudarían en responder: 
"La Justicia no es perfecta, pero jamás una tilinguería”. Ni qué decir de los millones de jóvenes argentinos que, en el afán de buscar alguna ejemplaridad en los primeros niveles del Estado, acaso tengan la ocurrencia de preguntar: 


“¿Eso del juez de la Corte es lo que manda la Constitución?”