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martes, 25 de diciembre de 2012

No es 
Fácil.


DIFÍCIL HORIZONTE PARA EL PERIODISMO
2013.

Abal Medina (h), 
un Apold para los tiempos K.

URGENTE24.COM. AR.
24-12-2012.


El año 2013 concluye con 2 malas noticias en términos de libertad de expresión: el despido de Marcelo Longobardi, de Radio 10, y de Cristina Pérez, de Radio del Plata. 
Ambos acontecimientos promovidos por la política comunicacional de la Administración Fernández de Kirchner ocurrieron en el marco de un discurso de la Presidente de la Nación y de sus colaboradores, de que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual garantizaría la libertad de expresión y la multiplicidad de voces: 
¿?
"El viernes pasado (21/12), alrededor de las 21:30, 6 canales de televisión de modo simultáneo, 5 de noticias y 1 de aire, tenían escrito en el zócalo de la pantalla el mismo concepto referido a los "robos y saqueos" que habían asolado a buena parte del país: "organizados", decían todos ellos en cadena. Lo visto por TV en cuanto a la calificación oficial de lo sucedido quedó reflejado luego en letras de molde en las tapas de, al menos, 5 diarios nacionales del sábado. El adjetivo "organizados" fue la clara bajada de línea que partió quién sabe desde dónde y que fue disparado al unísono hacia el monopolio actual de medios, fruto de la colonización K.
Disciplinadamente, todos los canales de difusión supuestamente independientes, sólo porque son de dueños diferentes de acuerdo a la concepción del pluralismo que tiene el kirchnerismo, cumplieron con los designios del cerebro central. Así quedó expuesto groseramente en las pantallas en pleno "prime time".
Ni siquiera se preocuparon los muy chapuceros que no se notara la uniformidad.
No por ser probablemente cierta la presunción que apunta a una autoría intelectual o material común de los asaltos que sufrieron los supermercados, esta otra circunstancia de la transmisión conjunta destinada a machacar una sola idea en los cerebros de la gente que aparece como un segundo elemento del cuadro junto a la anarquía que trasunta el desborde social, no deja de aterrar.
La uniformidad de la palabra remite al peor totalitarismo. Otro artificio oficial es sesgar el discurso, a costa de contradecirse a sí mismo y sostener los argumentos de modo unánime. Es el caso del recurso de "per saltum" que se pidió para que la Corte resuelva la disputa por la constitucionalidad de la Ley de Medios. (...)",

Hugo E. Grimaldi
La Gaceta, de San Miguel de Tucumán
Domingo 23/12/2012.
Por JORGE HÉCTOR SANTOS

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). 
El año 2012 fue escenario de una extraordinaria disputa acerca de la libertad de expresión, solapada en el conflicto entre el Ejecutivo Nacional y el multimedios Grupo Clarín. El 7D fue el tema central del 2do. semestre de de 2012, y también resultó la más notable derrota política de Cristina Fernández de Kirchner.
 Sin embargo, el conflicto no ha concluido.
El año 2013 es electoral.
Y para el Frente para la Victoria es decisivo: si no consigue sus objetivos de triunfo, su permanencia en el poder será acotada en el calendario. Para el kirchnerismo en cualquiera de sus vertientes -tanto la nestorista como la cristinista, en verdad una falsa opción porque solo es una cuestión de tiempos, no de ideas ni procedimientos-, el control de la agenda nacional y de la opinión pública son las 2 prioridades.
 Ellos se encuentran convencidos de que la imagen pública de Cristina Fernández de Kirchner todavía puede recuperarse, pero que eso dependerá del control de la agenda nacional y la manipulación de la opinión pública.
 En ese plan de tareas, la disputa judicial con Grupo Clarín es apenas el capítulo inicial de toda la actividad pendiente.
 Y que todo lo que hay que hacer va mucho más allá del multimedios citado quedó en evidencia en los 2 despidos de fin de año que acometió el universo K.
Tarjeta roja

