No es
Fácil.
DIFÍCIL
HORIZONTE PARA EL PERIODISMO
2013.
2013.
Abal Medina (h),
un Apold para los
tiempos K.
24-12-2012.
El año 2013 concluye con 2 malas
noticias en términos de libertad de expresión: el despido de Marcelo
Longobardi, de Radio 10, y de Cristina Pérez, de Radio del Plata.
Ambos
acontecimientos promovidos por la política comunicacional de la Administración
Fernández de Kirchner ocurrieron en el marco de un discurso de la Presidente de
la Nación y de sus colaboradores, de que la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual garantizaría la libertad de expresión y la multiplicidad de voces:
¿?
"El viernes pasado (21/12),
alrededor de las 21:30, 6 canales de televisión de modo simultáneo, 5 de
noticias y 1 de aire, tenían escrito en el zócalo de la pantalla el mismo
concepto referido a los "robos y saqueos" que habían asolado a buena
parte del país: "organizados", decían todos ellos en cadena. Lo visto
por TV en cuanto a la calificación oficial de lo sucedido quedó reflejado luego
en letras de molde en las tapas de, al menos, 5 diarios nacionales del sábado.
El adjetivo "organizados" fue la clara bajada de línea que partió
quién sabe desde dónde y que fue disparado al unísono hacia el monopolio actual
de medios, fruto de la colonización K.
Disciplinadamente, todos los canales
de difusión supuestamente independientes, sólo porque son de dueños diferentes
de acuerdo a la concepción del pluralismo que tiene el kirchnerismo, cumplieron
con los designios del cerebro central. Así quedó expuesto groseramente en las
pantallas en pleno "prime time".
Ni siquiera se preocuparon los muy
chapuceros que no se notara la uniformidad.
No por ser probablemente cierta la
presunción que apunta a una autoría intelectual o material común de los asaltos
que sufrieron los supermercados, esta otra circunstancia de la transmisión
conjunta destinada a machacar una sola idea en los cerebros de la gente que
aparece como un segundo elemento del cuadro junto a la anarquía que trasunta el
desborde social, no deja de aterrar.
La uniformidad de la palabra remite
al peor totalitarismo. Otro artificio oficial es sesgar el discurso, a costa de
contradecirse a sí mismo y sostener los argumentos de modo unánime. Es el caso
del recurso de "per saltum" que se pidió para que la Corte resuelva
la disputa por la constitucionalidad de la Ley de Medios. (...)",
Hugo E. Grimaldi
La Gaceta, de San Miguel de Tucumán
Domingo 23/12/2012.
Por JORGE HÉCTOR SANTOS
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial
para Urgente24).
El año 2012 fue escenario de una extraordinaria disputa acerca
de la libertad de expresión, solapada en el conflicto entre el Ejecutivo
Nacional y el multimedios Grupo Clarín. El 7D fue el tema central del 2do.
semestre de de 2012, y también resultó la más notable derrota política de
Cristina Fernández de Kirchner.
Sin embargo, el conflicto no ha concluido.
El año 2013 es electoral.
Y para el Frente para la Victoria es
decisivo: si no consigue sus objetivos de triunfo, su permanencia en el poder
será acotada en el calendario. Para el kirchnerismo en cualquiera de sus
vertientes -tanto la nestorista como la cristinista, en verdad una falsa opción
porque solo es una cuestión de tiempos, no de ideas ni procedimientos-, el
control de la agenda nacional y de la opinión pública son las 2 prioridades.
Ellos se encuentran convencidos de que la
imagen pública de Cristina Fernández de Kirchner todavía puede recuperarse,
pero que eso dependerá del control de la agenda nacional y la manipulación de
la opinión pública.
En ese plan de tareas, la disputa judicial con
Grupo Clarín es apenas el capítulo inicial de toda la actividad pendiente.
Y
que todo lo que hay que hacer va mucho más allá del multimedios citado quedó en
evidencia en los 2 despidos de fin de año que acometió el universo K.
