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jueves, 20 de octubre de 2011

Fundación Pensar.

Informe Semanal  de Fundación Pensar. 
Coyuntura.

13 de octubre de 2011 – N° 2
Internacional.
Temores sobre la economía brasilera.
Hace un mes se creía que el impacto de la crisis mundial en nuestras variables sería nulo. Ahora, los temores del impacto en Brasil han generado nerviosismo. Las perspectivas sobre la economía brasilera se han deteriorado y se espera una ralentización de su crecimiento, lo que ya comenzó a impactar en algunos sectores industriales.

Economía
El problema de la inflación.

Todas las semanas nos enteramos de las noticias que difunde el gobierno, pero estas noticias tienen un sesgo marcado: sólo conocemos las buenas. El ejemplo más cabal es la inflación: no sólo no se reconoce como problema sino que ni siquiera se la quiere nombrar. ¿Por qué se esconde y cuánto es la inflación real?

Política
Reforma constitucional.


Con la iniciativa en manos del gobierno, se discute cada vez más la posibilidad de una reforma constitucional. La probabilidad de que ocurra es baja, pero le sirve al gobierno para mantener su poder de negociación. Es importante llevar al Congreso diputados y senadores que respeten la Constitución de 1994.
Coyuntura
Informe semanal de Fundación Pensar
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Temores sobre la economía brasilera.
El discurso oficial sobre el impacto de la crisis internacional se fue modificando con cada cambio en las noticias provenientes de las economías del norte. Hace un mes reinaba el optimismo y se preveía un impacto nulo en nuestras variables; ahora, bajas en la producción de algunos sectores industriales mediante, parecería que la perspectiva ha cambiado. La razón de este cambio tiene nombre: Brasil.
El real brasileño se ha depreciado durante el último mes más de 13% (pasó de 1,58 a 1,80) y el peso sólo lo ha hecho 1,7% (de 4,16 a 4,24). Esta diferencia en las devaluaciones ha provocado una caída del tipo de cambio real bilateral en torno al 10%. El tipo de cambio real bilateral relaciona el valor de dos monedas ajustándolas por la inflación de ambos países. Este indicador, que era 100 en enero del 2000, 76 en octubre de 2001 y 244 en octubre de 2007, llegó a 183 en el último mes.
No obstante esta disminución en el tipo de cambio real, la preocupación mayor está en las caídas de los niveles de actividad del país vecino. Efectivamente, diversos estudios han encontrado que el intercambio comercial con Brasil depende más de los niveles de actividad en ambos países que de los valores cambiarios. Entonces, la preocupación actual se fundamenta en el contagio de Brasil respecto de la crisis internacional. Más aún si consideramos que la política inicial del gobierno de Dilma Rousseff consistió en disminuir el gasto público para evitar un “calentamiento” de su economía. Que la economía está “recalentada” significa que se está creciendo a una tasa mayor que la que permite su capacidad. Cuando a un auto se lo exige de más, uno de los síntomas que demuestra esta sobreexigencia es una mayor temperatura. Al analizar las variables economías, la inflación funciona como esta suerte de termómetro.
Teniendo en cuenta lo anterior, una corrección del tipo de cambio por parte de Argentina sólo podría provocar algún alivio de corto plazo, pero no compensaría la caída en la demanda del país vecino. Además, en el contexto argentino actual, con una demanda sobreestimulada y la inflación por encima del 20%, tampoco sería recomendable provocar grandes ajustes en el precio del dólar, ya que se podrían trasladar casi automáticamente a aumentos en los precios.
Quizás haya llegado el momento de impulsar medidas alternativas de aliento a las exportaciones (independientemente de un posible retraso cambiario, como comentábamos en el informe anterior). Aquí también podemos tomar a Brasil como ejemplo, ya que en los últimos meses ha avanzado en estímulos fiscales a diversos sectores exportadores. En todo caso, los recursos de corto plazo no deben dificultar la sostenibilidad de largo plazo que permita pasar del crecimiento al desarrollo nacional y de las familias y las empresas argentinas.

Internacional.
Coyuntura.


