¿ Y AHORA ?

2014

OPERACIÓN  IRRESPONSABILIDAD.

Mi 

Comentario 

Político 

de la 

Semana . . . 

Total, ya 

estamos 

jugados… 

Por :

Raul Alejandro Verblud.

Ya nada puede sorprendernos de nuestros gobernantes, ni su obscena exposición mediática, ni su falsedad, ni su perversidad, ni mucho menos su locura para mantenerse en el poder. La Policía de la Provincia de Córdoba, es una de las más capacitadas de Latino América, contando entre sus dependencias las más diversas especialidades y al ETER, un comando capacitado para aniquilar cualquier tipo de situación delictiva o terrorista que ponga en peligro la estabilidad social. También cuenta con la historia de haber sido la única policía del país pronta a enviar efectivos especializados a la guerra de Malvinas, cosa que no sucedió por la conclusión de la contienda, pero como toda fuerza que tiene roces son la sociedad hay elementos que conviven con la droga y el delito siendo esto y la mala remuneración los factores de precipitación de los acontecimientos. 

Después de los hechos del 3 y 4 de Diciembre de 2013, en los que un grupo de mujeres de policías cordobeses en actividad realizará para lograr un incremento salarial y mejores condiciones laborales, se produjo un efecto cascada en casi todo el país que terminó poniendo en vilo al gobierno nacional y los provinciales, ya que no se lo esperaban. 

Este movimiento, a pesar de que tiene características muy distintas en cuanto a “peligrosidad institucional”, retrotrajo a la memoria del establishment político y de los medios de prensa, las imágenes de Semana Santa del 87, Monte Caseros y Villa Martelli: en definitiva acusaron recibo, a pesar de que minimizaron al extremo esa idea. El generador indirecto de esta situación se llama José Manuel De la Sota, quien como gobernador justicialista de Córdoba, venía de experimentar un ajustado triunfo con sabor a empate con el radicalismo, en las elecciones de Octubre. 

Con una imagen desgastada no solo por los problemas internos en la fuerza policial, referidos a la droga y la convivencia de la cúpula con ella, sino también por el desgaste de 14 años en el poder, “el Gallego” ya pensaba en firme en su campaña presidencial mostrando su autosuficiencia para manejar sin problemas una de las tres provincias más ricas del país. Cobrando impuestos y tasas a nivel de asfixia tributaria, jamás fue muy claro en explicar dónde va semejante caudal de dinero, a pesar de que por ahí se ve alguna obra. De hecho la situación explota cuando De la Sota se encuentra de incógnito en Panamá (paraíso fiscal) con pasaje posterior a Colombia (bastión narco en la región). Algunas “malas lenguas” dicen que ni bien salió de Córdoba, la misma guardia, que son efectivos de la Policía de la Provincia, informo a sus compañeros de su ausencia para concretar algo que ya venía gestándose no solo por malestar de la familia policial, sino también a modo de vendetta por haberse apartado de las responsabilidades del escándalo narco, que también involucra a funcionarios y legisladores de fluida amistad con las barras bravas y sectores populares. Jamás explicó el motivo de ese viaje de extraña combinación turística, ni tampoco ningún medio de prensa lo cuestionó. Tampoco explicó porque nadie de su entorno gubernamental resolvió las exigencias de los auto acuartelados, agudizando aún más la situación y mostrando el clásico caudillismo peronista al decir “que esperen hasta que yo llegue”. Posteriormente sabemos cómo termina la situación en todo el país: con un fuerte incremento de salarios, que en el caso de Córdoba llegó al 62% en blanco, y ahí es donde comienza a activarse el reloj de una bomba de tiempo que habrá de explotar en breve.

Cuando posteriormente se juntan el “presidente sin autoridad” Capitanich y De la Sota, limando automáticamente la controversia por el envío tardío de efectivos de Gendarmería, como buenos peronistas, acuerdan en desconocer el pacto firmado con las policías argumentando haber sido presionados. 

Y ahí es que surgieran varios rumores en distintas provincias, pero en Córdoba en especial se produce una extraña manifestación de mujeres de policía que deciden “agradecer el supuesto cumplimiento del pacto”, lo que genera alerta y al mismo tiempo la actuación de una de las justicias más adictas al poder como es la cordobesa, que manda a detener a la esposa cabecilla de la protesta y a 16 efectivos a quienes se los involucra como hostigadores de los saqueos. 

También De la Sota, mostrándose como un gobernante fuerte pasa a retiro 23 jefes policiales, también hasta se produce una amenaza a modo intimidatorio a la ex ministra de seguridad durante el conflicto y posteriormente, como para cerrar con “broche de oro”, llega Berni con toda su pseuda autoridad para concluir diciendo: “Vamos a apoyar a todos los gobernadores que avancen contra la policía y no vamos a perdonar a quienes atenten contra el poder político” Todo muy raro y sugestivo, como armado a medida, pero con el fin de generar rechazo e insubordinación en la fuerza para hacer efectivo el desconocimiento del acuerdo, cosa que aún no pueden lograr. 

Ese acuerdo es clave para ser desconocido, ya que arrastra a otros gremios estatales, y en distintas provincias que evidencian la imposibilidad de pagar lo acordado, surge la idea suicida de emitir bonos a modo de cuasi moneda, lo que a su vez precipitará la muerte de la economía de la “década ganada”. 

En el ABC del gobernante tener mal pago a quienes tienen las armas es sentenciarse a muerte políticamente, y los políticos argentinos embebidos en absoluto poder e impunidad se creen que el por el simple hecho de ser electos (algunos de forma muy dudosa), se les debe tolerar sus caprichos y su falta de compromiso para con sus gobernados. Se creen que por el simple hecho de elegirlos vivimos en democracia y eso justifica todo. 

Álvaro Alsogaray decía “hay que pasar el invierno”, pero en un contexto muy diferente, hay que decir hoy que “hay que pasar el verano”, y prepararse a ver acontecimientos de precipitación de cierres de ciclos políticos y económicos. Como muchos políticos argentinos, embebidos en irresponsabilidad, acumulación de poder y miopía ante las necesidades populares, De la Sota es el fiel reflejo de un viejo boxeador que erguido aún en glorias del pasado, se cree que ganará todas las peleas y la falta de reflejos solo lo deteriora en imagen y lo condena a la triste condición de la derrota inevitable. 

En resumidas cuentas es una irresponsable operación porque intenta adoctrinar a una fuerza mal paga, que con sus decisiones demostró saber manejar el caos y el desorden popular a su favor, y por otro lado es una arriesgada solución a la posibilidad de emisión de cuasi moneda por parte de las provincias que no puedan pagar lo acordado, lo cual precipitaría a la vez el fin de la economía nacional. Argentinos: a prepararse para lo peor gracias a los dementes ideólogos de la “operación irresponsabilidad”. 

Raúl Verblud.