Algunos hechos fueron anticipos de Urgente24.
 Tanto el despido de Cristina Pérez, en Radio del Plata, luego de una cadena de diferencias con Claudio Villarruel, administrador en nombre de la empresa Electroingeniería, choques que fueron muy evidentes en ocasión del 7D; como la instrucción del jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina (h), a Grupo Indalo de quitarle a Radio Mitre/Grupo Clarín a uno de sus conductores con buena audiencia del prime time de la emisora, Samuel Gelblung; y despedir de Radio 10/Grupo Indalo a uno de sus conductores de buena audiencia pero considerado un opositor o un disidente, Marcelo Longobardi.
3 funciones incluía la propuesta del Grupo Indalo, de Cristóbal López, para Gelblung:
 > Tomar las riendas del canal de noticias C5N.
 > Tener su programa propio en ese canal de cable.
 > Conducir la llamada 1ra. mañana de Radio 10, espacio que ocupaba Marcelo Longobardi (quien había acumulado el 40% de participación en el encendido radial en ese horario).
 A esto se le agregaban beneficios económicos muy especiales para Gelblung, quien tenía contrato con radio Mitre pero lo canceló: su decisión estaba tomada desde hacía algunas semanas, por más que recién lo confirmó el jueves 20/12.
 Acerca del “corte de cabeza” a Marcelo Longobardi, él estaba 'en la mira' porque:
 > Había hecho una pública manifestación de oposición a la política comunicacional de Cristina, tanto asistiendo al programa Periodismo para Todos, de Jorge Lanata, por Canal 13, como lamentando en los micrófonos de Radio 10, junto a otro conductor, Oscar González Oro, la forzada venta de Daniel Hadad a Cristóbal López.
 > Longobardi, secundado por González Oro, se opuso abiertamente a la designación de Javier Romero, alias "el Profe", como nuevo gerente periodístico de la radio por especial recomendación de Juan Manuel Abal Medina (h).
 Longobardi, en ese momento expresó al aire:
 "No estoy para tolerar comisarios políticos.
Tengo una predisposición a enfrentar problemas y hasta para sacar muertos del micrófono.
Pero no necesito un controlador ideológico ahora, yo laburo de pensar.
No quiero la sombra de un comisario político".
 La presión hecha por Longobardi y González Oro motivó que Abal Medina (h) retirase su exigencia de que Romero asumiera el cargo.
 > En marzo de 2012, con el 'caso Ciccone' escalando para enojo gubernamental, Longobardi, en su espacio de C5N -cuando la señal aún era operada por Daniel Hadad pero sus accionistas, entre ellos Cristóbal López y el banquero Jorge Brito, eran todos K-, entrevistó a Jorge Asis, quien no dudó en deslizar los conceptos más críticos hacia Amado Boudou y la propia Cristina Fernández de Kirchner; y luego al ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para que ratificara la línea argumental de Asis.
 Longobardi había renovado contrato con Cristóbal López hasta 2015. Sin embargo, el viernes 21/12 a las 14:00 se realizó una reunión que concluyó con la rescisión del contrato.
 Censura
 Lo decidido por Cristina Fernández fue otro acto de censura de su gobierno a periodistas que no quieren aceptar el relato oficial.
 Comportamientos similares ya habían ocurrido con José Ricardo Eliaschev, en Radio Nacional; y con  Nelson Castro, en Radio Del Plata. Sin embargo, por motivos desconocidos, en ese momento no se le concedieron a ambos despidos la repercusión imprescindible.
 A estos episodios de censura hay que sumarles los escraches, afiches en la vía pública, enjuiciamiento público de periodistas, programas panfletarios como “6, 7,8”, “Duro de Domar”, “TVR” o “Bajada de Línea”; y otros acosos al libre ejercicio de la profesión de informar y analizar la actualidad.
 Y todo esto lo ejecuta una Administración que afirma que busca asegurar la pluralidad informativa y la multiplicidad de voces. 
Falso. 
Las pruebas resultan evidentes. 
Y también la sospecha de que esto va más allá de Grupo Clarín.
 La Administración Cristina está vulnerando la Constitución Argentina en sus artículos relacionados con la libertad de expresión e información: 14, 28, 32, 33, 43 y 75.
