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lunes, 29 de septiembre de 2014

La Ley, es Ley.

2014



Desacato 

Buscado 



Encontrado

Por :

Ernesto Bobek Cáceres.

Abogado ( Justa Causa )


La búsqueda de la declaración de desacato por parte de nuestro propio gobierno podrá dar lugar a las interpretaciones y elucubraciones más variadas. Pero si algo resultaba indiscutible y evidente es que sabían que el accionar de las autoridades argentinas obligaría a Griesa a proceder como lo hizo.

Griesa es juez, y se atuvo a lo que dice la ley para fallar como lo hizo oportunamente. La Cámara de Apelaciones intervino y le dio la razón. Y podemos afirmar que la Suprema Corte de los Estados Unidos ratificó lo actuado al resolver que no le correspondía intervenir.

Cuando el gobierno sustituyó unilateralmente al agente de pago de 1300 millones de dólares a un grupo de fondos -buitres, conejos o tarántulas- contrariando lo resuelto por el juez natural competente por elección de nuestros gobernantes en 2005 y 2010, pateó el tablero. El pesado tablero de plomo cayó sobre la cabeza de los argentinos.

Era sabido que sustituir al BONY por Nación Fideicomisos SA como encargado de formalizar los pagos acarrearía consecuencias. Lo obrado por Griesa no puede sorprender a nadie ya que resultó previsible y hasta lógico, sin importar si nos parece justo o injusto, sin nos alegra o nos pone tristes. El tema excede el marco de lo opinable ya que el juez cumplió lo que manda la ley. Y en los países de instituciones consolidadas, la ley se cumple inexorablemente. Es una de las bases de cualquier sistema democrático que se precie de tal.

Agraviar y rotular a quien debe juzgarnos -no porque le plazca sino porque le compete, y con nuestro propio aval- no resulta una práctica feliz. Griesa no aplicó multa alguna. Pero default más desacato, -ambos oportunamente evitables- traerán consecuencias sobre el bolsillo y bienestar de los argentinos a través de una acendrada merma de nuestra vinculación comercial con el mundo. Se perjudicará la importación y la exportación. Necesitamos de ambas. Somos un país con buena gente; lástima que quienes dicen gobernarnos desentonan.
CABA, 29 de septiembre de 2014

domingo, 28 de septiembre de 2014

¿La Locura ?

2014


Ya sé

que

estoy,


piantada ...

Por :

Enrique Guillermo Avogadro.
Abogado,

“No te compadezcas de ti mismo; 
eso sólo lo hacen los mediocres”.

Haruki Murakami.


