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jueves, 25 de octubre de 2012



NO HABRÁ MARCHA ATRÁS.





Por : Ernesto Bobek Cáceres.
                                      
Abogado (Justa Causa)
                                    



El cristinismo ha promovido como política de estado el enfrentamiento permanente. CFK no acepta el disenso de opositores, y menos de la propia tropa. Incansable locutora, pretende convencernos que sus palabras transmiten la única verdad. La Verdad.
              El viejo truco de encontrar un responsable de lo que sale mal fue utilizado desde siempre por los políticos. Generalmente lo encuentran -no al culpable porque sería auto incriminarse la mayor parte de las veces- pero sí a un tercera línea al que le cargan las consecuencias del desastre que ellos mismos activaron. Recordemos en nuestra historia reciente cómo saltaron mil y una veces subsecretarios, secretarios y hasta ministros cual resorte de El cristinismo ha promovido como política de estado el enfrentamiento permanente. CFK no acepta el disenso de opositores, y menos de la propia tropa. Incansable locutora, pretende convencernos que sus palabras transmiten la única verdad. La Verdad.

El viejo truco de encontrar un responsable de lo que sale mal fue utilizado desde siempre por los políticos. Generalmente lo encuentran -no al culpable porque sería auto incriminarse la mayor parte de las veces- pero sí a un tercera línea al que le cargan las consecuencias del desastre que ellos mismos activaron. Recordemos en nuestra historia reciente cómo saltaron mil y una veces subsecretarios, secretarios y hasta ministros cual resorte de birome berreta. Más de un político se dio el lujo de murmurar -siempre en los  pasillos- que “para eso están y cobran”.

Con el actual gobierno, se da una situación casi sin precedentes. Y digo “casi” porque quien hizo algo similar fue el ex presidente Menem al defender a ultranza a sus funcionarios amigos aún cuando sabía que estaban totalmente incinerados y hasta se enterró con ellos. Nuestra presidente se obstinó en instalar a Boudou como vice y nadie se atrevió a decirle que no era prudente ni conveniente. 

Tras el escándalo Ciccone, quedó demostrado que Amado no es el único que debe responder penalmente, aunque fue un actor fundamental. Se escondieron pruebas clave, se ocultaron personajes vinculados, se clausuró la información pública de la Inspección General de Justicia para averiguar quiénes son los titulares de The Old Fund. A la Justicia se le retacea información vital para el esclarecimiento de los hechos, y entre jueces y fiscales que se recusan y otros que asumen parecería que no hay un solo magistrado que pueda valerse de expresas normas del ordenamiento procesal para allanar, detener y finalmente averiguar quién es el dueño del mafioso “Circo Ciccone”.

Todavía nos preguntemos cómo Boudou no renunció, y cómo no fue al menos suspendido en el cargo. Con la profusa prueba documental y hasta fotografías que lo asocian a quienes negó conocer, para cualquier presidente Boudou es como un salvavidas de plomo. Pero ahí sigue,  aplaudiendo con su ampulosa sonrisa.

Estas maravillas también nos debieran mover a preguntarnos cómo no hay funcionarios detenidos tras la tragedia de Once. También, cómo evitó De Vido ser procesado habiendo sido -hasta que lo cambiaron- el titular de la cartera. Está claro que para el gobierno no hay errores propios. Estamos muy bien, pero los medios mienten.

Para concluir de momento con estas intrigas indescifrables solo queda recordar a dos personajes: Primer nominado, el actual ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien se dio el lujo de afirmar que el ferrocarril Sarmiento hoy sigue siendo  un desastre, pero que la responsabilidad es de la década del 90. Parece olvidar que hace casi 10 años están en el poder, que con el dinero de los argentinos se otorgaron millonarias sumas para dar una significativa mejora al vetusto sistema ferroviario. También olvidó que desde ministerios y secretarías, -o sea desde el gobierno- NADIE controló que se utilizara ese dinero en vitales reparaciones y no en sueldos de parásitos.  De ahí los resultados mortales de los que nadie se hace cargo. 

