2014

Un
cadáver
en
descomposición.
Por :
Enrique Guillermo Avogadro.
Abogado.
“El tiempo de engañar
a
los hombres de acaba”
Pedro I de Brasil.
El Gobierno ya comenzó a oler mal cuando ese absurdo personaje
llamado Norberto Oyarbide, sin que nadie se lo pidiera, mencionó a Carlos
Liuzzi como el funcionario de su confianza que, mediante una rarísima llamada,
lo hizo detener los más de veinte allanamientos que estaba llevando a cabo en
distintas “cuevas” financieras; el mensaje no pudo ser más claro: “si
caigo, caen todos”. Una semana después, Avioncito Jaime,
muy suelto de cuerpo, hizo lo propio ante el Tribunal Oral Federal que lo está
juzgando por el crimen de Once:
“Todo lo que hice fue por instrucciones
de Néstor y de Cristina”.
Tal como muchos suponíamos, los testaferros
están dispuestos a recibir las migajas que sus mandantes dejan en sus manos,
pero no a pagar solos toda la cuenta final; detrás de estos dos emblemáticos
caraduras, seguramente habrá muchos más que intentarán mejorar su situación
procesal a cambio de información trascendente.
Por su parte, la señora Presidente también parece percibir que
todo a su alrededor ha comenzado a descomponerse, ya que reaccionó con furia
ante la más que tardía declaración de treinta y ocho organizaciones de la
sociedad civil, considerando que “están en pie de guerra”, pese a
que se limitaron a enunciar qué hay que hacer en materia de políticas de estado
y, en sentido inverso, enumerar los males que nos aquejan después de once años
de kirchnerismo desaforado; cualquiera con sentido común y oportuno coraje
podría haber confeccionado esa lista y, sin embargo, la obsesión por negar la
realidad hizo que distintos funcionarios, comenzando por Coqui Capitanich
salieron a cruzar a los firmantes con desesperación, recurriendo a ridículas
chicanas.
El dólar blue volvió a inquietar al Gobierno,
pues no suponía que se produjeran movimientos durante el período en que los
exportadores de granos liquidan sus divisas y creía que la calma estaba
justificada por las elevadas tasas de interés, pero el mercado también ha
comenzado a percibir el repugnante olor a podrido y, otra vez, se pregunta si
diciembre de 2015 no es un plazo demasiado largo para convivir con la
descomposición. Sin embargo, no convendría olvidar la inmensa capacidad de daño
que aún conserva la actual inquilina de la Casa Rosada.
Es que ya han transcurrido trece años desde el fatídico 2001 y
pretender, como lo hace doña Cristina, que aún el país se encuentra sumido en
aquella crisis, es un verdadero disparate.
Pese a la prolongada emergencia
económica que los impúdicos legisladores no dudan en prorrogar anualmente a
contramano de las necesidades de sus provincias, hemos vivido el período con
mejores precios de nuestra soja y con mayor recaudación impositiva (¡un millón
de millones de dólares!), lo cual convierte al “relato” en una mentira
perversa.
Cuando don Néstor (q.e.p.d.) llegó al poder en 2003, deserción
del Turco mediante, ya Lavagna había conseguido
detener el tsunami y el país estaba creciendo, pero el “yuyito” valía
US$ 150, y no US$ 550, como comenzó a suceder a partir de 2005, y las tasas de
interés internacional estaban en 15% con Reagan, mientras que con Obama
llegaron a 0%.
A pesar de esa extraordinaria bonanza del famoso viento de cola,
la corrupción ha hecho que la herencia que el kirchnerismo dejará sea
vergonzosa, como lo prueba la negativa a publicar los índices de pobreza e
indigencia; la Universidad Católica ha estimado que dos millones de chicos
pasan hambre y once millones de argentinos (27,5%) se encuentran por debajo del
límite de pobreza, y la CGT Azopardo eleva ese número a trece millones.
Es cierto que, desde la época de Illía, no se invertía tanto
en educación, pero no lo es menos que la estirada década K ha producido un
retroceso fenomenal en la materia, como muestran los resultados de las pruebas
PISA. Nuestros educandos, en la adolescencia, no comprenden lo que leen y eso
traerá aparejado el fracaso de su integración a un mercado laboral cada vez más
exigente; para comprobar este aserto, basta con analizar qué sucede con el plan
Fines, destinado a que quienes no han completado el secundario.
El maldito acervo hereditario nacional –no el personal que
recibirán Máximo y Florencia en las Seychelles- está compuesto de una enorme
cantidad de males: una sociedad fracturada por odios que no se veían desde hace décadas, planes sociales
y subsidios impagables, desbocada inflación, una profunda recesión, el Banco
Central sin reservas, un Estado sin organismos de control, una presión fiscal
imposible de soportar, una infraestructura destruida, una capacidad instalada
obsoleta, la dependencia de las importaciones de energía cada vez más caras, un
40% de informalidad en el empleo, el narcotráfico campando a sus anchas y una
inseguridad que se ha transformado en la primer preocupación de los ciudadanos,
millones de jubilados muertos de hambre, una corrupción que clama al cielo,
etc., etc.
El hecho político de la
semana lo constituyó el lanzamiento del Frente Amplio Unen, pese a que, por
ahora, no pasa de ser una carta de buenas intenciones.
Luego de oír las
primeras declaraciones posteriores de los firmantes, sigo creyendo –como dije
hace meses- que, finalmente, se formarán dos grandes alianzas para competir con
las diferentes formas del peronismo (el candidato oficial del PJ y Massa): uno
integrado por Macri y el sector más lúcido del radicalismo (Sanz, Aguad, Cobos,
Carrió), y el otro por el socialismo, algunos radicales y los sectores de
izquierda (Libres del Sur, Juez, etc.) que hoy forman parte del FAU.
Por mi parte, sigo intentando analizar con los mejores
expertos los grandes temas del futuro argentino en el programa que conduzco,
semanalmente, por www.canaltlv1.com.
El martes pasado, 22 de abril, mi
invitado fue el Dr. Alejandro Fargosi, con quien conversé sobre el Consejo de
la Magistratura, del cual forma parte, y del estado de la Justicia en general;
puede ver esa más que interesante emisión haciendo click enhttp://www.youtube.com/watch?v=c1C3HPLEEc0; para el
próximo programa ha comprometido su asistencia el Dr. Andrés Cisneros, ex
Vicecanciller, con quienes pretendo discutir el rol geopolítico de nuestro país
y su inserción en el mundo, y analizar qué está sucediendo en los escenarios
globales.
Hasta el domingo 4, cuando
haya terminado un nuevo fin de semana de cuatro días, que seguramente las
amigas de la Presidente aprovecharán para llenar los aviones con destino a
Nueva York, en un renovado “turismo para todos y todas”. Lamento informar a la
mandataria, que lo mira por TV, que el 40% de los empleados informales que
su administración nos deja no percibirán sus jornales y, casi con seguridad, no
podrán tomarse esas vacaciones tan frecuentes y merecidas por el 2% más rico de
la Argentina.
Bs.As., 27 Abr 14
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado.
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