Que la Presidente está insana ya es algo que nadie duda, salvo los adocenados chicos criados en los feed-lots de La Cámpora. Ni siquiera los aplaudidores seriales creen ya en que todo lo que se está haciendo forma parte de una estrategia lúcida y fenomenal nacida desde las capas más profundas del cerebro de la viuda de Kirchner.
 Esta semana, cuando se conocieron los nuevos requerimientos que se han dispuesto para quienes pretendan viajar al exterior, una amiga residente en el exterior me escribió preguntando, como lo hice yo mismo la semana pasada, hasta cuándo los argentinos, dócilmente, soportaremos que se nos siga llevando, a los tortazos, por la senda del fracaso y de la tiranía que inaugurara el finado Chávez en Venezuela. Quiso saber por qué los dirigentes, sean políticos, militares, sindicalistas, empresarios, productores o banqueros, o la misma ciudadanía, viven aterrados ante una Presidente totalmente demente que, convertida por las urnas en un cuatro de copas, sigue conduciendo la Argentina como si todavía tuviera en la mano el as de espadas.
Parte fundamental de esos retrucos que lanza la Casa Rosada será el proyecto de Código Civil que la próxima semana aprobará el Congreso, y al que la sociedad da tan poca importancia, pese a la enorme trascendencia del tema; la falta de reacción es un subproducto más de la falta de educación y de la ignorancia que padecemos, por obra y gracia de tantas administraciones populistas.
 Claro que el elenco de funcionarios que la acompaña no se queda atrás. Koki Capitanich, el Canciller ex-Twitterman y el Ministro de Economía Bambino Kiciloff, que forman el estado mayor del frente para la derrota del Estado, se muestran interesadísimos, para ocultar los fracasos de su jefa, en crear enemigos externos entre quienes debieran ser nuestros amigos naturales, como Estados Unidos, Brasil, Chile, Uruguay y Europa Occidental, mientras nos alinean con países tan estrambóticos y extraños a nuestros intereses, como Irán, Rusia, Venezuela y hasta China, a quien esta semana el Congreso le autorizará la instalación de una base científica o militar en la Patagonia, sobre un acuerdo que le es desconocido.
 El calificativo que aplico al estado mental de la viuda de Kirchner ya no necesita prueba alguna pero, si se la requiriera, bastaría con leer la ininteligible catarata de "twits" que envió mientras regresaba a la Argentina desde Nueva York, donde no dudó en acusar de terroristas a la Justicia norteamericana y a los fondos buitres, incluyendo al Presidente Obama; criticó, nada menos que desde la ciudad que sufrió la caída de las torres gemelas, la forma poco humanitaria en que fue, finalmente, abatido Osama ben Laden. Me precio de ser medianamente inteligente y, en general, estoy bien informado, pero no conseguí entender a qué se refería en sus mensajes electrónicos ni, menos aún, qué quiso decir a su tropa; palabras sueltas, inconexas, incomprensibles, fueron la característica general de esa insana diarrea.
 Los argentinos siempre hemos sido muy proclives a las teorías conspirativas pero la gran viuda nos supera a todos. Porque, reconozcámoslo, hablar de un complot contra su exitoso "modelo" de desarrollo desde las Naciones Unidas con tan amplio espectro de integrantes, nos supera por lejos; baste con recordar que dijo que nada menos que Alemania es un país cooptado por los fondos buitres, y que la Administración de los Estados Unidos contribuye al no interferir en las decisiones judiciales.
 Lo verdaderamente negativo para todos es que los conjurados en su contra tienen cada vez más éxito. La economía de nuestro país continúa su marcha descendente y nadie duda que chocará, en forma definitiva, el año próximo, sobre todo por la escasez de dólares y por el exceso de pesos, que el Gobierno imprime con una velocidad digna de mejor causa; sólo resta saber, como siempre, el momento justo en que los parches, los cepos, la inflación, la desaparición de las reservas y el colosal incremento del gasto dirán finalmente basta. ¿Habrá también una matinée financiera, como la que pronosticó doña Cristina en materia social?; si así fuera, estaremos en medio de un huracán sin precedentes.
 Los vientos que lo formarán han comenzado a soplar, en este segundo semestre, con muchísima más fuerza. Las obligaciones de la deuda, la caída en el PBI industrial (6%), del comercio (12%), de las exportaciones (9%), de las reservas monetarias -a cuyo saldo nominal deben restarse los US$ 5.500 millones que se adeudan de importaciones ya concretadas-, del precio internacional de la soja (30%), del empleo privado, y la disparada de la inflación -estimada en 50% para el 2015-, de la emisión monetaria -se imprimirán $ 110 mil millones más antes de fin de año- y de la brecha cambiaria (80%) confirman el negro pronóstico.
 En el fondo, el periplo presidencial de la semana pasada tuvo un costado positivo. Con la insignificancia que ha adquirido la Argentina en el concierto mundial y con las ridículas posiciones adoptadas por la Presidente, resultará imposible que lleguen a nuestras playas los indispensables dólares; así evitaremos que entren por una ventanilla del Banco Central y salgan en pesados bolsos rumbo al sur, agravando la carga del sucesor.
El Estado y todos sus organismos se han transformado en un enorme edificio carcomido por el narcotráfico y la corrupción, y no contribuirá a mejorarlo la gigantesca cantidad de jóvenes inexpertos con los que el Gobierno lo está poblando con la intención de mantener su ilusorio control post K; más temprano que tarde serán expulsados del paraíso oficial, y lo saben. ¿Qué harán entonces?
Muchos especulan con un eventual adelantamiento de las elecciones para evitar que el colapso llegue con la viuda de Kirchner aún en la Casa Rosada, pero eso sería para ella aceptar un fracaso y una derrota, algo imposible para su naturaleza de escorpión; si es necesario, incendiará el país, pero en ningún caso dejará el poder anticipadamente.
 Por mi parte, me sumo a quienes ven en el horizonte horribles planes para terminar de destruir a la Argentina; pero lo haré desde adentro. LLevo años diciendo que a este nefasto régimen no lo sacaremos ni con votos; que ya algunos comiencen a creer en esta profecía implica, al menos, que cuando la hora final llegue, nos encontrará más preparados.
 En general, se me contesta que no existe nadie capaz de sostener al régimen por la fuerza y con violencia, porque la situación actual no puede compararse con los años 70's, cuando imperaba una ideología que permitía que muchos jóvenes enceguecidos se convirtieran en máquinas de asesinar o de morir por un nefasto ideal, y que el dinero no alcanza para comprar voluntades dispuestas a poner el pecho y jugarse la vida.
 Si bien el argumento es rigurosamente cierto, no lo es menos que la situación actual difiere en dos aspectos sustanciales: la droga y la marginación. Allí, en los pliegues más profundos de la miseria y del consumo de "paco", y entre los miembros del  "Vatayón Militante", se encuentra la mano de obra que saldrá a defender en la calle este proyecto político, a cambio de un suministro que la complicidad oficial con el narcotráfico garantiza. Esos jóvenes, que la sociedad ha descartado, son conscientes de su propia vida no vale nada y, por ello, no dudan en quitarle toda importancia a la ajena.  
 Pero no hay que llorar sobre la leche ya derramada. Debemos tomar conciencia de la necesidad de cambiar, desde lo más profundo, nuestro contrato social, de darnos nuevas reglas de juego que impidan que todo esto nos vuelva a suceder. Cuando este régimen termine del modo que sea y debamos decidir nuestro futuro con el voto, miremos con detenimiento los antecedentes de cada uno de los candidatos; todos ellos tienen un archivo que nos dice qué hicieron hasta ahora y, si lo revisamos, no podrán engañarnos ni podremos evadir nuestra responsabilidad.
 Sólo la decencia, la recta moral y la convicción de la necesidad de conocimiento nos permitirá reflotar a una nación que, habiendo chocado con otro iceberg, está hundiéndose a ojos vistas.

Bs.As., 28 Sep 14
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

Elección

2014


SOMOS 

DOS

PATRIAS 

ENFRENTADAS,


Por 

ANDREA PALOMAS ALARCÓN.


Los valientes no necesitan 
tener nombre, solo imitarlos. 
Adri Bosch

Decididamente no soy compatriota de Hebe de Bonafini, ni de Estela de Carlotto. 
Es algo que he descubierto, que pertenecemos a distintos países. 
No sólo pensamos distinto, somos de países extranjeros.

Tampoco soy compatriota de Garré ni de Verbitsky. No canto el mismo himno que Lubertino, ni mi bandera es el trapo colorado que pusieron en el mástil de la ESMA, cuando las tropas de ocupación de los Kirchner convirtieron esa casa de estudios en una quermese de la media-memoria.
Toda esta gente no pertenece a mi Patria.
Tampoco soy compatriota de Garré ni de Verbitsky. 
No canto el mismo himno que Lubertino, ni mi bandera es el trapo colorado que pusieron en el mástil de la ESMA, cuando las tropas de ocupación de los Kirchner convirtieron esa casa de estudios en una quermese de la 
media-memoria.
Toda esta gente no pertenece a mi Patria.

Los padres de mi Patria no son Rodolfo Walsh ni Mario Santucho. Mis próceres no son el Che Guevara ni Azucena Villaflor. No me importa cuántas calles, estaciones de trenes o plazas llamen con sus nombres.

El padre de mi Patria es José de San Martín, al que le quitaron la guardia de honor de Granaderos que custodiaba la casa donde nació.

Los héroes de mi patria son el Capitán Pedro Edgardo Giachino, a quien le bajaron el cuadrito un grupo de concejales alcahuetes de Mar del Plata; Belgrano, que es general y no doctor, porque con las armas ayudó a forjar esta Nación y no con el código civil.

