2013
cambió
nada
Por :Juan José Carrasco.
Abogado.
Si pensamos que con el voto del 27 de Octubre íbamos a cambiar algo con relación a la problemática de la inseguridad, nuevamente nos hemos equivocado. Irónicamente, ese mismo día, y en horas de la tarde, se producía otro hecho trágico en Villa Celina (Pdo. de La Matanza) donde, en un feroz asalto, perdió la vida el joven José Barrientos de 23 años, quedando otra persona gravemente herida. La reacción de la gente no se hizo esperar y, el día después, se produjeron serios incidentes frente a la Comisaría de la zona. Y lo de siempre... Vecinos contra la policía, los uniformados reprimiendo y la cúpula policial de esa dependencia tardíamente removida. Luego, la llegada de la Gendarmería Nacional como recurso espasmódico y solución mágica. Hasta el mismo Jefe de Policía se hizo presente en el lugar de los hechos, con su conocida imagen de "amigable componedor", a quien, con su perfil de inepto, siempre lo vemos correr "desde atrás", tratando de remediar situaciones a destiempo, cuando ya la sangre llegó al río.
Más arriba, en la escala de incapaces lo ubicamos al Ministro de Seguridad, que amagó con producir cambios sustanciales, pero lamentablemente se quedó en la mera intención. "INTENCIÓN SIN ACCIÓN ES ILUSIÓN".
Y, en seguridad, como sabemos, de ilusiones no se vive.
Me pregunto si no era mejor para todos nosotros que éste funcionario se quedara más tranquilo en su municipio. Porque, en la provincia, hasta ahora, es el Sr. "nadie".
Pese a los gravísimos y reiterados hechos delictivos producidos durante su corta gestión, sólo aparece en la estructura oficial como un ausente "sin aviso".
Yendo más alto aún, lo ubicamos al máximo responsable de la inseguridad bonaerense, el Sr. Gobernador, que después de ésta elección lo observamos totalmente desdibujado, con rostro de circunstancia, y absolutamente desencajado. Parece más dolido por la derrota sufrida en las urnas, que por las víctimas causadas por la delincuencia.
Todo ello, conspira contra su ya disminuida autoridad que se traduce en falta de conducción y carencia de respuestas adecuadas.
Esto, es tan obvio como penoso, porque nadie puede dar lo que no tiene.
Desde allí arriba, hacia abajo, sólo se transmite desconcierto, incertidumbre y desorientación.
Y eso, es lo que los "de abajo" reciben de su máximo jefe. Nada se gana con inculpar siempre a los funcionarios de menor jerarquía, cuando el peso de la responsabilidad debe recaer en los niveles superiores.
Creo que la cuestión se plantea en lo ético y moral :"Hay quienes se creen jueces, sin haberse juzgado nunca".
Es uno de nuestros grandes pecados sociales.
El problema de la inseguridad no tiene solución en lo inmediato, en tanto se sigan cometiendo los horrores que se cometen por lo representantes que nos gobiernan.
Entonces, pensando con severidad, digo que habrá que desconfiar de todo lo que haga éste Estado en tal sentido. Así, si nos toca sufrir la desgracia, al menos tendremos el mínimo consuelo de saber que lo peor podía sucedernos.
QUIEN HABLÓ SOBRE EL ATAQUE A LA KORRUPCIÓN?
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