NÚMEROS.
Por :Ernesto Bobek Cáceres
Abogado (Justa Causa)
Desde la óptica del derecho penal existen responsabilidades por acción y por omisión.
Las primeras son generalmente dolosas y no es por obra de ningún maleficio que tenemos en la función pública una inusual cantidad de corruptos, algunos ya procesados. Estos representan la punta del iceberg. Si algún día volvemos al estado de derecho pleno, sin jueces funcionales, los juzgados federales no darán abasto para perseguir a todos los que han hecho negocios y fortunas en perjuicio de los argentinos.
Las omisiones -desde esa misma óptica- son por lo general culposas, pero no por ello menos graves para la salud de la República. En cualquier lugar del mundo, la oposición es pieza clave para ejecutar el necesario -y legalmente previsto- control a quien gobierna. Cuando fallan los controles o el nivel de corrupción los anula, la democracia se enferma, desaparecen sus defensas y queda expuesta a la manipulación de los inescrupulosos, los corruptos. A partir de entonces se puede mentir el nivel de inflación, la cantidad de reservas existentes, el nivel de ocupación, los niveles educativos y hasta disfrazar a una tragedia de novela romántica.
Sin controles se derrochan enormes sumas provenientes de los impuestos que salen del esfuerzo de los que trabajan para abonar sueldos de parásitos y obras públicas largamente sobrevaluadas. La mayoría de éstas devienen vergonzantes e innecesarias por su ridículo costo/beneficio, y están dotadas además de un orden de prelación adulterado en cuanto a su necesidad y urgencia.
Otro número que encontramos es el 7 (7D), instalado por el gobierno como la fecha que cambiará la historia de la Argentina por la desinversión que hará el Grupo Clarín, devenido según el Libro del Modelo en el responsable de todos los males vernáculos y foráneos. No extrañaría escuchar a algún funcionario sugerir que el “grupo monopólico” tiene fuertes vinculaciones con quienes operan los terremotos, inundaciones, y demás desgracias naturales, además de los choques de trenes y encallamiento de buques. Se va a sostener que esto constituye una exageración. Pero tras escuchar al unido y organizado Larroque decir que Aerolíneas Argentinas es una maravilla, “olvidando” que nos cuesta más de dos millones de dólares diarios y que transporta una ridícula cantidad de pasajeros, tendremos que revisar el concepto y significado del vocablo “exageración” en nuestro país.
El “per saltum” que exige el oficialismo para ir finalmente “per tutum”, sumados los decretos de necesidad y urgencia desde donde se digitaron mil y una iniquidades, demuestran que otro número, el 29 que representa los años ininterrumpidos de democracia no sirvieron siquiera para que aprendamos de los errores.
Las omisiones -desde esa misma óptica- son por lo general culposas, pero no por ello menos graves para la salud de la República. En cualquier lugar del mundo, la oposición es pieza clave para ejecutar el necesario -y legalmente previsto- control a quien gobierna. Cuando fallan los controles o el nivel de corrupción los anula, la democracia se enferma, desaparecen sus defensas y queda expuesta a la manipulación de los inescrupulosos, los corruptos. A partir de entonces se puede mentir el nivel de inflación, la cantidad de reservas existentes, el nivel de ocupación, los niveles educativos y hasta disfrazar a una tragedia de novela romántica.
Sin controles se derrochan enormes sumas provenientes de los impuestos que salen del esfuerzo de los que trabajan para abonar sueldos de parásitos y obras públicas largamente sobrevaluadas. La mayoría de éstas devienen vergonzantes e innecesarias por su ridículo costo/beneficio, y están dotadas además de un orden de prelación adulterado en cuanto a su necesidad y urgencia.
Otro número que encontramos es el 7 (7D), instalado por el gobierno como la fecha que cambiará la historia de la Argentina por la desinversión que hará el Grupo Clarín, devenido según el Libro del Modelo en el responsable de todos los males vernáculos y foráneos. No extrañaría escuchar a algún funcionario sugerir que el “grupo monopólico” tiene fuertes vinculaciones con quienes operan los terremotos, inundaciones, y demás desgracias naturales, además de los choques de trenes y encallamiento de buques. Se va a sostener que esto constituye una exageración. Pero tras escuchar al unido y organizado Larroque decir que Aerolíneas Argentinas es una maravilla, “olvidando” que nos cuesta más de dos millones de dólares diarios y que transporta una ridícula cantidad de pasajeros, tendremos que revisar el concepto y significado del vocablo “exageración” en nuestro país.