 Además, ella ha violado la Carta Magna en el artículo 14 donde se garantiza a todos los habitantes de la Nación, entre otros derechos los siguientes: de trabajar y ejercer toda industria lícita, de publicar las ideas por la prensa sin censura previa. También ha violentado la Convención Americana sobre los Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), al que la Argentina ha adherido.
 La  autocensura o censura previa
 El episodio Longobardi, implica además, el humano y lícito temor, en el futuro, de cualquier periodista de Radio 10 o de cualquiera otra de las radios y demás medios cooptados por el gobierno de la censura previa.
 Durante el Proceso de Reorganización Nacional, acerca del que tanto escriben y opinan quienes no tienen la más remota idea de lo que fue aquella, la censura previa solo ocurrió en los primeros días luego del golpe de Estado y durante la Guerra de Malvinas; el gran problema fue la autocensura, que resultó la mayor herramienta comunicacional de Jorge Videla y sus socios.
La autocensura ocurre en la mente de cada comunicador por el miedo a ser enjuiciado, a recibir amenazas a él o su familia, a sentir el peligro del despido y de la pérdida de su trabajo.
 Ahora, la Presidente de la Nación no sólo censuró (ordenó quitar del aire un programa) sino que alimentó la cadena del miedo a expresar lo que se piensa.
 ¿Qué otro objetivo tuvo, por ejemplo, el Ejecutivo Nacional al promover el ridículo procesamiento de Edgar Mainhard, Carlos Pagni y Roberto García por supuesto encubrimiento de una organización que descubría secretos de Estado, la mayoría de los cuales ellos hasta el día de hoy ignoran, intentando omitirse que la supuesta organización era liderada por el director de Inteligencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria por decisión de Néstor Kirchner y el entonces ministro Aníbal Fernández, a quien le reportaba sus actividades aparentemente ilegales? Pero Kirchner se murió y el hoy senador nacional Aníbal Fernández nunca fue citado a prestar testimonio en la causa.
 Las acciones de Cristina son tan graves que la propia Convención Americana de Derechos Humanos, en el artículo 13, numeral 3, se toma el trabajo de definir a la censura previa como:
 “el procedimiento que restringe (...) el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones". 
Esto es cuando se obstaculiza, por medios directos o indirectos: (...) (la) libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección".
 Los errores estratégicos de Cristina
 Durante 2012, Cristina estuvo monotemática: 
la Ley de Medios fue su obsesión. 
En vez de dedicarse a gobernar, su objetivo es el control del relato. 
Es una tarea imposible en la sociedad moderna, aunque ella cree en esa tarea.
De lo contrario, Cristina no habría enviado a la delegación argentina a votar por el control gubernamental de Internet durante la reciente asamblea de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en Dubai,  Emiratos Árabes Unidos.
 Mucho más empeño debería aplicar, en todo caso, la Presidente de la Nación en conseguir medios de comunicación que interesen a la opinión pública.
Sin embargo, ningún medio de comunicación promovido por el Frente para la Victoria ha tenido éxito.
A todos le han dado la espalda hasta la mayoría de los electores de Cristina. La opinión pública aborrece el trabajo de los comunicadores de Cristina.
Y para colmo, ahora ella destruye la programación de una radioemisora que, adquisición mediante, intentaban utilizar para la construcción del relato gubernamental.
Los caprichos de la Presidente obnubilan su inteligencia.
 Los medios comprados por empresas ligadas al gobierno, al ser ultra-oficialistas  provocan la fuga de oyentes, lectores, televidentes.
 Ahora, Cristina acaba de hacer lo peor:  confesarle  a todo el mundo que Radio 10 será tan K como Radio Del  Plata o como Radio Nacional.
 Luego, Samuel Gelblung no es un periodista con conocimiento de la actualidad política, tal como lo requiere la 1ra. mañana de Radio10. Gelblung tuvo la 1ra. mañana ex Radio Libertad (era de Alejandro Romay), hoy Radio Belgrano.
Fue un producto diferente al que precisa la 10.
Ya habrá tiempo para evaluarlo.

