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domingo, 29 de abril de 2012


Ricardo Buryaile.

 diputado
ante el proyecto de 
estatización de YPF.

YPF, 
forma parte de la historia de nuestro país, es una de las construcciones colectivas de los argentinos que más satisfacciones nos produjo y que nos proyectó al mundo como una nación avanzada. 
Vamos a hacer todo el esfuerzo necesario para que esto vuelva a ser así.
La creación de YPF, su consolidación, y el auto-abastecimiento de hidrocarburos fueron logros que enorgullecieron a todos los argentinos; y en esa línea histórica vamos a continuar nuestra lucha por la soberanía energética del país
No participé de la fiesta privatizadora ni fui cómplice de la entrega de YPF, los que si lo hicieron deberían tener la humildad de reconocerlo y no venir hoy a presentarse como recuperadores de lo que ellos mismos entregaron.
Debemos ser honestos con el pueblo. Recuperamos YPF porque forma parte de un proceso que nunca se debió haber interrumpido, pero esto por sí solo no garantiza la solución a los problemas energéticos de nuestro país.
Este gobierno no tiene un programa energético. Les hemos advertido la gravedad de la situación desde hace años, lo ignoraron, lo negaron y hoy buscan un chivo expiatorio a quien echarle la culpa de sus desaciertos.
Hace poco tiempo la Presidente Fernández Kirchner felicitaba a Respsol y a sus nuevos socios argentinos del Grupo Eskenasi por el excelente gerenciamiento de YPF.
Esos “amigos del poder” que compraron acciones sin poner un peso siguen dentro de la empresa, pareciera que ellos no forman parte del problema, o tal vez su participación responda a otro tipo de intereses que no se declaran.
La intervención de la empresa encabezada por Julio De Vido, el principal responsable del descalabro energético que sufrimos, no parece el mejor inicio para la recuperación que todos queremos.
Celebro que las provincias de la OFEPHI tengamos a partir de ahora participación en la dirección de la empresa, espero que esto signifique nuevas inversiones para Formosa, para la creación de fuentes de empleo genuino, para el acceso a una energía más barata y para mejorar en general la calidad de vida de los formoseños.
Tenemos que aprovechar a YPF como una herramienta para equipara las asimetrías entre las provincias de nuestro país y contribuir a desterrar el modelo de centralismo que se ha acentuado en los últimos años.
YPF vuelve a ser de los argentinos, no de un gobierno, sino del pueblo que jamás la abandonó.

Carlos Salvador La Rosa


EL REGRESO DE 

ISIDORO CAÑONES

O 

AMADO BOUDOU.

Historieta o comedia. . . 
verdadera tragedia nacional. . . 

Suele decirse que muchas veces:
la fantasía y la imaginación anticipan
lo que luego será realidad.

En la Argentina , ese papel,
le cabe a la historieta.

Por
Carlos Salvador La Rosa
Sociólogo
 Columnista del diario
 LOS ANDES
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 Mendoza, domingo 8 abril
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El General Perón, 

que - por lógica - conocía perfectamente a los  peronistas, 
solía caracterizarlos - en sus comportamientos invariables - con dos contundentes frases que mantienen total vigencia :

 Primera:

 El peronismo es una bolsa de gatos que si uno la ve desde afuera, parece que los gatos se estuvieran matando entre sí, pero si uno la ve desde adentro descubre que lo que están haciendo es reproducirse.
Segunda:
 El peronismo es una bolsa donde son bienvenidos todos los que pongan algo dentro de ella, pero lo único que no está permitido es sacar nada de la bolsa.
Por eso les va tan mal a los conversos que se hacen peronistas por conveniencia, porque minimizan o desprecian esas dos frases culturalmente fundamentales.

Eso les pasó a los montoneros en los ’70, que cuando quisieron que
 los peronistas se hicieran como ellos en vez de hacerse ellos peronistas,
Perón los echó a puro insulto de la plaza.
O a María Julia Alsogaray, que creyó que el peronismo se había convertido en la vanguardia del liberalismo.
Cuando al poco tiempo el peronismo devino vanguardia de una ideología antiliberal, ella terminó pagando sus culpas y las culpas de todos los peronistas convertidos al menemismo, que, precisamente por vivir siempre dentro de la misma bolsa, jamás pagan ninguna deuda y, además, ya todos eran
kirchneristas.
Ahora es el turno de Amado Boudou, que ni siquiera tuvo en cuenta el precepto que la posmodernidad menemista incluyó entre las frases célebres del peronismo: 

Si se roba hay que robar para la corona y esperar humildemente la recompensa que el rey de turno decida otorgarle al fiel ladrón, mientras que en el caso que nos ocupa el susodicho se cortó solo.
Y eso no se perdona, no se pone las manos en el fuego por el que saca los pies del plato.
Peronismo básico.
Boudou e Isidoro.
De Boudou se dice - tanto en cenáculos K como anti K - que es una especie de infiltrado menemista en el palacio kirchnerista.
Que a pesar de su formal conversión nunca pudo dejar de lado las conductas nocivas de aquellos tiempos.
Pero en realidad Boudou es mucho más que menemista o kirchnerista.
Él es parte del ser nacional de los argentinos, claro que no en su mejor faz.
Él es émulo de una figura clásica de la historieta argentina, de Isidoro Cañones.
Casi, diríamos, su reencarnación.
Patoruzúe Isidoro.
Patoruzú es un cacique patagónico ( perteneciente al pueblo
originario tehuelche se diría hoy ).
Es multimillonario, dueño de media Patagonia y
ultra-nacionalista, lo cual podría remitir a algunas comparaciones con la realidad actual, aunque, por cierto, no todo es comparable.
Patoruzú es - como muchos otros héroes de historieta - tan
invencible como puro, generoso e inocente, pero tiene una debilidad: su padrino Isidoro, el cual no se cansa de traicionarlo o de usarlo para sus propios intereses.
Sin embargo, el indio siempre lo perdona, ante la incomprensión de sus laderos más fieles, que viven advirtiéndole acerca de la maldad de su protegido.
Esos laderos son su hermano menor Upa ( que, como Máximo, no habla o habla mal ), su servil pero incorruptible capataz Ñancul ( igualito a Guillermo Moreno cuando éste se viste de gaucho ) y su nodriza, la Chacha Mama , que siempre le recuerda la grandiosidad de su papá Patoruzek,
exigiéndole ponerse a su altura (una especie de hermana Alicia con pipa ).
La debilidad afectiva de Patoruzú por el tránsfuga de Isidoro es uno de los grandes interrogantes irresueltos de la historieta nacional.
Es como si le sirviera de equilibrio a su bondad frente a la maldad del mundo, ya que Isidoro es un vivillo que se las conoce todas.
Por eso, quizá, Patoruzú le perdona todas.
Isidoro no es un delincuente cabal sino un vivillo oportunista y
cobarde que, a veces, parece tener dudas morales, alguna gratitud con ese indio que trata de rescatarlo de la noche y de la timba, aunque raras veces lo logre.
Sin embargo, más allá de las infinitas interpretaciones, ambos son parte de la mitología nacional argentina en lo mejor y lo peor de ésta.
Y para intentar entender la realidad política actual, quizá sirva
recordar algunas andanzas de tan singular dúo.
Isidoro imprimiendo billetes se saca la lotería.
Revista “Andanzas de Patoruzú”, número 173, titulada “ Embargo internacional ”, de noviembre de 1969 ” :
Patoruzú e Isidoro viajan al imaginario Ducado de Limburgo donde son detenidos porque la Argentina mantiene una deuda con ese país que nunca canceló. 