Tampoco el código civil que quieren inventar es el de mi patria, ni el matrimonio entre personas del mismo sexo es una institución que yo respete.

Sus instituciones no son las mías. El INADI no me representa porque “Betty” puede decir lo que le venga en gana de la Iglesia de Cristo… porque es judía… pero un católico no puede sugerir nada parecido sobre el judaísmo sin recibir una sanción. Al fin de cuentas, los católicos estamos para el cachetazo, lo afirma el Evangelio.

Un preso político no puede estudiar en la cárcel debido a que un profesorucho lastimoso se niega a darle clases y a eso lo llama el INADI “objeción de conciencia”. Eso no es discriminación para las instituciones de la patria extranjera pero una funcionaria del Registro Civil no se puede negar a casar a dos homosexuales por objeción de conciencia porque es discriminatorio, ni un médico a hacer un aborto, porque pierde su trabajo.

Digámoslo de una vez, somos dos países distintos viviendo en un mismo territorio. Dos países que a esta altura entiendo irreconciliables, que se alejan más y más y cada día tenemos menos que ver uno con el otro.

La pregunta es: ¿vamos a hacer algo al respecto? Porque el trapo colorado nunca va a ser mi bandera ni el Che Guevara el padre de mi Patria. Nunca voy a aceptar sus banderas, sus próceres, ni sus instituciones, y el enfrentamiento se volverá cada día peor.

¿Qué se hace cuando un grupo de la población es enemigo de otro? Cuando no nos dejan vivir según nuestras creencias y quieren forzarnos a vivir según las de ellos. ¿Se divide el país? ¿La secesión es la respuesta? ¿Qué hicieron otros países? Alemania, por ejemplo, hizo un muro y listo, no se vieron las caras durante cuarenta años hasta que una de las patrias desapareció, producto de la realidad inclemente que todo lo nivela. ¿Es ésa la respuesta? ¿Tendremos que levantar un muro? ¿Podremos sacarnos de encima la población que no pertenece a nuestra Patria? ¿Se irán de nuestro país o tendremos que irnos nosotros? ¿Nos los sacaremos de encima pacíficamente o tendremos que pelear? Es que estos tipos nunca tuvieron un trabajo genuino y su patria es una ficción que parasita la nuestra. ¿Acaso alguien en la Cámpora puede distinguir un trigal de un campo de soja? Lo dudo.

¿Aceptarán pacíficamente que además de cacarear tienen que sembrar la tierra? ¿O tendremos que blandir el sable para explicarles que no somos el combustible de su vida fácil?

LA PATRIA, DULCE SUEÑO.
Despierto como de un dulce sueño y recuerdo los actos de la escuela. 

“Nuestra bandera es blanca y celeste… 
como el cielo que hizo el Señor…
 es la bandera más linda del mundo… 
porque la alumbra el sol del amor…”.
Ahora sé que algunos de mis contemporáneos tenían otra bandera, que el Señor era para ellos una imposición patriarcal y el amor un prejuicio burgués, cuando no una neurosis. Los adivino apretando los puños cuando oían sobre las glorias de San Martín, del altruismo y el valor de nuestros próceres, del sacrificio de los jujeños en su éxodo hacia Tucumán, de nuestros mártires en el Monte Tucumano peleando contra la guerrilla, de Güemes y su hermana Macacha, la visión de Roca hacia el desierto y de los extranjeros como Liniers o Brown que se enamoraron de esta Patria en expectativa, cuando no era más que un sueño de libertad. Ahora sé que algunos de los que creía mis compatriotas rechinaban los dientes esperando su turno en el poder para exponer la otra patria al mundo.
     
Ahora que se han sacado la careta, debemos preguntarnos TODOS, los de una y otra patria… 

qué vamos a hacer al respecto.

El Derecho Penal.

2014

Protocolo.

Palomas Alarcon

“Para el Derecho Penal del Estado, 
no todos los 
ciudadanos son 
personas, sino 
que  están las 
personas  y los 
enemigos”



Günther  Jakobs.

La investigación para la identificación de hijos de “desaparecidos” está ordenada básicamente por dos disposiciones: la Ley 26.549 y la resolución de la Procuraduría General de la Nación 348, mejor conocida como Protocolo de actuación para causas por apropiación de niños durante el terrorismo de Estado.
El protocolo es una guía que les indica a los fiscales a quiénes deben poner en estado de sospecha: quienes hayan tenido hijos entre 1975 y 1983, militares o amigos o que tengan algún vínculo de cualquier tipo con las FFAA y FFSS durante el Proceso, padres de tercera edad que han realizado tratamientos por fertilidad, víctimas de denuncias (incluso anónimas) etc. La guía para los fiscales legitima la sospecha de “apropiación” por ser, estar o parecer algo que el Poder percibe como enemigo. Aclaremos que a las personas no se las persigue por denuncias concretas, por algún tipo de prueba sino por caer dentro de los grupos de sospecha.
Las características externas de una persona la ponen en la sombra de la duda. Contra estas personas el protocolo aconseja emplear todo tipo de compulsión, allanarles el domicilio, secuestrar fotos, documentos, intervenirles el teléfono, allanar el consultorio médico en el que nacieren sus hijos, investigar a los médicos que atendieron sus partos, las Obras Sociales, pedir la historia clínica de los enemigos sospechados, investigar adopciones, bautismos, etc. y, finalmente, la frutilla del postre: el examen de histocompatibilidad.