El “per saltum” que exige el oficialismo para ir finalmente “per tutum”, sumados los decretos de necesidad y urgencia desde donde se digitaron mil y una iniquidades, demuestran que otro número, el 29 que representa los años ininterrumpidos de democracia no sirvieron siquiera para que aprendamos de los errores.
Los reiteramos insistentemente en ciclos de aproximadamente 10 años.
Hay quienes afirman (y a otros los aterroriza) que el 7D no esté resuelto judicialmente el tema del art. 161 de la Ley de Medios. Mucho temo que el 6, el 7 ó el 8 del próximo diciembre (No me refiero al programa cómico del Canal Público), aceptando la convocatoria de nuestra Presidente, lleguen a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires belicosos grupos, entre otros el de la procesada Milagro Sala con sus huestes; y siguiendo órdenes de algún “genio” proclive a la mayor incivilidad y desprecio por las instituciones, tomen “manu militari” los edificios de Papel Prensa, Clarín, Cablevisión, el Obelisco y lo que les plazca. ¿Quién los puede frenar? Propongo al lector que trate de adivinar qué fuerza de seguridad se atrevería a detener y/o reprimir a esos delincuentes sin expresa orden de la presidente. Multiple Choice:
Hay quienes afirman (y a otros los aterroriza) que el 7D no esté resuelto judicialmente el tema del art. 161 de la Ley de Medios. Mucho temo que el 6, el 7 ó el 8 del próximo diciembre (No me refiero al programa cómico del Canal Público), aceptando la convocatoria de nuestra Presidente, lleguen a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires belicosos grupos, entre otros el de la procesada Milagro Sala con sus huestes; y siguiendo órdenes de algún “genio” proclive a la mayor incivilidad y desprecio por las instituciones, tomen “manu militari” los edificios de Papel Prensa, Clarín, Cablevisión, el Obelisco y lo que les plazca. ¿Quién los puede frenar? Propongo al lector que trate de adivinar qué fuerza de seguridad se atrevería a detener y/o reprimir a esos delincuentes sin expresa orden de la presidente. Multiple Choice:
1) Policía Federal,
2) Prefectura,
3) Gendarmería,
4) Otra,
5) Ninguna
6) PNSNC
(Prefiere no saber ni contestar
-Respuesta sugerida-). Algo concreto y puntual es que el 8 provoca pánico en el oficialismo previendo una movilización masiva de gente que no responde a nadie más que a su hartazgo; gente a la que no lleva nadie, ni recibe “sánguche y gaseosa”. Por eso instauraron el 7, pese a los peligros y riesgos que ello pueda institucionalmente acarrear.
Los ciudadanos, ejercerán su legítimo derecho de peticionar a las autoridades. Lo curioso es que no le van a pedir actos positivos. Van a exigir que no se modifique la constitución; que no hagan más la vista gorda con la inseguridad; que no elaboren más índices truchos; que no designen más funcionarios corruptos; que no les paguen fantásticos emolumentos por hacer todo mal; que dejen de sacar dineros de la ANSES para pagar cualquier cosa menos a los jubilados. Y en definitiva que el gobierno deje de hacer lo imposible por victimizarse y recortarnos aún más la ya lastimosa calidad de vida.
Con el número 28 identificamos a la cantidad de senadores nacionales que se comprometieron a no suscribir una reforma a la Constitución, lo que acarrea que con la actual composición del Congreso, no habría re re. Para contrarrestar el siniestro conjuro que pueda desatar la poco simpática alternancia en el poder, el oficialismo se encomienda al tan mágico como para algunos trágico número 13, que representa las elecciones de medio término de 2013. Le sumaron el nuevo número optativo: “Más de 16” para intentar obtener la mayoría de dos tercios en ambas cámaras o terminar cantando el italianismo “Siamo fuori”. CABA 01/11/12 .
Con el número 28 identificamos a la cantidad de senadores nacionales que se comprometieron a no suscribir una reforma a la Constitución, lo que acarrea que con la actual composición del Congreso, no habría re re. Para contrarrestar el siniestro conjuro que pueda desatar la poco simpática alternancia en el poder, el oficialismo se encomienda al tan mágico como para algunos trágico número 13, que representa las elecciones de medio término de 2013. Le sumaron el nuevo número optativo: “Más de 16” para intentar obtener la mayoría de dos tercios en ambas cámaras o terminar cantando el italianismo “Siamo fuori”. CABA 01/11/12 .
No hay comentarios:
Publicar un comentario