( ¿ coincidencia con la realidad ? ).
Para no ir presos, Isidoro le ofrece al rey pagarle la deuda creando la lotería del reino.
 Además, se postula para imprimir los billetes a sortear 

( ¿ otra coincidencia ? ) 
y también para sacar del bolillero el primer número premiado... que resulta ser el suyo.
O sea, se saca la lotería con el billete impreso por él y con el
sorteo cantado por él.
El pueblo lo muele a patadas y el rey anula el sorteo (acá
realidad y ficción no parecen coincidir). Sin embargo, al final de la historieta, Isidoro se roba los últimos dineros que quedaban en la quebrada caja del reino, se va con la princesa a Montecarlo y hace saltar la banca, con lo cual paga la deuda que la Argentina tenía con el ducado.
La aventura termina con Patoruzú diciendo:
“ Por lo menos una vez uno ‘e los vicios del padrino sirvió pa’
 algo bueno, po ”.
Otra vez lo perdona y ambos vuelven aclamados y felices a la
Argentina de sus amores.
Isidoro de rey de la noche se convierte en revolucionario.
Revista “Locuras de Isidoro”, número 6, titulada “El Che
Isidoro”, de diciembre de 1968:
Un oscuro personaje contrata a Isidoro como animador de una cadena de night clubs en Centroamérica.
El desconocido en realidad es el testaferro de un tal Pancho
Fidel, jefe guerrillero de una isla caribeña.
Por una serie de confusiones, Isidoro se encuentra con Pancho Fidel, quien lo cree uno de los suyos y lo hace guerrillero.
Isidoro acepta para salvar el pellejo, pero a fin de no
participar en los combates, seduce a las chicas guerrilleras, quienes hacen el trabajo violento por él.
Al final, cuando lo descubren, Pancho Fidel lo quiere fusilar,
pero una guerrillera regordeta - enamorada de él - lo hace escapar.
Isidoro huye pero cuando está a salvo traiciona a la guerrillera
y vuelve a las juergas argentinas.
Isidoro es electo vicepresidente de un presidente patagónico y multimillonario.
Revista “Andanzas de Patoruzú”, número 229, titulada: ¡
Presidente !, de marzo de 1973 :
Isidoro se dice a sí mismo:
“ El indio sin saberlo, sin quererlo y sin proponérselo, tiene
condiciones de líder…

 No estaría mal verlo sentado en el sillón de Rivadavia”.
Y mientras cavila, se hace los rulos:
“ La cantidad de prebendas que yo podría maquinar con el indio en la Rosada ”.
El indio acepta la candidatura y la fórmula resulta ser “Patoruzú presidente, Isidoro vicepresidente”.
La campaña electoral transcurre sin opositores con chances y
Patoruzú gana con más del 54 %.
Así lo dice el locutor de la tevé que anuncia su triunfo:
“ Señores, esto no es una elección, esto es un plebiscito.
Patoruzú gana por excepcional unanimidad; hasta los candidatos de los otros
partidos han votado por él”.

 Isidoro besa en la frente a Patoruzú mientras la Chacha Mama le advierte los riesgos que corre con su vice.
Patoruzú no le hace caso porque sigue creyendo poder reformar a Isidoro, pero - como era de suponer - a los pocos días de asumir, Isidoro falsifica la firma de Patoruzú en un decreto, eximiendo de impuestos aduaneros a los licores y cigarrillos importados para su uso personal.
“ Con esto me paro para toda la cosecha ”, dice.
Cuando el desfalco es descubierto por la prensa, Patoruzú –
indignado - reúne al pueblo en Plaza de Mayo y cachetea al indigno vice ante la multitud 

( acá la historieta no parece coincidir tanto con la realidad ).
Isidoro conquista Mar del Plata y una bella compinche bastante más joven que él.
Fue tan importante la figura de Isidoro en la historieta
argentina que llegó a tener su propia revista, sin Patoruzú.
En ella se cuentan las aventuras de este porteño vivo, quien
transforma a la ciudad de Mar del Plata en emblema de todas sus juergas 

( ¿otra coincidencia ? ).
En la Ciudad Feliz , junto a sus amigos de parranda 

( una manga de vagos, vivillos y oportunistas como él, que viven de la plata de sus parientes y que están a la espera de cualquier oportunidad para enriquecerse sin trabajar ), 
deviene rey de la noche. 
( y siguen las coincidencias ).
Conoce a una chica bastante menor que él, llamada Cachorra, que comparte su filosofía de vida y que defiende a Isidoro en las buenas y en las malas .

( ¿parecida a Agustina ? ).
Isidoro habla en el Congreso de la Nación.
Isidoro y los personajes de la historieta hablan con una jerga
porteña, bien costumbrista: cachafaz, vodevil, mequetrefe, cachivache, bambolla, tirifilo, esbirro, petitero, boite, petrimetre...
Muchas de esas palabras, ya pasadas de moda, fueron dichas por el vicepresidente de la Nación , Amado Boudou, en su alocución de esta semana en el Congreso de la Nación cuando fue reencarnación cabal de Isidoro Cañones.
Salvo que lo que en la historieta es cómico, en la realidad es
farsesco.
Dan más ganas de llorar, que de reír.

viernes, 27 de abril de 2012


UNA CÍNICA CONFISCACIÓN

ADORNADA DE RETÓRICA 

INSUSTANCIAL‏.

