2013
Vivos!
Por :
Enrique
Guillermo
Avogadro.
“La segunda imagen …
presentaba al monarca como un soberano capaz de hacer cualquier cosa con tal de mantener su poder y, ante todo, como un gran demagogo y un paternalista teatral que, con sus gestos y palabras, enmascaraba la venalidad, la cerrazón y el servilismo de la élite gobernante, por él creada y mimada”. Ryszard Kapuścińki .
Tal como les
sugerimos en esta columna (http://tinyurl.com/7ojil63a9 ) en ocasión del primer blanqueo, que tanto
favoreció a Cristóbal López, Lázaro Báez y otros recientemente enriquecidos,
los distintos dirigentes de la oposición decidieron “aprovechar la mala fama”
tan bien ganada por el Congreso nacional, para anunciar a todo el universo de
traficantes de drogas, empresarios amigos, funcionarios corruptos y evasores de
toda laya que el nuevo y tan oportuno perdón sancionado por los obsecuentes
legisladores del oficialismo será derogado tan pronto asuman sus bancas quienes
resulten electos en octubre. Igual conducta, han asegurado, adoptarán con la
siniestra “democratización” de la Justicia.
Así, descubrieron
finalmente los que piensan diferente que debían bajar al barro a pelear allí
contra el grupo de gangsters que hoy manda en la Argentina, ya que esta banda
no respeta regla alguna y, hasta ahora, aprovechaba la ingenuidad de sus
contendientes, que pretendían actuar con las reglas del juego democrático, para
imponer las alucinadas y, sobre todo, falsas revoluciones que el “relato”
declama.
Además,
prometieron publicar la lista de quienes hayan recurrido a este nuevo
instrumento de la corrupción, que en 2008 ya había producido el lavado de casi
cuatro mil millones de dólares. Tal vez entonces los argentinos nos enteremos
quiénes fueron, y por cuánto, los que se han beneficiado a costa de quienes
pagamos religiosamente los impuestos, ratificados en nuestra condición de
idiotas crónicos.
Esas
revelaciones, procesadas por la Justicia verdaderamente transparente e
independiente que añoro, impedirán que se repita aquí lo sucedido en Rusia
cuando la URSS implosionó y quienes, hasta entonces, eran funcionarios o amigos
del poder, se quedaron literalmente con todas las empresas. Surgieron así los
megamillonarios, que compran los clubs de fútbol, los inmuebles y los yates más
caros del mundo, y que en la Argentina pretenden imitar los Cristóbal López, los
Lázaro Báez, los Enrique Ezkenazi, los Sergio Spolsky, los Manzano y Vila, los
Rudy Ulloa Igor, los Gerardo Ferreyra, y la horda de secretarios, familiares,
ministros, gobernadores, testaferros, etc., que rodean a la inquilina de la
Casa Rosada.
El contemporáneo
aviso de arrebatar al oficialismo -si ganan esas hoy ilusorias elecciones- la
Presidencia de la Cámara de Diputados, con la alteración esencial de la línea
sucesoria que ello implica, va en el mismo sentido; presumo que todavía deben
dolerles las asentaderas después que, en 2009 y haciendo honor a un tácito
pacto de caballeros -¡ nada menos que con estos tahúres enfrente !-, cedieran
elementales comisiones legislativas a los entonces perdedores, cargos que éstos
aprovecharon sádica e impunemente en beneficio propio y del “modelo”.
Por su
parte, Macri -¡chapeau, Mauricio !- incurrió en una verdadera
genialidad política que, cuando se genere el natural conflicto entre las leyes
locales y las federales, pondrá el tema de los medios independientes sobre el
escritorio de los renuentes ministros de la Corte Suprema, obligándolos a
adoptar una decisión que, a no dudar, determinará la inconstitucionalidad de
los cuestionados artículos de la ley de tan rimbombante nombre; resta saber qué
ocurrirá si la mini-mesa de Olivos decide desconocer el fallo, con el gravísimo
conflicto de poderes que ello implicará. El Jefe de Gobierno porteño recuperó,
para los opositores, la iniciativa política e inducirá, en los próximos días, a
varios de sus colegas gobernadores a sumarse a ella (el Gallego de la Sota ya lo ha hecho), amén
de obligar a Lancha Scioli
a definirse; si decide mantener el camino contemporizador con la Casa Rosada
quedarán sepultadas, para siempre, todas sus expectativas políticas.