Pero, con sus instrucciones, Cristina acaba de despejar el camino a Mitre para encumbrarse como la nueva AM líder, siempre que no cometa algún error descomunal.
 Así, Cristina terminó ayudando a Clarín: después de 12 años, y no por mérito propio, en 2013 Mitre puede regresar a la punta  sin mayor esfuerzo.
Abal Medina (h), ¿el nuevo Raúl Apold?
 Una lástima que algún editor argentino todavía tenga 'pisado' el notable trabajo de Silvia Mercado para reconstruir la biografía de Raúl Apold.
Conocer a ese personaje y sus decisiones en la 1ra. y 2da. Presidencia de Juan Domingo Perón ayudaría a intentar evitar el desastre de 2013.
 La obsesión de Cristina se parece mucho a la de Perón en aquellos años. Y el brazo ejecutor era Apold.
 Por aquellos años, los propietarios de medios sufrieron censuras, amenazas de clausura y clausuras efectivas sumadas a las huelgas de los sindicatos peronistas afines a la actividad empresarial en cuestión.
 Muchos diarios fueron adquiridos para ponerlos al servicio del relato de aquella época, más los cierres de La Vanguardia, el semanario Provincias Unidas, Qué Sucedió en 7 Días, Argentina Libre, El Laborista, Tribuna Democrática y El Hombre Libre.
 Los 2 grandes diarios a nivel nacional, La Prensa y La Nación, representaban las voces críticas, y se les bloqueaba hasta la provisión de papel para imprimir.
 La Prensa, fue blanco preferido de todos los ataques peronistas.
 El Congreso decidió armar una Comisión Parlamentaria Mixta Interventora e Investigadora del diario La Prensa, en marzo de 1951, como preámbulo de su expropiación por parte del Estado.
 La radio muy poderosa en esa época, sufrió también los embates del peronismo. Perón al igual que Cristina empleaba frecuentemente la cadena nacional de radiodifusión, incluso aprovechando los mejores horarios, con las consecuentes pérdidas de ingresos publicitarios para las emisoras comerciales.
 Perón decidió que todas las radios privadas fueran adquiridas por el Estado y sus dueños pasaron a ser administradores o directores de ellas.
 Los propietarios se convirtieron en meros empleados del Estado.
Perón repitió el procedimiento en su última presidencia, con los canales de TV.
 El secretario de Información Pública era el cargo de Raúl Apold, personaje relevante con tareas tan diversas como dirigir los noticieros cinematográficos Sucesos Argentinos, hasta conocer los detalles personales de la vida de los periodistas opositores.
 Estuvo a cargo en su área la Dirección General de Radiodifusión desde donde controló el contenido oral y musical de los programas de radio.
 El llamado “Manual de Instrucciones para las Estaciones de Radiodifusión,” de 1946, contenía todas las directivas que se debían seguir en materia de confección de libretos, contenido de programaciones y el nivel de detalle hasta llegaba a indicar hasta las palabras que debían decirse en la apertura y cierre de los programas.
 Con las tareas que le encomendó Cristina a Juan Manuel Abal Medina (h), se estará perfilando en el jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, tareas similares a las Raúl Apold…el tiempo lo dirá. Pero todo un descubrimiento para un elocuente académico de las Ciencias Políticas...


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