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Y UN
DÍA
EL RÍO
DESBORDÓ.
Por Ernesto
Bobek Cáceres
Abogado (Justa Causa)
"Salir a
cazar buitres
con las gomas lisas
conlleva el riesgo de
quedar empantanado."
Provocaron el default -que aunque “post Rufo”
se levantara en 2015- ya nos apareja consecuencias negativas; se comieron las
reservas; incrementaron el gasto público a un nivel solo sostenible mediante
emisión sin respaldo generadora de más inflación, desocupación y miseria que la
existente, ya constitutiva de un vergonzante récord histórico.
Le dieron carta blanca al narcotráfico al no
promover sistemas de control, mientras paralelamente y desde el Sedronar
propician la despenalización del consumo de cualquier tipo de estupefacientes,
aún los más duros. Tampoco combatieron el paco, motor de delitos desde la niñez
y preadolescencia, condenando a la miseria intelectual y material a los
sectores más vulnerables de la sociedad.
Como contrapartida, en pocas horas detonaron
escándalos que involucran directamente a todo el ejecutivo sumándose ahora
otros miembros a la incómoda situación de los ex ministros de economía y de
transporte.
Echegaray tuvo que dar la cara ante la
opinión pública para informar que Lázaro Báez no es socio de Cristina. ¡Vaya
novedad! Todos saben que el ex bancario fue y es empleado de la familia
Kirchner desde sus épocas en Santa Cruz, y que no tiene forma de justificar
racionalmente su fortuna.
En tanto Alak protagonizó un grosero papelón
para explicar la pérdida de documentación de la causa Ciccone, -incriminatoria
de la cúpula gubernamental- de una dependencia a su cargo. Sus ridículas
explicaciones de la desaparición -más propias de una magistral actuación de un
ilusionista como David Copperfield que de un ministro de justicia- constituyen
un insulto a la inteligencia de todos los argentinos.
No en vano impulsaron una ley que restringe
la responsabilidad de los funcionarios públicos, van por la modificación del
Código Procesal Penal en beneficio propio, colonizaron juzgados y fiscalías sin
convocar o respetar los resultados de los necesarios concursos. También buscan
la forma de nombrar un quinto miembro de la Suprema Corte cuando aún no existe
la vacante.
Le dieron carta blanca al narcotráfico al no
promover sistemas de control, mientras paralelamente y desde el Sedronar
propician la despenalización del consumo de cualquier tipo de estupefacientes,
aún los más duros. Tampoco combatieron el paco, motor de delitos desde la niñez
y preadolescencia, condenando a la miseria intelectual y material a los
sectores más vulnerables de la sociedad.
Como contrapartida, en pocas horas detonaron
escándalos que involucran directamente a todo el ejecutivo sumándose ahora
otros miembros a la incómoda situación de los ex ministros de economía y de
transporte.
Echegaray tuvo que dar la cara ante la
opinión pública para informar que Lázaro Báez no es socio de Cristina. ¡Vaya
novedad! Todos saben que el ex bancario fue y es empleado de la familia
Kirchner desde sus épocas en Santa Cruz, y que no tiene forma de justificar
racionalmente su fortuna.
En tanto Alak protagonizó un grosero papelón
para explicar la pérdida de documentación de la causa Ciccone, -incriminatoria
de la cúpula gubernamental- de una dependencia a su cargo. Sus ridículas
explicaciones de la desaparición -más propias de una magistral actuación de un
ilusionista como David Copperfield que de un ministro de justicia- constituyen
un insulto a la inteligencia de todos los argentinos.
No en vano impulsaron una ley que restringe
la responsabilidad de los funcionarios públicos, van por la modificación del
Código Procesal Penal en beneficio propio, colonizaron juzgados y fiscalías sin
convocar o respetar los resultados de los necesarios concursos. También buscan
la forma de nombrar un quinto miembro de la Suprema Corte cuando aún no existe
la vacante.
La gran incógnita es si el arco opositor cumplirá con
su rol de contralor instando las acciones pertinentes para que se investigue la
posible comisión de gravísimos delitos que pueden llegar hasta la traición a la
patria, o si solo será un espectador ciego, sordo y mudo del ingreso del país a su hora más
lúgubre.
CABA,
21 de octubre de 2014
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