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viernes, 5 de diciembre de 2014

Con Casco y Chaleco . . .

2014


Ernesto Bobek Cáceres
2015 
CON 

CASCO 


CHALECO

DE

KEVLAR


Por  
Ernesto Bobek Cáceres

 Abogado (Justa Causa)

                                     

Los errores políticos los pagan los ciudadanos;
jamás los gobernantes. 
 La mala gestión de cualquier gobierno impacta nefastamente en la sociedad a la que dicen representar. Cuando la mala gestión no lo es solo por error sino por corrupta, sobrevienen la injusticia, el empobrecimiento económico de la nación y la fractura institucional.
Esto se torna más visible cuando el tan inútil como excesivamente oneroso aparato del gobierno se perpetúa en el poder devorando la República. Se patentiza con el bochornoso incremento del gasto público manifiestamente inútil con la única finalidad de fidelización partidaria.
Anualmente el Congreso -en su primordial función- determina la aplicación de los recursos y los montos a aplicar a cada área. 
Pero mediante el abuso de decretos de necesidad y urgencia y la delegación de funciones a quien no puede ejercerlas por imperio constitucional, se relegaron temas clave como la educación, la salud, la seguridad, el sostenimiento de la economía, para dar paso a una parafernalia de subsidios y gastos absurdos.

Estas incongruencias han llevado al gobierno a desviar fondos hacia temas triviales comparados con las reales necesidades de ciudadanos que pasan hambre sin que ello preocupe al príncipe. Debemos escuchar barbaridades para justificar la no actualización del mínimo no imponible al impuesto a las ganancias, tanto del gurú seudo economista como del gurú parlanchín matutino.
Tras la guerra al campo, siguiendo con el “vamos por todo” la emprendieron contra toda actividad productiva que nos podría permitir soñar con una mínima estabilidad. Hoy está todo afectado innecesariamente, en forma más ostensible la industria en general y en particular la automotriz a la que han destrozado. También toda industria que requiera insumos del exterior para producir en el país brindando mano de obra y capacitando personal.

Desde un Consejo de la Magistratura modificado a conveniencia del ejecutivo y destripando a las instituciones en nombre de una inexistente inclusión, se siguen comprando voluntades a costa de sumir a la Argentina en la quiebra más vergonzante desde lo económico y lo ético. 
La economía está paralizada. 
Nadie en sus cabales se arriesga a invertir.
Patria o Buitres implicó un enorme corte de manga a la comunidad internacional, no solo a los fondos buitre, y ello afecta nuestra ya casi inexistente credibilidad. 
Cada dólar que amañadamente se dejó de pagar cuando se podía nos costará diez en un futuro próximo. Alguien parece haber olvidado que los acreedores tienen esa manía de pretender recuperar lo que se les debe. Y acreedores nos sobran, entre ellos, ¡Venezuela!

Hoy resulta imperativo:
1) Cerrar Aerolíneas Argentinas ya que no podemos perder 2 millones de dólares por día para dar puestos de trabajo a inútiles afines al gobierno. 
2) Privatizar las transmisiones de fútbol ya que no es justo ni equitativo privar de lo básico a los ciudadanos, desde niños hasta jubilados, con el único fin de tener el monopolio de la propaganda oficial, esa que se sigue digitando con los índices del INDEC para convencernos de que estamos en el primer mundo.
Muchos no votarían a Lilita Carrió para presidente, alegando que perdería la elección después del desaguisado del rejunte UNEN que ella también integró. 
Sí la votarían como diputada o senadora. Pensando en positivo, el cargo desde donde podría colaborar en el saneamiento efectivo de la República sería el de Procuradora General de la Nación. 
Si se hiciera realidad, muchos van a temblar. Les consta que es implacable en el seguimiento de temas vidriosos.
Todo cuanto se planifique a futuro desde el gobierno será un desesperado intento por mantenerse en el poder, a través de Scioli o quien resulte funcional al efecto. 
Y, como reaseguro y plan B, ya están diseñando con el tan inestimable como irregular accionar de Alejandra Gils Carbó por el que ya también ha sido denunciada, prevalecer de alguna forma en las fiscalías del fuero criminal y correccional federal a fin de evitar que la eventual sangre de los propia tropa que pudieran resultar procesados o condenados salpique a Cristina.
CABA, 2 de diciembre de 2014.

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