El alto nivel de pobreza,
una vergüenza colectiva.
San Miguel de Tucumán, 7 Jul. 11 (AICA)
“Hoy los excluidos no son solamente explotados sino que han llegado a ser sobrantes y desechables.
San Miguel de Tucumán, 7 Jul. 11 (AICA)
“Hoy los excluidos no son solamente explotados sino que han llegado a ser sobrantes y desechables.
La persona humana nunca puede ser instrumento de proyectos de carácter económico, social o político.
Por ello, ante todo, queremos reafirmar que nuestro criterio de priorización será siempre la persona humana”, dijo monseñor Luis Villalba, administrador apostólico de Tucumán, en la reflexión inicial del encuentro regional del Noroeste Argentino de la Acción Católica Argentina (A.C.A.), que se desarrolló el pasado fin de semana en el Seminario Mayor de la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Participaron 350 miembros de la A.C.A., delegados de la arquidiócesis de Tucumán y de las diócesis de Concepción, Catamarca, Jujuy y Santiago del Estero.
También expuso monseñor José María Rossi, obispo de Concepción.
Durante el encuentro se presentó la campaña institucional “La pobreza duele, construyamos una Nación sin excluidos”, y se compartieron experiencias y testimonios de los asociados y de otras entidades religiosas y civiles en comunión permanente con la A.C.A.
Tras la reflexión de monseñor Villalba, la visión sobre la “Geografía de la Pobreza en la Región” estuvo a cargo del doctor Alfredo Bolsi, investigador del CONICET, quien dirigió varias tesis sobre problemas demográficos y sociales del NOA.
“La pobreza no es inicua para la gente que la padece, pudo observarse que la miseria mata y enferma”, advirtió, al tiempo que indicó que el norte grande de la Argentina alrededor de 650.000 personas se ubican en “los núcleos duros de miseria”, integrados por campesinos y aborígenes de la Puna y valles andinos, en el Chaco aborigen y campesinado santiagueño”.
Tras precisar que unos cuatro millones de personas de esa región viven un alto nivel de privaciones, señaló que hay sociedades y territorios excluidos, y que para responder a estos desafíos se deben aplicar “políticas de Estado como una forma de proyectos amplios y plurales con participación de las provincias, ONG, Iglesias y la comunidad en general”.
El juzgar fue presentado por monseñor José María Rossi, quien subrayó que “despreocuparse de los pobres es como escupir para arriba, quienes no eliminen este flagelo recibirán las consecuencias de sus desaciertos. El interés por los pobres se inscribió meramente en un plano teórico y emotivo sin incidencia en los comportamientos y decisiones de todos los que manejamos una cuota de poder (político, económico, social, del conocimiento), incluso la propia Iglesia como formadora de conciencias”.
El prelado expresó finalmente “que haya un pobre, es un desafío. Pero que haya este nivel, ya se ha convertido en una vergüenza colectiva porque no somos capaces de resolver”.
En el actuar se expusieron acciones regionales de Caritas, a cargo de María Rosa Estapé de Trejo y el presbítero Ricardo Ibáñez, y luego el ingeniero Rafael Corso, vicepresidente nacional de la A.C.A., dio detalles de la campaña institucional contra la pobreza y la exclusión.
Esas acciones se completaron con las experiencias en el campo de la educación, la familia y la política.
Participaron 350 miembros de la A.C.A., delegados de la arquidiócesis de Tucumán y de las diócesis de Concepción, Catamarca, Jujuy y Santiago del Estero.
También expuso monseñor José María Rossi, obispo de Concepción.
Durante el encuentro se presentó la campaña institucional “La pobreza duele, construyamos una Nación sin excluidos”, y se compartieron experiencias y testimonios de los asociados y de otras entidades religiosas y civiles en comunión permanente con la A.C.A.
Tras la reflexión de monseñor Villalba, la visión sobre la “Geografía de la Pobreza en la Región” estuvo a cargo del doctor Alfredo Bolsi, investigador del CONICET, quien dirigió varias tesis sobre problemas demográficos y sociales del NOA.
“La pobreza no es inicua para la gente que la padece, pudo observarse que la miseria mata y enferma”, advirtió, al tiempo que indicó que el norte grande de la Argentina alrededor de 650.000 personas se ubican en “los núcleos duros de miseria”, integrados por campesinos y aborígenes de la Puna y valles andinos, en el Chaco aborigen y campesinado santiagueño”.
Tras precisar que unos cuatro millones de personas de esa región viven un alto nivel de privaciones, señaló que hay sociedades y territorios excluidos, y que para responder a estos desafíos se deben aplicar “políticas de Estado como una forma de proyectos amplios y plurales con participación de las provincias, ONG, Iglesias y la comunidad en general”.
El juzgar fue presentado por monseñor José María Rossi, quien subrayó que “despreocuparse de los pobres es como escupir para arriba, quienes no eliminen este flagelo recibirán las consecuencias de sus desaciertos. El interés por los pobres se inscribió meramente en un plano teórico y emotivo sin incidencia en los comportamientos y decisiones de todos los que manejamos una cuota de poder (político, económico, social, del conocimiento), incluso la propia Iglesia como formadora de conciencias”.
El prelado expresó finalmente “que haya un pobre, es un desafío. Pero que haya este nivel, ya se ha convertido en una vergüenza colectiva porque no somos capaces de resolver”.
En el actuar se expusieron acciones regionales de Caritas, a cargo de María Rosa Estapé de Trejo y el presbítero Ricardo Ibáñez, y luego el ingeniero Rafael Corso, vicepresidente nacional de la A.C.A., dio detalles de la campaña institucional contra la pobreza y la exclusión.
Esas acciones se completaron con las experiencias en el campo de la educación, la familia y la política.
También se desarrollaron talleres sobre el tema central enmarcado desde la salud y el trabajo.
En el área salud se presentó la experiencia de Inclusión Social de Personas con Trastornos Generalizados desde la Fundación ANIA, el ejemplo de REDINFA-Tucumán, y el esfuerzo de la erradicación de la desnutrición desde la Fundación CONIN.
Y en la visión del trabajo, “Empresas y Economía de Comunión”, “La negociación colectiva como herramienta de promoción humana” y “La promoción del desarrollo humano a través de la cultura del trabajo”.
En la jornada también se presentó el programa de participación ciudadana “Votá tu voto vale”, otro de los objetivos de la A.C.A. para este año electoral, y se proyectó el video de los 80 años de vida de la institución que entregó un reconocimiento especial y recuerdo de sus ocho décadas a monseñor Villalba, a monseñor Rossi, y al presbítero Miguel Gustavo Galland, asesor de la Acción Católica de Tucumán por más de 30 años.
Informes: comunicación@accioncatolica.org.ar .+
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