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jueves, 11 de septiembre de 2014

Sin ni Sin . . .


2014

Sin 
Pobreza
Ni 
Aplazados

Y  
Pagadiós.


Por :

Ernesto Bobek Caceres.
Abogado ( Justa Causa ).


Si hay fiebre escondemos el termómetro. 
(Manual del Modelo, pág. 1)

Cuando se hace todo mal resulta ilusorio esperar otra cosa que el fracaso. Y cuando la carencia de conducción coherente nos hace tocar fondo se recurre al viejo truco de inventar temáticas conflictivas que llegan a las primeras planas para tapar la realidad

La encuesta del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia para 2013 realizado por la Universidad Católica Argentina, reveló que el 42% de niños y adolescentes del conurbano bonaerense están sumidos en la pobreza y parte de ellos en la indigencia. O sea que 1.300.000 menores de 19 años son pobres, de los cuales 290.000 pertenecen a hogares donde no hay suficientes recursos para la alimentación básica.
A ojos del oficialismo, esas conclusiones resultan poco menos que desestabilizadoras. Justamente “Chirolita” Capitanich había afirmado horas antes que la pobreza estaba prácticamente erradicada. 
(Olvidó sugerir que se la llevó el tren bala). Después de la encuesta criticó duramente a la UCA y al diario La Nación atacando a los periodistas y medios concentrados que “pretenden desacreditar los logros”. Por su parte el hoy principal referente de la presidente, Axel Kicillof, dijo que el estudio no era serio sin explicar porqué el INDEC dejó de hacer un seguimiento de tan acuciante tema.

Recientemente se supo que el 52 % de los estudiantes a todo nivel no llegan a comprender los contenidos que leen. Pese a ello el gobierno ordenó a las escuelas de la provincia de Buenos Aires que no haya aplazos ni repitencia. Entonces tenemos mentes brillantes por decreto. Las ridículas explicaciones intentadas por el ministro de educación solo pueden movernos a exigir su relevo, ya que su renuncia sin el beneplácito de quien lo puso ahí no es posible.

Entre gallos y medianoches se aprobó el cambio de jurisdicción para abonar a los bonistas reestructurados en los canjes 2005 y 2010. Hicieron oídos sordos a los argumentos de diputados de la oposición que sostuvieron acertadamente que resulta violatorio de lo acordado oportunamente con los bonistas, muchos de los cuales adelantaron que no quieren cobrar en Buenos Aires. Está visto que a nuestras autoridades no les interesan las consecuencias que puede acarrear esa verdadera aventura de final previsible.

Otro tema problemático es el de Pro.Cre.Auto, un concepto en principio genial para promover la venta de automóviles fabricados en el país. Impuestazo a los autos de alta gama mediante, -que se trasladó también a los más económicos- se frenó totalmente la venta de rodados. De ahí se pasó al “encanutamiento” (Cristina dixit) de vehículos por parte de terminales y concesionarias.

Resulta fantástico que se vendan rodados a crédito con precio y cuotas accesibles. Ello generaría el círculo virtuoso de mano de obra y circulación del dinero. La falla se da en que los autos de fabricación nacional tienen largamente más de un 50 % de componentes importados. Léase, el gobierno no asegura a las terminales que van a poder importar los insumos necesarios para fabricar otras unidades, lo que implica que las que entreguen serán a pura pérdida.

Tenemos la fortuna de contar con archivos que no dejan dudas del giro de 180º que pegó el periodista Víctor Hugo Morales antes y después de su venta. Ahora cometió la torpeza de afirmar que quienes viven en las villas lo hacen con gusto ya que hasta pueden ir al cine. Afortunadamente quien le paró el carro no fue un político de quien se podrían sospechar aviesas intenciones, sino de una valiente mujer ejemplo de vida e ilustre ciudadana como lo es Margarita Barrientos.

Escuché a varias personas referir que si se lo cruzan a Morales, mínimamente lo van a reputear. 
Hay personajes que no llegan a medir la dimensión de la furia social y piensan que viven en una nube desde la que pueden profetizar imbecilidades sin consecuencias.

Recordamos el viento de cola que dejamos pasar. Ahora no solo no hay ni brisa sino que tenemos agua hasta las orejas del ganado que murió en las terribles inundaciones producto en gran medida de la no realización de obras proyectadas hace largos años y nunca concretadas. Además la tierra queda lavada e improductiva por largo tiempo. Ni ganado ni granos. La gran pregunta es de dónde se obtendrán recursos para continuar con la fiesta del derroche por ahora impune.

CABA, 11 de noviembre de 2014.

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