2013

EL PERONISMO.

Mi comentario


político



de la semana

Por :

Raul Alejandro Verblud.

Una bolsa de gatos reproduciéndose.
Los libros de Instrucción Cívica nos dicen que un Partido Político es un grupo de ciudadanos que se unen de forma lícita en torno a una idea y la presentan al electorado para acceder al poder en elecciones libres, mientras que una facción es un grupo de ciudadanos, insertos dentro de un partido político que intentan apartarse de la idea principal, para acceder al poder de forma lícita, engañando al electorado, para lograr fines no siempre beneficiosos. Hoy el Peronismo dejó de ser un partido político para transformarse en un grupo de facciones que pretenden llegar al poder con fines de enriquecimiento personal.
     El Peronismo es hasta el día de hoy el movimiento político más grande de la historia argentina, ni siquiera el Radicalismo con sus 113 años, ni lo que fueron en su momento los Demócratas y Conservadores logró superar sus acciones, muchas veces beneficiosas, en especial en la primera de las cuatro etapas y bastante perjudiciales en las posteriores.
       Al Peronismo se le adjudican no solo una de las marchas más entusiastas, sino también las grandes manifestaciones populares que solo respondían con lealtad a su líder que reivindico la masa obrera con derechos laborales, acceso a la vivienda digna y como así también a la educación y la salud gratuita. El Peronismo puso al país en la posición en la que el resto de Latino América llamo “el Faro” y modelo de inspiración inalcanzable.
        Al inicio y después de la segunda guerra mundial, con la llegada de científicos nazis que huían del gran juicio, se lograron avances científicos que hacían temer o por lo menos causaban una preocupante inquietud en los Aliados triunfantes: a Estados Unidos le preocupaba más la Argentina que la URSS a fines de los `40
Como anticipé anteriormente en el Peronismo se advierten 4 etapas:
        La primera es la de la formación o también llamada “de la primera hora”, la cual nace el 17 de Octubre de 1945, cuando una inédita y multitudinaria masa sale a exigir la libertad del entonces Coronel Juan Domingo Perón. Es además la que pone en la presidencia a la formula Perón – Quijano, la de la aparición de Eva Duarte quien se destacó en la organización de los obreros y el manejo de los mismos en una rama izquierdista mientras Perón lo hacía con la derecha. Esta etapa comienza con mucha fuerza y esplendor pero empieza a decaer con la muerte de Evita y problemas de déficit por falta de ingresos que supuestamente generarían cosechas malogradas por sequias, concluyendo con la caída el 16 de Septiembre de 1955, en manos de la Revolución Libertadora.
     La segunda es la del exilio de Perón, con su peregrinaje por varios países de Centro y Sud América concluyendo en Madrid donde se afianzó esperando el retorno que se daría 18 años después. Allí aparecen personajes casi nefastos como María Estela Martínez, conocida por su nombre artístico “Isabelita”, una bailarina de un cabaret de Panamá, que deslumbró al General y que demostró dotes políticos cuando en 1965 vino a frenar a otro personaje que pretendía acumular poder en el lugar equivocado: Augusto Timoteo Vandor, un sindicalista que crecía en popularidad y poder dentro del movimiento. En esta etapa también aparecen los dos más nefastos que tendrían en sus manos la vida de muchos argentinos de ese entonces: el “Tio” Héctor José Campora y el “Brujo” José López Rega, el primero favoreciendo a grupos guerrilleros que ya sembraban el terror y la muerte desde la izquierda y el otro un acomodado cabo de la Policía Federal que ascendió por influencia de “Isabelita” hasta ser impuesto en la presidencia de Campora para controlarlo y contrarrestar el avance de la izquierda con la Triple A.
      La tercera, la del retorno definitivo el 20 de junio de 1973, enmarcada en un espiral de violencia casi incontrolable y con un Campora presidente que pierde cada vez más poder ante la llegada del General. En esta etapa Perón inicia la tercera presidencia, con cambios en su concepción del manejo del poder en un tono más conciliador, quizás templado por el paso de los años y los sufrimientos del exilio, pero de poca efectividad ante la exigencia de los montoneros de ejercer varios ministerios, lo cual es negado desembocando en el asesinato del Ministro de Trabajo y hombre fuerte y leal José Ignacio Rucci, como así también la expulsión de estos de la Plaza de Mayo el 1º de Mayo de 1974. Perón muere dos meses después y queda en la presidencia su esposa “Isabelita” quien manejada por “el Brujo” ante la situación reinante, inicia la guerra contra el terrorismo subversivo y somete a la economía a una situación de asfixia con su ministro Celestino Rodrigo, concluyendo en el golpe del 24 de Marzo de 1976.
         La cuarta etapa es la que viene después del ´83, con el retorno de la democracia, primero con la formula Luder – Bittel, dirigentes como Herminio Iglesias y sindicalistas como Lorenzo Miguel y Saúl Ubaldini, quienes ejercieron poder en contra del gobierno Radical y recuperando la presidencia con un Menem que se mostraba muy del pueblo y desenmascarándose a favor del Neo Liberalismo más salvaje. También trajo a Duhalde, el único presidente que termino un mandato sin haber sido electo y personajes nefastos, marginales y asesinos como el matrimonio Kirchner que viraron hacia el Castrismo Guevarismo al principio y posteriormente al Estalinismo, sometiendo al pueblo a una asfixia neocomunista y gozando ellos de un capitalismo de incontables ganancias y beneficios.
       La pregunta es cómo será la 5ª etapa, porque el día que se vaya el Kirchnerismo nadie querrá agarrar esa posta de fracaso y repudio popular. 

        El Peronismo tiene dirigentes que siempre se acomodan donde más conviene, cambiando de posición e ideas, encapsulados en facciones que se reciclan ante el momento y que terminan haciendo daño al pueblo y la Nación. 

      Para subsistir políticamente el peronismo tendrá que limpiar de sus filas a eternos “caciques” o “patroncitos de estancia” que solo traen problemas crónicos al país, buscando en dirigentes jóvenes la vuelta a la idea principal de la doctrina de Perón y Evita, porque hoy es nada más ni nada menos que “una bolsa de gatos reproduciéndose” como decía el General.
Raúl Verblud
DNI 18.172.935