Tarjeta roja
Algunos hechos fueron anticipos de
Urgente24.
Tanto el despido de Cristina Pérez, en Radio
del Plata, luego de una cadena de diferencias con Claudio Villarruel,
administrador en nombre de la empresa Electroingeniería, choques que fueron muy
evidentes en ocasión del 7D; como la instrucción del jefe de Gabinete, Juan
Manuel Abal Medina (h), a Grupo Indalo de quitarle a Radio Mitre/Grupo Clarín a
uno de sus conductores con buena audiencia del prime time de la emisora, Samuel
Gelblung; y despedir de Radio 10/Grupo Indalo a uno de sus conductores de buena
audiencia pero considerado un opositor o un disidente, Marcelo Longobardi.
3 funciones incluía la propuesta del
Grupo Indalo, de Cristóbal López, para Gelblung:
> Tomar las riendas del canal de noticias
C5N.
> Tener su programa propio en ese canal de
cable.
> Conducir la llamada 1ra. mañana de Radio
10, espacio que ocupaba Marcelo Longobardi (quien había acumulado el 40% de
participación en el encendido radial en ese horario).
A esto se le agregaban beneficios económicos
muy especiales para Gelblung, quien tenía contrato con radio Mitre pero lo
canceló: su decisión estaba tomada desde hacía algunas semanas, por más que
recién lo confirmó el jueves 20/12.
Acerca del “corte de cabeza” a Marcelo
Longobardi, él estaba 'en la mira' porque:
> Había hecho una pública manifestación de
oposición a la política comunicacional de Cristina, tanto asistiendo al
programa Periodismo para Todos, de Jorge Lanata, por Canal 13, como lamentando
en los micrófonos de Radio 10, junto a otro conductor, Oscar González Oro, la
forzada venta de Daniel Hadad a Cristóbal López.
> Longobardi, secundado por González Oro,
se opuso abiertamente a la designación de Javier Romero, alias "el
Profe", como nuevo gerente periodístico de la radio por especial
recomendación de Juan Manuel Abal Medina (h).
Longobardi, en ese momento expresó al aire:
"No estoy para tolerar comisarios
políticos.
Tengo una predisposición a enfrentar
problemas y hasta para sacar muertos del micrófono.
Pero no necesito un controlador
ideológico ahora, yo laburo de pensar.
No quiero la sombra de un comisario
político".
La presión hecha por Longobardi y González Oro
motivó que Abal Medina (h) retirase su exigencia de que Romero asumiera el
cargo.
> En marzo de 2012, con el 'caso Ciccone'
escalando para enojo gubernamental, Longobardi, en su espacio de C5N -cuando la
señal aún era operada por Daniel Hadad pero sus accionistas, entre ellos
Cristóbal López y el banquero Jorge Brito, eran todos K-, entrevistó a Jorge
Asis, quien no dudó en deslizar los conceptos más críticos hacia Amado Boudou y
la propia Cristina Fernández de Kirchner; y luego al ex jefe de Gabinete,
Alberto Fernández, para que ratificara la línea argumental de Asis.
Longobardi había renovado contrato con
Cristóbal López hasta 2015. Sin embargo, el viernes 21/12 a las 14:00 se
realizó una reunión que concluyó con la rescisión del contrato.
Censura
Lo decidido por Cristina Fernández fue otro
acto de censura de su gobierno a periodistas que no quieren aceptar el relato
oficial.
Comportamientos similares ya habían ocurrido
con José Ricardo Eliaschev, en Radio Nacional; y con Nelson Castro, en Radio Del Plata. Sin
embargo, por motivos desconocidos, en ese momento no se le concedieron a ambos
despidos la repercusión imprescindible.
A estos episodios de censura hay que sumarles
los escraches, afiches en la vía pública, enjuiciamiento público de
periodistas, programas panfletarios como “6, 7,8” , “Duro de Domar”, “TVR” o
“Bajada de Línea”; y otros acosos al libre ejercicio de la profesión de
informar y analizar la actualidad.
