La Danza de las
Fechas.
Por: Enrique Guillermo Avogadro.
Para: pachecoproducciones@hotmail.com.ar
.“Casi todo lo que realice será insignificante,
pero es muy importante que lo haga”
Mahatma Gandhi.
Que gran parte de la ciudadanía terminó la marcha
del 13 de septiembre con ganas de seguir es indiscutible, ya que eso se vio
desde entonces en todas las redes sociales. Además, pudo comprobarse que
muchos, que no se atrevieron a asistir por distintas razones, ahora lo lamentan
y exigen la convocatoria inmediata a una nueva manifestación a favor de la
libertad y la república, y contra la inseguridad, la inflación y la corrupción.
También lo es que gran parte del multitudinario éxito se debió a las palabras de
la señora Presidente, cuando recomendó, en cadena nacional, tenerle un poquito
de miedo, y a dipsómanos como Abal Medina, Kunkel, AnímalFernández y Coscia, que
ningunearon o insultaron a los asistentes y han servido como fuelles para el
fuego que consumirá al “proyecto” oficial.
Estas
inquietudes y estas premuras ciudadanas fueron percibidas por las usinas
oficiales que, con rapidez, comenzaron a actuar en las redes para desorientar y
confundir a quienes quieren continuar, ya mismo, con la protesta, habida cuenta
de que la viuda de Kirchner parece no haberse enterado de lo que sucedió en el
país entero mientras ella inauguraba una fábrica de la marca Lacoste en San
Juan. Raro, ¿no es cierto?, porque hasta el famoso cocodrilo del emblema quedó
con la boca abierta.
Internet se
pobló, repentinamente, de convocatorias a nuevas marchas, en distintas fechas y
lugares, y comenzó una verdadera guerra de mensajes que consideraban a unas u
otras las auténticas. La primera es para el 28 de septiembre, en Plaza de Mayo;
a priori, me parece falsa porque pretender reunir a una cantidad importante de
ciudadanos un viernes a las 19:00 en el centro porteño resulta, francamente,
ilusorio.
Hoy, esa danza
de fechas tiene dos protagonistas principales: la convocada para el lunes 1º, a
partir de las 18:00, en el Monumento de los Españoles, en Palermo, y otra, muy
fuerte también, para el 8 de noviembre, en el Obelisco. Contra la opinión de
muchos amigos, creo que, por no resultar excluyentes, debemos sostener ambas,
ya que dejar transcurrir tanto tiempo puede tener efectos negativos sobre la
moral épica de la ciudadanía.
Por otra
parte, el 7 de octubre se producirán las elecciones en Venezuela y su
resultado, de ser favorable a Capriles, seguramente traerá aparejadas nuevas
manifestaciones públicas, dada la importancia que eso tendrá para la Argentina
y para la región. Y el 11 ha
sido convocada una gran marcha que unirá, por primera vez, a la CGT Azopardo
(Moyano), a la CGT Azul y Blanco (Barrionuevo), a la verdadera CTA (Micheli),
la Federación Agraria (Buzzi), organizaciones sociales como la CCC y Barrios de
Pie, y seguramente asistirá también UATRE (Venegas); creo que, despojándose
tanto de miedos cuanto de reservas y antiguos rencores, sería muy importante
que la clase media la acompañara porque, al menos circunstancialmente, los
reclamos son los mismos.
El 27 de
octubre, el agrupamiento oficialista, Unidos y Organizados, pretende recuperar
la Plaza de Mayo para conmemorar la muerte de don Néstor; una dura competencia
con la ya mencionada marcha del 8 de noviembre, porque resultarán claras las
imágenes de muchos colectivos y puestos de “choripán” versus la espontaneidad y
la falta de organización. Luego llegará el 7 de diciembre, con la carga de
acciones que los spots cruzados entre el Gobierno y Clarín están pre-anunciando;
tal vez, conviertan a ese mes en definitorio para el futuro inmediato.
El jueves 13
de septiembre la ciudadanía llana irrumpió espontáneamente en escena y el
Gobierno recibió un sorpresivo golpe que, obviamente, lo hizo trastabillar y,
al menos por ahora, congelar su proyecto de modificar la Constitución. ¿Hará lo
mismo con el voto a los 16, después de la derrota aplastante que todas las
organizaciones de estudiantes K sufrieron en la UBA? Sin embargo, creo que el
mayor y más importante aviso de alerta tuvo como destinatario obligado a la
oposición, ese circo de infantes personalistas que siguen sin entender el
mensaje.
La gente en la
calle pidió a sus dirigentes que se juntaran en una sola mesa, no para evitar
las competencias electorales o programáticas, sino para dejar explícitamente
claro que se oponen a la reforma constitucional, a la falta de libertades, a la
inseguridad reinante, al unitarismo que asfixia a las provincias, a la
corrupción rampante, a la falta de independencia judicial, a la destrucción de
los organismos de control; en suma, a evitar que se convierta a la Argentina en
un país como el que nos devuelve el espejo de la Venezuela chavista. En 1972,
Perón y Balbín unieron sus fuerzas en una convocatoria similar –“La Hora del
Pueblo”- a la que se sumaron los demás partidos y, todos juntos, arrancaron a
Lanusse las elecciones libres.
De eso se
trata, de dejar la concepción infantil de la política de lado y unirse en ese
generalizado reclamo que las multitudes llevaron a la Plaza de Mayo y a todas
las plazas del país. Luego, cuando entre todos hayamos desalojado del poder al
“proyecto”, habrá tiempo para conquistar, cada uno con sus propuestas
específicas, la voluntad del electorado.
Para terminar,
otra historia siniestra. Tal como sospechaba cuando escribí que el pago del
Boden 2012 –los dólares huyeron del país- beneficiaba principalmente a los
tenedores K, este año y el próximo se repetirá una de las mayores estafas a los
argentinos: por la baja estimación del crecimiento, comparada con el que
realmente se produce, llevamos pagados más de US$ 6.000 millones desde 2005, y
el 15 de diciembre de este año, los tenedores del Cupón PBI cobrarán otros U$S
3.500 millones. Es decir, un total de casi US$ 10.000 millones perdidos por
“malos” cálculos. En un Gobierno que se precia de su inteligencia, ¿resulta
difícil deducir quiénes son los verdaderos tenedores de esos bonos que, en el
último año, se valorizaron el 60%?
Espero que los
opositores se pongan los pantalones largos y asuman, de verdad, su papel en la
sociedad, porque el riesgo que las multitudes movilizadas espontáneamente
conllevan se puede traducir, por falta de liderazgo genuino y de generosidad
política, en otra crisis institucional que nos retrotraiga al 2001, pero con
más violencia aún.
Bs.As., 24 Sep
12
Enrique Guillermo AvogadroAbogado
Tel. +54 (11) 4807 4401/02
ega1@avogadro.com.ar
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