Por Carlos Berro Madero.

En los términos del epígrafe se debate la intempestiva “confiscación” de Repsol YPF, ejecutada mediante un acto de disposición amparado… ¡por un decreto de “necesidad y urgencia”!
Parecería de tal manera que muchos argentinos soñaran siempre despiertos, concentrados en la espera ilusionada de que sus tormentos terminen algún día por obra y gracia de la Divina Providencia.
Los políticos que llegan al poder, dignos representantes de nuestra idiosincrasia, exhiben el impacto devastador que tienen los trastornos emocionales “voluntaristas” sobre la claridad mental de las personas.
Muy pronto comprenderemos -ellos y nosotros-, que el zarpazo “nacionalista” dado a Repsol no solucionará ningún problema de fondo de los que decimos “tutelar”, al ser absolutamente improvisado en sus aspectos técnicos y “patoteril” en sus formas. Cuando esto ocurra, será demasiado tarde una vez más.
“La maldad espiritualiza”, sostiene Nietzsche, “y el juicio y la condena morales son una especie de compensación buscada a veces por el hecho de haber sido mal dotados por la naturaleza”.
Como si hubiéramos sido efectivamente “mal dotados”, no conseguimos retornar del idilio que mantenemos desde hace años con una falta de sustancia que le da a los contratos que celebramos el mismo valor de una hoja de papel higiénico.

Muchas de las cosas que atraviesan normalmente el interés de los espíritus más exigentes no nos parecen importantes, en la medida en que no sean percibidas por nuestro afán de “seducción mística”.

Así se comporta al respecto el radicalismo -aludiendo “inflamado” a los años de tradición de su partido-, queriendo desinteresarse de una realidad oprobiosa por un mero cálculo electoral de cara al futuro, en lugar de defender la verdad desnuda. Así lo hacen también otros opositores al gobierno como Proyecto Sur y el Frente Amplio Progresista, con el modesto bagaje de un pasado menos ilustre y un lenguaje esencialmente retórico.
“A las morales hay que forzarlas a que se inclinen sobre todo ante la jerarquía”, agrega Nietzsche.
¿Y qué constituye la jerarquía en los actos de un gobierno?
Sencillamente y en pocas palabras: respetar la letra de las leyes y la Constitución sin usar subterfugios; no tomar disposiciones que puedan dañar la vida y hacienda de los ciudadanos; honrar la seguridad jurídica; establecer una conducta que se sostenga sobre diálogos civilizados; brindar igualdad de oportunidades para todos de acuerdo con su capacidad; desempeñar con honestidad las funciones para quienes resulten designados para ellas; mantener un sistema de elecciones libres y finalmente, hacer un culto del buen funcionamiento de las instituciones de la república.
Cualquiera que se preguntara cuántos ó cuáles de estos aspectos fundamentales han sido respetados por los gobiernos de los últimos treinta años, se sorprendería al comprobar, “blanco sobre negro”, que ninguno o casi ninguno de estos requisitos han sido cumplidos en forma efectiva.
Mientras tanto, la sociedad ha exhibido al mismo tiempo un absoluto desprecio por la “res publica”, como si los argentinos viviéramos en nuestro país como turistas.
La clase política es quien mejor representa esa falta de aptitudes y dedicación para promover los valores que hemos expresado.
Muy orondos al exhibir su propia intrascendencia, nos abruman hablándonos del sentido de sus “profundas convicciones”. Unas convicciones muy maleables que consisten en capturar nuestra atención, para que todos terminemos resultando “presas de curiosidad sumisa” como animales amaestrados.
La moderación se les ha vuelto extraña, y asistimos a la práctica de una desmesura que parece apuntar a lo infinito, pensando que los errores que cometen serán pagados por otros en alguna galaxia desconocida.
Con seguridad, el Senado de la Nación -cuya mayoría se regodea con la declamada “soberanía popular”-, hará honor en pocos días al “ser argentino” en el tema Repsol YPF. Cada bancada “opositora”, cree que se diferenciará de los “bárbaros” kirchneristas apoyando la expropiación de la empresa y proponiendo solamente proyectos “alternativos” que, por supuesto, no tendrán ninguna incidencia en la votación final.
A todos ellos, habría que dedicarles un dicho de la era Clinton, adaptado a este caso: 

“son las formas estúpidos”. carlosberro24@gmail.com

jueves, 26 de abril de 2012


 CEGADOS POR CORTINAS, 


              DE HUMO.

 Por Ernesto Bobek Cáseres.
            Abogado (Justa Causa)
        ebobek@fibertel.com.ar

Si quieres conocer el pasado 
mira el presente, que es su resultado. 
Si  quieres conocer el futuro, mira 
el presente que es su causa. 
(Proverbio japonés)

