2013

DE CARADURAS, 
DISTRAÍDOS 
Y AVIVADOS .
Por :
Ernesto Bobek Cáceres

Abogado (Justa Causa)          

ebobek@fibertel.com.ar

Algo que debiera saber quien rige los destinos de un país, es que no se negocia con delincuentes y menos con terroristas. Ahí está la respuesta no solo racional sino internacional a la bravata de CFK respecto al acuerdo con Irán, al referir “Si los acusados son de Irán ¿con quién quieren que negociemos? 
Un gobierno democrático que se precie de tal, tras haber exigido nuestra Justicia infructuosamente la extradición de los presuntos responsables de un atentado terrorista, por varios motivos no puede enviar al magistrado de la causa al exterior para investigar el hecho, entre otros, porque pierde la jurisdicción de su cargo. 
El particular canciller Timerman oportunamente aclaró -en un vano intento de tranquilizar los muy caldeados ánimos-, que las declaraciones que tomará en Irán el Dr. Canicoba Corral respetando nuestro ordenamiento procesal tendrán carácter de declaración indagatoria. Ahora bien, supongamos que tras la declaración el magistrado resuelve decretar el procesamiento con prisión preventiva de alguno o todos los imputados. ¿Alguien en sus cabales puede siquiera imaginar que Irán entregará a los procesados para ser deportados a nuestro país donde se desarrollaría el juicio oral? 
Para colmo no tuvieron mejor idea que designar una “comisión de la verdad” que viajaría con el magistrado, ignorándose aún a qué efectos. Lo que opinara esta comisión, jamás podría tener carácter vinculante para el juez, con lo cual es totalmente inútil. Pero la historia no acaba ahí. Si en dicha comisión se encuentra Baltazar Garzón, un ex juez español separado de su función por irregularidades en su magisterio, agraviamos a España al poner en un supuesto cargo de singular importancia a un corrupto a quien no solo se le otorgó documento argentino, sino que se le paga un suculento sueldo desde nuestro Estado, léase con nuestros impuestos. (Tal vez me equivoco y es un programa de rehabilitación para el amigo Baltazar). 
Entretanto Guillermo Moreno, siguiendo instrucciones de la presidente, prohibió que haya aumento de precios hasta abril. Sensacional fórmula para combatir la inflación. Resulta asombroso que con tanto premio Nóbel de economía, a nadie se le haya ocurrido tan novedoso procedimiento. Me atrapa un deja vu y es como que esto lo vivimos antes varias veces con resultados nefastos, pero seguramente es una sensación. 
Para rematar cualquier vestigio de lógica que pudiera existir en funcionarios del gobierno, se prohíbe a todas las cadenas de supermercados que publiciten las ofertas en medios gráficos. La excusa absurda que esgrimen, es que como no va a haber aumentos, no tiene sentido publicitar. Los periódicos muy agradecidos, ya que eran sus principales anunciantes. Debemos preguntarnos dónde quedaron la libre competencia y otros tantos ítems no menores y referidos a derechos individuales que garantiza nuestra constitución. 
El cada vez más comprometido penalmente Boudou, en vez de guardar silencio y pasar desapercibido entre tanta imprenta, expedientes “perdidos” y patrimonio inexplicable de motos, autos y propiedades -en todos los casos de alta gama-, sale con su imborrable sonrisa al ruedo tachando al FMI de “caradurismo” por haber criticado éste no solo los índices del INDEC, sino la forma perversa y mentirosa de evaluar la inflación. Para dar razón al FMI en sus críticas, el propio ministro de economía Lorenzino anunció que en el último cuatrimestre del año se reemplazará el índice de precios al consumidor del INDEC. 
Cuando algo se cambia es porque está mal o ya no sirve. Se supone que todo cambio es para mejor. La pregunta clave es porqué esperamos para cambiar un índice desvergonzadamente mentiroso hasta después de las elecciones. Si una persona tiene una espina clavada se la saca ahora, no en noviembre. Si una persona está enferma consulta al médico en el primer turno que tenga disponible. De todas formas, no abrigo esperanzas de que el nuevo índice sea menos mentiroso y ladrón que el actual. 

Nos roba hasta la esperanza de un país confiable. Entonces, Sr. Amado: ¿Quién es el caradura? 
Y entre tanto toma y daca nuestros representantes, los señores diputados y senadores que las listas sábana nos supieron conseguir, aprovecharon las múltiples distracciones que nos dispensa el mamarracho político cotidiano para aumentarse sus emolumentos a niveles vergonzantes. 

Ya el año pasado habían duplicado sus dietas pero obviamente no les alcanzó. Propongo aumentar los sueldos de los legisladores a $ 60.000.- mensuales y finales. Habría que proporcionarles un despacho y una secretaria. 

La jubilación la pagan en la caja que les corresponda. 

Todo el resto, también se lo pagan ellos: 

Los empleados, asesores, viajes, comidas y hasta el café que tomen en el recinto: TODO. 

Ahorraríamos unos cuantos millones de dólares al año. Entiendo sería una buena manera de achicar el gasto público innecesario. 

Y cuando ya no se les brinden los “pasajes para no viajar” canjeables por dinero contante y sonante y deban pagar sus vuelos como cualquier cristiano, quisiera saber cuántos legisladores oficialistas eligirían Aerolíneas Argentinas, esa compañía Nac & Pop cuyos aviones tienen ese “plus” de intriga y sorpresa: 

No se sabe si salen ni cuándo, y tampoco se sabe si vuelven. 
Afortunadamente en un año electoral podemos notar la prolijidad con que se mueve el gobierno, para que nos regocijemos por los niveles de seguridad ambulatoria y jurídica, por la eficiencia en lo público, por los altísimos niveles de educación e inserción laboral y la consiguiente pujanza económica que logró eclipsar a ese billete verde que ya ni recordamos cómo se llama. 
BUENOS AIRES, 08/02/13 .