Las dos notas que anteceden, tienen referencia directa con Malvinas y el Atlántico Sur.
Sin dudas, tomaremos la última resolución de naciones, sobre la ampliación de las aguas territoriales que corresponden a nuestro País.
Ahora bien, tomando el mapa correspondiente a las nuevas coordenadas, Malvinas y todas las Islas Australes quedan absolutamente identificadas dentro del territorio Oceánico Argentino.
De ninguna manera Gran Bretaña aceptara abandonar las Islas, cuando su poder hegemónico es superior al nuestro en el Atlántico Sur.
De tal manera que solo con un diálogo, muy largo, y muy productivo, lograremos que cedan posiciones a lo largo del tiempo.
Veamos donde estamos, en un gobierno que no logró grandes éxitos en lo interno, lo internacional lo produjo, con verdaderos diplomáticos de carrera, y posicionó Argentina muy bien en el mundo.
Lo demostró con el G 20 en Buenos Aires.
El Canciller Solá, que como diplomático es un buen criador de porcinos,
cuando tomó la ocurrente medida de ampliar las multas a los pesqueros furtivos, olvidó, que recién asumido, el Ministro de Defensa de su gobierno, recibió con gran festejo, al primer Patrullero Oceánico, identificado como A.R.A. P 51 Bouchard, que el señor Solá olvidó, o no sabe, o lo ocultó, que fue el primero de cuatro, 3 que están por llegar comprado por el gobierno anterior, para poder controlar a los pesqueros, que se llevan lo que quieren, sin pagar una moneda por esa cosecha ilegal en nuestras aguas.
Y se me ocurre una pregunta, Solá correrá los pesqueros furtivos, con una moto de agua, o contará con los Patrulleros Oceánicos de última generación que el gobierno anterior compró a Francia.
Contemos un poco de historia, para quienes no conocen lo suficiente a los funcionarios.
El Ingeniero Agrónomo Felipe Solá, cuando se desempeñaba como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, en relación a los periódicos desbordes del río Salado, compró dos dragas de segunda mano en Francia, pagando por ellas dos millones de euros.
Tome en cuenta: Un dragado comienza por la parte inferior de un río y se profundiza y ensancha según el plan a medida que asciende el curso, dejando detrás siempre la posibilidad de mayor caudal.
Como los pescadores de CORVINA NEGRA, tienen su reservorio, "negocio" en la desembocadura del Salado, el "amigo" de los mismos, en aquel momento, el gobernador Solá, tomó una decisión desopilante, si no fuera por las consecuencias posteriores.
Ordenó comenzar el dragado en las nacientes del río, y venir en descenso de acuerdo al caudal.
Maravilloso.
Las dragas, que no eran nuevas, requerían mantenimiento y reparación, de tal forma, que al terminar el mandato, el gobernador dejó la herencia a su sucesor en el cargo, que de igual modo que Solá no tiene en cuenta lo anterior, tampoco se ocupó de las dragas, que pasaron a mejor vida, y la consecuencia, cuando el clima produjo los eventos cíclicos temporarios, aumentó considerablemente el caudal del río, como consecuencia de copiosas lluvias, y cuando el excedente de agua llegó al lugar donde el río Salado perdía profundidad y se angostaba, el agua cubrió un gran sector de producción agrícola ganadera de la Provincia de Buenos Aires quedó bajo el agua, que nunca terminó de salir.
Claro que eso no afectó al actual canciller, que entre otras cosas, tiene muy mala memoria.
Hay más archivos de la memoria, para mostrar en los momentos adecuados.
Rodolfo Griffa.