Aquí es donde interviene la ley 26.549.
Esta ley dirige el secuestro de material genético para realizar un examen de histocompatibilidad en una institución sospechada de parcialidad como lo es el Banco Nacional de Datos genéticos, dirigida por una entidad del Ministerio de Justicia e integrada por representantes de Abuelas de Plaza de Mayo.             Si la víctima (y aquí denominamos víctima al hijo sospechado indistintamente de que sea hijo de “desaparecidos” o no, porque es “víctima” de sospecha y del accionar abusivo del Estado), decíamos si la víctima accede, se le procederá a extraer sangre para un dudoso examen de dudoso resultado.
Si no accede voluntariamente al examen de sangre, la ley 26.549 explica, destilando un cinismo incomparable, las alternativas para extraer compulsivamente material genético sin “revictimizar” a la víctima ni violentar el cuerpo.
Técnicos del mismo Banco Nacional de Datos Genéticos nos han explicado (y también lo sabemos por otros medios) que ni el Banco ni la República Argentina tienen la tecnología para obtener una muestra de ADN por los medios alternativos que propone la Ley. Los métodos alternativos son la extracción de cabello, fluidos corporales, células epiteliales, etc. O sea, los actos (incluso allanamientos) en los que se ha tomado compulsivamente estos elementos son innecesarios y configuran el verdadero objetivo de la Ley, la extorsión. Si la víctima de esta persecución no se aviene a dar voluntariamente una muestra de sangre es acosada con allanamientos, seguimientos, persecuciones en su trabajo, contra su familia, etc. Con hipócrita benevolencia los procedimientos alternativos son cien veces peores que la extracción de sangre misma pero siempre con el edulcorado argumento de la protección.


"TE OBLIGO A QUE SUFRAS Y TE DESTROZO LA VIDA"
Este es el verdadero protocolo LA EXPOSICIÓN DE LA VICTIMA A ALTOS GRADOS DE VIOLENCIA CONTRA SU PERSONA Y TODO AQUELLO QUE AMA PARA QUEBRANTAR SU MORAL Y VENCER SU RESISTENCIA AL EXAMEN DE SANGRE. 
 El verdadero protocolo es la extorsión.
Nos lo advertía la diputada Nora Guinzburg en el debate por la aprobación de esta Ley: Diario de sesiones de la Cámara de diputados día 6/11/09 “…como no sos solidario con tus padres de origen, como no sos solidario con tu familia sanguínea, te obligo a que sufras y te destruyo la vida…”
El método a seguir –mayor o menor violencia- es discrecional del Juez. Con la excusa hipócrita de respetar el cuerpo se allana la casa por métodos violentos, se intimida a la víctima, personal armado ingresa a la vivienda, separa a las personas, las trata como delincuentes. La actividad favorita de estos torturadores es quitarles la bombacha a las mujeres y el calzoncillo a los varones. Se los humilla. Simultáneamente se somete a la víctima al escarnio público, en el caso reciente de Irene Barreiro la dirección de “Delitos Complejos” de Prefectura Naval Argentina remitió un oficio a su trabajo para que informe el domicilio actualizado de la joven sin aclarar que a ella no se la estaba investigando por ningún delito.
Es imprescindible reiterar que el allanamiento violento y la persecución a estas personas no son producto del exceso de un funcionario fuera de control, de un “loquito”, sino que son el verdadero protocolo.
Ese poder discrecional que la Ley le otorga al Juez es inconstitucional. Los jueces no pueden tener un poder absoluto otorgado por la Ley para ejercer la violencia enmascarada contra ciudadanos pacíficos que el gobierno de turno identifica como enemigos. 
La Ley es inconstitucional y no se puede disculpar a los jueces que la aplican intercambiando favores políticos con el Poder.
El allanamiento a la casa de Ana Barreiro fue un catálogo de la violencia del Estado contra el ciudadano pero no es cierto que haya sido un “exceso” de los funcionarios de Prefectura, el allanamiento fue ordenado de esa forma. No se disculpa a los funcionarios de PNA por ejercer la violencia contra mujeres indefensas porque existen formas más dignas de ganarse la vida pero debe quedar claro que ese allanamiento no fue una excepción sino la regla. Todos los allanamientos por investigación de apropiación de menores tienen la misma violencia o hasta mayor. En el caso de Evelyn Vazquez se realizó durante la madrugada cuando está expresamente prohibido hacerlo luego de la caída del sol.
¿Por qué –nos pregutamos- se ejerce la violencia contra el enemigo si hay tantos jóvenes, tan ansiosos por engrosar la redituable lista de “nietos recuperados”?
En esto hay distintas explicaciones. Sin duda hay un componente de persecución a los enemigos: la dueña de un multimedios, la esposa militante de un Preso Político emblemático, etc.
Pero tampoco debemos perder de vista el control social mediante el terror, viejo objetivo de las “orgas” terroristas de los setenta, hoy convertidas en “orgas” de Derechos Humanos con el mismo y viejo objetivo de controlar y dominar a la sociedad. 
Antes con bombas, hoy con terrorismo judicial.
Podría decirse que no se puede aterrorizar a la totalidad de la sociedad puesto esta búsqueda se limita a un número reducido de personas pero ese número es una ruleta rusa que puede tocarle a cualquiera.
Por otro lado, este tipo de control social es una prueba piloto para acostumbrar a la sociedad a tolerar el derecho penal del enemigo, identificado no por acciones delictivas sino por “sospecha”. Los funcionarios se erigen en reservorios de la moral y la legalidad, con un lenguaje mesiánico y perverso lleno de consignas identificando al enemigo “delincuente” sólo por sospechas y prejuicios


¿Por qué debo probar que es mi hijo?

