Independencia...-

    2013

INDEPENDENCIA.

Un ideal ...

nunca

cumplido

en su 

totalidad.

Por :

Raul Alejandro Verblud.

Independencia es el estado en el que puede estar una persona, o un grupo de ellas con respecto a depender de otras o de algo. La libertad es relativa y llevada al contexto de la política el hablar de pueblos libres hoy deja muchas dudas, y cada uno la entiende en el contexto de sus experiencias, es por ellos que los norteamericanos hablan del 4 de Julio como el día que comenzaron a ejercer en el mundo su papel de dominantes y no de la arrojada acción del “Boston Tea Party”, que originó a fines de 1773 el comienzo de la “Revolución Americana” en contra de Inglaterra, actual socio incondicional en cualquier empresa que realicen.

Se podría decir que los ciudadanos de los Estados Unidos son auténticamente libres, pero si evaluamos circunstancias actuales vemos que son dependientes de las consecuencias de sus propios actos en contra de otros pueblos que arremeten con actos terroristas y la “seguridad nacional” los hace vivir en un estado policial que cada vez coarta más libertades.

Inglaterra y Francia no solo son pasibles a ataques del terrorismo internacional, sino también vieron que sus libertades de seguridad urbana se vieron vulneradas con el ingreso de otras etnias, en especial de países que fueron sus colonias en el pasado y que hoy, a modo de venganza impensada y compromiso ineludible, ingresan a buscar las migajas del banquete que ya no es tan abundante, y cuando no las logran conseguir la inseguridad se hace sentir.

Hay otros países que fueron dominados durante muchas generaciones como Polonia, que paso de ser invadido por el imperio Austrohúngaro, el nazismo y el comunismo, hoy el pueblo polaco puede ya ejercer libertad y moverse libremente pero con limitaciones en lo económico.

Otro ejemplo es Cuba que fue colonia española, intervención norteamericana y actualmente uno de los últimos bastiones del comunismo, bloqueo de por medio, lo que hace que la libertad sea un ideal irrealizable para su gente.

Pero ya estrictamente en la Argentina: ¿somos libres? ¿lo fuimos alguna vez? ¿Qué es ser libre en la Argentina?
Estas son las preguntas del millón y trataremos de responderlas ubicándonos en la realidad diaria que nos dice que estamos en “democracia”, pero que esta se redujo a un simple acto electoral de dudosos guarismos, que legaliza a gobiernos de villanos desmedidos que roban despiadadamente y que en algunos casos no les tiembla el pulso ni tienen la más mínima de las conciencias ni remordimientos, si por sus intereses tienen que iniciar una masacre como lo hizo Menem con la voladura de la Fábrica Militar de Río III, donde nunca se supo la cantidad exacta de muertos, lisiados y traumados psicológicos que produjo en toda una ciudad devastada por las bombas.

Otro ejemplo de falta de independencia es lo que el Kirchnerismo intenta hacer robando, falseando la historia, dividiendo el pueblo, sometiendo al aportante a solventar al improductivo, favoreciendo la delincuencia, arremetiendo contra las libertades individuales y los poderes de la república y limitando el comercio y la producción, en pos de sus intereses.

Argentina será libre en lo interno, el día que sus ciudadanos crezcan cultural y económicamente acumulando capitales a través de sus ahorros e inversiones, lo será también cuando haya gobiernos honestos, legisladores comprometidos con sus votantes y jueces probos imparciales, que juzguen por conceptos y no por reglamentaciones a veces con muchos vacíos legales. En lo externo nuestro país será libre apoyando su poderío sobre la riqueza del pueblo, diversificando, desarrollando y tecnificando su industria y producción, fortificando sus fuerzas armadas, retomando la imagen de faro para toda Latino América, y ejerciendo en base a eso un papel dirigente en el mundo.

Cuando asumió Alfonsín, el relato siempre engañoso a modo de lema fue que “con la democracia se come, se cura y se educa, ya que nada más nos faltaría”, cosa que en la realidad no funcionó porque la democracia es la vía por la cual la libertad se podría ejercer y realizar, pero con la conciencia suficiente para respetarnos y organizarnos.

Quizás sea esa la vía para el ejercicio de una libertad plena, pero aun siendo esclavos de la ley: en resumidas cuentas la libertad es un ideal irrealizable, pero existen escalas que nos posicionan según nuestra cultura, nuestros intereses, nuestras obras, nuestras ambiciones y nuestras proyecciones.
Depende de nosotros liberarnos de nuestras propias limitaciones respetándonos y ejerciendo una democracia plena y participativa, de estrictos controles legales: así comenzaremos a ser libres de verdad y de hecho nada nos faltará.

Raúl Verblud