¿ Una reacción ?

2014

Mi 

Comentario 

Político de 

la Semana 

Por :


Raul  Alejandro  Verblud.


A CADA ACCIÓN   UNA REACCIÓN.


A cada delincuente   un linchamiento.

Hay leyes universales a las que todos, por más poder que tengamos, estamos sujetos y de las cuales no podemos escapar, siendo presas de sus consecuencias ya que si iniciamos una causa a través de un hecho que cometemos de seguro vendrá un efecto reaccionario.
Esto es lo que sufren algunos delincuentes que tuvieron la suerte de ser ajusticiados por ciudadanos comunes, y digo la suerte porque si quedaron vivos pensaran más de una vez en volver a delinquir, y esto es a causa del escarmiento que recibieron.
Pero más allá de ser estas reacciones espontaneas el efecto de 30 años de garantismo y permisividad legal, que por conveniencia de los gobiernos de turno y de quienes desde afuera pretenden algo que tenemos, son el síntoma de una enfermedad social que lleva directo a la ruptura social y al enfrentamiento entre hermanos: en resumidas cuentas son el preludio a una guerra civil, la cual estaría en los planes de un movimiento mesiánico y demencial llamado kirchnerismo.

Afirmo que estaría en sus planes ya que no existe otra explicación cuando revisamos los entonados y agresivos discursos que salen de la boca de Cristina y anteriormente salieron de la de Néstor, los cuales sembraron vientos que hoy maduran una tempestad a punto de ser cosechada similar a la de Venezuela, pero con condimentos y actores muy distintos que a su vez potenciarán el conflicto.
En política el uso de la palabra es fundamental para la conducción de las masas y esto fue utilizado para el arreo de personas que más allá de su grado cultural se vieron envueltas en las políticas que vivimos en el país con divisiones y antagonismos estériles, de larga duración y de consecuencias devastadoras.
Resalto lo de Venezuela por ser lo más cercano, pero podemos ver que en todos los países que son protagonistas de la pre- guerra mundial que se avecina (Ucrania, Egipto, Siria, Irak, etc.), existen intereses externos que fomentan a estos sectores antagónicos para que se enfrenten entre sí.
El trabajo de adoctrinamiento llevado a cabo por el “Socialismo del Siglo XXI”, inspirado en la patética “Revolución Cubana” no promete otra cosa que divisiones y guerras internas, porque más allá de fomentar la paz, la verdad, la justicia, el crecimiento por el esfuerzo propio, la educación y la salud como solución a las necesidades sociales, se encarga de fomentar antagonismos generados a partir del clientelismo político y la permisividad legal, argumentando ser la “democracia” y la única solución a la vuelta a dictaduras de más de un cuarto de siglo atrás en la región.
En Latino América los gobernantes son muy coincidentes temporalmente en sus gestiones ya que así como en los `80 resurgían las “democracias” que tenían como fin aplastar las “dictaduras” de los ´70, en los ´90 los neoliberales venían a cumplir a rajatabla lo planificado por el FMI y el Banco Mundial para saquear y empobrecer. 

Y así en la primera década del siglo aparecen estos pseudos salvadores que solo traen entre manos la división y el enfrentamiento para cumplir la etapa final del dominio externo que promete el “Nuevo Orden Mundial”
En Venezuela solo salieron a modo de masa semi organizada los estudiantes, que inspiraron a personas jóvenes de otros sectores de forma desordenada y con un tibio líder ya encarcelado y neutralizado como Leopoldo López, una más activa y en libertad como María Corina Machado y otro casi inexistente, que a la vez perdió caudal político, llamado Henrique Capriles Radonski, mientras que en nuestro país no hay quien lidere.
En Venezuela decíamos que los protestantes fueron los estudiantes, mientras que en la Argentina existen los gremios que si bien son peronistas y están fracturados, no hay que subestimar su poder en cuanto a lo decisivo y gravitante que puede serle a la suerte de un gobierno.
En Venezuela las policías de los estados, la Guardia Bolivariana y las Fuerzas Armadas están completamente adoctrinadas y alineadas en el socialismo, mientras que en nuestro país las policías provinciales, la Gendarmería Nacional, Prefectura y las Fuerzas Armadas no están alineadas en la izquierda en sintonía con el gobierno nacional. 

A esto hay que sumarle que hay mucho resentimiento interno y que llegado el momento de salir a reprimir a la masa habrá insubordinaciones y deslealtades para no mantener a los gobernantes en sus puestos.
Los colectivos de allá son similares a las organizaciones de acá, y pueden ser muy peligrosos ya que están integrados por delincuentes que no tienen límites, pero el trabajo conjunto de represión con las fuerzas del orden no creo que sea posible como lo fue en Venezuela y estas últimas de seguro serán enemigas en la posible escena de conflictos.
Por último los gobernadores allá son todos puestos por el oficialismo salvo Capriles, mientras que en la Argentina, si bien la mayoría son del peronismo, estos son de un partido que se destaca por las deslealtades y las conveniencias lo cual asegura que al momento de extrema tensión el gobierno Kirchnerista se quedará solo.
Son muchas la hipótesis que se pueden razonar, pero solo el poner los pies en la tierra nos va a asegurar de no llegar a algo así, cosa que no parece haberse tomado en cuenta por jueces, gobernantes y medios de información irresponsables que ante la frustración y la incredibilidad social siguen hablando del terrorismo de estado de los ´70, los supuestos 30.000 “desaparecidos” y la imagen ya insalvable de las Madres de Plaza de Mayo, con el fin de justificar la irresponsabilidad y la falta de gestión estatal, criticando al linchamiento como efecto delictivo y no a la causa que los generó.
En definitiva: se superó un límite muy fuerte que potencia el fanatismo que es como un carro con caballos desbocados que se sabe de dónde parte, pero nunca cómo y dónde termina… ¡argentinos tino!

Raúl Verblud