La inversión de la carga de la prueba y la negación del principio de inocencia han sido avances totalitarios contra el ciudadano que los jueces aplican sin mayor prurito y la sociedad digiere sin mayor protesta.
La juez Servini de Cubría dijo: “Para mí son apropiadores hasta que se demuestre lo contrario”.
 El ciudadano debe probar que es inocente siempre que caiga bajo el cono de sospecha.
¿Por qué debo probar que es mi hijo? 
Decía Dora Gimenez, madre biológica de Carlos Ignacio Mancuso, por el que ella y su marido fueron perseguidos durante cinco años.
El ciudadano no debe probar su inocencia, no tiene por qué someterse al abuso de autoridad ni a los caprichos del Poder. No se puede allanar a alguien su vivienda, que es sagrada, sólo por sospechas o denuncias anónimas. Mucho menos si a la víctima se la acusa sólo de eso, de ser una víctima.
En este marco está Irene Barreiro, la última de los jóvenes victimizados por el sistema. Ella sabe muy bien que es hija biológica del matrimonio Barreiro pero para evitar ser hostigada, luego del allanamiento a la vivienda de su madre, se realizó junto con ésta un examen de ADN con actuación notarial en España, con la certificación apostillada de la Corte Internacional de La Haya.
El sistema argentino no quiere otro quiosquito en la cuadra. Los “dueños” del examen ADN son “Abuelas de Plaza de Mayo” y el Banco Nacional de Datos Genéticos, controlado por aquellas. Las “orgas” de Derechos Humanos son empresas que no admiten competencia.
El examen hecho en España fue agregado a la causa, el Juez Ariel Lijo lo conoce pero se niega a aceptarlo e intentó forzar a Irene a que se someta a una nueva muestra. No existe ningún motivo para realizar el examen en la empresa monopólica de las “Abuelas”. Tampoco existe motivo para negarse al examen más que la dignidad, ella no quería someterse a los caprichos del poder y así se lo hizo saber al juez.
Sin ser abogada tiene muy claros sus derechos, le dijo al juez que no quería otro examen porque no lo necesita, porque sabe muy bien quienes son sus padres. El juez insistió en protocolos y oscuras leyes y dijo que no se podía retirar sin entregar una muestra de ADN a unos personajes impresentables que fungían de técnicos.
Me sentí muy orgullosa de su actitud. Se plantó frente a la injusticia como debiéramos hacer todos los abogados ante los jueces prevaricadores, con valor y desprecio. Se negó a darle la mano al llegar y le arrojó la bombacha por la cabeza cuando pretendieron usar métodos compulsivos.
Si los jueces no actúan rectamente no merecen nuestro respeto.
La Justicia no es un maná que baja del cielo. 
Si la Ley se ha pervertido, si los jueces son corruptos o cobardes, el ciudadano debe tomar cartas en el asunto y ponerles freno. Lo contrario sería seguir formando parte de un protocolo en el que ya no creemos pero que la inercia, la comodidad y la cobardía nos lleva a legitimar.



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jueves, 25 de septiembre de 2014

¿ Mas Totalitarismo ?

2014

MAS TOTALITARISMO.
Por  
Jorge R. Enríquez.

La Constitución Nacional 
tiene como uno de sus 
ejes fundamentales la 
defensa de la libertad 
individual. 
Las sucesivas reformas,
 incluida la de 1994, no 
han alterado sustancialmente este principio básico. 
En todo caso, han incorporado nociones, propias del constitucionalismo social, que tienden a que la libertad no sea un mero postulado formal, sino que pueda ser efectivamente gozada por todos los habitantes. Por eso, el Estado puede y debe desarrollar políticas que tiendan, por ejemplo, a la igualdad de oportunidades. Esos nuevos enfoques no sustituyen la primacía de la libertad de las personas, consagrada en el artículo 19: “Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de lo que ella no prohíbe”.
En el terreno económico, la libertad también es la regla. A esta altura de los tiempos, nadie discute que esa libertad no es absoluta y que el Estado tiene la potestad de fijar regulaciones con variadas finalidades de bien público, como la defensa de la competencia, los derechos de los consumidores, la protección de los trabajadores, la preservación del ambiente, etc. Todos los Estados, aún los más liberales, intervienen de una forma u otra en la economía. En nuestro país, esa intervención ha sido admitida – aun cuando restringiera o postergara el ejercicio de ciertos derechos - desde antiguo por la Corte Suprema. Ya en 1922 en el fallo “Ercolano” se convalidó una ley que afectaba el derecho de propiedad de los locadores – ante un congelamiento retroactivo de los alquileres - con fundamento en la emergencia ocupacional. Variadas formas de intervención, con o sin invocación de la emergencia, fueron admitidas a partir de entonces.

Sin embargo, la ley de abastecimiento que acaba de sancionar el Congreso Nacional va mucho más allá de la fijación de estándares generales para la producción o comercialización de bienes y servicios. Se faculta al Secretario de Comercio a establecer infracciones y aplicar sanciones sin otra guía que la de conceptos indeterminados y vagos, como “ganancia excesiva”, “intermediación innecesaria” o “elevación artificial de los precios”. Se permite fijar precios máximos o confiscar mercaderías con una absoluta discrecionalidad. Del mismo modo, se autoriza a clausuras empresas. Todo ello sin orden judicial.
No hace falta ser experto en derecho constitucional o administrativo para comprender que esas facultades exorbitantes violan diversas disposiciones de la Constitución Nacional, como la de “trabajar y ejercer toda industria lícita” (art. 14), el derecho de propiedad (art. 17), el debido proceso (art. 18) o el principio de razonabilidad (art. 28), además de repugnar abiertamente la división de poderes, clave de bóveda del sistema republicano, al erigir a funcionarios dependientes del Poder Ejecutivo en amos y señores del patrimonio de los ciudadanos.
La ley convierte a todas las empresas en meras concesionarias del Estado y eleva a la arbitrariedad, es decir, al capricho, en la única norma firme. Si ya los estímulos para la inversión privada eran muy débiles, ahora, cuando más se los necesita en medio de una severa recesión, el oficialismo pretende sepultarlos. Esperemos que el Poder Judicial ponga rápidamente límites a este nuevo atropello, porque están en juego el empleo y la calidad de vida de millones de argentinos.
Viernes 19 de setiembre de 2014

Dr. Jorge R. Enríquez

jrenriquez2000@gmail.com

twitter: @enriquezjorge 

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Aclarando.


2014
Entrevistador aclara  sobre:  

Ernesto 
Barreiro:

"Quizá me excedí".

Por :

Vicente Romero Ramírez.

