2013
Exámenes,
Cocaína y
Pantalones
Bajos.
Por :
Enrique Guillermo Avogadro.
Abogado.
“La primera fuerza
que dirige el mundo
es la mentira.
“Jean-François Revel.“
Escribo esta nota a primera hora de un domingo que, con
seguridad, imprimirá un nuevo giro al devenir de la historia nacional. Pese a
que, obviamente, no conozco los resultados de estas elecciones, debo confesar
que no creo que aporten mayores cambios sobre las encuestas conocidas, ya que
no removerán el cartelito con inamovible fecha de vencimiento del imperio K.
Por si no bastaran los votos, la medida cautelar de la Corte Suprema, que
impidió al santiagueño Zamora ir por su re-reelección, marcó otro límite a la
eternidad de Cristina, al menos por caminos pacíficos.
La realidad, mal que nos pese, es que el Gobierno conservará, al menos en teoría, la mayoría en Diputados y casi en Senadores. Sin embargo, resulta curioso que, conociendo al peronismo, nadie piense en cuántos de esos actuales “leales” se mudarán con armas y bagajes al campamento enemigo, tan pronto se confirme la victoria aplastante de Kolynos Masa.
Con relación a la Presidente, llama la atención a propios y
extraños la real acefalía que hoy se da en la Argentina. Nadie sabe, a ciencia
cierta, quién está al frente del Poder Ejecutivo puesto que el mandatario
virtual, nuestro excéntrico Guita-rrita,
carece de verdadero poder para gobernar –ni la ciudadanía lo toleraría- y
quienes, al menos en teoría, toman las decisiones en nombre de la viuda de
Kirchner –Bebón Kirchner y
el Chino Zannini- no han sido elegidos para
hacerlo. En este aspecto, resultó altamente sintomática la afirmación del Estanciero Randazzo, en el sentido de que se
había cortado solo al adoptar su decisión de echar a las concesionarias, es
decir, sin consultar al Vicepresidente en ejercicio; fue una muestra acerca de
lo que sucederá si doña Cristina no pudiera o no quisiera reasumir el poder.
El miércoles, se realizaron a la Presidente, según se dice,
distintas pruebas de control en la Fundación Favaloro. El informe médico
posterior estuvo, a criterio de los mejores especialistas del país, plagado de
contradicciones, sobre todo para explicar las razones de su presunta arritmia.
Todo ello me lleva a ratificar cuanto he dicho acerca de la verdadera afección,
el ya remanido mal de Pick, o sea, una enfermedad mental de graves
consecuencias para quienes la padecen. Tal vez, esa misma convicción haya
llevado a Kunkel, una de las primeras espadas de doña Cristina, a afirmar que
ella no es imprescindible, y que el “modelo” puede continuar en otras manos.
Por lo demás, el mismo día, se conoció esa curiosa
re-estatización del Ferrocarril Sarmiento, fuente de los mayores disgustos para
las campañas de Filmus e Insaurralde –de las de Cabandié se ocupó él mismo;
para ahorrar tiempo, me dicen, ya pintó en su paragolpes la leyenda “No me multes; soy hijo de
desaparecidos”- por boca del Neo-estancieroRandazzo, que
anunció que, a partir de ahora, los maquinistas serán sometidos a pruebas
idénticas a las que se realizan a los pilotos de avión. Sobre el tema de los
trenes del Conurbano –el paso dado, aunque por razones equivocadas, fue
positivo- me explayaré la semana próxima.
Mi amigo Enrique Gobbee compartió conmigo una reflexión: “Si se deben realizar tests
psicológicos a quienes conducen un tren que, a lo sumo, transporta algunos
cientos de personas, ¿no deberían hacerse a quien está al frente de un país de
cuarenta millones y, al menos, a sus ministros?”. La respuesta, obviamente,
queda a cargo del ex H° Congreso Nacional.
Al Presidente de la Comisión Nacional deValores Tontorrón
Vanoli, se le soltó la escasaV cadena y, muy suelto de cuerpo, comparó la publicación de la cotización del
dólar blue en los medios con la difusión de
los precios de la cocaína; rápidamente, para no perder su primer puesto en el
ranking de ridículos, la afirmación fue aplaudida nada menos que por AnímalFernández, el mayor
responsable del tráfico del estupefaciente en nuestro país, tanto por la
manifiesta inacción del Gobierno al respecto –retiro de los gendarmes de las
fronteras y nula radarización de las mismas- cuanto por las sospechas acerca de
su presunta asociación con los narcotraficantes. También con celeridad, nuestro
tan capaz Ministro de Defensa, el ChivoRossi,
contribuyó a la escalada de imbecilidad general, asignando a la vigilancia
aérea cuatro aviones viejos, incapaces de cualquier reacción.
El jueves The New York Times reveló algunas de las cláusulas
secretas del acuerdo YPF-Chevron. Tal como se suponía, su lectura, y lo leonino
de su contenido, hablan muy a la claras de la desesperación del gobierno actual
por las consecuencias de la vocación de don Néstor (q.e.p.d.) de robarse la
petrolera confiscada. Cláusulas como el derecho de la norteamericana a recibir
regalías perpetuas sobre el petróleo producido, aún cuando hubiera abandonado
el país unilateralmente –cosa que, por lo demás, también le está permitido-,
impiden entender qué votaron los diputados neuquinos cuando aprobaron el texto,
cuyas estipulaciones desconocían.
Esta misma semana, un muy querido amigo, embajador retirado,
aludiendo a mis notas que anunciaban, desde hace tiempo, un final violento para
este ciclo imperial, pretendió que ello no había sucedido. Cuando confronté su
opinión con los hechos de Jujuy (Milagro Sala), Santa Cruz (Peralta), Chaco
(Rozas), Santa Fe (Bonfati), La Matanza y Tigre (Massa), los muertos diarios de
Rosario y tantos otros episodios recientes, se llamó a prudente silencio. La
violencia se ha apoderado de nuestra sociedad, por obra y gracia del Gobierno,
y esto es sólo un prólogo de anticipación. Por ello, resulta al menos raro el
corto publicitario, de excelente factura, que el kirchnerismo eligió para
homenajear a su fundador y que resume su discurso de asunción, en 2003.
Cuando, desde la pantalla, aparece don Néstor (q.e.p.d.)
convocando a un sueño, a un país sin grietas, a un gobierno sin corrupción, a
una sociedad integrada y a un país para todos, y compara todo eso con lo que su
¿Frente para la Qué? hizo en estos diez años, la ciudadanía no solamente se
siente idiota sino que se indigna porque, además, le tocan el hombro para
llamarla así.
Mañana, además de los resultados definitivos, comenzará a
desentrañarse el secreto mejor guardado: ¿qué hará el Gobierno con los enormes
problemas económicos que enfrenta? ¿Comenzará a pagar la cuenta, aunque sea
parcialmente, y comenzará a realizar el inevitable ajuste o, por el contrario,
insistirá en sus horrores, dejando al sucesor las bombas armadas? Mis apuestas,
obviamente, están en esta segunda hipótesis; lo malo será que, entonces, el
pato lo pagaremos todos los argentinos. Sin llegar a esos extremos, hasta es
probable que doña Cristina imite en Buenos Aires a Pajarito Chiquitico y cree un Ministerio para la Suprema
Felicidad y un Comando Cívico- Militar Antigolpe; después de todo, lo primero
es buscar a quién responsabilizar por las consecuencias de sus actos.
En fin; me voy a ejercer el mayor de los derechos en democracia, el voto. Espero no equivocarme, y rezo para que a mis compatriotas les suceda lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario