2014
Dama.
Por :
Dr. Enrique Guillermo Avogadro.
“Para que la maldad
florezca,
sólo hace falta que la gente
buena no haga nada”.
Edmund Burke.
En el tablero de ajedrez de
la política nacional, dos jugadas trágicas efectuadas por la Justicia han
puesto a la Reina en jaque. Uno de ellos fue la fuerte repercusión
que tuvo la denuncia de las diputadas Laura Alonso y Patricia Bullrich, que
formularon tan pronto se enteraron que el Gobierno, con la imprescindible
colaboración de la Sala I de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional
Federal, integrada por los jueces Freiler, Farah y Ballesteros, pretendía
desplazar al Juez de la instrucción de la causa Ciccone, en la que Boudou está
tan comprometido. La trascendencia pública de esa intención y la torpeza nacida
de la sensación de impunidad con que actúa el Gobierno desató la rápida movida
del Dr. Lijo, que llamó inmediatamente al Vicepresidente y a sus cómplices a
prestar declaración indagatoria y, con ello, abortó la jugada que debía
culminar con su corrimiento y la consecuente nulidad de gran parte de su
investigación.
Como quien ha seguido mis
notas sabe, siempre he sostenido que es imposible queGuita-rrita, miembro
principal de un gobierno en el que sus funcionarios piden permiso antes de
responder a un saludo, sea el único autor de la maniobra para apoderarse, en
beneficio propio, de la fábrica de billetes y documentos. Sólo don Néstor
(q.e.p.d.), originalmente, y luego su noble viuda son los verdaderos nuevos
dueños de la imprenta; si quiere pruebas mayores, recuerde que nadie se
presentó a reclamar el precio de la oportuna “estatización” de Ciccone y que,
por defender al Vicepresidente, doña Cristina no hesitó en desplazar a un juez,
a un fiscal y hasta en echar al Procurador Righi, un histórico camporista que compartió
los ideales de la “juventud maravillosa” de los 70’s, tan elegida
por ellos para sostener y heredar el “relato”.
¿Nadie se pregunta,
especialmente el Congreso, por qué no se expropiaron, conjuntamente con las de
Repsol, las acciones de los Eskenazi en YPF? Esta familia de banqueros, que
desconoce por completo el negocio del petróleo, formó una sociedad en Australia,
a cuyo nombre están esas acciones, y cuyos verdaderos titulares son
desconocidos. A la luz de los inexplicables beneficios que contuvo su ingreso
en la petrolera –préstamos de los vendedores para financiar la compra y cesión
de la administración total a quien sólo tenía una proporción menor de la
compañía-, ¿cabe alguna duda que quienes aparecieron comprando el 25% de la
empresa eran meros testaferros de don Néstor (q.e.p.d.)? Brufau, que de tonto
no tiene un pelo, describió a los adquirentes como “expertos en
trabajar en mercados regulados”, y lo dejó asentado en el contrato de
compraventa.
Lo mismo sucede con Cristóbal Timba López,
el zar de la devastadora industria del juego en la Argentina. Si los Kirchner
no son, al menos, socios de los casinos, ¿cómo se explica que don Néstor
(q.e.p.d.) haya firmado un decreto de necesidad y urgencia al final de su
mandato para prorrogar por décadas las concesiones a cambio de “obligar” a
López a instalar más tragamonedas, invocando la necesidad de satisface la “demanda
lúdica”?
El otro ingrediente de la
indigesta dieta que tuvo que tragar la Presidente fue la confirmación, por la
Justicia suiza, de los giros de plata sucia que Lázaro Báez, otro testaferro de
los Kirchner y socio en los papeles, efectuó desde Panamá, denunciados aquí por
los diputados Ocaña y Garrido, e informados públicamente por el procesado
Elaskar en el programa de Jorge Lanata. Pese a que el Juez Casanello continúa
intentando “marear la perdiz”, ya le va resultando imposible mantener al patagónico
fuera de la causa y, a corto plazo, no le quedará más remedio que procesarlo.
Entonces, se habrá confirmado el jaque a la Dama.