CARTA AL TRIBUNAL ORAL N°1

Desde Madrid (España), Vicente Romero Ramírez le escribió al Tribunal Oral N°1 que juzga al militar Ernesto Barreiro acerca de su participación en la represión de los guerrilleros y sus simpatizantes, durante el más reciente gobierno de facto. Si bien es obvio que la desmesura de los reclamos y las imputaciones de las organizaciones que defienden los reclamos de esa minoría, hoy con gran influencia en el poder político, será rectificada durante la próxima Administración (cualquiera sea el próximo Presidente), también es cierto que muchas de las consecuencias ya no es posible revertir por todo lo que ha sucedido desde la anulación de los indultos y otras leyes (y en esto la Corte Suprema de Justicia de la Nación también tiene sus responsabilidades al sobreactuar para satisfacer el reclamo del Ejecutivo Nacional, por lo que no está claro aún si en un nuevo período democrático no cabe acelerar su progresiva sustitución por nuevos jueces). Pero, mientras tanto, hay procesos judiciales en marcha, y personas que reclaman que sus causas sean ubicadas en contextos precisos. Es el el caso de Ernesto Barreiro, cuyas declaraciones al periodista español Vicente Romero, levantaron harta polvareda. Pero ahora llegó una carta al tribunal, enviada por Romero, donde toma distancia del trabajo publicado, dándole la razón al reclamo de Barreiro:
22/09/2014| 06:44

Ampliar.
"Todo ello me impulsa a dirigir este escrito al Tribunal que juzga a don Ernesto Barreiro (foto), ya que no quisiera que la citada entrevista fuera una aportación errónea en su contra, por pequeña que resultara, cuando el juicio está recogiendo todos los testimonios al alcance de la Justicia."
Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1
Av. Concepción Arenal y W. Paunero
Bo. Rogelio Martinez Piso 9º
5.000 Córdoba
República Argentina

Con el debido respeto, deseo exponer ante ese Tribunal algunas consideraciones sobre la entrevista que realicé meses atrás a D. Ernesto Barreiro en la cárcel de Bower, Córdoba, en presencia de su abogado, el doctor don Osvaldo Alfredo Viola.

Dicha entrevista fue publicada por el diario español El Mundo, en una versión reducida en edición de papel y otra más amplia en la edición digital elmundo.es, aunque en las dos versiones el contenido esencial fuera básicamente el mismo.

La entrevista tuvo una amplia repercusión, y partes de ella fueron reproducidas por periódicos y revistas de Argentina, en algunos casos añadiendo comentarios propios a su contenido.

D. Ernesto Barreiro me pide que aclare y/o rectifique algunas partes de mi escrito publicado, que pretendía resumir una larga conversación. Lo hago con gusto, movido por mi ética profesional y por el respeto a una persona como don Ernesto Barreiro, con cuyos puntos de vista personales, criterios políticos y actitudes vitales me separa un abismo. Pero a quien reconozco la gallardía de afrontar un interrogatorio duro desde una posición extremadamente difícil, midiendo sus palabras en todo momento, pero que me pareció expresión sincera de sus convicciones. Convicciones que, insisto, no solo no comparto sino que están en las antípodas de las mías.

Nuestra conversación no pudo ser grabada con las condiciones precisas para obtener un buen registro, al no permitirme las autoridades el uso de cámaras ni grabadores. Se grabó en el teléfono celular y hay partes del sonido distorsionadas por ecos y ruidos. Por otra parte, tomé notas en un cuaderno, pero lógicamente de modo apresurado y resumido, nunca de forma literal. Todo ello puede explicar que algunas frases del señor Barreiro no quedasen reflejadas con exactitud e, incluso, sufrieran alguna deformación no intencionada en su transcripción final.

Así mismo, hay algunos comentarios míos que no pueden ser tomados como expresiones literales del entrevistado. Por ejemplo, no encuentro en la grabación ni en mis notas que él hablase de picana eléctrica. Puede que fuera yo mismo quien lo dijera. Y la aclaración de que ‘la picana se usa para mover al ganado’, nunca estuvo en boca del señor Barreiro como expresión despectiva, sino que obedece a una aclaración mía para que el público español supiera qué es una picana.
Se da el mismo caso en una frase en la que afirmo que en esa entrevista y otra realizada muchos años atrás D. Ernesto Barreiro ‘admitió con orgullo castrense y sin pudor ético alguno que se había manchado las manos de sangre’. Es, insisto, un texto mío, no palabras literales del entrevistado, que nunca utilizó la expresión ‘manchado las manos de sangre’, sino que habló de su actividad directa y su implicación personal en las tareas de ‘lucha antisubversiva’.
Hay frases en la referida entrevista que pueden ser malas interpretaciones mías, como cuando pongo en su boca que ‘hicimos todo lo que no está incluido en la Convención de Ginebra’. El señor Barreiro me escribió pidiendo que aclarase que él se refería a que ‘los prisioneros no estaban sometidos a la Convención de Ginebra por ser clandestinos.’ Discutíamos sobre si los prisioneros en La Perla eran detenidos por la represión clandestina o ‘presos de guerra’, como en algún momento la dictadura militar pretendió caracterizarlos para justificar lo injustificable.

El señor Barreiro me pide que aclare que no recuerda haber dicho que los presos ‘trasladados’ fueran ejecutados, cuando yo insistí en que la palabra ‘traslado’ era un eufemismo atroz.            Sin embargo en mi grabación, pese a la mala calidad, se escucha que el señor Barreiro dice que 'la palabra trasladados tenía un significado amplio' y que 'puede ser que los trasladados fueran ejecutados', pero que él no podía asegurarlo ni tampoco era responsable de ello, ya que a continuación afirmó que los traslados los ordenaba el mando supremo y que siempre se llevaban a los prisioneros vivos en camiones.

Este escrito obedece a que no quisiera que la referida entrevista pudiera ser utilizada contra don Ernesto Barreiro, porque no le dí la oportunidad de leer mi escrito antes de publicarlo, ni por tanto pudo matizar o corregir el texto de las frases que yo ponía en su boca.

He sido testigo en los juicios al sacerdote von Wernich y sobre el circuito Camps, en un Tribunal en La Plata. También, el juicio al exgeneral Videla (entre otros) por el robo de bebés, en Buenos Aires. Y en la Audiencia Nacional de Madrid una entrevista mía filmada con don Adolfo Scilingo  sirvió como prueba, y también hube de declarar. Mi posición de defensa de los Derechos Humanos es pública, por mis reportajes y libros. (Uno de ellos, ‘El alma de los verdugos, con coautoría del juez español don Baltasar Garzón, está publicado en Argentina).                                                 Mis trabajos merecieron el Premio Nacional de la Asociación Pro Derechos Humanos de España.