El Gobierno
continúa dando manotazos de ahogado ante una realidad que, en todos los campos,
difiere muchísimo del escenario que llevó a la viuda de Kirchner a ganar con un
sospechado 54% las elecciones de octubre de 2011. En un escenario en el cual
casi todos los países de la región crecen, multiplican sus reservas monetarias,
obtienen préstamos regalados y a plazos enormes para mejorar sus
infraestructuras y aumentar su oferta de energía, deben imponer permanentes
barreras para evitar el ingreso de más dólares a sus economías y, sobre todo,
han sido calificados como merecedores de inversiones extranjeras, el triste
resultado que arroja la comparación con lo que aquí sucede me exime de abundar
en el tema.
Los
regímenes bolivarianos y cristinistas ha llevado a ambas naciones a niveles
inflacionarios ya desconocidos en el mundo, a estancar en la pobreza a gran
parte de sus ciudadanos para mantenerlos cautivos de sus insanas ansias de
perpetuarse en el poder, a sojuzgar a los poderes judiciales, a generar escasez
de productos alimenticios, a cerrar sus fronteras para evitar la fuga de los
capitales, a domesticar a la prensa independiente y, algo imperdonable, al
despilfarro de una década que, en ambos países, hubiera permitido el desarrollo
y el crecimiento, con verdadera inclusión social. En ambos sistemas, o
“modelos”, ha sido central la corrupción más desaforada, y la destrucción de
todos los marcos jurídicos y racionales capaces de insertarlos en el
mundo.
Pero una luz
de esperanza se ha encendido en Venezuela y hace que, por contagio, también
comience a aparecer en la Argentina; allí, el 70% de la población se ha
expresado en las encuestas a favor de la revisión de los resultados que dieron
al Pajarito Chiquitico tan menguado triunfo electoral y,
aquí, la intención de voto a nuestra bienamada Presidente se derrumba al ritmo
de las inundaciones, de las multitudinarias marchas, del cepo cambiario y de
las no refutadas denuncias de corrupción que la involucran: tan sólo en un mes,
la caída ha alcanzado ya cifras irremontables.
Porque ya
está claro que la economía no permitirá esa tranquilidad en los bolsillos que
mueve a los ciudadanos de cualquier país a preferir malo conocido que bueno por
conocer. Tampoco la soberbia ignorancia con la que doña Cristina trata los
escándalos con que su imagen es sacudida diariamente contribuye a aumentar su
popularidad, ya que ahora todos, inclusive los menos instruidos de nuestros
compatriotas –que son, a la vez, los que más sufren los desastres económicos
que esta pandilla de incapaces y ladrones se empeña en perpetuar-, saben que el
dinero robado es tanto que sólo puede pesárselo.
Lamentablemente,
también está claro que la señora de Kirchner ha decidido que los votantes le
importan menos que nada; si no fuera así, intentaría al menos seducirlos. En
cambio, los agrede permanentemente desde sus innumerables atriles, desde las
sonrientes fotos de la galería de delincuentes que la rodea, desde la
monstruosa e impúdica exhibición de sus lujos, desde la negación de la inflación,
desde la prepotencia de Patotín.
Y lo
califico de lamentable porque, de hecho, ha elegido un camino distinto a
competir en elecciones –la confirmación de ello son las palabras de Wado de Pedro, líder de La Cámpora, que
en un acto reciente en Hurlingham dijo: “ Nos
quedaremos, les guste o no les guste”- para
que el “modelo” se perpetúe y la fiesta de esta repugnante y genocida
corrupción pueda continuar, con sus invitados y amigos ricos y en libertad,
apropiándose de empresas, de inmuebles y de ramas enteras de la industria y del
comercio del país. Creo que deberíamos intentar prever cuál será ese camino y
prepararnos para enderezarlo, porque en ello nos va, y no exagero, la vida
misma.
Bs.As., 19
May 13
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
E.mail: ega1@avogadro.com.ar
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