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lunes, 8 de septiembre de 2014

El resultado . . . de la decada ganada


2014


"QUIEREN

CONFISCAR

LAS

RESERVAS...

DE SOJA"
La Sociedad Rural, Coninagro y la Federación Agraria alzan sus voces contra la medida.






















BUENOS AIRES.- La Sociedad Rural Argentina (SRA) expresó su preocupación frente a la nueva disposición de la AFIP para que se reporte la ubicación geográfica de cada silo bolsa, y calificó como exagerada la obligación de aportar las coordenadas de GPS de los granos almacenados. A través de un comunicado, la entidad presidida por Luis Etchevehere aseguró: “esta medida preocupa, justamente cuando en el Congreso se está debatiendo el proyecto de Ley de Abastecimiento, que pretende exacerbar el autoritarismo y quitar los límites para que el Gobierno pueda profundizar su poder de confiscación”.

El presidente de Coninagro, Carlos Garetto, manifestó que esta situación no es nueva, ya el año pasado los productores tuvieron que declarar sus existencias granarias, y también las coordenadas satelitales. “Igual no hay nada que ocultar: que controlen las existencias y que también generen políticas para aumentar la producción”, aseguró Garetto, respecto al pedido de la AFIP de requerir informes de compra de silo bolsas y la localización exacta del grano almacenado.
El presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, denunció hoy que el objetivo del Gobierno es confiscar las reservas de soja de los productores para contrarrestar errores de la gestión kirchnerista. “Hoy los productores disponemos por reservas de la mitad de la cosecha de soja. No por especulación voraz, (sino) porque la economía es un desastre; debido a que no hay confianza, no se puede invertir, no se saber qué va a pasar con el dólar, no se sabe qué pasa con la inflación. Entonces, el productor reservó su cosecha de soja en defensa propia y no en una actitud ‘devaluacionista’ o ‘devaluativa’”, afirmó Buzzi con relación a las últimas medidas del Gobierno, como el proyecto de Ley de Abastecimiento.






















Desolador panorama en distritos bonaerenses por las inundaciones

En la cuenca del Salado hay poblaciones aisladas por los caminos rurales anegados y fuertes pérdidas en la ganadería; las lluvias caídas ya superaron los registros anuales

Por Fernando Bertello | LA NACIÓN

RAUCH.- Cecilio Ojeda y su esposa, María, están aislados desde hace diez días. No pueden salir del campo porque los caminos que acostumbran utilizar se encuentran intransitables; tres de sus hijas dejaron de concurrir a una escuela rural de la zona por la misma causa, y el camión que solía llegar con maíz para el criadero de cerdos tampoco puede pasar, con lo cual el alimento para esos animales ya escasea.

En la cuenca del Salado, una región del centro sur bonaerense que abarca una veintena de partidos con 6,5 millones de hectáreas que representan el 21% de la provincia, hay muchos casos como el de Ojeda y su esposa, encargados de un establecimiento rural. Por las intensas lluvias, a las que se sumaron el desborde de arroyos y canales, y el vertiginoso escurrimiento de agua de partidos vecinos, el paisaje habitual es ver campos que quedaron bajo el agua. Los registros de precipitaciones son contundentes: lugares con 200 milímetros en agosto y más de 1000 en lo que va del año, por encima de cualquier promedio anual. Se agravó en el último mes y medio, pero la situación viene de arrastre desde marzo pasado. Paradoja: en enero, había una fuerte sequía.

Rauch, Ayacucho, Dolores, Pila, Tordillo, General Guido, entre otros, son partidos con una fuerte historia ganadera, donde muchos productores aún no pueden terminar de calcular hasta dónde llegará el impacto. Todos hablan de una importante mortandad de animales.

También hay pérdidas de lotes enteros de trigo y cebada, complicaciones en otras actividades, como el criadero de cerdo que maneja Ojeda, o que los mismos productores no pueden mandar a los hijos a la escuela porque el camino no lo permite.

"Para el criadero de cerdo, tenemos alimento para cuatro días más. Después no sé qué vamos hacer", señaló la esposa de Ojeda.

Los Ojeda llegaron a tener el agua a metros de su casa. Ahora bajó un poco y los alivió. Pero tres hijas de 6, 10 y 11 años hace diez días que no pueden concurrir a una escuela rural de la zona. "Es imposible porque el camino está cortado", explicó María. "Se atrasan en la escuela porque no las puedo llevar", agregó Cecilio.