Todo ello me impulsa a dirigir este escrito al Tribunal que juzga a don Ernesto Barreiro, ya que no quisiera que la citada entrevista fuera una aportación errónea en su contra, por pequeña que resultara, cuando el juicio está recogiendo todos los testimonios al alcance de la Justicia.

Con mi mayor respeto,

Vicente Romero Ramírez
Periodista.

martes, 23 de septiembre de 2014

¿ Es lo que queremos ?


2014 


En 
Estados 
Unidos 
aseguran 
que :
La Cámpora 

"fundió a la Argentina"

Un académico del think tank CSIS elaboró un crítico informe sobre la agrupación K. La tildó de “marxista” con teorías políticas de “resultados catastróficos” y recordó la gestión de Kicillof en Aerolíneas “mientras la empresa caía en la ruina”. qué dijo de Máximo Kirchner  
Un devastador informe en Estados Unidos asegura que la agrupación kirchnerista,La Cámpora, "fundió a la Argentina".
Douglas Farah, el investigador del  CSIS (Center for Strategic and International Studies) afirmó que "un grupo de jóvenes utópicos radicales han capturado el Estado argentino, colapsado la economía e institucionalizado un gobierno autoritario".
"Mientras la Argentina enfrenta una elevada crisis económica -con una inflación estimada para 2013 que llegaría al 30%- y una agitación social creciente, es poco probable que se apliquen las acciones correctivas normales -asegura el texto - Los ingenieros del camino de esa nación a la ruina económica son un grupo de jóvenes influyentes
profesionales impregnados de la teoría económica marxista y unidos por una historia de activismo estudiantil y protesta".
"Sus estrategias han fundido a la nación, mientras pusieron a la Argentina en un camino de creciente
confrontación con los Estados Unidos y Europa, y la comunidad inversora y financiera internacional; todo esto mientras fortalecían sus lazos con Irán, Venezuela y sus aliados populistasexpresa el autor en la introducción de su escrito de 23 páginas, en las que cita a medios y libros locales para respaldar sus opiniones, según informó este jueves La Nación.
"El grupo, conocido como La Cámpora, ha ganado un acceso sin precedente a la Presidenta", enfatiza el informe. Y luego destaca las figura del hijo de Néstor y Cristina Kirchner, Máximo, como jefe del grupo y dedica un subtítulo al viceministro de Economía, Axel Kicillof, y su amiga la embajadora argentina en Washington, Cecilia   Nahón.
"Máximo se posicionó como el hermético guardián principal de la mandataria y el posible heredero de su dinastía política, que es famosa por premiar la lealtad por sobre todo". Explica que su poder "creció dramáticamente" cuando murió Néstor Kirchner en 2010.
"El auge y creciente influencia de La Cámpora es uno de los aspectos menos comprendidos y más importantes del gobierno de Cristina Kirchner, con vínculos directos con la turbulenta y violenta ‘guerra sucia' entre las guerrillas marxistas de los Montoneros y sucesivas dictaduras en los 70", señala el académico en otro fragmento del texto.
Lueho habla del viceministro de Economía, Axel Kicillof, a quien califica como "el joven y fotogénico" y recuerda su gestión en Aerolíneas Argentinas 
como jefe financiero de la empresa estatizada mientras la compañía "caía en la ruina".
"Es el principal consejero de la mandataria y el principal arquitecto de la expropiación de la compañía petrolera española Repsol", señala y le atribuye las medidas de las restricciones a las importaciones y exportaciones y los controles cambiarios, políticas en la Argentina se las endilgan al secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Asimismo, el académico asegura que el think tank que crearon juntos Kicillof y Nahón, el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino, elaboran 
teorías que "a pesar de sus catastróficos resultados en el mundo real, han llegado a dominar las políticas económicas argentinas, creando un movimiento populista que es abiertamente hostil a inversiones extranjeras, a las normas y gobernanza internacional, y diseñado para beneficiar el proyecto de La Cámpora".
Además, Farah menciona la estructura absolutamente  verticalista de la agrupación de jóvenes kirchneristas, que sólo responden a la Presidenta y a Máximo, "operando como una estructura de poder paralelo y socavando severamente el control institucional de sus acciones".
El académico estadounidense habla también de la expansión de los miembros de La Cámpora dentro de la estructura del Estado, especialmente en las áreas "que generan más ingresos".
"El resultado de esta red es que los miles de camporistas seguirán trabajando en la burocracia del gobierno bastante después que cambie el gobierno y cuando una nueva administración intente implementar sus propios programas", opina y agrega que esto va "más allá de la norma de la democracia participativa".
Debilidades de La Cámpora
Hacia el final del texto, Farah intenta mirar hacia adelante y concluye que el futuro de la agrupación "no está asegurado" por una serie de motivos que lograron que la popularidad de Cristina Kirchner descendiera.
Y marca dos puntos flacos del movimiento. 
Por un lado, que "tiene poco control del territorio electoral" y que "tiene dificultas para que su gente sea electa".
"Mientras puede movilizar seguidores en las calles de Buenos Aires, La Cámpora aún es un movimiento en formación más que una máquina política madura y apta para desafiar poder a niveles local y estatal", opina.
Concluye, además, que la perjudica mucho que "el liderazgo está fuertemente centralizado e identificado únicamente en Máximo" Kirchner. 
"Cada error daña directamente a Cristina Kirchner", remarca.                              
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Douglas Farah : 
Es el presidente de la 
firma nacional de 
consultoría en seguridad,
Senior Fellow en el 
Él es un periodista galardonado y autor de
dos libros aclamados por la crítica.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Hasta el final . . .


2014

¿Hasta 

Cuando,    
Cristina?


