2013


DISFRAZANDO  

LA 

INVOLUCIÓN.

Por :

Ernesto Bobek Cáceres.
Abogado  Justa Causa


Hay dos maneras de llegar al desastre: 

Una, pedir lo imposible; 

otra, retrasar lo inevitable. 

Francisco Cambó (1876-1947).
Quienes gobiernan mirando tan solo su ombligo, obcecados por más caja y más poder, tienen un futuro político acotado. Un pueblo puede ser crédulo, -pero como bien se dijo- no se le puede mentir a todos todo el tiempo. Y es así que cuando alevosa y sistemáticamente saquean y derrochan desde la jactancia y la soberbia, irremisiblemente la voz de las urnas les dará la espalda.              Jamás en nuestra historia llegamos a los niveles de corrupción actuales. 

Todos en el gobierno están sospechados. 

Una sola condenada judicialmente y prácticamente todos condenados por la sociedad. Indignan las injustificables fortunas de los amigos, socios o testaferros del poder. 

        El accionar del vicepresidente, de todo el gabinete, más secretarios, subsecretarios y demás adláteres del poder han provocado el repudio de la sociedad. No escapan varios diputados y senadores. Cómo se explica a quienes saben leer, sumar y restar que en la última década hubo funcionarios públicos que multiplicaron su fortuna por cinco, por veinte y algunos mucho más. 
       Cuando la mentira desembozada se topa con la cruda realidad, no hay explicación que soporte el peso de la inflación, la inseguridad, el desempleo y la miseria que caen como pelotón de ejecución sobre el pueblo. Ya los índices del INDEC mueven a una mezcla de risa, desesperación y odio. La marcha del 18 A mostró un enojo de la sociedad que no se había visto en las que la precedieron. “Ladrones” fue una de las consignas más coreadas. Y no había pasado antes. 
             El maquillaje para llegar hasta las elecciones ya no alcanza. 

              El blanqueo de capitales fue condenado local e internacionalmente. Constituye el lavado de activos mal habidos más grosero de nuestra historia. 

               Es tanto lo que falta porque se lo llevaron o malgastaron que no saben a qué recurrir para tapar los baches. 

                Decidida la insólita medida, mínimamente se debió excluir a las empresas vinculadas al poder, a quienes ocupan u ocuparon cargos públicos en los últimos 15 años, sus cónyuges, empleados y parientes hasta el 4º grado de consanguinidad; también poner un tope para empresas y contribuyentes individuales. Deja de ser un blanqueo para ingresar en el terreno de la asociación ilícita. 
                En Argentina siempre hubo una moratoria más. 

                Y quien conoce la historia de los entes recaudadores sabe esperar la próxima. 

Este planteo deja a quien cumple sus obligaciones en el papel de noble imbécil. El gran negocio desde empresas hasta individuos es no pagar lo que no cortan (luz, gas, teléfono), y luego pagar a largo plazo con una moneda envilecida. 
                 El sojuzgamiento de la Justicia y del periodismo independiente es prioritario para el gobierno. De esta forma pretenden que solo se publique lo políticamente conveniente para el oficialismo, y asegurarse jueces que copien los fallos redactados desde el Ejecutivo, lo que trae aparejada la impunidad. 
                 Con los primeros fríos ya se desnudó la carencia de energía por falta de previsión y sobre todo por la ineptitud de los funcionarios de la última década. Claro que muchos que estuvieron antes hicieron lo suyo. Pero nunca tanto daño durante tanto tiempo. Seguimos sin ministro de economía y peor aún, sin un plan económico -aunque sea incoherente- siquiera para los próximos seis meses. 

             Productores, industriales, exportadores e importadores saben que no hay reglas de juego. 

La producción o el quebranto dependen de lo imprevisible. En muchos casos el hecho del Príncipe, o dicho en buen romance, adivinar o averiguar con qué humor o directiva superior se levantó algún funcionario esta semana. 
              Si no se declara la inconstitucionalidad de varias leyes, básicamente las que afectan por inconstitucionales a la Justicia y al periodismo, dejaremos de ser la honorable República Argentina para ser solo Argentina, un territorio poblado sin libertades al que podremos adecuadamente llamar Argenzuela. 
CABA, 17 de mayo de 2013 .