¡Qué desmadre!
Pero yo le he visto la cara al tiempo y es como un océano
en la tormenta.
Por:
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
Tel. +54 (11) 4807 4401/02
ega1@avogadro.com.ar
Los opositores siguen sorprendiéndome con su permanente
ingenuidad.
Hay un viejísimo adagio que afirma que hasta la segunda vez que me
traicionas, la culpa es tuya; la tercera, ya es mía.
Sin embargo, todos parecen
desconocerlo y, cada vez, vuelven a confiar en las buenas intenciones de un
Gobierno que ha demostrado que carece de cualquier prurito a la hora de quebrar
reglas para satisfacer sus intereses, todos espurios.
Así, se atropellaron en el Congreso a la hora de votar la
confiscación de las acciones de Repsol en YPF, la estatización de la
administración de Aerolíneas Argentinas, el Fútbol para Todos, el saqueo de las
reservas del Banco Central, la Ley de Comunicación Audiovisual, el quite de los
depósitos judiciales al Banco Ciudad, la confiscación de las AFJP’s, la
modificación en la composición del Consejo de la Magistratura y de la Auditoría
General de la Nación y, por supuesto, la renovación anual de la Ley de
Emergencia Económica.
Todas esas genialidades del Gobierno, avaladas en las
cámaras por los idiotas útiles de turno, y muchas otras que, con seguridad, he
olvidado, le han permitido ejercer, a lo largo de estos diez años, un poder
omnímodo sobre la Argentina, sin que ninguno de los que lo hicieron posible con
su voto haya realizado el menor mea
culpa; muy por el contrario, esos pseudo opositores, que padecen de una
concepción infantil de la política, recorren canales y radios rasgándose las
vestiduras por los abusos diarios y los avances del cristinismo sobre la
República y las libertades individuales.
Las muestras de hoy son la tentativa de impedir que el Dr.
Recondo impida que una funcionaria asuma, como juez, el Juzgado en el que
tramita la defensa del grupo Clarín contra la pretensión de violar su derecho
adquirido (concedido por el propio Néstor, q.e.p.d.) y el desplazamiento del
Dr. Leandro Despuy como titular de la Auditoría General de la Nación. En ambos
casos se trata de los más aberrantes avances del Poder Ejecutivo sobre los
organismos de control, para evitar que éstos cumplan sus obligaciones constitucionales
y, en el último caso, que continúen escarbando, como fue el caso de los
subsidios al Ferrocarril Sarmiento, en la monstruosa corrupción del Gobierno.
Desde hace una década, los opositores siguen permitiendo,
por ejemplo, que la Casa Rosada redistribuya, con una mera resolución
administrativa, los enormes fondos que le permiten disciplinar a gobernadores e
intendentes o continuar su política clientelista que tanto rédito le ha
rendido. Pero siguen poniendo cara de asombro cuando el Gobierno utiliza los
partidos de fútbol para denostar a las voces críticas o exponer su “relato” o
cuando impone jueces obsecuentes para investigar su propia corrupción, como ya
hiciera en Santa Cruz, cuando entronizó a la sobrina de los Kirchner para
evaluar si éstos habían cometido un delito cuando compraron, a precio vil,
tierras en Calafate.
Pero, ni aún con todos esos resortes a su disposición, doña
Cristina parece estar en condiciones de, simplemente, administrar el país. Esta
semana, o quizás en los últimos veinte días, la realidad ha explotado en su
cara, produciéndole ingentes heridas que sólo el recargado maquillaje consigue
ocultar.
La clase media, esa que había sobornado con injustos
subsidios y con el acceso a un consumo casi olvidado, desertó masivamente del
“proyecto” y así enterró cualquier tentativa reeleccionista. Salió a
demostrarlo el 13 de septiembre en todas las plazas del país y repetirá esa
inédita acción el 8 de noviembre, con epicentro en el Obelisco.
Llegó luego el malhadado viaje a Estados Unidos, con la
publicidad de las hasta entonces negadas negociaciones con Irán, agravadas por
el apoyo del ex Twitterman a su programa nuclear, olvidando
que todas las naciones de Occidente exigen que lo detenga y que ese país está
imputado por la muerte de casi cien argentinos. ¿Qué habrá dado Ahmadineyad a
cambio de ese inexplicado apoyo?
Obviamente, Harvard y Georgetown deben haber dejado también
sus huellas en la compleja psiquis de nuestra Presidente, y el ruido de las
cacerolas de Nueva York y Boston habrá contribuido a profundizarlas.
Remedando a su amigo Rafael Correa, cuando vendió a la
UNASUR una teórica maniobra destituyente de sus policías rebelados por sus
sueldos, como describí en la nota “Golpe de Estado en Macondo”, el Gobierno ha
salido a imputar a los prefectos y gendarmes, que sólo pretenden un salario
digno y, sobre todo, blanco, integrar una conspiración encabezada, cuando no,
por el todopoderoso Magnetto. El kirchnerismo ha practicado, en las fuerzas de
seguridad, la misma vocación que ha ejercitado con éxito entre los gremios, los
estudiantes universitarios, las organizaciones sociales y de derechos humanos y
en los partidos políticos; pero esta vez, el tajo fue horizontal y no vertical,
y ha cortado la cadena de mando en fuerzas que, seguramente, necesitará en
breve para intentar controlar la calle.
Esta breve descripción de algunos de los hechos más
trascendentes de estos últimos días, amerita que le pregunte, como he hecho
varias veces: ¿Se podrá vivir tres años más en este desmadre? No se trata,
contra lo que puedan decir los fanáticos, de una pregunta retórica que convoque
a una salida no democrática sino, por el contrario, instar a quienes disponen
de las facultades constitucionales necesarias a activar los mecanismos que la
ley prevé para estos casos, ya que “nada
hay en la Nación superior a la Nación misma”, y
es la misma supervivencia de ésta la que está en juego.
Samaná, 4 Oct 12.
Samaná :
Es una de las 32 provincias de la República Dominicana y se encuentra en el noreste del país, ocupando completamente la Península de Samaná.
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