Mientras el mundo anda a los tumbos por las crisis financieras, el gobierno argentino se siente inmune a los avatares que atraviesan países más organizados y respetuosos de las leyes que el nuestro. 
Pudimos aprovechar esta magnífica oportunidad para aplicar políticas que nos eviten meternos en problemas derivados, por una parte de la más supina ignorancia de funcionarios respecto a la realidad, y por otra de un desinterés en hallar verdaderas soluciones, producto de la exclusiva búsqueda de rédito político.
         Así tenemos el resultado de la inseguridad con cada vez más robos y homicidios sin miras de solución, y entre otros tantos temas la crisis energética, que se traducirá en agravamiento de la crisis económica. La caída de popularidad de la presidente, la llevó a buscar una gesta patriótica por un tema tan justo -como hoy de imposible encuadre- cual es Malvinas. La Cumbre de Cartagena no le sonrió. 
Volvió ofendida y aplicó el Plan B, de expropioincautación de YPF. 
Ambas medidas, enormes cortinas de humo que pretenden tapar otras atrocidades y sacarlas de la primera plana.
         Las primeras reacciones dentro del país le resultaron ampliamente favorables. Así como muchos advertimos que las consecuencias se van a sentir, lo cierto es que a ningún connacional le podría caer mal que YPF sea argentina. 
Pero lo nacional y popular berreta, como la seudoexpropiación a contramano nuestra propia Carta Magna no es siempre lo aconsejable para el bienestar de los argentinos. 
No basta con poner una bandera en cada surtidor y aplaudir. Para que sea un orgullo que una empresa sea argentina, debe ser eficiente. 
O con menos pretensiones, que al menos no sea una carga más. 
Ya para mal ejemplo tenemos a Aerolíneas Argentinas que nos roba más de dos millones de dólares por día, que bien podrían aplicarse a mejorar la calidad de vida de los más necesitados. También eso se lo debemos a Cristina y a las habilidades de “los chicos de La Cámpora”.
         Néstor Kirchner promovió y aplaudió la venta de YPF a Repsol. 
Y desde entonces, durante más de 8 años de gestión kirchnerista, se desoyeron todas las advertencias de desabastecimiento. 
Tanto el ministro De Vido cuanto Daniel Cameron, secretario de Energía, convalidaron al menos desde su persistente ignorancia la catástrofe energética. 
Y digo “al menos”, ya que su accionar contra los intereses de la Nación fue tan grosero que amerita una minuciosa investigación de su patrimonio, además del de todo el gabinete. 
Recordemos que hace un año la Presidente felicitaba a Repsol por su desempeño. Si el descalabro lo armó la empresa española en tan solo 12 meses no debería resultar complicado descubrir un cambio en la administración -hasta doloso-, que la pasara de la gloria a la fosa tan rápidamente.
         Eso sí; tenemos un serio inconveniente. Hay pocos jueces federales. 
Uno sabemos todos que es la figurita repetida todoterreno que favorece al gobierno como sea y cuando sea. El Dr. Rafecas quedó fuera de juego por propia confesión de asesoramiento a partes y debería ser destituido si no renuncia. 
Ya desde hace mucho tiempo se perdió la confianza en los jueces federales, algunos de los cuales reiteradamente demostraron estar alejados de la Justicia. La conformación del Konsejo de la Magistratura también hizo lo suyo, tanto como destruir las bases de la Democracia y la República al permitir a un poder tener supremacía sobre otro.
         Entonces la gran pregunta hoy es: 
¿Ante los escándalos en que se encuentra involucrado el gobierno por temas como YPF, Skanska, los fondos de Santa Cruz, el ferricidio de Once, Jaime, Eskenazi, Antonini Wilson, etc., etc., disponemos de un juez federal dispuesto a cumplir acabadamente con su función, hasta las últimas consecuencias?          Si tan solo dudamos en dar una respuesta rápida y positiva, el problema en que estamos inmersos es enorme. Hora tras hora se confirma que no hay seguridad jurídica, lo que provoca que no confiemos fronteras adentro, y que no confíen en nosotros desde el exterior. Es que las recetas que se aplicaron en los últimos 8 años, son las mismas que fracasaron reiteradamente en tiempos demasiado próximos.
         Con las antipáticas noticias para los bolsillos de los argentinos, como tarifazos e inflación creciente, sumadas a la inseguridad reinante y tragedias que debieron evitarse, entre otros ítems, la presidente precisaba urgentemente remontar su imagen ante la opinión pública. 
Lo logró, de momento, con la “expropiación” de YPF. 
El límite a una buena imagen en nuestro país es el bolsillo. 
Si el gobierno pretende la reforma constitucional para la reelección indefinida propia del modelo antidemocrático chavista, no le queda mucho tiempo.
        Cuando no tan solo el precio de la carne y la yerba sean una bomba en el presupuesto de la gente; cuando se sienta el ahogo en las compras diarias de alimentos, remedios, atención médica, carga de combustibles, el precio de la electricidad y gas domiciliario, gastos para la educación -aún la pública-, para no hablar de esparcimiento y vacaciones, 
los índices de popularidad variarán impredeciblemente.
Y digo impredeciblemente ya que no hay una oposición siquiera intentando prepararse por si debiera asumir el poder.
El gobierno usa un reloj que atrasa más de 30 años. Además, cuando marca las 12 no sabemos ya si es mediodía o medianoche. 
Se perdieron los valores de la honorabilidad y de la corrección. 
Nos mienten arteramente, se nos oculta la realidad con argumentos insostenibles, pero en tanto la gente compre, los políticos de turno seguirán vendiendo fantasías con un costo final lapidario.
Los argentinos estamos dopados y perdimos reflejos siquiera para reaccionar. El país languidece.

La oposición parecería que vive en otra galaxia y descansa. 
¡Pobre República!CABA 25.04.12

miércoles, 25 de abril de 2012


Cristina,

 la izquierda "champagne" 

y la "patriada" de YPF.