El otro impresentable, no podía ser otro que Calcetín Timerman. Está hecho para meter la pata y no afloja. Si nos remitimos a sus inútiles intervenciones en la ONU, nos encontraremos con la novedad que la Fragata Libertad llegó al hasta un ignoto puerto de  Ghana –país donde no tememos siquiera representación diplomática-, “porque la llevaron los vientos”. Hace al menos 10 años que la Armada no decide itinerarios. Lo hacen Cancillería y Defensa. Saltó el hermano de la ministra Garré. Es como que le hicieron precio a los responsables. Se comenta que quien puso nerviosa a nuestra presidente en Harvard, fue un alumno que viendo entre la comitiva a Timerman, le habría dicho: “Préstemelo un ratito, que hago un papelón y se lo devuelvo”. 

Podemos entonces sostener sin temor a equívocos que un funcionario puesto por CFK, no importando el desastre que pueda provocar desde su cargo -embargos, catástrofes y muertes incluidas-, no será removido, suspendido ni cuestionado. Otro tanto pasa con las políticas económicas, sociales, de salud, educativas, de negocios en los que es parte el Estado, etc. No importará cuánto fracasen y nos enfrenten entre argentinos que trabajan para vivir y pagar con impuestos los sueldos de quienes no se los ganan ni merecen y dineros de quienes consiguieron una o varias asistencias del Estado sin dar a cambio ni más ni menos que su voto.