"Tenemos mucha gente en el partido que se fue del campo porque no puede mandar a los hijos a la escuela. Hay seis escuelas primarias [de zona rural] que llevan apenas 40 días de clase en el año", detalló Guillermo Valle, productor.

En Rauch, un partido de 432.000 hectáreas que todos los años produce 190.000 terneros y es el segundo o tercero, según el año, en importancia en la provincia, el impacto del agua es muy fuerte. Federico Petreigne, presidente de la Sociedad Rural local, señaló que los productores están presentando planillas para pedidos de declaración de emergencia o desastre con afectaciones superiores al 80/85%, e incluso más, en sus campos. LA NACION pudo apreciar ese panorama en un vuelo que realizó con el piloto José Alzola.

Ana Etchart, productora, por ejemplo, dice que le quedó bajo el agua el 99% de su establecimiento.
 En un momento entró en el campo con medio metro de agua en la cintura para ver el desastre.

"De 26 vaquillonas [preñadas para parir] nos quedaron sólo siete terneros. 
El agua se llevó en su paso terneros recién nacidos", indicó Etchart. 
A esta productora también se le murieron 56 corderos y 47 lechones.

PELEA DESESPERADA

Valle advierte que en una pelea desesperada contra el agua en su caso logró sacar terneros, pero que en medio del estrés sufrieron bajas de 20 a 30 kilos en su peso. "Nos comimos todos los rollos y el balanceado que teníamos para los animales, que eran reservas", graficó.

En Rauch, hay lugares donde sólo se puede ingresar a caballo.

"Mi padre no puede entrar con la camioneta desde mayo. Hay partes donde sólo se puede entrar de a caballo", dijo Petreigne. 
Agregó que su padre tuvo que arrear animales 15 kilómetros para poder acercarlos hasta un camión para su traslado. Por el exceso de agua, perdió 24 terneros y 80 ovejas. 
Las complicaciones se repiten. 
"Nosotros alcanzamos a sacar terneros para la venta, pero en la última avalancha de agua que vino se rompió todo el camino y ahora no se puede vender", sostuvo Amadeo Souverville, que lleva unos quince terneros perdidos al nacer.

En Ayacucho, a 60 kilómetros, y el principal partido productor de terneros, con 250.000 por año, el panorama también es difícil. 
 Más del 80% está afectado. 
Y por la ruta 74 es común a los costados ver vacas y terneros muertos. Encima, se adelantó la aparición de hipomagnesemia, una enfermedad asociada a la menor ingesta de magnesio a través de la alimentación. El animal se debilita, cae y muere.

"Acá hubo mucha mortandad y se va a incrementar aún más", alertó Marcelo Gianoli, productor. Destruidos los caminos, Gianoli hoy entra al establecimiento en el que trabaja caminando por una vía de tren que pasa a 200 metros de la chacra. Es la única alternativa.

Se las rebusca para que no se le mueran animales. Ya logró salvar 17 terneros recién nacidos llevándoselos al patio de su casa, donde los alimenta como puede. "El 90% de la explotación quedó bajo el agua", muestra a este cronista, desde la vía de tren donde se avista la chacra. Tenía reservas de rollo para dos años que ya consumió en ocho meses, con lo cual tuvo que volver a comprar alimento..





















Caminos intransitables y pérdidas en trigo por las inundaciones
En Necochea, los productores cruzan los médanos y la playa para llegar a sus campos; reclaman obras para permitir que el agua se desagote más rápido

Por Fernando Bertello 
LA NACION

NECOCHEA.-
 A la fuerza, Pedro Pailhé se convirtió en un especialista en sortear obstáculos con su camioneta. Por las intensas lluvias, que descargaron entre 180 y 200 milímetros hace quince días y llevaron el registro anual a 900 milímetros, por encima de lo normal, el camino que va a su campo quedó intransitable. Hoy, la única forma que tiene de acceder es recorrer unos 40 kilómetros de playas y médanos. Es toda una excitante aventura la que tiene que enfrentar en ese trayecto, pero no lo hace por distracción, sino para ir a trabajar.
En este partido, que posee 420.000 hectáreas, 100.000 hectáreas quedaron totalmente afectadas por la inundación. Allí había cebada y trigo sembrados y lotes de maíz que esperaban por la cosecha. En cebada y trigo, las pérdidas se ubicarían del 30 al 40 por ciento.