Muchos argentinos (¿46% o ya muchos más?) sienten hoy angustia e indignación por la creciente escalada de conflictos desatada por el gobierno. La muestra mas reciente es la actitud “patotera” exhibida por la Presidente -de la que ella reniega expresamente con marcado cinismo-, mediante el envío de un proyecto de ley al Congreso para expropiar el 51% de YPF, luego de semanas de llenar el ambiente de versiones cambiantes y antojadizas para bajar el precio de las acciones de dicha compañía en las bolsas, utilizando el mismo esquema “hostil” que siempre criticó a los “fondos buitres”
Esto no es, ni más ni menos, que una “mascarada” que pretende exacerbar el nacionalismo de algunos idiotas, que todavía no comprenden en qué consiste la diplomacia y para qué sirve, y de paso, tapar con un poco de circo el marasmo económico al que nos ha llevado el gobierno.
No hay duda alguna que estamos presenciando el auge de una asociación cultural “sectaria” que pone de manifiesto sus errores como si se trataran de las mejores verdades: Cristina y sus ¿súbditos? representan el sentido dramático de algunos “paisajes” que seducen a ciertas mentes perturbadas.
“Pretender vivir eternamente y no morir constituye ya un síntoma de sentimientos seniles” decía Nietzche, “y cuanto mayor sea la holgura y la superioridad en que se vive, más dispuesto se estará a arriesgar la vida por un solo sentimiento agradable”. Con el consiguiente peligro personal, añadimos nosotros.
Ese “sentimiento agradable” que incita al “riesgo” a algunos sectores del gobierno, nace en su falsa convicción de haber doblegado la voluntad de la sociedad, lo que los impulsa a tensar cada día más la soga con que la asfixian, pretendiendo someterla a sus exóticas teorías sobre la verdad.
La fecundidad mediocre que emana del exaltamiento de quienes quieren construir un edificio cuya cima consagre su ideología “sublime” (que resulta totalmente inconducente y poco realista, como estamos comprobando), apunta en dirección a un “fin” que consume sus afanes: el dominio total y absoluto de la sociedad.
Habría que recordarles ya mismo que, como sostiene Nietzsche: “no todo final es un objetivo.
EL FINAL DE UNA MELODÍA NO ES SU OBJETIVO: 
y a pesar de todo esto, si la melodía no llega a su final, no logra su objetivo. 
Todo un símbolo”.
Cristina sigue marchando en su carruaje “majestuoso” hacia ninguna parte, en compañía de todos aquellos que le dan “letra”…y la cambian todos los días.
Para entenderlos mejor, hay que recordar que algunos individuos suelen levantar encumbradas torres de Babel, pretendiendo tocar el cielo con las manos desde lo más alto de su propia egolatría, olvidando que todo aquello que asciende más arriba de lo que le permite su naturaleza física sin el apoyo de cualidades técnicas específicas, termina cayendo a tierra con estruendo.
La Presidente y sus imberbes “populistas izquierdosos” no parecen haberlo registrado.
Pero el mundo, ha vivido ya muchas crisis en las que sentimientos endurecidos y aparentemente “inertes” -como el que hoy denota la sociedad argentina-, han resurgido como un fuego incontenible, porque un buen día sienten revolverse sus entrañas ante la magnitud de ciertos atropellos.
La caída del muro de Berlín es un ejemplo clásico al respecto.
“No hay falta sin castigo” dice Balmes, “el universo está sujeto a una ley de armonía inexorable; quien la perturba, sufre. 
A los extravíos del espíritu siguen el pesar y el remordimiento. Quien busca con excesivo afán la gloria, se atrae la burla; quien intenta exaltarse sobre los demás con orgullo destemplado, provoca contra sí la indignación, la resistencia, el insulto y las humillaciones”.
Esto ocurre siempre “a su tiempo y a su modo”. 
Y el tiempo de ciertas crisis es aquel en que “quedan listas” para que termine su ciclo, por la exageración de quienes las provocan con su impericia.
Estas reflexiones son filosóficas, es cierto, pero la filosofía es la que nos indica siempre la razón de ser de la existencia humana; la que cuando todo parece estar perdido, nos muestra su claridad para advertirnos que todos terminamos encontrando un vengador para nuestros desvaríos. 
ESE QUE NOS IMPONE LOS RIGORES DE LAS “VERDADES SUPERIORES”, QUE DOMINAN FINALMENTE AL INDIVIDUO POR SOBRE SUS DESEOS.
Esto ocurrirá tarde o temprano con el gobierno.
Cristina, “empantanada” en los meandros de sus cavilaciones, deja entrar únicamente por las rendijas de su encierro los “gorjeos” de una juventud sin mayores méritos que, fiel a su inconsistencia, bate los parches de una guerra celebrada en salones donde se bebe champagne y conviven elegantes corbatas con negras camisetas de cuello redondo.
Las torres de Puerto Madero son un símbolo del progresismo burdo de “La Cámpora” y su jefe Máximo, que teje laboriosamente el aumento de la fortuna que acumuló su padre en vida, mientras ¿dirige? una orquesta de músicos que interpretan la “partitura” oficial.
Todos ellos, llevan cientos de horas abrevando en lecturas desvariadas donde el primer lugar está ocupado siempre por los que creen –como ellos-, que son quienes tienen la “precisión” necesaria para alumbrar la aurora de una “nueva política”.
Su lenguaje, impreciso y grandilocuente, está plagado de frases hechas y vaguedades conceptuales, donde la “soberanía cultural”, las “reservas estratégicas”, la “voz de la gente”, “la redistribución de la riqueza” y otros etcéteras, no son más que burdos pretextos para mantenerse en el poder a cualquier costo, arrasando con las voces opositoras al “sistema” y enriqueciéndose escandalosamente, como prueban las denuncias que siguen cayendo como peras maduras.
El influjo de las pasiones desatadas por la sociedad enfervorizada de la Presidente y sus “visionarios” –entre quienes parece primar además una cierta cuestión “estética”-, quiere impedirnos a toda costa que sepamos la verdad que ocultan.
Para ello, falsean, tergiversan y especulan sobre todo. Olvidan que únicamente la razón se hace cargo de todo lo que puede dañar o favorecer al hombre, mientras que la pasión solo sostiene “mecánicamente” las utilidades del momento, 
SIN PODER HACERSE CARGO DEL PORVENIR.
Todo esto parece abstracto en la medida que no se advierta la estrecha relación que guarda con los acontecimientos que enfrentamos: el desborde total de quienes quieren “vengarse” de una sociedad que parece ignorar sus pretensiones.
¿Y cómo hubiera podido no ser así, si resulta claro que las instituciones de una república no deben asentarse nunca sobre el resentimiento, el fanatismo y la imprudencia?
Cistina y su “corporación” (que quizá quepan en una “mini van”), quieren impedir que sus planes afiebrados caigan en “malas manos”. 
Y malas manos son para ellos todos los que piensan de manera “diferente”.
Dice Balmes: “El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a los otros. Rara vez se da exacta cuenta del móvil de sus acciones; y, por esto, en las virtudes más acendradas hay algo de escoria”.
Lo malo de esta sociedad ideológica de “intereses” a la que nos referimos, es que parece esconder más escoria que la que debería tolerarse.
Cuando el recipiente se haya llenado, habrá llegado el final. Mientras tanto, los miembros de esta “logia” avanzan a paso redoblado en un escenario plagado de “aventuras”, donde se desprecia a un enemigo que por ahora permanece a la distancia. Un enemigo que no ha muerto, ni desaparecido: el hombre del común. 
Ese que en algún momento, como en tantas otras épocas de la historia, dirá ¡basta! por los medios que tenga a su alcance.
Lo único que resta por ahora, es imaginar de qué modo ocurrirá y quiénes serán, además, los primeros “sublevados” dentro del mismo gobierno.
carlosberro24@gmail.com

¿BOUDOUGATE?

