2013
SISTEMÁTICO
ATAQUE.
Por :
Jorge R.
Enríquez.
jrenriquez2000@gmail.com
El oficialismo quiso hacer una reforma constitucional mediante una simple ley, sin transitar por el procedimiento previsto por el artículo 30 de nuestra ley fundamental. La Corte Suprema actuó como debía, con celeridad y mediante un fallo que no necesita ahondar en complejidades jurídicas, porque la cuestión por resolver era diáfana, pero que realiza un desarrollo argumental didáctico en torno a los principios básicos del Estado constitucional de Derecho.
Ese carácter docente no conviene en tiempos normales: las decisiones judiciales deben ser prescriptivas y ceñirse estrictamente al conflicto concreto que están llamadas a resolver.
Sin embargo, el sistemático ataque del Poder Ejecutivo a pilares de nuestro ordenamiento constitucional como la división de poderes o la independencia de los jueces, exigía en este caso que el alto tribunal recordara, en forma sencilla y clara, algunos de esos lineamientos, que son las grandes reglas de juego de la convivencia pacífica y civilizada.
Algunos legisladores y dirigentes kirchneristas se preguntaron, con intención peyorativa, por qué la Corte había actuado con tanta celeridad. Alguien en la Casa Rosada o en Olivos debería informarles que esa celeridad fue pedida por el gobierno de su líder cuando interpuso el recurso extraordinario por salto de instancia. Fue la presidenta de la Nación quien quiso saltear la instancia de la Cámara Nacional Electoral para que, debido a la gravedad institucional y la urgencia del caso, la Corte emitiera un fallo definitivo con gran rapidez.
Sin embargo, el sistemático ataque del Poder Ejecutivo a pilares de nuestro ordenamiento constitucional como la división de poderes o la independencia de los jueces, exigía en este caso que el alto tribunal recordara, en forma sencilla y clara, algunos de esos lineamientos, que son las grandes reglas de juego de la convivencia pacífica y civilizada.
Algunos legisladores y dirigentes kirchneristas se preguntaron, con intención peyorativa, por qué la Corte había actuado con tanta celeridad. Alguien en la Casa Rosada o en Olivos debería informarles que esa celeridad fue pedida por el gobierno de su líder cuando interpuso el recurso extraordinario por salto de instancia. Fue la presidenta de la Nación quien quiso saltear la instancia de la Cámara Nacional Electoral para que, debido a la gravedad institucional y la urgencia del caso, la Corte emitiera un fallo definitivo con gran rapidez.
El per saltum , creado por el oficialismo a fines del año pasado para permitir la epopeya del 7-D, tuvo un destino más noble, que hubiera espantado a sus inspiradores: salvar a la República.
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