Cuando la Patria está en peligro, 
se recurre a Dios y al Soldado 
pero, cuando el peligro pasa, 
Dios es olvidado 
y el Soldado es juzgado”


 Si Cicerón se levantara de su milenaria tumba formularía, otra vez, la retórica pregunta que lanzó ante el Senado de Roma, y por las mismas razones. La ciudadanía argentina, tradicionalmente, es capaz de aguantar sin quejas las más disparatadas acciones de sus gobiernos, y ha demostrado ser capaz de reaccionar sólo cuando éstas afectan, en forma directa, los bolsillos individuales; eso prueba, una vez más, qué poca importancia concedemos a la política, de la cual nos desentedemos tan pronto salimos del cuarto oscuro al que se nos convoca cada cuatro años, mientras insistimos en la remanida fórmula del "sálvese quien pueda" y avalamos la perversa teoría de la delegación absoluta de poderes a quienes nos gobiernan, de quienes, por lo demás, ni nos tomamos el trabajo de revisar sus antecedentes.

La Presidente insiste, ante la indiferencia general, en convertirnos, a las trompadas, en la tristísima Venezuela actual, armada sólo con el 54% que le concedió la reelección presidencial en 2011. Cuando miramos hacia Caracas y comprobamos qué han hecho el muerto Papagayo Caribeño y su sucesor, el increíble Pajarico Chiquitico, para conseguir destruir un país que flota sobre un mar de petróleo, podemos anticipar cuáles son las intenciones de doña Cristina, desesperada por el inminente final de la era kirchnerista y por un futuro negro en los tribunales federales que deberá recorrer, acompañada por sus funcionarios, sus testaferros, sus amigos empresarios y todos quienes se han enriquecido inexplicablemente durante esta extendida década.
 La ley de abastecimiento, casi calcada de la legislación chavista que ha causado la desaparición de tantos productos básicos de las góndolas, fue aprobada con el increíble apoyo -en especial, para lograr el quorum- de algunos diputados que, al menos en teoría, integraban bancadas opositoras. Pero lo curioso es que ello no haya producido una reacción masiva de la ciudadanía, como aquéllas que causaron la apropiación de los dólares depositados, en 2002, y la Resolución 125, cuando el campo consiguió el apoyo de las clases medias urbanas.
 En realidad, y más allá de los evidentes perjuicios en cuanto a la reinserción de la Argentina en los mercados voluntarios de crédito, debo confesar que la eventual aplicación de esa ley me preocupa menos que a muchos de sus detractores, en especial los productores rurales. Digo esto porque he tratado de imaginarme cómo harían los funcionarios del Gobierno para hacerse con la soja que, al menos en teoría, se encuentra aún acopiada en silo-bolsas. ¿Llegarían con camiones custodiados por la Gendarmería para transportarla? ¿Moyano permitiría que sus choferes los condujeran? ¿Podrían hacerlo, en una sola maniobra, en una zona por vez? ¿Qué caminos usarían, si los que existen están destruidos o anegados, para sacarla de los campos? Como siempre digo, los chacareros no son, en general, gente a la que se pueda arrear fácilmente, y no creo que se dejaran saquear mientras miran para otro lado; o sea, un operativo de esta clase requeriría que los escuadrones de protección a los recaudadores alternaran esas actividades con sus otras trascendentales misiones, como impedir los cortes de la Panamericana o vigilar a las "cuevas" de la city porteña.
 Por lo demás, y como estaba previsto, lloverán sobre el Poder Ejecutivo miles, sí miles, de medidas cautelares que convertirían a esta nueva guerra en un eslabón más de la larga cadena de fracasos que los Kirchner cosecharon en las anteriores: basta recordar las batallas contra el campo por las retenciones a las exportaciones, contra la prensa libre con la ley de medios, y contra la Justicia, en pos de su "democratización"; movido por esas derrotas escribí una nota, hace tiempo, a la que titulé "¿Frente para la Qué?". Todas estos amagues, y éste en especial, hubieran podido tener mejor destino cuando el kirchnerismo gozaba de las mieles de abultados porcentajes electorales pero ahora, cuando restan pocos meses (si no se acortan los plazos) para el final anunciado y cuando la sociedad está tan inquieta por la crisis autogenerada, me resultan hasta ridículos.
 Doña Cristina podrá tener vocación chavista, pero el "modelo" venezolano se apoya en un muy fuerte aparato militar que, en la Argentina, no existe, o no la respalda. La directa consecuencia de ello es que el Gobierno carece de personal apto y de medios coercitivos en cantidad suficiente como para permitirle un control territorial serio, si la explosión social que ella misma ha predicho finalmente se concreta.
 Creo, más bien, que lo que está haciendo la Presidente, con la indispensable colaboración del Bambino Kiciloff, es todo lo posible para dejar tierra arrasada a quien deba sucederla, y la semana pasada hice un breve inventario de los males que éste heredará, aclarando que no lo envidiaba. La viuda de Kirchner imitará entonces a los rusos, cuando debieron retirarse frente a los avances de Napoleón y Hitler o, más cercanamente, a nuestros patriotas de Jujuy, cuando la derrota de Belgrano abrió las puertas a los ejércitos realistas.
Falta saber, obviamente, a qué extremos llegará mientras el calendario se lo permita o antes de que la temperatura social se eleve demasiado y se transforme en un incendio incontrolable. Creo, como dijo recientemente en una excelente nota mi amigo Jorge Mones Ruiz, que es muy capaz de detonar un autogolpe que -con la complicidad de este rastrero Congreso o disolviéndolo, como sugirió Metralleta Kunkel- le garantice alcanzar alguna perpetuidad o, al menos, alguna forma de impunidad.
 Y falta saber qué hará la ciudadanía para impedir una reacción tan demencial. No sobran dirigentes capaces de liderar esa indispensable resistencia, aunque es cierto también que, cuando les resulta necesario, las sociedades encuentran los líderes capaces de sacarlas del marasmo y de la postración; basta recordar qué papeles jugaron hombres como Churchill o De Gaulle en la suerte de sus respectivas naciones.
 Lo que se necesita hacer en la Argentina para volver desde esta decadencia terminal es de una gravedad tal que requerirá de un gigantesco apoyo moral de la población, hoy adormecida por un populismo suicida. Y, aunque resulte triste, eso sólo se da después de un cataclismo muy doloroso, quizás del tamaño del que imagina producir doña Cristina.
 Pero hay que recordar que, como hoy, después de los más complicados inviernos, siempre vuelve la primavera.
Bs.As., 21 Sep 14
Enrique Guillermo Avogadro.

Abogado