    Por Ernesto Bobek Cáceres
          Abogado (Justa Causa)
          ebobek@fibertel.com.ar
           El tema que preocupa -y mucho - al gobierno es el del vicepresidente y su eventual responsabilidad en hechos de corrupción vinculados a Ciccone, Vanderbroele y Cía. Lo que necesitan imperiosamente es sacar el tema de la primera plana de los diarios. Pero se les complicó, ya que cuando aparentemente le soltaban la mano a Boudou, vino la orden de respaldarlo a muerte.
            Es precisamente esa impronta la que siguió generando primeras planas. Es que ni el kirchnerismo ni el cristinismo aceptan el reconocimiento de responsabilidades o culpas. La única verdad es la palabra del gobierno; todo lo demás son mentiras propaladas por “las mafias” o por quienes intentan desestabilizar al gobierno.
            Y para respaldar a Boudou comenzaron por tirar munición gruesa al juez Rafecas. Los jueces hablan por sus sentencias. Este conocido dato no fue oído por el magistrado. Tuvo que reconocer que cambió mensajitos de WhatsApp con 

un abogado conocido de muchos años, quien sabía estaba por 
la defensa de los imputados, y alegando que lo hizo porque creyó que la causa era una creación mediática. En realidad una pésima interpretación del Dr. Rafecas, porque ya sin importar los hechos que surjan de la investigación, ningún magistrado puede ni debe comentar pormenores de una causa bajo su investigación.
            No importando las posiciones políticas que cada uno pueda apoyar, el Dr. Rafecas debería dejar la causa. Lo tragicómico es que quien exige que lo haga son quienes están por los imputados, cuando el juez, -según sus propios dichos- había supuesto una posición de inocencia presintiendo o presumiendo que el tema era mediático. El problema con el ejecutivo, fue ordenar los allanamientos solicitados por el fiscal, Dr. Carlos Rívolo, un funcionario ejemplar que debe seguir en la causa por el bien institucional del país.
            El desmadre dentro del cristinismo llegó al extremo de cortar la cabeza de Esteban Righi. Lo más acertado es pensar que se le critica que como jefe de los fiscales, no los disciplinó lo suficiente como para evitar las medidas que resultaron tan esclarecedoras como inconvenientes.
            Esta circunstancia, se suma a la adjudicación del 30 % de los billetes a imprimirse a Ciccone Calcográfica, pese a las fundadas sospechas de corrupción. Por si fuera poco la empresa por sus nuevas deudas, quedó legalmente marginada a tal efecto como proveedora del Estado. Ya no solo resulta preocupante la forma alevosamente irregular en que levantó la quiebra. No hay precedentes de tamaño desprendimiento por parte de la AFIP, ni siquiera de la antigua DGI.
            Y, dos más dos son cuatro; la pregunta del millón es: ¿Estamos ante un Boudougate, o no es solo el ya no tan Amado quien orquestó lo acontecido? 

Muchos sostienen que el guitarrazo ambulante Boudou no tiene la capacidad para orquestar tremenda maniobra que dejará a los hoy desconocidos propietarios de la calcográfica unas ganancias desorbitadas. 
Me atrevo a decir que le saldría más barato al Estado mandar a imprimir los billetes en otro lugar, dentro o fuera del país y pagar un subsidio a los empleados de la imprenta, para no perjudicar “las fuentes de trabajo”.
            Estamos ante una enorme mentira. Con el cuento de las fuentes de trabajo, habilitamos a una imprenta que no existe, salvo por sus maquinarias que bien pudo decomisar el Estado 

en pago de parte de su deuda. ¿Qué le debemos los argentinos a Ciccone Calcográfica sino impuestos derrochados? 
Algo huele a podrido, y no en Dinamarca.
            En medio de tanto dislate, la presidente optó por dar una conferencia (nunca de prensa) a su séquito de adulones, incluido el aplaudidor y sonriente Amado, hablando de créditos para compra de camiones. Se sabe que Ciccone se hará de una fortuna por la impresión de los billetes. ¿El crédito de los camiones, es por una suma similar como para omitir en la agenda presidencial siquiera referirse a lo que vergonzosamente está pasando en el país? El tema tiene trascendencia internacional. Y entre tanto Boudou sigue aplaudiendo como foca y a las groseras risotadas que la gente siente que le van dirigidas como burla desde una infame impunidad.
            ¿No podría al menos Boudou guardar la compostura 
que su cargo requiere?   ¿Podrá la presidente dar una verdadera conferencia de prensa refiriéndose al tema de primera plana contestando los requerimientos periodísticos? Antes de que algún desprevenido lector siquiera piense en una respuesta, le adelanto que NO. Jamás lo hará pese a su facilidad de palabra. No podría contestar las más lógicas preguntas dirigidas a ella 
sin atacar al pretenso imperio de los medios que horadan la “impecable gestión” del ejecutivo.
            En tanto, en el camino quedan los robos, secuestros y asesinatos de ciudadanos por un auto viejo o una moto; también los de policías que caen como ratas en cumplimiento del deber ante bandas mejor armadas y equipadas.
            La inflación hace estragos. El secuestro de las reservas del BCRA es solo la punta del iceberg. No tenemos carne a precios accesibles para la clase media; ni hablar de las clases necesitadas. Tenemos instalada y por tiempo indefinido una crisis energética producto de la falta de políticas proactivas. Todo es amiguismo. Todo es discurso único.
            Como corolario: El vicepresidente reconoció haber intermediado para favorecer a terceros de su entorno. 
De los allanamientos, surge que él mismo se encuentra implicado, al igual que sus socios en varias empresas. 
¿Cómo explicar que en otras latitudes el funcionario corrupto descubierto sale eyectado en forma inmediata, y en nuestro país saca tentáculos y se enrosca a su cargo como pulpo, a la espera de que un juez funcional lo sobresea sin siquiera leer de qué se trata? 
 CABA 13/04/12

martes, 24 de abril de 2012


Decálogo del Funcionario Público .

Righi advirtió:

"Lo que corresponde es que cada protagonista explique su comportamiento en el ámbito previsto en el derecho vigente, donde inexorablemente se demostrará la falsedad de las afirmaciones e imputaciones con las que se me ha agraviado".
"Aunque la posición que ostento me confiere estabilidad y fueros sólo removibles por juicio político, no dudo en renunciar a ambos pues nada tengo que ocultar", sostuvo Righi, un hombre muy cercano al ex presidente Héctor Cámpora en los 70 y militante kirchnerista de la primera hora.
"No creo posible desempeñar honrosamente una alta función pública si al hacerlo se compromete el propio honor o la honra familiar. La defensa del interés público y de la honorabilidad personal jamás deberían resultar incompatibles. Por el contrario, son premisas que se integran, se complementan y se fortalecen recíprocamente. Mi conducta personal jamás se ha apartado de ese punto de vista y también por eso considero llegado el momento de poner fin a mi desempeño":

sostuvo Righi en su carta de renuncia a la Presidente.

domingo, 15 de abril de 2012

EDITORIAL.  
EL INSANABLE  
“SÍNDROME DE GAVILLA”.
por  el Lic: Gustavo Adolfo Bunse.   
10 ABRIL 2012.

