Muchas veces, nuestro pueblo. . .
Por: Mario Veritas
Para Movimiento Nacional Civico- Militar Cóndor.
Muchas
veces, nuestro pueblo tuvo que sufrir gobernantes guiados más por ideas
extrañas a sus aspiraciones y a sus fines, que por lo que necesitaba nuestra
sociedad.
Pero la
comunidad soportó.
La
Nación no se disgregó, porque había algo más fuerte que el poder político no
podía destruir, una unión profunda e invisible forjada con siglos de
sufrimiento y entrega.
Hoy, en el siglo XXI, esta unión profunda e invisible, surge otra vez con una fuerza inaudita.
Hoy, en el siglo XXI, esta unión profunda e invisible, surge otra vez con una fuerza inaudita.
El
poder político quiere destruir lo poco que queda de nuestra identidad.
Leyes
extrañas a nuestro sentir, copiadas de países que nada tienen que ver con
nosotros y nuestra historia; ataques a la sociedad buscando someterla
incondicionalmente a los designios de un grupo político corrupto que trabaja para
sí y desprecia a la comunidad; todo tipo de desprecios y desplantes.
Nuevamente la sociedad argentina esta frente a un poder político que busca destruirla.
Nuevamente la sociedad argentina esta frente a un poder político que busca destruirla.
Estas
fuerzas extrañas que guían hoy a la Patria no nos deben confundir. No se
construye una gran nación creyendo que la corrupción es necesaria “para
subvencionar a la política”, ni se construye una nación promoviendo todo tipo
de leyes contrarias a nuestro sentir histórico.
No.
La
violencia ejercida “desde arriba” como la ejercida “desde abajo” siempre fue
deplorada en nuestro país.
Nuestros
antepasados nos enseñaron que para construir debe haber paz y para que haya paz
debe haber orden.
Pero el
orden no se construye con caos, ni con prepotencias, ni con violencia psicológica.
El
orden se construye aceptando la realidad, que es la única verdad.
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