A su vez, de la red de caminos rurales, que abarca 1400 kilómetros, el 80% se encuentra intransitable.

"Entre la ruta 228 y el mar están todos los caminos muy complicados y muchos entramos yendo por los médanos", graficó Pailhé. En ese recorrido debe atravesar tres correntadas de agua que cruzan.

El desafío es con riesgos. Hace unos días, se quedó con la camioneta hundida en unos de esos canales. Fue un momento de zozobra.

En este partido, un ente vial municipal recibe los fondos de una tasa por hectárea que pagan los productores. Pero el control sobre los fondos lo tienen los mismos productores. Con eso se pudieron entoscar ya 400 kilómetros. De hecho, los caminos están intransitables por el colapso del agua, no por la falta de mantenimiento.

Pailhé cuenta su anécdota entre playas y médanos mientras señala, mirando hacia dos lotes de trigo que maneja: "En este se perdió el 50% y en aquel 10 por ciento". Haciendo un promedio, ya que sembró 700 hectáreas entre trigo y cebada, cree que las pérdidas de producción van a estar en el 40 por ciento. Eso significa dinero perdido. Por cada hectárea inundada hay una inversión enterrada de 300 dólares en campo propio y hay que agregar otros US$ 300 por hectárea si se alquila.

Además de soportar el agua caída, a Necochea llega el agua de Tandil, Benito Juárez, San Cayetano, Juan N. Fernández, La Dulce. Hoy hay tres canales con salida al mar, entre los médanos, construidos en la gestión como gobernador de Felipe Solá, que desagotan como si fueran verdaderas cataratas de agua. Pero no alcanzan. Algunos calculan que con los canales que hay desagotar toda el agua podría demorar hasta cuatro meses. Por eso, aquí piden más obras.

"Si no estuviera esto, hoy acá estaríamos con el agua al cuello", relata Pablo Heiland, miembro de la Sociedad Rural de Necochea, justamente en uno de esos canales.

Hace unos días, el ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Alejandro "Topo" Rodríguez, visitó Necochea -hoy declarada en emergencia y/o desastre agropecuario- y, según los productores, dijo que se iba a estudiar la factibilidad de otras dos salidas más al mar.

Sería una devolución de gentilezas para lo que aporta en materia impositiva este partido. Según Heiland, entre impuestos nacionales, provinciales y municipales (retenciones, ingresos brutos, impuesto al cheque, inmobiliario rural y tasa municipal por hectárea), una hectárea agrícola del partido aporta 3000 pesos por hectárea. Llevado este número al total de las hectáreas de Necochea (420.000 hectáreas), es una cifra que se acerca a los 1500 millones de pesos. Esto sin contar Ganancias y Bienes Personales.

"Cada apertura de un médano al mar cuesta de 10 a 15 millones de pesos. Esto es irrelevante en relación a lo que aporta el campo, que solicita una obra que podría ser un reconocimiento a lo que hace el productor", indicó Heiland, que explicó que hoy no son suficientes los tres canales.

Juan Balsategui, productor del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) Necochea-Quequén, también sufrió la inundación. En su caso, lo tomó por sorpresa: ese fin de semana que cayeron entre 180 y 200 milímetros viajó a Buenos Aires por el casamiento de un sobrino y, al volver, el campo estaba inundado. "Con esa lluvia llegamos a los 900 milímetros, cuando la media ronda los 850 milímetros. Sembré 280 hectáreas de cebada y hay un 20% de pérdida", expresó.

En esta zona, históricamente el trigo fue el cultivo que reinaba. Desde que el Gobierno comenzó a intervenir el mercado de este cereal con trabas a la exportación hace ocho años el área cayó y hoy, según los productores, el 80% de lo que se siembra en invierno es cebada.

El agua genera otras complicaciones. En estos momentos, no se puede pasar con los camiones de urea para que llegue hasta los campos este fertilizante. "También se va a complicar la siembra de la gruesa [maíz y soja] si no llegan los insumos", precisó Pailhé..























Los productores Ana Etchart y Amadeo Souverville en un campo anegado de Rauch. 
Foto: Santiago Hafford / Enviado especial
Con un pronóstico que prevé nuevas precipitaciones para este fin de semana y una primavera "llovedora", los productores del sudeste costero bonaerense no tienen buenas noticias ante un panorama que comenzó a complicarse la semana última con lluvias, en algunos casos superaron los 200 milímetros, según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, y que anegó campos, causó pérdidas en cultivos y mortandad de vacunos.






















