Buendianoticia 8.Blogspot.com

viernes, 31 de enero de 2014

¿La Verdad ?


2014



¿Alguien 

se atreverá 

decirnos 

la verdad? 

Por :
Ernesto Bobek Caceres.
Abogado (Justa Causa)  

Cuando un gobierno miente y distorsiona la realidad durante tanto tiempo -reelecciones incluidas- llega el momento en que las falacias no se pueden sostener más y se caen como castillo de naipes. 
Funcionarios retroalimentados por su propio bolsillo y por la verba falaz de un populismo “garantista” y “progresista” que se ha devorado el país, han pretendido sostener que el “modelo” existía.
Un primer problema se plantea cuando merced a los acontecimientos, la propia tropa se pasa la mano por los ojos, se aclara la vista y toma conciencia que no había tren bala, que no había inversiones chinas, que desperdiciamos las inmejorables condiciones que nos brindaba el “viento de cola”; que hay mayor pobreza que hace diez años, que las villas miseria crecen exponencialmente, todo fiel reflejo de la “década ganada”.
Una vez más dejamos pasar las mejores oportunidades de incorporarnos al mundo a través del comercio internacional, al espantar a inversores tanto locales como foráneos mediante declamaciones populistas y seudo progresistas. Ese acercamiento y supuesta admiración al socialismo berreta de los Castro, Chávez y Maduro se sumó al verdadero corte de manga que se hizo fronteras adentro -jubilados/fallo Badaro por citar un caso- y fronteras afuera con la deuda externa entre otras delicias.
Cuando un gobierno pierde la confianza de la ciudadanía tiene dos caminos: 
Modificar sustancialmente su forma de gestión o dar un paso al costado y llamar a elecciones en el plazo más breve que la prudencia aconseje.
El primer camino implica necesariamente una dramática reducción del gasto público. 
Adiós a todas las empresas públicas deficitarias que devoran el 90 % de su presupuesto y agregados en sueldos de inútiles. 
Adiós a subsidios injustificados, que tan solo buscan votos. 
Adiós a los sueldos pantagruélicos en el Poder Ejecutivo y Legislativo.Lamentablemente este camino no tiene el visto bueno del 90 % de la oposición. 
La restricción del gasto es piantavotos y por ende políticamente incorrecta. 
Basta ver los montos de gastos reservados que se autoadjudican ciertos caciques políticos oficialistas, y la envidia que debe ello provocar a la mayoría de referentes de todos los partidos políticos. 
Por supuesto que hay muy escasas aunque ponderables excepciones.
Pese al desmesurado crecimiento del GPI (Gasto Público Inútil), no decrecen ni la pobreza, ni la ya desesperante inseguridad, la que se alimenta en gran medida del tolerado narcotráfico generador de los “ni ni” que son una bomba a plazo fijo activada a futuro cercano. 
Ni hablar de los hechos de corrupción. 
Ni mencionar la anulación del Poder Judicial, la destrucción de décadas de derecho civil y comercial de excelencia mediante el código unificado, ni de la virtual anulación de las penas por la comisión de delitos con el mamarracho de modificación del Código Penal.
Hay amigos del poder que han hecho enormes fortunas repartiendo dividendos en emprendimientos y en paraísos fiscales. 
No les importó quebrar el país ni a sus habitantes. 
Están en plena investigación incontables maniobras delictivas. 
Pero cuando se investiga a fondo, caen jueces y fiscales. 
Llame ya: 0800-Gils Carbó. 
Cuesta creer la desvergüenza, desfachatez y sensación de impunidad de importantes funcionarios nacionales y provinciales.
El periodismo e instituciones de crédito internacionales observan azorados el rumbo de colisión al que nos lleva el kirchnerato. 
Lo que impresiona, es que dentro de nuestra patria muchos parecen no darse cuenta de la gravedad institucional, social y económica de transitar este andarivel de improvisación y confrontación permanente.
La reacción a las variaciones anómalas del valor del dólar se traduce en buscar responsables en el periodismo, en empresas, en grupos supuestamente concentrados, en lo que sea menos en mirarse el gobierno al espejo y reconocer la causa de tanto desastre. 
En el nunca editado libro del modelo no existe reconocer errores; menos aún zarpazos.
Bajo estas características, el precio del dólar no tiene techo. 
Su valor reside en la mayor o menor confianza en las políticas de gobierno que puedan modificar la situación actual. 
No se requiere un doctorado en economía para saber que no se puede gastar más de lo que se tiene o gana. 
Todo exceso es ruina o quiebra.
Ahora sí la pregunta del millón: 
¿Qué político con aspiraciones presidenciales se atreverá a decirnos que se acabó la fiesta; que el modelo era un montaje y que la solución será trabajar mucho más y gastar mucho menos?
Objetivamente se dice que la política es el arte de lo posible. 
Pero en Argentina 2014 habría que analizar muy bien desde lo subjetivo de cada candidato el significado y alcance del término “posible”.
Y ello porque lo posible está contaminado de componentes de ventajas políticas que nadie querrá renunciar. 
Feo como sapo en noche de luna. 
Pero es así.
En concreto, algunos solo daremos crédito político a quien comience el análisis de la cruda realidad avizorando un futuro de enormes esfuerzos. 
A todos los que estuvieron o apoyaron siquiera circunstancialmente al actual gobierno en temas ruinosos, y a los que nos digan que vamos a salir del tsunami que dejará el kirchnerismo -tal vez, y ruego que no, antes de lo que pensamos- les debemos desear que sigan participando.
Finalmente me pregunto porqué tengo el mal presentimiento de que una vez más -y van…- los votos se los llevará quien mienta mejor. Sigo pensando, como a mis 17 años que en cualquier lugar del mundo todo hombre tiene un precio, pero en Argentina estamos siempre de liquidación.

CABA, 30 de enero de 2014.

No hay comentarios:

Publicar un comentario