Informe semanal de Fundación Pensar

El problema de la inflación


El gobierno tiene la costumbre de dar a conocer semanalmente las noticias relacionadas al desempeño económico nacional. Una característica de esta costumbre es que tienen un sesgo hacia las buenas noticas. Es cierto que Argentina es de los países que más ha crecido desde el año 2003, que ha habido avances en la reducción de la pobreza y la indigencia, y así podríamos replicar estas bondades que el gobierno enumera. Pero también es cierto que Argentina es uno de los países de mayor inflación en el mundo; más precisamente, el tercero, después de Bielorrusia y Venezuela. Y que esa inflación repercute especialmente entre los que menos tienen.
Lamentablemente, el gobierno se empeña desde 2007 en esconder estos números; más aún, la misma palabra parece ser una mala palabra para sus funcionarios. Una paradoja muy interesante es que en los capítulos referidos a la economía nacional, en el informe de inflación que publica el Banco Central, sólo se nombra la palabra “inflación” en el título del informe.
¿Por qué el gobierno se empeña en esconder la inflación? La primera razón es que se estaría admitiendo la existencia de ese problema y de la manipulación anterior de los datos. Esto podría provocar un disgusto en la gente y, además, una catarata de juicios reclamando mayores pagos en relación a los bonos que ajustan por inflación.
Otra causa es la subestimación de diversas canastas que mide el INDEC, como la que calculan la indigencia y la pobreza. Con mayores precios, más caras resultan estas canastas y más gente queda imposibilitada de acceder a ellas generando, estadísticamente, más pobreza e indigencia. La aclaración “estadísticamente” es importante: los pobres están ahí más allá de lo que el INDEC diga al respecto. El problema es que si no se reconoce la cuestión, difícilmente se pueda implementar las políticas para resolverla. Sincerar las estadísticas no va a cambiar la cantidad de pobres. Finalmente, se sobreestima el crecimiento: si la inflación fuese mayor, el efecto precio de algunas variables que calculan el PBI seria mayor y menor el efecto de producción.
Entonces, ¿cuánto es la inflación actual? La gente cree que esta en torno al 30%, los relevamientos de las provincias lo ubican en torno al 25%, al igual que distintas variables que se mueven de manera similar a la inflación (ej. recaudación, salarios, etc.). Si bien es complejo desactivar la inflación una vez que ha tomado valores elevados (como parar una bola de nieve rodando por una montaña), la crisis mundial y la desaceleración en Brasil pueden generar la oportunidad para desactivarla sin pagar tantos costos: cuando la demanda cae, los precios son más lentos para ajustar.
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Economía
Reforma constitucional
Como decíamos en nuestro número anterior, después de las primarias la iniciativa política es hoy casi toda del gobierno nacional. Un poco por esa razón, se está comenzando a discutir con cada vez más insistencia la posibilidad de una reforma constitucional para permitir una “Cristina eterna” (tal como lo dijera en su momento la diputada nacional Diana Conti), lo que se acentuó cuando Elisa Carrió salió a avisar a la ciudadanía que el FAP de Hermes Binner propicia una reforma.
¿Es cierto? Sí es cierto que el FAP apunta en su plataforma a reemplazar el tradicional presidencialismo por un régimen parlamentario. No es cierto que propicie la reelección indefinida pero los sistemas parlamentarios por su propia naturaleza no ponen límites de tiempo a los jefes de gobierno. Binner salió a decir que no apoya la reelección indefinida, pero lo que dicen críticos como Carrió es que sus diputados y senadores podrán posibilitar el llamado a una reforma. Hay que recordar que el art. 30 de la Constitución indica que para su reforma el Congreso debe declarar la necesidad de reforma “con el voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros” y luego la reforma misma la debe realizar “una Convención convocada al efecto”. Entonces, el FAP podría aprobar la necesidad de reforma y después la Convención podría terminar haciendo algo que no fuera de su agrado.
¿Puede llegar el kirchnerismo a los dos tercios? Es difícil: aunque tenga un gran resultado electoral, se renuevan los cargos votados en 2007, que fue una gran elección del FPV. El gobierno no niega directamente la cuestión: se habla de la imposibilidad (por los dos tercios) o aducen que la presidente nunca habló del tema; de hecho, en su momento la presidente sólo dijo que no había que “hacerse los rulos”. No lo niegan porque más allá de que realmente se logre, lo importante para el gobierno es que parezca posible. Se dice que Néstor Kirchner comentó alguna vez que Argentina no puede ser gobernada sin reelección porque los actores políticos dejan de obedecer el liderazgo presidencial, se desatan las internas, etc. Por eso, aunque sea difícil, casi imposible, lograr la reforma, al gobierno le es útil que la posibilidad esté en el horizonte.
Mientras tanto, la presidente prepara su agenda de viajes (Paraguay para la cumbre Iberoamericana, Cannes para la del G-20 y Montevideo para la del Mercosur), nos enteramos que Tabaré Vázquez consideró la posibilidad de un conflicto armado por las papeleras y más empresas anuncian su intención de suspender turnos frente a una demanda reducida por la crisis internacional. Con la reforma constitucional de 1994 todavía no implementada en su totalidad, con la incertidumbre que trae el mundo y con la poca confianza que genera a veces nuestro liderazgo, es importante votar a candidatos que rechacen la reforma constitucional.

Coyuntura
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Política
Con la reforma constitucional de 1994 todavía no implementada, con la incertidumbre internacional y con la poca confianza que 
genera a veces nuestro liderazgo, es importante votar a 
candidatos que rechacen una reforma.

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