El terrible esfuerzo para el cuento
… y el trabajo duro de mentir
el arduo rigor… del falseamiento
y el  yugo de sofismas  absolutos…
nos muestran …ser los  pobres sustitutos
de una  falta… lastimosa… de talento           

(G.A. Bunse  “Poemas de la Argentina trágica”)

Cuando uno mira al trasluz… detenidamente… a quien sin dudas ya ha ganado el cetro como “el  gobierno más corrupto de la historia nacional”  puede ver  un tropel … y una gritería…
Una desbandada de ladrones…. que tienen un perfil desopilante :
No huyen escapados del brazo de la justicia…
 No.    Esta es… justamente… una parte principal de la saga.
Hacen otra cosa distinta :
Se juzgan mutuamente en el cloacal escenario ético  de su microclima de ladrones…  por cuanto uno se la sacó a otro… o ese otro… no la repartió con quien debía,  o acaso este último… se la estaba llevando sin avisarle nada  a nadie.

El que se va… no es porque se haya hecho con él…  una limpieza formal de los corruptos.    No.       Es echado… por otros tan corruptos como él… que no le admiten inmiscuirse en los latrocinios de escala.
Y cuando caen los deshonestos …  pendulan entre dos extremos…
 O siembran el estrépito para caer.
 O  hacen silencio apostando al olvido…
 Honorablemente,  no se van.         Sostienen hasta el fin… su acrobática inversión de los valores éticos. 
 Hay una perturbación del juicio que les impide medir el bien y el mal con el cartabón aceptado por la ciudadanía.
 Jamás en la historia… hubo un cambio de último momento en el espíritu de un indecente, … jamás hubo un gesto de auténtica nobleza.   
 Transidos de miedo… van al cadalso con gesto plañidero, suplicándole al verdugo…     O se retiran a empellones profiriendo amenazas y un rosario de inventos de último momento… lo cual mantiene llamativamente viva, la originalidad variopinta de su farsa.
 De sus secretos… vomitan todos los que recuerdan para establecer una especie de escarmiento compensatorio….. Quieren llevarse de la manga a quien sea…                      Y es por esa razón… que mezclan allí… verdades con mentiras.    Pero es seguro que revelan ese día… considerable cantidad de verdades sólo para avisarles a sus pares lo que saben 
Hasta último momento… suelen ser un muestrario escalofriante de revelaciones de su complicidad y de conductas sin el menor escrúpulo.
 La clemencia que piden para ellos… con un rosario colgado al cuello, es una grotesca obra de hipocresía… que creen … les está saliendo bien.
Ignoran incluso,  en su tonta soberbia de alcantarilla, que nadie dice nada y  que todos callan en derredor suyo, seguramente paralizados por la vergüenza ajena …  viéndolos en esa contorsión tan barroca, sin la menor elegancia… torpe y no exenta de ridiculez.
Una ondulación aérea de mediocridad… a baja altura. 
Aquí…  ya no se necesitan demasiadas señales más.
Todo promete ser igual o peor. Sin el menor escepticismo, eso es lo triste                
Digámoslo claramente :
En esta película… de la gran ridiculez espiralizada…   saltan los jueces por los aires a borbotones… embarrados hasta las orejas algunos… avergonzados los otros… puestos en el cepo del apriete los que se descuidaron.
 Luce como  el clima de una vulgar recua de pillos… cuando se produce -  - entre ellos -  una mejicaneada.
 Pero es nada menos que un síndrome …  un conjunto de síntomas y signos… que prefiguran la gran enfermedad   “el síndrome insanable de gavilla”
Todo promete proseguir,…  en este trágico subsuelo moral de sus decisiones,  con rumbo a los mismos destinos de irregularidad, … con los  mismos personajes, con el mismo nivel de latrocinio y con la misma mediocridad política,  desmoronada sobre nuestras conciencias cada día.
Muchísimo peor aún :
Lo que se advierte hoy… en la gavilla… es una profundización enfática de los vicios y una impune dilación en allanarse a aceptar que el mundo no perdona los errores, …     Y mucho menos ha de perdonar… la impía acumulación de tanta salvajada de insinceridades.
Todo,  va a seguir luciendo los perfiles que van recto a un desastre.
La gavilla… usa como raro uniforme… una calavera reluciente… que enarbola y sostiene en el aire para advertirle a su ex compañero de robos 
Acusan de mafioso… a un mafioso como ellos… y lo hacen como es lógico… con el procedimiento más mafioso que conoce.
…Un mecanismo de aprietes que se desarrolla siempre con ese objeto.
Agazapados, sacan a relucir las pruebas, fechas y hasta grabaciones que cada uno, tiene del otro …     Veloces como el rayo tratan de adivinar de que lado viene la guillotina…
Como saben que no hay mucho tiempo…  miran el reloj y hacen lo de siempre :   amenazan con el estrépito
Véase pues la originalidad :   Corrompen a la corrupción. 
En matemática …se diría que…  inventaron el logaritmo corruptivo.
Esto es así :  
A los corruptos se les ordena venderse a alguien más corrupto y así sucesivamente hasta que se configura la famosa  escala de mérito corrupto.
Es una especie de grandiosa aquelarre … donde las propias brujas son las que salen corriendo de miedo…. cuando en verdad son ellas las que deberían promoverlo.
Desvencijados y confundidos… cometen hoy errores tan gruesos en los cálculos que ya… hace bastante tiempo… le apuntan al cura y le pegan al campanario. 
Arquitectos del robo de los infradotados… enfundan sus armas… a las apuradas… y al hacerlo… se pegan un tiro en la ingle.
Denuncian candorosamente que los fueron a coimear… aceptando con ello (como mínimo) que se los reconocía pues, como único vehículo de la gestión… y así… terminan pegándose el cucurucho en la frente…
Del miedo que los embarga…  entran “pasados” a cualquier curva… y terminan formando parte del paisaje.  Colgados de un árbol.
Ni estos, ni otros diferentes a estos… han de enjuiciar la formidable trama de irregularidades inexplicables que empezaron hace rato a salir a flote durante esta gestión…
… desde el incremento patrimonial astronómico …  hasta la destrucción de la seguridad pública y de la defensa nacional.
Un espectáculo… ante un mundo… que confirma su sospecha sobre la inseguridad jurídica y su sostén primario :    la genuflexión de una parte notable del empresariado … al que… cualquier colectivo… lo deja bien.
Es la demolición institucional sistémica, el incendio del texto de la Carta Magna, el burdel parlamentario, la promiscuidad seudo banderiza de un peronismo de mil caras... que existe sólo como excusa para robar de distintos modos y la complicidad de casi todo el “corpus” de los tres poderes del Estado.
Igual o peor será… la formidable desidia investigativa de cualquier delito gubernamental, la elucubración malsana del populismo subsidiador y prebendarlo… y la abierta connivencia con este terrorismo encorbatado…    
Todos los días.. sólo para defenderse… los discursos monocordes, acusatorios y su repetida retórica vacía… iridiscente … plena de vapores insustanciales.
Y el panorama tétrico de ver como se arrojan de los techos y de las ventanas, como en un incendio…. prefiriendo el vacío a las llamas… prefiriendo el estrépito del golpe,  al olvido de las cenizas.  
Y precisamente por esa gran desesperación … terminan estrellándose sobre la propia ciudadanía.     Es la enfatización de los símbolos paganos por encima de las realidades que los sustentan.
Por eso, un poco antes de aceptar que rueden sus cabezas… y para esquivar el castigo …  la gavilla… autodepurada… relanzará su quincuagésimo mandato … parada sobre las arcas del Estado
 Lic Gustavo Adolfo Bunse
 gabunse@yahoo.com.ar
EL DESBARRANQUE PSICOLÓGICO DE BOUDOU.
Por: Carlos Berro Madero.
Algunos individuos suelen “calcular” sus palabras a fin de que resulten atractivas para quienes les oyen, sin apercibirse que las mismas producen simultáneamente el efecto de encontrar en ellas abundante material que evidencia que están faltando a la verdad. 
En ese desliz parece haber caído Amado Boudou.

