Por Ernesto Bobek Cáceres.
ebobek@fibertel.com.ar.
Modelo y Relato son términos con los que se intenta condensar la ideología política de un inexistente gobierno nacional y popular. Se han exacerbado los personalismos, -esencialmente el de la primera mandataria- quien está convencida que con el “cristinismo” nació algo así como la “Nueva Argentina” de la que ya hablaba Perón en los libros de lectura para niños del entonces primer grado inferior.
Si nuestra presidente no deja de ponderarse y rectifica rápidamente el rumbo político y económico, la violenta colisión no será una posibilidad sino una consecuencia inevitable. Quedó en evidencia que el famoso “blindaje” era cartón pintado. Se paró la construcción que es uno de los grandes motores de la economía; se redujeron las ventas de automóviles y en mayor proporción las de vehículos utilitarios y camiones. A la par de una tan antojadiza como ilógica regulación de todas las actividades por parte del gobierno, alarma la recesión en toda la actividad comercial.
Para colmo, la soja a U$D 614.- ya no alcanza a tapar el impúdico despilfarro. Sus funcionarios niegan la inflación pero cuando se les repregunta y se les dan pautas concretas con precios inocultables, trasladan el diálogo al problema económico internacional en el que estamos todos inmersos. Ergo, la culpa jamás es del gobierno.
La situación de la Provincia de Buenos Aires Daniel Scioli en algún momento vendió su alma a Néstor Kirchner.
El porqué lo hizo tiene mil versiones, ninguna confirmada.
Muerto Néstor, el cristinismo tomó nota que el gobernador mide electoralmente mejor que la presidente. Cuando Cristina advierte que el siniestro “Plan Mariotto” no servía ni para quitarle los caramelos a un chico, puso a trabajar a La Cámpora y a su gabinete, quienes al grito de ¡Mayday! y ¡Banzai!, trazan el macabro “Plan secarle la provincia a Scioli”. “Olvidaron” que Buenos Aires aporta más del 60 % del total de fondos coparticipables y que el 50 % se los queda el gobierno como premio por repartirlos a quien le place.
Le mandaron los gremios a hacerle paros por el pago escalonado del aguinaldo.
Desde el ejecutivo, ¿nadie se da cuenta que la gente sabe muy bien quién está pisando su dinero en virtud de una interna política motorizada desde el oficialismo?
El ex motonauta -hoy uno de los pocos presidenciables con miras a 2015- sabía que venían por su cabeza y eludió una lucha frontal que le harían perder en forma humillante.
Se dio el lujo de dar una conferencia de prensa -un ritual maléfico según el Libro del Modelo- y se sometió a las preguntas del periodismo.
Habló de su alineamiento con el gobierno central y de su permanente diálogo con la presidente.
Esas malditas aspirinetas que utilizó Scioli para paliar la gangrena de recursos con que lo querían liquidar, sacan de quicio a la presidente y a todo su séquito de obsecuentes quienes esperaban una renuncia para tumbarlo del tablero.
Al no producirse, desde Olivos le socavan poder prometiendo favores a los intendentes del conurbano.
Precisamente el de Lanús, -el hasta hoy ignoto Darío Díaz Pérez- recibió instrucciones para transmitir que la presidente (refiriéndose a Scioli), habría afirmado que “No sabe gestionar, que es un desastre, que se vaya de la Provincia y que la gobierne otro”. Por su parte, el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez dijo que “Buenos Aires necesita ser gobernado por dirigentes que sean de la provincia, que la conozcan y que interpreten su sentimiento”. Estos dichos, como los de otros rastreros del poder se publicaron en diversos medios, y Cristina -si en algún momento le conviene- los va a negar. Los Díaz Pérez, Domínguez y otros que se arriman a la presidente buscando su minuto de fama, deberían tomar nota que ciertos favores pueden terminar en suicidio político.
Traslado de la situación al resto del país
Otras provincias, encabezadas por Córdoba y Santa Fe, -grandes colaboradoras del fondo de coparticipación federal-, no reciben lo que debieran y lanzaron sonoros reclamos, ya que tampoco les alcanza para pagar los sueldos. Como diría la presidente, que las provincias no se hagan los rulos, ya que no se puede tirar manteca al techo cuando hay que financiar planes (léase votos), ocupar fondos en Automovilismo y Fútbol Para Todos, más de dos millones de dólares diarios para la inoperante Aerolíneas Argentinas, otras sumas para aumentos de legisladores, etc., etc.
El rumbo oficial
Independientemente de los alcahuetes de siempre que se desgañitan por hablar maravillas del “modelo”, ya el gobierno saqueó lo que pudo: AFJP, ANSES, BCRA.
Entre otras delicias inflacionarias, se agregó cepo total a la adquisición de dólares para atesoramiento y la obligatoriedad de las compras de propiedades en moneda nacional. Aumentaron los combustibles de YPF, y en mayor proporción la nafta más económica. Sumemos los aumentos a colegios y prepagas y ya tenemos un menú “tren fantasma”.
Todo ello nos confirma que el panorama de alta inflación y retracción de la actividad comercial, no es invento de economistas opositores.
Señora: ¡Ud. lo hizo! y le quedan dos caminos:
1) Cambiar rápida y drásticamente las políticas de su gestión y gobernar para todos, lo que lo que la puede llevar a terminar su mandato hasta con honores; ó :
2) Seguir como hasta ahora, privilegiando selectos amigos del poder, protegiendo a corruptos de su entorno y asociada a tiranos como Chávez, Correa y Morales, corriendo el riesgo de no terminar su mandato por un default que le hará perder su ya menguada popularidad, y, aún de terminarlo con causas judiciales sin paraguas de jueces amigos. Sus agresivos monólogos de auto halago hacen ver que Ud. aún no se percató de la gravedad política, social, institucional y económica que conlleva la situación cuya responsabilidad no podrá transferir a nadie, puntualmente por su increíble jactancia.
Me permito finalmente adaptar la famosa frase de Bill Clinton a la realidad argentina:
“Es la economía que destruyeron políticos corruptos, estúpido”.
CABA, 11/07/12 .
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