Y todo esto lo ejecuta una Administración que
afirma que busca asegurar la pluralidad informativa y la multiplicidad de
voces.
Falso.
Las pruebas resultan evidentes.
Y también la sospecha de que esto
va más allá de Grupo Clarín.
La Administración Cristina está vulnerando la
Constitución Argentina en sus artículos relacionados con la libertad de
expresión e información: 14, 28, 32, 33, 43 y 75.
Además, ella ha violado la Carta Magna en el
artículo 14 donde se garantiza a todos los habitantes de la Nación, entre otros
derechos los siguientes: de trabajar y ejercer toda industria lícita, de
publicar las ideas por la prensa sin censura previa. También ha violentado la
Convención Americana sobre los Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa
Rica), al que la Argentina ha adherido.
La autocensura o censura previa
El episodio Longobardi, implica además, el
humano y lícito temor, en el futuro, de cualquier periodista de Radio 10 o de
cualquiera otra de las radios y demás medios cooptados por el gobierno de la
censura previa.
Durante el Proceso de Reorganización Nacional,
acerca del que tanto escriben y opinan quienes no tienen la más remota idea de
lo que fue aquella, la censura previa solo ocurrió en los primeros días luego
del golpe de Estado y durante la Guerra de Malvinas; el gran problema fue la
autocensura, que resultó la mayor herramienta comunicacional de Jorge Videla y
sus socios.
La autocensura ocurre en la mente de
cada comunicador por el miedo a ser enjuiciado, a recibir amenazas a él o su
familia, a sentir el peligro del despido y de la pérdida de su trabajo.
Ahora, la Presidente de la Nación no sólo
censuró (ordenó quitar del aire un programa) sino que alimentó la cadena del
miedo a expresar lo que se piensa.
¿Qué otro objetivo tuvo, por ejemplo, el
Ejecutivo Nacional al promover el ridículo procesamiento de Edgar Mainhard,
Carlos Pagni y Roberto García por supuesto encubrimiento de una organización
que descubría secretos de Estado, la mayoría de los cuales ellos hasta el día
de hoy ignoran, intentando omitirse que la supuesta organización era liderada
por el director de Inteligencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria por
decisión de Néstor Kirchner y el entonces ministro Aníbal Fernández, a quien le
reportaba sus actividades aparentemente ilegales? Pero Kirchner se murió y el
hoy senador nacional Aníbal Fernández nunca fue citado a prestar testimonio en
la causa.
Las acciones de Cristina son tan graves que la
propia Convención Americana de Derechos Humanos, en el artículo 13, numeral 3,
se toma el trabajo de definir a la censura previa como:
“el procedimiento que restringe (...) el
derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de
controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias
radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o
por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la
circulación de ideas y opiniones".
Esto es cuando se obstaculiza, por
medios directos o indirectos: (...) (la) libertad de buscar, recibir y difundir
informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea
oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro
procedimiento de su elección".
Los errores estratégicos de Cristina
Durante 2012, Cristina estuvo monotemática:
la
Ley de Medios fue su obsesión.
En vez de dedicarse a gobernar, su objetivo es
el control del relato.
Es una tarea imposible en la sociedad moderna, aunque
ella cree en esa tarea.
De lo contrario, Cristina no habría
enviado a la delegación argentina a votar por el control gubernamental de
Internet durante la reciente asamblea de la Unión Internacional de Telecomunicaciones,
en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Mucho más empeño debería aplicar, en todo
caso, la Presidente de la Nación en conseguir medios de comunicación que
interesen a la opinión pública.
Sin embargo, ningún medio de
comunicación promovido por el Frente para la Victoria ha tenido éxito.
A todos le han dado la espalda hasta
la mayoría de los electores de Cristina. La opinión pública aborrece el trabajo
de los comunicadores de Cristina.
Y para colmo, ahora ella destruye la
programación de una radioemisora que, adquisición mediante, intentaban utilizar
para la construcción del relato gubernamental.
Los caprichos de la Presidente
obnubilan su inteligencia.
