2015
El llamado
"caso Nisman".
Fecha Viernes, Febrero 6, 2015 4:17 pm
Asunto:
Declaración.
El llamado “caso Nisman”
El llamado “caso Nisman” ha dado y sigue dando lugar a numerosas declaraciones y comentarios que, en muchos casos, sólo parecencontribuir a incrementar la confusión y el desconcierto reinantes.
Se extraña, sin embargo, que en muy pocas de estas expresiones
se haya acentuado lo que este asunto ha puesto a la intemperie:
el estado de descomposición en que se encuentra la administracion de justicia en nuestro país, en especial el fuero federal penal.
En efecto, llevamos semanas leyendo o escuchando hablar de
funcionarios judiciales (incluido el fallecido Nisman) designados a dedo por un ex-presidente de la nación, sometimiento de éstos a
servicios de inteligencia nacionales y extranjeros, jueces sin control sobre causas por hechos de extrema gravedad, la causa por el
atentado contra la Embajada de Israel paralizada por la Corte
Suprema, el Ministerio Público Fiscal convertido en un comisariato político, la propuesta para el más alto cargo de la magistratura de
una persona sin idoneidad, el Poder Ejecutivo interviniendo
descaradamente en la función judicial.
Y todo esto, que no agota el repertorio de males, se ve
enmarcado por un clima de corrupción pública que llega hasta la
cima del gobierno, cercado por denuncias que transitan los
juzgados y las fiscalías con una morosidad y desinterés que
auguran prontas prescripciones.
En pocas palabras y sin eufemismos: la administración de justicia
en la Argentina se encuentra en estado terminal.
Y esto a nosotros no nos sorprende – aunque lo lamentemos -,
porque esta Asociación se constituyó precisamente por abogados
que comprobamos con alarma como, a partir del golpe de Estado
contra la Corte Suprema dado por el ex presidente Kirchner, se
puso en marcha un proceso implacable de destrucción del orden
jurídico en sus principios más básicos, que tuvo el aval de la Corte
designada entre aclamaciones en reemplazo de la anterior.
Dijimos entonces que se había implementado un derecho de dos
velocidades y que a todos los argentinos se nos había puesto en
libertad condicional.
Y eso que tantos se empeñaron en no ver ni reconocer, es lo que
ahora se ha vuelto evidente.
Es que la justicia no puede administrarse pretendiendo que la
violación del orden jurídico en perjuicio de una clase de personas,
por reducida o insignificante que fuere, pueda ocurrir sin
consecuencias para los que no pertenecen a esa clase.
El prevaricato de los jueces, para colmo celebrado como política de Estado, por acotado que haya querido ser, fue lo que permitió que
se abriera la puerta para la aparición de los horrores que estamos
presenciando y ha deslegitimado por completo la función judicial.
Las naciones pueden sobrevivir a muchas catástrofes, pero sin
justicia ello es imposible.
Dios permita que se reaccione a tiempo.
Mariano Gradin Alberto Solanet
Secretario Presidente.
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