Aún con el autobombo y tanto ñoqui que pagamos los argentinos, estas tropelías provocan desgaste hasta en el más paciente y tolerante. Es así que hoy la sociedad se hartó. Ya nota la falta de caja en el gobierno. Nadie cree el monto declamado de  reservas en el BCRA. Por algo siguen saqueando lo que pueden. Sin ser economista, mucho temo que no va a alcanzar ni para pagar sueldos, sobre todo en el interior. Sin caja solo nos esperan más mentiras como la del precio de la carne. Bajó el consumo de carne vacuna y subió enormemente el de pollo de supermercado, que es casi basura. ¿Basura para todos?
Con el país aislado internacionalmente y fracturado en su interior, la apuesta del gobierno es a la fragmentación de la oposición. Pretende modificar la constitución y además crear dos tipos de electores: Los que votan obligatoriamente y los que votan si quieren, (y van a querer más si reciben algo). Dentro de éstos están los ni-ni, esos jóvenes que pasados los 20 años ni estudian ni trabajan, esos que venderán su alma por una propina. 
               Hoy se ve una luz: El arco opositor  descubrió que ante tanta histeria oficial se reducen las diferencias entre partidos de raigambre republicana. La variable no estaba en los planes oficiales. 
El 8N puede acelerar el proceso de fusión y la creación de un partido fuerte -muy lejano de la miseria de la Alianza-. 
Ya no habrá marcha atrás. 
Los argentinos tendremos dos opciones: Democracia o populismo con final totalitario,
 berreta. 
Más de un político se dio el lujo de murmurar -siempre en los pasillos- que “para eso están y cobran”. 
            Con el actual gobierno, se da una situación casi sin precedentes. Y digo “casi” porque quien hizo algo similar fue el ex presidente Menem al defender a ultranza a sus funcionarios amigos aún cuando sabía que estaban totalmente incinerados y hasta se enterró con ellos. 
Nuestra presidente se obstinó en instalar a Boudou como vice y nadie se atrevió a decirle que no era prudente ni conveniente. 
             Tras el escándalo Ciccone, quedó demostrado que Amado no es el único que debe responder penalmente, aunque fue un actor fundamental. Se escondieron pruebas clave, se ocultaron personajes vinculados, se clausuró la información pública de la Inspección General de Justicia para averiguar quiénes son los titulares de The Old Fund. A la Justicia se le retacea información vital para el esclarecimiento de los hechos, y entre jueces y fiscales que se recusan y otros que asumen parecería que no hay un solo magistrado que pueda valerse de expresas normas del ordenamiento procesal para allanar, detener y finalmente averiguar quién es el dueño del mafioso “Circo Ciccone”. 
          Todavía nos preguntemos cómo Boudou no renunció, y cómo no fue al menos suspendido en el cargo. Con la profusa prueba documental y hasta fotografías que lo asocian a quienes negó conocer, para cualquier presidente Boudou es como un salvavidas de plomo. Pero ahí sigue, aplaudiendo con su ampulosa sonrisa. 
              Estas maravillas también nos debieran mover a preguntarnos cómo no hay funcionarios detenidos tras la tragedia de Once. También, cómo evitó De Vido ser procesado habiendo sido -hasta que lo cambiaron- el titular de la cartera. Está claro que para el gobierno no hay errores propios. Estamos muy bien, pero los medios mienten. 
              Para concluir de momento con estas intrigas indescifrables solo queda recordar a dos personajes: Primer nominado, el actual ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien se dio el lujo de afirmar que el ferrocarril Sarmiento hoy sigue siendo un desastre, pero que la responsabilidad es de la década del 90. Parece olvidar que hace casi 10 años están en el poder, que con el dinero de los argentinos se otorgaron millonarias sumas para dar una significativa mejora al vetusto sistema ferroviario. También olvidó que desde ministerios y secretarías, -o sea desde el gobierno- NADIE controló que se utilizara ese dinero en vitales reparaciones y no en sueldos de parásitos. De ahí los resultados mortales de los que nadie se hace cargo. 
                  El otro impresentable, no podía ser otro que Calcetín Timerman. Está hecho para meter la pata y no afloja. Si nos remitimos a sus inútiles intervenciones en la ONU, nos encontraremos con la novedad que la Fragata Libertad llegó al hasta un ignoto puerto de Ghana –país donde no tememos siquiera representación diplomática-, “porque la llevaron los vientos”. 
Hace al menos 10 años que la Armada no decide itinerarios. Lo hacen Cancillería y Defensa. 
Saltó el hermano de la ministra Garré. 
Es como que le hicieron precio a los responsables
Se comenta que quien puso nerviosa a nuestra presidente en Harvard, fue un alumno que viendo entre la comitiva a Timerman, le habría dicho: “Préstemelo un ratito, que hago un papelón y se lo devuelvo”. 
              Podemos entonces sostener sin temor a equívocos que un funcionario puesto por CFK, no importando el desastre que pueda provocar desde su cargo -embargos, catástrofes y muertes incluidas-, no será removido, suspendido ni cuestionado. Otro tanto pasa con las políticas económicas, sociales, de salud, educativas, de negocios en los que es parte el Estado, etc. No importará cuánto fracasen y nos enfrenten entre argentinos que trabajan para vivir y pagar con impuestos los sueldos de quienes no se los ganan ni merecen y dineros de quienes consiguieron una o varias asistencias del Estado sin dar a cambio ni más ni menos que su voto. 
                Aún con el autobombo y tanto ñoqui que pagamos los argentinos, estas tropelías provocan desgaste hasta en el más paciente y tolerante. 
Es así que hoy la sociedad se hartó. Ya nota la falta de caja en el gobierno. Nadie cree el monto declamado de reservas en el BCRA. Por algo siguen saqueando lo que pueden. Sin ser economista, mucho temo que no va a alcanzar ni para pagar sueldos, sobre todo en el interior. Sin caja solo nos esperan más mentiras como la del precio de la carne. Bajó el consumo de carne vacuna y subió enormemente el de pollo de supermercado, que es casi basura. ¿Basura para todos? 
              Con el país aislado internacionalmente y fracturado en su interior, la apuesta del gobierno es a la fragmentación de la oposición. 
Pretende modificar la constitución y además crear dos tipos de electores: Los que votan obligatoriamente y los que votan si quieren, (y van a querer más si reciben algo). Dentro de éstos están los ni-ni, esos jóvenes que pasados los 20 años ni estudian ni trabajan, esos que venderán su alma por una propina. 
        Hoy se ve una luz: El arco opositor descubrió que ante tanta histeria oficial se reducen las diferencias entre partidos de raigambre republicana. La variable no estaba en los planes oficiales. El 8N puede acelerar el proceso de fusión y la creación de un partido fuerte -muy lejano de la miseria de la Alianza-. Ya no habrá marcha atrás. Los argentinos tendremos dos opciones: Democracia o populismo con final totalitario. 
CABA 25/10/2012

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