Los medios comprados por empresas ligadas al
gobierno, al ser ultra-oficialistas provocan la fuga de oyentes, lectores,
televidentes.
Ahora, Cristina acaba de hacer lo peor: confesarle a todo el mundo que Radio 10 será tan K como Radio Del Plata o como Radio Nacional.
Luego, Samuel Gelblung no es un periodista con
conocimiento de la actualidad política, tal como lo requiere la 1ra. mañana de
Radio10. Gelblung tuvo la 1ra. mañana ex Radio Libertad (era de Alejandro
Romay), hoy Radio Belgrano.
Fue un producto diferente al que
precisa la 10.
Ya habrá tiempo para evaluarlo.
Pero, con sus instrucciones,
Cristina acaba de despejar el camino a Mitre para encumbrarse como la nueva AM
líder, siempre que no cometa algún error descomunal.
Así, Cristina terminó ayudando a Clarín:
después de 12 años, y no por mérito propio, en 2013 Mitre puede regresar a la
punta sin mayor esfuerzo.
Abal Medina (h), ¿el nuevo Raúl
Apold?
Una lástima que algún editor argentino todavía
tenga 'pisado' el notable trabajo de Silvia Mercado para reconstruir la
biografía de Raúl Apold.
Conocer a ese personaje y sus
decisiones en la 1ra. y 2da. Presidencia de Juan Domingo Perón ayudaría a
intentar evitar el desastre de 2013.
La obsesión de Cristina se parece mucho a la
de Perón en aquellos años. Y el brazo ejecutor era Apold.
Por aquellos años, los propietarios de medios
sufrieron censuras, amenazas de clausura y clausuras efectivas sumadas a las
huelgas de los sindicatos peronistas afines a la actividad empresarial en
cuestión.
Muchos diarios fueron adquiridos para ponerlos
al servicio del relato de aquella época, más los cierres de La Vanguardia, el
semanario Provincias Unidas, Qué Sucedió en 7 Días, Argentina Libre, El
Laborista, Tribuna Democrática y El Hombre Libre.
Los 2 grandes diarios a nivel nacional, La
Prensa y La Nación, representaban las voces críticas, y se les bloqueaba hasta
la provisión de papel para imprimir.
La Prensa, fue blanco preferido de todos los
ataques peronistas.
El Congreso decidió armar una Comisión
Parlamentaria Mixta Interventora e Investigadora del diario La Prensa, en marzo
de 1951, como preámbulo de su expropiación por parte del Estado.
La radio muy poderosa en esa época, sufrió
también los embates del peronismo. Perón al igual que Cristina empleaba
frecuentemente la cadena nacional de radiodifusión, incluso aprovechando los
mejores horarios, con las consecuentes pérdidas de ingresos publicitarios para
las emisoras comerciales.
Perón decidió que todas las radios privadas
fueran adquiridas por el Estado y sus dueños pasaron a ser administradores o
directores de ellas.
Los propietarios se convirtieron en meros
empleados del Estado.
Perón repitió el procedimiento en su
última presidencia, con los canales de TV.
El secretario de Información Pública era el
cargo de Raúl Apold, personaje relevante con tareas tan diversas como dirigir
los noticieros cinematográficos Sucesos Argentinos, hasta conocer los detalles
personales de la vida de los periodistas opositores.
Estuvo a cargo en su área la Dirección General
de Radiodifusión desde donde controló el contenido oral y musical de los
programas de radio.
El llamado “Manual de Instrucciones para las
Estaciones de Radiodifusión,” de 1946, contenía todas las directivas que se
debían seguir en materia de confección de libretos, contenido de programaciones
y el nivel de detalle hasta llegaba a indicar hasta las palabras que debían
decirse en la apertura y cierre de los programas.
Con las tareas que le encomendó Cristina a
Juan Manuel Abal Medina (h), se estará perfilando en el jefe de Gabinete de
Ministros de la Nación, tareas similares a las Raúl Apold…el tiempo lo dirá.
Pero todo un descubrimiento para un elocuente académico de las Ciencias
Políticas...
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