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jueves, 26 de abril de 2012


 CEGADOS POR CORTINAS, 


              DE HUMO.

 Por Ernesto Bobek Cáseres.
            Abogado (Justa Causa)
        ebobek@fibertel.com.ar

Si quieres conocer el pasado 
mira el presente, que es su resultado. 
Si  quieres conocer el futuro, mira 
el presente que es su causa. 
(Proverbio japonés)

Mientras el mundo anda a los tumbos por las crisis financieras, el gobierno argentino se siente inmune a los avatares que atraviesan países más organizados y respetuosos de las leyes que el nuestro. 
Pudimos aprovechar esta magnífica oportunidad para aplicar políticas que nos eviten meternos en problemas derivados, por una parte de la más supina ignorancia de funcionarios respecto a la realidad, y por otra de un desinterés en hallar verdaderas soluciones, producto de la exclusiva búsqueda de rédito político.
         Así tenemos el resultado de la inseguridad con cada vez más robos y homicidios sin miras de solución, y entre otros tantos temas la crisis energética, que se traducirá en agravamiento de la crisis económica. La caída de popularidad de la presidente, la llevó a buscar una gesta patriótica por un tema tan justo -como hoy de imposible encuadre- cual es Malvinas. La Cumbre de Cartagena no le sonrió. 
Volvió ofendida y aplicó el Plan B, de expropioincautación de YPF. 
Ambas medidas, enormes cortinas de humo que pretenden tapar otras atrocidades y sacarlas de la primera plana.
         Las primeras reacciones dentro del país le resultaron ampliamente favorables. Así como muchos advertimos que las consecuencias se van a sentir, lo cierto es que a ningún connacional le podría caer mal que YPF sea argentina. 
Pero lo nacional y popular berreta, como la seudoexpropiación a contramano nuestra propia Carta Magna no es siempre lo aconsejable para el bienestar de los argentinos. 
No basta con poner una bandera en cada surtidor y aplaudir. Para que sea un orgullo que una empresa sea argentina, debe ser eficiente. 
O con menos pretensiones, que al menos no sea una carga más. 
Ya para mal ejemplo tenemos a Aerolíneas Argentinas que nos roba más de dos millones de dólares por día, que bien podrían aplicarse a mejorar la calidad de vida de los más necesitados. También eso se lo debemos a Cristina y a las habilidades de “los chicos de La Cámpora”.
         Néstor Kirchner promovió y aplaudió la venta de YPF a Repsol. 
Y desde entonces, durante más de 8 años de gestión kirchnerista, se desoyeron todas las advertencias de desabastecimiento. 
Tanto el ministro De Vido cuanto Daniel Cameron, secretario de Energía, convalidaron al menos desde su persistente ignorancia la catástrofe energética. 
Y digo “al menos”, ya que su accionar contra los intereses de la Nación fue tan grosero que amerita una minuciosa investigación de su patrimonio, además del de todo el gabinete. 
Recordemos que hace un año la Presidente felicitaba a Repsol por su desempeño. Si el descalabro lo armó la empresa española en tan solo 12 meses no debería resultar complicado descubrir un cambio en la administración -hasta doloso-, que la pasara de la gloria a la fosa tan rápidamente.
         Eso sí; tenemos un serio inconveniente. Hay pocos jueces federales. 
Uno sabemos todos que es la figurita repetida todoterreno que favorece al gobierno como sea y cuando sea. El Dr. Rafecas quedó fuera de juego por propia confesión de asesoramiento a partes y debería ser destituido si no renuncia. 
Ya desde hace mucho tiempo se perdió la confianza en los jueces federales, algunos de los cuales reiteradamente demostraron estar alejados de la Justicia. La conformación del Konsejo de la Magistratura también hizo lo suyo, tanto como destruir las bases de la Democracia y la República al permitir a un poder tener supremacía sobre otro.
         Entonces la gran pregunta hoy es: 
¿Ante los escándalos en que se encuentra involucrado el gobierno por temas como YPF, Skanska, los fondos de Santa Cruz, el ferricidio de Once, Jaime, Eskenazi, Antonini Wilson, etc., etc., disponemos de un juez federal dispuesto a cumplir acabadamente con su función, hasta las últimas consecuencias?          Si tan solo dudamos en dar una respuesta rápida y positiva, el problema en que estamos inmersos es enorme. Hora tras hora se confirma que no hay seguridad jurídica, lo que provoca que no confiemos fronteras adentro, y que no confíen en nosotros desde el exterior. Es que las recetas que se aplicaron en los últimos 8 años, son las mismas que fracasaron reiteradamente en tiempos demasiado próximos.
         Con las antipáticas noticias para los bolsillos de los argentinos, como tarifazos e inflación creciente, sumadas a la inseguridad reinante y tragedias que debieron evitarse, entre otros ítems, la presidente precisaba urgentemente remontar su imagen ante la opinión pública. 
Lo logró, de momento, con la “expropiación” de YPF. 
El límite a una buena imagen en nuestro país es el bolsillo. 
Si el gobierno pretende la reforma constitucional para la reelección indefinida propia del modelo antidemocrático chavista, no le queda mucho tiempo.
        Cuando no tan solo el precio de la carne y la yerba sean una bomba en el presupuesto de la gente; cuando se sienta el ahogo en las compras diarias de alimentos, remedios, atención médica, carga de combustibles, el precio de la electricidad y gas domiciliario, gastos para la educación -aún la pública-, para no hablar de esparcimiento y vacaciones, 
los índices de popularidad variarán impredeciblemente.
Y digo impredeciblemente ya que no hay una oposición siquiera intentando prepararse por si debiera asumir el poder.
El gobierno usa un reloj que atrasa más de 30 años. Además, cuando marca las 12 no sabemos ya si es mediodía o medianoche. 
Se perdieron los valores de la honorabilidad y de la corrección. 
Nos mienten arteramente, se nos oculta la realidad con argumentos insostenibles, pero en tanto la gente compre, los políticos de turno seguirán vendiendo fantasías con un costo final lapidario.
Los argentinos estamos dopados y perdimos reflejos siquiera para reaccionar. El país languidece.

La oposición parecería que vive en otra galaxia y descansa. 
¡Pobre República!CABA 25.04.12

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