Por otro lado, existe en ellos un instinto espontáneo que los lleva a intentar una huida neurótica de las crisis generadas por ellos mismos al no poder controlar su precariedad esencial.
En esos términos hay que encuadrar su “conferencia-monólogo” de prensa reciente, donde intentó aclarar su ¿NO? participación en los cargos que se le imputan por tratar de favorecer a la imprenta Ciccone en la trama de empresas “fantasmas” y monotributistas millonarios que pusieron su dinero al servicio de una rehabilitación irregular de dicha firma comercial.
Para Boudou la vicepresidencia ha resultado ser un premio excesivo para quien no tiene un vuelo espiritual que le permita soportar la realidad sin “restricción” alguna, por no haber entendido que llegó a su sitial “de carambola”: por su carencia de virtudes específicas no hubiera debido ser seleccionado para ciertos cargos públicos relevantes.
La verdadera responsable de esta designación, Cristina Kirchner, se ha comportado siempre hasta hoy como una verdadera reina plebeya. Sus actos de gobierno llevan un sello “ceremonial” arbitrario, que termina impregnando negativamente muchas de las decisiones que toma.
La designación de Boudou fue inoportuna, porque la esencia insustancial del elegido impidió cualquier intento por dotarlo de algún tipo de fortaleza: el actual Vicepresidente ha demostrado ser políticamente inhábil, socialmente frívolo y tener un curriculum vitae intrascendente.
No hay manera de disimular los efectos de quienes carecen de libertad “psicológica” para afrontar las dificultades inherentes a un cargo que no merecen y los somete a afrontar evidencias de una realidad que rechazan por su torpeza.
Por otro lado, ha quedado en claro que Boudou no tiene envergadura personal ni preparación adecuada para comprender la magnitud de su insignificancia.
Sus denuncias “defensivas” de estos últimos días, efectuadas como si revoleara una media de mujer llena de estiércol por el aire, son una consecuencia de lo expresado. La política, aún en los casos más extremos, suele manejarse siempre respetando ciertos códigos.
Su precariedad y ambición personal permanecían ocultas hasta hoy en medio de las tinieblas de su irrelevancia. Era y es un mero alfil en un escenario montado por la Presidente para expandir sus enfermedades incurables: no saber, no querer y no poder.
No saber cómo se gobierna con un mínimo de coherencia y sensatez.

No querer hacerlo respetando las instituciones y una cierta lógica “académica” de la política.
No poder dominar el genio maléfico de una soberbia que está produciendo grietas irreparables en su psicología personal.
Tanto Boudou como Cristina parecen ignorar que los tres elementos constitutivos de la existencia humana, “espiritualidad, libertad y responsabilidad”, son tres fenómenos primarios e irreductibles del ser humano. Tanto es así, que en el psicoanálisis se procura “convertir” la voluntad en “instinto” y el “querer” en “tener que”, para poder explicar a las personas el sentido del “deber ser”. Nada de todo eso resultó una preocupación para Cristina cuando sumó al atolondrado “play boy” del subdesarrollo a su elenco de “preferidos”: Boudou representa ser un emergente de un capricho “imperial”.
Como todavía el gobierno conserva algo de poder, quizá pueda “salvarlo” aún de sufrir sanciones legales por los temas que lo han puesto contra la pared, pero el peor de los castigos ya ha caído sobre él y está representado por el manto extendido de la sospecha y la condena popular.
Lo negativo para la Presidente es que no se ve por el momento cómo podrá enderezar su “metida de pata” emocional y caprichosa. 
Es muy probable que el costo a pagar sea caro para ella, generándole un efecto “catarata” de consecuencias impredecibles y desate una verdadera lucha “fratricida” en su círculo íntimo.
Finalmente, y utilizando las palabras de Ortega y Gasset, se nos ocurre decir con él: 
“Bueno fuera que estuviésemos forzados a aceptar como auténtico ser de una persona lo que ella pretenda demostrarnos como tal. 
Si alguien se obstina en afirmar que cree que dos más dos igual a cinco y no hay motivo para suponerlo demente, debemos asegurar que no lo cree, por mucho que grite y aunque se deje matar por sostenerlo”.
carlosberro24@gmail.com