La duda que persiste es si la
senda que inauguraron Avioncito Jaime (“todo lo que
hice fue por instrucciones de Néstor y Cristina”) y el inefable Juez
Oyarbide, hoy citado al Consejo por exhibir un injustificable anillo, cuando no
tembló al involucrar a Liuzzi y, por ende, al propio Zannini en la causa de las
financieras lavadoras de dinero, será seguida también por Guita-rrita y
por Báez o éstos optarán por morir solos en la pira crematoria. Si deciden
compartir sus penurias carcelarias, la Dama resultará comida y desaparecerá del
tablero.
Los argentinos estamos frente
a un régimen sólo dedicado a robar todo lo que pueda para sus sucesivos
titulares; eso es lo que ha quedado muy claro aún para los ingenuos. Entonces,
la pregunta de oro es ¿hasta cuándo lo toleraremos sin reaccionar? ¿Debemos, en
nombre de los plazos reglamentarios, respetar a una banda de ladrones que se ha
encaramado al poder con el único propósito de quedarse con el país entero, aún
a costa de la vida de muchos de nuestros conciudadanos?
En estos días tendremos
oportunidad de manifestar, públicamente, nuestro hartazgo, de decirle al
Gobierno que hasta aquí llegó, y que no pretenda avanzar más. El 9 de junio, a
las 10:30 hs, en Avda. de Mayo 760, comenzará la parodia de juicio al Fiscal
Campagnoli, y el 18, a las 19:30, en el mismo lugar, estamos convocando a una
marcha ciudadana que, esperamos, deberá tener una contundencia mayor a las que
nos congregaron en el pasado reciente. Es la República misma la que está en
juego, y no podemos permitir que la impunidad continúe.
Fue una semana dramática para
la Presidente, como he dicho y pese a la firma del acuerdo con el Club de
Paris, tan celebrada por ella en Tweeter para resaltar que no había requerido
la auditoría previa del FMI.
El Club de Paris, contra la
creencia generalizada, no presta dinero. Es una asociación informal de bancos
estatales de naciones desarrolladas, que garantizan a sus exportadores de
bienes de capital el cobro de los mismos cuando venden a clientes de países
potencialmente riesgosos, y se creó, aunque usted no lo crea, ante los reiterados
incumplimientos argentinos en la década de los 40’s. Es decir, lo único a lo
que nuestro país puede aspirar es a que, cuando las industrias locales
necesiten comprar bienes de capital a plazos, esos bancos otorguen las
garantías necesarias; y eso, que no es menor para la Argentina, es todo lo que
obtendremos en forma directa.
Explicaré qué ha sucedido.
Suponga que usted es deudor de un banco, al cual no le ha pagado nada durante
trece años. En esas circunstancias, la presión de su propia situación financiera
y la necesidad de mejorar su imagen ante los prestamistas, lo obliga a negociar
con su acreedor. Usted, entonces, ofrece comenzar a pagar, y el Directorio del
banco empieza a festejar pero, como usted no acepta que le revisen su estado
económico y ellos saben que necesita firmar algún acuerdo, le exigen un importe
mayor, un anticipo más importante, tasas más altas y un plazo más corto. Hasta
ahí, es lo que ha sucedido.
Pero cuando usted requiera
nuevas garantías –en el caso, Argentina podrá hacerlo sólo después de mayo de
2015-, el banco le exigirá completar una carpeta de crédito nuevo, y allí sí le
impondrá la necesidad de que sus cuentas sean revisadas por un organismo
auditor, en el caso el FMI. Entonces, la actual autocelebración de doña Cristina
y el Bambino Kiciloff sonarán huecas y el gesto heroico le
habrá costado a la Argentina unos dos mil millones de dólares. ¡Qué linda
fiesta!
Es cierto que se trataba de
un desaguisado que, en cualquier caso, necesitaba de una solución, porque la imagen
de la Argentina ante el mundo estaba muy empañada por ese intríngulis y eso
impedía acceder a los mercados voluntarios de crédito con tasas de interés
razonables, como las que pagan todos, todos, los países de la región, con la
obvia excepción de Venezuela. Pero de no ser por la negativa a desnudar la
falsedad de las estadísticas del INDEC, hubiéramos obtenido un arreglo más
favorable, por menos caro y más largo.
Preguntémonos entonces
¿Paris
bien valía esta misa?
Bs.As., 1° Jun 14
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
Abogado
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