El 70% de los campos ganaderos de Ayacucho está bajo el agua
Con fuertes pérdidas en pasturas y verdeos, caerá la preñez de las vacas por su mal estado
"El daño es considerable y a futuro se va a notar; las vacas no van a llegar a un buen estado, caerá el porcentaje de preñez y eso significará para el año próximo menos terneros para vender, y si en Ayacucho hay menos terneros, hay menos plata", dijo el presidente de la Sociedad Rural de Ayacucho, Salvador Zeberio, al describir la difícil situación que atraviesa la principal actividad agropecuaria de este distrito de 670.000 hectáreas, el tercero en extensión de la provincia de Buenos Aires, hoy castigado por lluvias y anegamientos.

Según Zeberio, en Ayacucho, que tiene 1200 productores, el 80% de las tierras son ganaderas. Hay más de 700.000 vacunos, de los cuales 330.000 son vientres, pero de seguir el tiempo así dijo que esas cifras disminuirán. "Los productores tuvieron que malvender terneros, porque había que sacar hacienda de campos anegados y no se podía hacer feedlot porque no había maíz o piso. Y en vez de vender un novillito de 350 kilos o más, han salido terneros de 200 kilos", apuntó.

Agregó el ruralista que el 70% de las tierras ganaderas tiene exceso de agua y la actividad está afectada en el 80%. "Hay vacas que están con el agua a la altura de la panza, uno no puede llegar hasta ellas. En marzo no se pudieron hacer los verdeos como para el invierno; hay animales muertos, pero no sabemos cuántos; sí que hay productores que han perdido cantidades importantes: de 30 a 50 cabezas, en algunos casos", se lamentó.

"Todo esto ha causado un gran trauma en el productor y complicará mucho a futuro porque las vacas no van a llegar a un buen estado al servicio, que empieza en octubre. dijo Zeberio.
SIN EMERGENCIA

"Pedimos la emergencia agropecuaria en julio y el gobernador Daniel Scioli se comprometió a firmarlo a fines de octubre. ¿Necesita el gobernador tomarse tiempo para poder firmar la emergencia?", se preguntó Zeberio.

En tanto Hernán Figueroa, gerente de la Sociedad Rural de Pila, dijo que el productor, y sobre todo el ganadero, "hoy está destruido", más el mediano-chico, ya que no sólo tuvo que salir a malvender sino que también se va encontrar con una falta de terneros muy importante y con costos que van aumentando continuamente para el año que viene. "El productor que vendió la vaca a 3500 pesos y quiera reponer no lo puede hacer", señaló.

Dijo que las reservas forrajeras se terminaron rápidamente y no pudieron ser aprovechadas en su totalidad. En cuanto a las pasturas, las nuevas que se lograron sembrar se perdieron todas por el encharcamiento que ya tiene varios meses de duración. Por otro lado, los verdeos de invierno no se pudieron sembrar directamente por la falta de piso.

En el inventario de pérdidas también hay que agregar las pasturas que se implantaron el año pasado y que estaban sembradas en las partes más altas de los campos. Aunque no se inundaron, también se terminaron perdieron por la falta de piso, el pisoteo de los animales y por las napas de agua, que "subieron muchísimo".

Hernán Figueroa, también explicó que en lo que va del año hubo 1200 milímetros de lluvia caídos, cuando el promedio anual es de 900 a 980 milímetros. Este exceso terminó afectando a unas 270.000 de las 305.000 hectáreas productivas que tiene el distrito de Pila, que fue declarado en desastre agropecuario. "Aunque sus productores "no han tenido hasta el momento ningún tipo de ayuda oficial", concluyó Figueroa.
MALESTAR DE LOS GANADEROS.
Por las rutas
Carta documento

La Sociedad Rural de 9 de Julio envió una carta documento al gobernador Scioli solicitando que detalle los 4000 kilómetros de ruta que dijo haber hecho, en el programa Animales Sueltos, en el canal América
Pila, sin ayuda
Se declaró en desastre

Si bien el distrito de Pila fue declarado en desastre agropecuario, los productores no obtuvieron aún ningún tipo de ayuda oficial, pese a tener afectadas 270.000 de las 305.000 hectáreas productivas

Ayacucho espera

Sin emergencia

En julio, el gobernador Scioli prometió firmar el estado de emergencia de los campos de Ayacucho antes de octubre. 
Los productores esperan  molestos.


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