¿Será que piensan?

EL ESOTERISMO DE CARTA ABIERTA.

(O las repercusiones 

culturales “K” 

del 8N)

Por 

Carlos Berro Madero

Todas las ideologías suelen ser ideas
mistificadas de carácter alienador. 
En su órbita ilusoria, pretenden ampliar su “contenido” y comprender a todas las ciencias humanas que las rodean para alimentar un proceso “multiplicador”.
Carta Abierta ha hablado del 8N a través de
algunos de sus fundadores, como Ricardo Forster, cuyas inexactitudes no vamos a responder en detalle porque sería lo mismo que discutir sobre el peligro de la electricidad con un niño de dos años.
Los autotitulados “intelectuales” de esta corriente –cuyos pensamientos centrales desconocemos hasta hoy, habida cuenta de la multiplicidad de sus ambigüedades retóricas-, se sienten en la necesidad de dictarnos constantemente sus cursos “aclaratorios” –ridículamente impenetrables-, de una realidad en donde solo brilla el sol del kirchnerismo “reivindicador”.

¿De qué? 

Ni ellos mismos están muy seguros cuando se lee lo que escriben.
El esoterismo que cultivan anunciando “rupturas” con lo que consideran “un orden que debería desaparecer” (que propiciamos supuestamente
quienes no estamos de acuerdo con sus ideas), nos condena a los“disidentes” por una supuesta premisa económica “materialista” que domina, según ellos, la base de los pensamientos que muchos sostenemos.
De allí la superficialidad en mezclar –entre otros ítems diversos-, los viajes a Miami, con la “avidez” (¿) por el atesoramiento de dólares en un mismo cocktail.
Según ellos, no tenemos el poder moral que nos permita librarnos de ciertas condiciones “alienantes” y muy “pedestres” que resultan
superiores a la conciencia de libertad que pregonamos.
Lo primero que se nos ocurre decirles al respecto es que el concepto de
LIBERTAD existe como tal desde la prehistoria, pues pertenece a un sentimiento espontáneo que el individuo posee por naturaleza.
Aceptar pues las consecuencias de una realidad que los desborda en su esencia, constituye para estos señores un verdadero problema,porque se ven forzados a defender, de cualquier manera, a quienes alimentaron su ego durante todos estos años:  los Kirchner y sus acólitos.
Sienten al mismo tiempo que deben proporcionarnos a los demás -que
supuestamente somos unos perfectos bobos-, “la última palabra esclarecida” sobre las consecuencias que ha desencadenado un
gobierno que no es “entendido” por nosotros.

De esta manera pretenden conservar el sitial de falsa prevalencia “filosófica” en el que han quedado encerrados, porque 

¿cómo defenderlas bondades de un gobierno de ricos que le habla a los pobres mintiéndoles todos los días en la cara desde las ventanas de sus
fastuosas mansiones mal habidas, mientras los condenan a una vida misérrima?
A estos “pensadores” habría que pedirles que no se pongan a perorar sobre las evidencias de una realidad que tienen cierta dificultad para entender.

No por que carezcan de capacidad para hacerlo, sino porque la demostración de la gente en las calles ha sido solo una y es muy simple: millones de personas se han cansado y no quieren oír más
“relatos”.
Solo se le pide al gobierno que se aboque a solucionar los problemas de todos los días y deje de darnos clases magistrales de

“acondicionamiento espiritual para los tiempos que vienen” (sic).

Hemos demostrado saber qué hacer con ellos sin necesidad de que los“interpreten” para nosotros
El silencio y la reflexión se imponen. 

O, al menos, el abandono de la pedantería de quienes se sienten iluminados para darnos “su”
interpretación de la verdad.
Finalmente, le decimos a Forster que se quede tranquilo. 

No necesitamos buscar “a quien nos represente” (sic). Seguramente él (o ella) vendrán a nuestro encuentro cuando sea el momento.
Mientras tanto, que intensifique su tarea de “esclarecimiento”, pues con quien tiene todavía al frente tres años más de gobierno: 

Cristina Kirchner.

De paso, que le pida a su conmilitón director de la Biblioteca Nacional,  Horacio González que publique en los próximos días una “traducción”
de su pomposa nota de tapa en Página 12

 “La multitud abstracta” 

(título de por sí bastante peyorativo), que parece salida de las oscuridades del subsuelo de alguna ciudad gótica.
Una nota donde dice, entre otras lindezas, que “la política reemplazó hace mucho a la bilis” (sic) y que la “multitud genérica debería tornarse
una multitud localizable, autoidentificada” (sic), mientras desea “que muchos puedan abandonar la justicia convertida en injusta abstracción y la libertad convertida en un valor genérico sin ancladuras sociales”(sic).
Difícil de digerir ¿no es cierto?
carlosberro24@gmail.