2014
o
Tierra?,
Enrique
Guillermo Avogadro
Abogado.
Abogado.
“Pero son los intereses del pueblo
lo que nos mueve, y
el sufrimiento
de la mayoría, y morir por el pueblo
es sufrir una muerte digna”
Mao.
En primer término, mi modesto pero emocionado homenaje a
los bomberos que perdieron la vida en la tragedia de Barracas, y mi
acompañamiento moral a sus familiares y sus colegas, que siguen jugándosela por
una sociedad que no los merece.
Esas vidas segadas por el fuego necesitan que,
con la mayor urgencia, se exponga cómo se inició el siniestro y qué contenían
los archivos destruidos, pues ya proliferan las sospechas más espantosas, a las
cuales dan cierto asidero la homonimia entre el Secretario del Club Boca de Río
Gallegos, encabezado por el hijo de Lázaro Báez, y el Presidente de la empresa
Iron Mountain, cuyo depósito se incendiara.
Claro que, en un país donde su Vicepresidente en
ejercicio, el inefable Guita-rrita, se ha convertido en el
primer funcionario al que se ha requerido llamar a prestar declaración
indagatoria en toda su historia, nada debería sorprendernos.
El Gobierno le
encomendó a Coqui y otros lenguaraces salir a respaldarlo,
invocando la sempiterna conspiración mediática, pero que haya sido el Fiscal Di
Lello quien haya pedido la medida, siendo un funcionario tan pro K, nos dice
mucho acerca de la pérdida de poder de la dinastía.
Que la sociedad se encuentra fracturada y disociada,
después de once años de fomentar el enfrentamiento desde la Casa Rosada, no es
ninguna novedad.
Pero que la Presidente instara a sus “pibes para la
liberación” a adoptar medidas de acción directa contra supermercados y
comercios presuntamente desestabilizadores trajo a la memoria de muchos de
nosotros lo peor del primer peronismo, aquél del “cinco por uno” y
del “alambre de fardo”, o sea, los violentos incisivos de
quien luego se auto-describiera como un “león herbívoro”, y los
afiches con los que empapelaron Buenos Aires no contribuyeron a diluir el recuerdo.
El Gobierno se encuentra ante la única opción que
plantea el título de esta nota; sin embargo, y a contramano de una de las
reglas básicas del “Movimiento”, está consiguiendo que éste se entierre con él
y ya lo hizo trasponer las puertas del cementerio.
Obviamente, los más
preocupados por este curso de los acontecimientos son los líderes territoriales
–gobernadores y “barones” del Conurbano-, que aún no han podido acomodar sus
maltrechos esqueletos después de la paliza que recibieran en octubre, ya que la
escasez de recursos y la imparable inflación los ha hecho encabezar el
inevitable ajuste. También los dirigentes gremiales que integran, todavía, las
centrales sindicales más cercanas a Balcarce 50 sienten el fuego bajo sus
sillas y preparan, por la vía de la unificación del universo obrero, la
deserción de tan incómodo lugar; una muestra de ello la darán los gremios
docentes que, pese a su alineamiento político, enumeran exigencias impagables
para las provincias famélicas.
Los jubilados, con el magro incremento del 11,7%
en sus haberes a partir de fin de marzo, cuando las perspectivas anualizadas de
la inflación pasada ya superan con creces el 40% (sólo en enero fue 6%), se han
convertido en las primeras víctimas del ajuste que, como la devaluación, está
llevando a cabo un gobierno que, discursivamente, los niega.
Los mayores tienen
escasa capacidad de reacción pero, cuando ese apriete –como quiere la Casa
Rosada- llegue a los asalariados por la vía del recorte en el poder adquisitivo
de los sueldos y por la desocupación (ya comenzó la destrucción de puestos de
trabajo), volveremos a vivir aquellas manifestaciones masivas que eyectaron a
López Rega y Celestino Rodrigo, con paros generales que ni siquiera los
actuales aplaudidores, como Caló, Rodríguez, Viviani, etc., podrán evitar por
aquello de “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los
dirigentes”.
Para confirmar este aserto basta con recordar que, sólo en
enero, medio millón de personas atravesaron, hacia abajo, el límite de pobreza.
Y así surge la gran pregunta: ¿con qué contará el
kirchnerismo para contener la irremediable protesta social? Las policías
provinciales fueron estafadas por la marcha atrás dada por muchos gobernadores
en los aumentos concedidos en diciembre; así, ¿estarán dispuestas a reprimir?
Las fuerzas armadas saben que, por muchas leyes y decretos que respalden su
accionar, quienes acaten ese tipo de órdenes serán encarcelados, como sucede
con los más de mil quinientos camaradas que se pudren y agonizan en las
cárceles comunes de todo el país; una cosa es festejar las mejoras en los
sueldos del personal y en el equipamiento y otra, muy distinta, sería obedecer
al Tte. Gral. Milani si éste decidiera ponerlas al servicio del “modelo”.
Y,
obviamente, con la Gendarmería no alcanzará cuando el país se incendie otra
vez.
Por su parte, y ante una oposición que sólo promete
unificar criterios en treinta días -¡un plazo eterno en esta situación!-, el
foro de convergencia iniciado en enero entre entidades empresariales dio un
paso fundamental, al recibir el miércoles a las CGT de Azopardo y Azul y Blanca
y a la UATRE. Estoy convencido que de ese ámbito saldrá, si es que existe, la
única alternativa posible para un futuro tan negro.
La Presidente, en su delirio, actúa como si ella misma
hubiera escrito la frase de Mao que encabeza esta nota, y estará dispuesta a
destruir y matar lo que queda de la República antes de su cercano final.
Mientras cada uno de los actores públicos comienza a
organizarse para imaginar cómo sacar al país de las profundidades de la ya
inevitable crisis con el menor costo social posible, me veo obligado a insistir
en mi posición constitucionalmente destituyente. Hoy la postura más frecuente
es: que se queden, para pagar el precio del enorme desaguisado; sin embargo
creo, repito, que ese sideral costo lo deberemos afrontar todos los argentinos,
traducido en mucha más miseria y en menos oportunidades y, por ello,
incrementarlo sólo por mantener al actual régimen en funciones durante los
próximos veinte meses resulta, de todo punto de vista, injustificable.
Propongo, por el contrario, que la cuenta de la fiesta
para tan pocos le sea presentada a doña Cristina y todos sus cómplices,
funcionarios y privados, una vez que se todos se encuentren en la cárcel y los
hayamos privado de sus fortunas mal habidas.
Una vez más, convoco encarecidamente a la ciudadanía a
la marcha cívica del 13 de marzo en todo el país. Debemos cambiar la
historia tan habitual en la Argentina y llegar a ella con consignas unificadas
y dirigidas, precisamente, a ese propósito: ¡Que se vaya! y que haya memoria,
justicia veloz y castigo para todos los corruptos que nos llevado tan abajo en
la pendiente de la decadencia. Sólo así el reclamo sonará fuerte y cumplirá sus
fines, es decir, se hará oír por los dirigentes políticos y los hará salir de
la modorra, inspirada en la cobardía, en que hoy se arrellanan.
Bs.As., 9 Feb 14
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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